Taxistas y Uber no solo batallan en Espa?a: el pulso se encona en EE UU y Europa

Nueva York decidi¨® el 8 de agosto limitar durante un a?o la emisi¨®n de nuevas licencias VTC, periodo que usar¨¢ para estudiar el impacto de este servicio en el sistema de transportes. Otras ciudades de EE UU y la UE estudian c¨®mo afrontar el conflicto entre taxistas y conductores de Uber y plataformas similares.

Estados Unidos. La estrategia de las autoridades locales para regular servicios como Uber y Lyft obedece a motivos sobre planificaci¨®n del tr¨¢fico m¨¢s que a cuestiones laborales. Grandes ciudades como Nueva York, Los ?ngeles, San Francisco, Chicago o Miami experimentan un incremento exponencial de la congesti¨®n.

Austin, en Texas, lleg¨® a prohibirlo temporalmente. Pero eso ser¨ªa impensable en una metr¨®poli como Nueva York. Su consejo municipal vot¨® la semana pasada, por primera vez en una ciudad de EE?UU, una normativa para congelar las nuevas licencias para este tipo de servicios.

Como se?ala Corey Johnson, portavoz del consejo municipal, ¡°esta es una industria que opera sin control¡±. Los conductores son aut¨®nomos, lo que impide que se les apliquen las mismas reglas que al taxi tradicional. El alcalde, Bill de Blasio, intent¨® hace tres a?os ponerle coto, sin ¨¦xito. A cambi¨® pact¨® elaborar un estudio sobre la congesti¨®n del tr¨¢fico.

El tope es temporal y est¨¢ vinculado a la conclusi¨®n del examen. Desde que Uber se estren¨® en la ciudad hace cinco a?os, su flota supera los 100.000 veh¨ªculos. Uber argumenta que estas limitaciones elevar¨¢n los tiempos de espera y provocar¨¢ un incremento de los precios.

Estos servicios ofrecieron m¨¢s de 1.200 millones de viajes en las nueve ciudades m¨¢s pobladas de EE UU. De estos, 159 millones corresponden solo a Nueva York, con un incremento anual del 75%. San Francisco, con 75 millones, es la ciudad con una mayor proporci¨®n, con 86 viajes por persona.

Reino Unido. De los 281.000 veh¨ªculos que circulaban con licencia en Inglaterra el pasado 31 de marzo, un 27% eran taxis. El 73% restante correspond¨ªa a VTC, la tipolog¨ªa que engloba las flotas de compa?¨ªas como Uber, Addison Lee o las empresas de minicabs. Solo en Londres, las licencias de VTC m¨¢s que cuadriplicaban las de taxi: 87.496 frente a 20.678.

Transport for London, el organismo que otorga o deniega las licencias en la capital, est¨¢ legalmente obligada a expedir una licencia de conducci¨®n a cualquier persona que cumpla con criterios establecidos, que en el caso de los VTC se han modificado recientemente para incluir, por ejemplo, una prueba de ingl¨¦s. Tanto los solicitantes de licencia de taxi como de VTC deben pasar un reconocimiento m¨¦dico y un chequeo de antecedentes penales. El coste medio de una licencia de VTC asciende a 644 libras (unos 723 euros). En el caso de los taxistas, la suma casi se duplica. Otra diferencia es que los conductores de VTC est¨¢n exentos de pasar el examen para demostrar un conocimiento casi enciclop¨¦dico del callejero de la ciudad que puede requerir entre tres y cuatro a?os de estudio, obligatorio para los taxistas.

Transport for London rehus¨® renovar la licencia de Uber en septiembre de 2017 por considerar que no cumpl¨ªa los requisitos de seguridad adecuados, pero los tribunales le dieron en junio un permiso provisional para operar en la capital durante 15 meses.

Alemania. Seg¨²n una sentencia de 2015 del Tribunal Superior de Fr¨¢ncfort en 2015, el servicio UberPOP, en el que cualquier persona con veh¨ªculo propio puede trabajar como conductor, est¨¢ prohibido en Alemania. Tras dos a?os de litigios, el tribunal ratific¨® en marzo la prohibici¨®n. Tras ofrecer ese servicio en Fr¨¢ncfort, Berl¨ªn, Hamburgo, M¨²nich y D¨¹sseldorf, Uber solo opera ahora ¡ªa trav¨¦s de ch¨®feres profesionales¡ª en Berl¨ªn y M¨²nich.

Una sentencia oblig¨® en 2016 a regular las VTC de forma muy parecida a los taxis. Sus conductores necesitan una licencia de transporte de pasajeros y sus empresas precisan una concesi¨®n de taxi regulada por los Estados federados.

Desde que Uber funciona en Alemania ha habido protestas espont¨¢neas y legales, pero nunca huelgas como las de finales de julio de Barcelona, Madrid y otras ciudades espa?olas.

Italia. En Italia, Uber solo est¨¢ presente en Mil¨¢n y en Roma, donde lleg¨® con controversia en 2013. Su historial de contenciosos en los tribunales italianos es abultado. En 2015, Italia, como un a?o antes otros pa¨ªses, bloque¨® UberPOP. Desde entonces, Uber solo funciona en Italia con sus veh¨ªculos de alta gama con conductor profesional, y tambi¨¦n con un coste superior en tres l¨ªneas: Black, servicio premium; Van, con furgonetas; y Lux, que la compa?¨ªa llama ¡°un viaje todav¨ªa m¨¢s exclusivo¡±. Estos servicios funcionan con licencias VTC. Estas y las de taxi est¨¢n reguladas directamente por los Ayuntamientos.

Funcionan con un n¨²mero cerrado y no se prev¨¦ ninguna modificaci¨®n. En los ¨²ltimos a?os, los Ayuntamientos pr¨¢cticamente han bloqueado la concesi¨®n de nuevas autorizaciones. Esto ha provocado la instauraci¨®n de un negocio paralelo de compraventa de concesiones. Mil¨¢n tiene ahora 4.855 taxis autorizados y 214 licencias de NCC, los mismos n¨²meros que en 2006. Y en Roma, donde se dejaron de emitir nuevas autorizaciones en 2008, hay 7.703 taxis frente a 995 licencias de NCC (dos menos que entonces). En ciudades como Florencia, Uber se vio obligado en 2016 a cerrar por falta de licencias.

En 2017, Italia vivi¨® varias oleadas de huelgas de taxistas que ped¨ªan que se controlaran los servicios de VTC. Las promesas del anterior Gobierno de centro-izquierda no contentaron a los taxistas, que contin¨²an en pie de guerra. En febrero de ese a?o los taxistas pararon durante seis d¨ªas y en abril el Tribunal de Roma orden¨® la suspensi¨®n del servicio de Uber en todo el territorio nacional. Sin embargo, un mes despu¨¦s, se revoc¨® esa resoluci¨®n y Uber contin¨²a funcionando.

Con informaci¨®n de Sandro Pozzi (Nueva York), Mar¨ªa Contreras (Londres), Enrique M¨¹ller (Berl¨ªn) y Lorena Pacho (Roma).?