Madrid quiere ser la Miami jur¨ªdica

Las turbulencias que sacuden el panorama econ¨®mico internacional pueden servir para dar un impulso determinante al mercado espa?ol de servicios legales. De hecho, entre los grandes despachos nacionales con presencia a ambos lados del Atl¨¢ntico se consolida la idea de que la incertidumbre en torno al Brexit y la amenazante pol¨ªtica exterior de la Administraci¨®n de Trump abren una ventana de oportunidad para que Madrid se convierta en el hub (centro de operaciones) del sector jur¨ªdico lati?no?americano.

A estas circunstancias coyunturales hay que sumar una serie de ventajas de partida con las que cuenta Espa?a, como el idioma com¨²n, la cercan¨ªa cultural, una misma tradici¨®n jur¨ªdica y sus buenas comunicaciones a¨¦reas con las principales ciudades de Iberoam¨¦rica. Todo ello, en un entorno de seguridad jur¨ªdica y crecimiento econ¨®mico que, seg¨²n los bufetes consultados, es mucho m¨¢s valorado fuera de nuestras fronteras que dentro de ellas.

La influencia pol¨ªtica y econ¨®mica que Estados Unidos ha ejercido sobre Am¨¦rica Latina tiene su reflejo en el tr¨¢fico jur¨ªdico. Muchos de los contratos firmados en el continente se someten a la common law (derecho anglosaj¨®n) y fijan en Miami o en Nueva York la sede arbitral en la que dirimir los posibles litigios. Una fuerza de atracci¨®n que, aupada por el poder¨ªo econ¨®mico-financiero de la City y por la mejor exportaci¨®n de su legislaci¨®n, tambi¨¦n ha sabido aprovechar Londres.

Javier Yb¨¢?ez, socio responsable de Latinoam¨¦rica de Garrigues, no cree que el predominio anglosaj¨®n se deba ¨²nicamente a su potencia inversora o empresarial, sino que, adem¨¢s, ha habido cierta pasividad por parte de los europeos y los hispanoamericanos. ¡°En muchos casos nos hemos dejado ganar la mano¡±, asevera. Y pone como ejemplo la cantidad de operaciones en Latinoam¨¦rica que se someten al derecho anglosaj¨®n, ¡°con un idioma y unos principios distintos¡±, en lugar de a la ley del propio pa¨ªs o a una similar, como podr¨ªa ser la espa?ola.

Bernardo Cremades Jr., socio de Cremades & Asociados, relata que ha participado en arbitrajes en Estados Unidos o Londres ¡°en donde todo se hac¨ªa en ingl¨¦s, pero las partes eran de habla hispana, los documentos y pruebas estaban en espa?ol e, incluso, los testigos eran castellanohablantes¡±. Un ¡°sinsentido¡± que, afortunadamente, asegura, est¨¢ cambiando gracias a que los clientes cada vez conf¨ªan m¨¢s en Espa?a como sede jur¨ªdica.

Yb¨¢?ez y Cremades coinciden en que la agitaci¨®n que envuelve a las dos grandes potencias anglosajonas crean el contexto propicio para que Madrid d¨¦ un salto cualitativo en su posici¨®n como referente jur¨ªdico. El proteccionismo y la hostilidad hacia el mundo hispano del presidente Trump, y el hecho de que Londres deje de ser una puerta de entrada a la Uni¨®n Europea, son un caldo de cultivo id¨®neo. Eso s¨ª, siempre que Espa?a haga sus deberes.

El primer paso, seg¨²n Eduardo Rodr¨ªguez-Rovira, socio responsable de Am¨¦rica Latina de Ur¨ªa Men¨¦ndez, pasar por la toma de conciencia de que el sector legal es una industria m¨¢s, con capacidad de aportar crecimiento econ¨®mico y creaci¨®n de empleo. En Reino Unido, por ejemplo, el conjunto de firmas legales (despachos, gestor¨ªas, asesor¨ªas) facturaron 28.500 millones de libras en 2017 (casi 32.000 millones de euros), seg¨²n datos de la Law Society, el regulador jur¨ªdico brit¨¢nico. ¡°?Por qu¨¦ no podemos tener nosotros un pedacito de este negocio, sobre todo cuando contamos con ciertas ventajas?¡±, se pregunta Rodr¨ªguez-Rovira.

Menos trabas

En segundo t¨¦rmino, el letrado apuesta por ¡°facilitar o, al menos, no entorpecer¡± los instrumentos legales que permiten la presencia en Espa?a de empresas o ciudadanos latinoamericanos, ya sean fiscales, laborales o del r¨¦gimen de extranjer¨ªa.

Rodr¨ªguez-Rovira tambi¨¦n reclama la creaci¨®n en Espa?a de un gran tribunal de arbitraje. Extremo que respalda Alfonso Iglesia, socio-director de Litigaci¨®n y Arbitraje de Cuatrecasas, que considera que en Madrid coexisten ¡°varias buenas cortes, pero de un tama?o insuficiente para competir internacionalmente¡±.

Iglesia revela que, desde hace tiempo, las grandes firmas espa?olas trabajan para reforzar la imagen de Madrid como sede alternativa de arbitraje, ofreci¨¦ndosela a sus clientes para que la valoren. Un esfuerzo que, no obstante, requiere tambi¨¦n la participaci¨®n de los poderes p¨²blicos ¡°para promocionar a Espa?a como una jurisdicci¨®n de primer orden¡±.

En este sentido, todos los abogados consultados reclaman la implicaci¨®n de los jueces. ¡°Tenemos que evitar sentencias que dificulten la elecci¨®n de Espa?a como sede de arbitrajes internacionales¡±, advierte Rodr¨ªguez-Rovira. Preocupa la anulaci¨®n de algunos laudos por parte de tribunales espa?oles (se se?ala, especialmente, al Tribunal Superior de Justicia de Madrid) que han entrado a reeva?luar cuestiones en las que, a priori, la autonom¨ªa del ¨¢rbitro es total. El efecto contagio es claro: si se crean dudas en torno a la seguridad y la efectividad de estas resoluciones, las partes contratantes optar¨¢n por fijar otra sede en la que litigar.

Hay otros dos factores que reman a favor de Espa?a como hub jur¨ªdico hispanohablante: la expansi¨®n de los bufetes nacionales por Latinoam¨¦rica y la actividad que desarrollan las organizaciones iberoamericanas de jueces, abogados, notarios o registradores, para alcanzar soluciones jur¨ªdicas comunes. Cremades, no obstante, cree que desde el sector privado a¨²n puede trabajarse m¨¢s en ¡°concienciar a los letrados que redactan los contratos para que incluyan Madrid como sede del arbitraje, y la ley espa?ola como la aplicable¡±. Los beneficios no solo repercutir¨¢n en los despachos. El aterrizaje de transacciones y litigios en Espa?a tambi¨¦n se traducir¨ªa en ingresos p¨²blicos (impuestos), actividad econ¨®mica y capacidad de influencia.