El centro comercial m¨¢s grande de EEUU estar¨¢ en Miami y tendr¨¢ pistas de esqu¨ª y un lago
El complejo de medio mill¨®n de metros cuadrados se ha proyectado junto a la reserva natural de los Everglades
Miami, ciudad de m¨²ltiples grandes centros comerciales, redobla la apuesta y se prepara para erigir el mall de todos los mall: el Miami American Dream, su templo mayor del consumo. El condado de Miami-Dade aprob¨® en mayo el proyecto para levantar en las cercan¨ªas de los Everglades, un delicado para¨ªso natural, una cicl¨®pea infraestructura de m¨¢s de medio mill¨®n de metros cuadrados, con infinidad de tiendas y a la vez parque de atracciones, que si supera los retos de planeaci¨®n y financieros que implica y se realiza se convertir¨¢ en el mayor centro comercial de EE UU.
En medio de una gran crisis de los centros comerciales debido al auge del comercio por internet ¨Cse prev¨¦ que en los pr¨®ximos cinco a?os cierren al menos 300 de los 1.100 que hay en EE UU¨C, la apuesta del American Dream sigue los pasos del Dubai Mall en la hibridaci¨®n de superficie comercial con parque tem¨¢tico. Cerca de la mitad del espacio ser¨ªa para unas 1.400 tiendas y el resto para un hotel de 2.000 habitaciones y entretenimientos como un lago submarino, un parque acu¨¢tico, una funci¨®n permanente del Circo del Sol o una pista de esqu¨ª con la altura de un edificio de 16 pisos para la que se producir¨ªan, en el siempre t¨®rrido sur de Florida, toneladas de nieve artificial. El proyecto, cuyo coste exceder¨ªa los 4.000 millones de d¨®lares, no tiene fecha de ejecuci¨®n, pero como pronto no estar¨ªa listo hasta bien entrada la pr¨®xima d¨¦cada.
La sesi¨®n municipal en la que se dio el visto bueno al plan dur¨® nueve horas de combate dial¨¦ctico entre sus partidarios, que lo ven como una oportunidad de crear miles de empleos y atraer m¨¢s turismo a la regi¨®n, y sus detractores que alertan de sus riesgos ecol¨®gicos y urban¨ªsticos y del posible derroche de dinero p¨²blico; entre ellos, una ni?a de 12 a?os llamada Megan Sorbo famosa desde que con solo 10 a?os se puso al frente de la lucha contra la caza del oso americano de Florida: ¡°Este mall no es un sue?o americano sino una abominaci¨®n americana¡±, dijo a los adultos con una pegatina en el pecho en la que se le¨ªa en ingl¨¦s la palabra ¡°Pesadilla¡±.
Nueve comisionados del condado votaron a favor del proyecto y nada m¨¢s una en contra, Daniella Levin Cava. Seg¨²n explic¨® a EL PA?S, est¨¢ en contra porque aumentar¨¢ todav¨ªa m¨¢s los problemas de tr¨¢fico que sufren los seis millones de habitantes del ¨¢rea metropolitana ¨Cse estima que el centro comercial genere un traj¨ªn diario de 70.000 veh¨ªculos¨C; porque el 60% de los 14.000 empleos que la empresa asegura que crear¨¢ ser¨¢n de menos de 25.000 d¨®lares anuales ¨Cla mitad de la media en EE UU¨C; y por suponer una amenaza al medio por la ingente cantidad de agua potable que requerir¨¢ junto a un humedal ¨²nico en el mundo al que le urge frenar la contaminaci¨®n de sus fuentes h¨ªdricas. ¡°Me parece rid¨ªculo pensar que el sue?o americano es ir a un sitio con un mont¨®n de tiendas y donde se pueda esquiar siendo Florida un lugar con tanta belleza natural y opciones de diversi¨®n¡±, critic¨®. El Miami Herald en un editorial presentaba el proyecto como ¡°tentador¡± pero ¡°amenazante¡± y dejaba colgando una pregunta para el futuro: ¡°?Acabaremos lament¨¢ndonos?¡±.
Detr¨¢s del plan del megamall de Miami est¨¢ la compa?¨ªa canadiense Triple Five, especializada en grandes desarrollos comerciales y con precedentes como el Mall of America cerca de Minneapolis, el mayor de EE UU hasta la fecha, o el West Edmonton Mall en Alberta (Canad¨¢), el m¨¢s grande de toda Norteam¨¦rica. La firma ya est¨¢ desarrollando un American Dream gemelo algo m¨¢s peque?o en Nueva Jersey y cuenta con tenerlo listo en 2019 con variedades como un pantano de Shrek dise?ado en colaboraci¨®n con Dreamworks, una noria interior gigante y un Legoland.
Triple Five es la empresa de los Ghermezian, una familia de emigrantes iran¨ªes jud¨ªos con una fortuna que se estima en m¨¢s de dos mil millones de euros. Su visi¨®n para los ¨¢reas comerciales se remonta un siglo hasta el fallecido patriarca Jacob Ghermezian, que tuvo un enorme bazar en Samarkanda (Uzbekist¨¢n) hasta que tras la Revoluci¨®n rusa huy¨® para salvar su patrimonio y reemprendi¨® la tarea en Teher¨¢n, donde se volvi¨® un magnate inmobiliario de la ¨¦poca y construy¨® el complejo de tiendas, apartamentos, oficinas y ocio m¨¢s grande de la capital de Ir¨¢n. En los sesenta se llev¨® de all¨ª otra vez a su familia por turbulencias pol¨ªticas y se fueron a Canad¨¢, donde pas¨® en menos de 20 a?os de importar alfombras persas a edificar en 1981 el mall de Alberta ya con el delirante sello Ghermezian: un lago con un barco pirata, una copia de la famosa calle Bourbon Street de Nueva Orle¨¢ns y leones y tigres enjaulados. En 1992 sumaron el mall de Minneapolis tras convencer a las autoridades locales de que arrimaran el hombro para financiarlo: ¡°?Os traemos la luna y nos vais a decir que no?¡±, les pregunt¨® en una fase de dudas Nader, uno de los hijos de Jacob. En la ceremonia de apertura, Ray Charles enton¨® la patri¨®tica America the Beautiful.
Desde entonces los Ghermezian persiguen pegar un nuevo golpe hist¨®rico en el sector de los mall construyendo su definitivo Fantasyland, como hace a?os defin¨ªan su ideal de centro comercial hasta que Disney les puso un pleito. Lo intentaron y no lo lograron, por ejemplo, en las Cataratas del Ni¨¢gara y Las Vegas. Y volvieron a la carga con Nueva Jersey, que abraz¨® la propuesta de los Ghermezian para inyectarse ilusi¨®n despu¨¦s de un crash de 2008 que dej¨® hecho polvo el estado. El proyecto va adelante pero sus cr¨ªticos afirman que los 200 millones de d¨®lares p¨²blicos que se presupuestaron al inicio se han multiplicado por cinco. La sospecha de que los Ghermezian son diestros orde?adores de fondos tambi¨¦n sobrevuela la operaci¨®n Miami. Ellos, a su vez, aseguran que realizar¨¢n el proyecto y prometen m¨¢s de 30 millones de visitantes anuales, diez millones m¨¢s que el mundialmente conocido Magic Kingdom de Disney en Orlando, a unas cuatro horas en coche al norte.
Los Ghermezian sostienen que su modelo de tiendas y suntuosas atracciones es la ¨²nica v¨ªa de supervivencia de las grandes superficies en la era online. El de los ¡°mall supraregionales¡± o ¡°centros de estilo de vida¡±, como se les categoriza, es un nuevo h¨¢bitat de consumo y vida que los estudiosos de EE UU ya dan por asentado. ¡°Los mall ya no son solo lugares para comprar y proyectos como este tambi¨¦n pretenden ir m¨¢s all¨¢ del parque tem¨¢tico¡±, responde por correo David Smiley, profesor de Dise?o Urbano de la Universidad de Columbia. ¡°Estas propuestas se acercan de un modo extra?o a pasadas utop¨ªas, mezcla de fantas¨ªa y pesadilla, de arquitectos, planeadores, fil¨®sofos, freaks, exc¨¦ntricos, inversores, reyes y oligarcas. Es el sue?o de un ¨²nico espacio que abarque toda la vida social con la entera cooperaci¨®n de los individuos¡±.
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