Bombardier quiere recobrar altura
La divisi¨®n aeron¨¢utica de la firma vive tiempos complicados. Ha puesto en marcha un plan de recuperaci¨®n tras suprimir 5.000 empleos
Bombardier ha sido un orgullo para Canad¨¢ durante d¨¦cadas, especialmente para los quebequeses. Fundada en 1942 por el mec¨¢nico e inventor Joseph-Armand Bombardier para comercializar su gran invento, un semioruga sobre esqu¨ªs que se desarrollar¨ªa como la primera moto de nieve, la firma cotiza en Bolsa desde 1967 y ha crecido durante d¨¦cadas absorbiendo otras empresas canadienses, especialmente en los sectores ferroviario y de aviaci¨®n. Es precisamente ¨¦sta ¨²ltima la que est¨¢ m¨¢s en entredicho: una serie de decisiones han sido muy cuestionadas por parte de analistas, pol¨ªticos y ciudadanos de a pie.
En noviembre, la empresa anunci¨® la supresi¨®n de 5.000 de sus 70.000 empleos; el 75% de ellos en su divisi¨®n de aviaci¨®n. La mitad del recorte se produjo en Quebec. Tambi¨¦n inform¨® de la venta de la l¨ªnea de producci¨®n de los turbopropulsores Q400 a la canadiense Longview Aviation y la transferencia de los programas de formaci¨®n de t¨¦cnicos y pilotos. ¡°Es una medida dif¨ªcil, pero queremos ser una organizaci¨®n de nivel global y una referencia en t¨¦rminos de ingresos por empleado¡±, declar¨® entonces Alain Bellemare, consejero delegado.
La opini¨®n p¨²blica se sublev¨® por los recortes, habida cuenta de que tanto el Gobierno federal canadiense como el de Quebec hab¨ªan inyectado dinero p¨²blico en Bombardier. En febrero de 2017, Ottawa autoriz¨® un pr¨¦stamo sin intereses de 372 millones de d¨®lares canadienses (200 millones de euros). El Gobierno provincial arriesg¨® a¨²n m¨¢s: 1.000 millones de d¨®lares estadounidenses (873 millones de euros) a cambio de una participaci¨®n en la empresa.
El objetivo de ambas inyecciones de capital era salvar la gran apuesta de la compa?¨ªa: el C-Series, una familia de reactores de entre 110 y 160 pasajeros, m¨¢s grandes que los aviones regionales que hasta entonces hab¨ªan sido el pilar del crecimiento de la divisi¨®n pero m¨¢s peque?os (y eficientes) que los tradicionales Boeing 737 o Airbus A320.
El vuelco hacia aviones m¨¢s grandes ten¨ªa un doble objetivo. Primero, las aerol¨ªneas abandonaban las rutas que impulsaban la demanda de los aparatos regionales y buscaban aviones capaces de hacer vuelos directos de forma m¨¢s eficiente. El C Series ocupa ese nicho de mercado. ¡°En Bombardier partieron de un an¨¢lisis realista, ya que hab¨ªa un buen porcentaje de asientos no ocupados en aviones m¨¢s grandes¡±, cuenta Mehran Ebrahimi, experto en aeron¨¢utica de la Universidad de Quebec en Montreal (UQAM). Por otro lado, la competencia de la brasile?a Embraer en el mercado de aviones regionales era cada vez m¨¢s fuerte.
Pero los problemas empezaron a solaparse. Los primeros aviones de la C Series iban a entrar en servicio en 2013, pero distintas dificultades retrasaron su salida a 2016. Adem¨¢s, apunta Brahimi, ¡°se pens¨® que Boeing y Airbus iban a mantenerse al margen. Sin embargo, recortaron los precios de sus aviones peque?os, y las aerol¨ªneas confiaban m¨¢s en sus aparatos¡± frente a un producto totalmente nuevo y sin probar.
A esto hay que sumarle que los ejecutivos de Bombardier no ten¨ªan el conocimiento y la experiencia para vender este tipo de aviones. ¡°Adem¨¢s, el precio del petr¨®leo cay¨® de forma significativa, por lo que su mayor eficiencia perdi¨® ventaja comparativa¡±. Brahimi considera que la firma cay¨® en un error estrat¨¦gico que pagaron caro: ¡°Abrieron muchos frentes. Adem¨¢s de la CSeries, trabajaron en nuevos modelos de su flota de aviones ejecutivos, que tambi¨¦n necesitaban mucha inversi¨®n¡±. La empresa entr¨® en crisis y anunci¨® 7.500 despidos en 2016. Es ah¨ª cuando Canad¨¢ inyect¨® capital en la firma.
Airbus al rescate
Pero en septiembre de 2017, vino el que aparentemente ser¨ªa el golpe de gracia: bajo presiones de Boeing (que argumentaba que compet¨ªa con el 737), el Gobierno estadounidense anunci¨® un arancel punitivo de 300% al C Series, lo que le cerraba de plano su mayor mercado potencial. En estas circunstancias, Airbus sali¨® al rescate: se hizo con el 51% del programa por un euro. El avi¨®n podr¨ªa fabricarse en EE UU (en las instalaciones de Airbus en Alabama) y, adem¨¢s, ten¨ªa detr¨¢s la imponente maquinaria de marketing del grupo europeo, as¨ª como su capacidad de presi¨®n pol¨ªtica.
Y la respuesta no se hizo esperar: en enero de 2018, la Comisi¨®n de Comercio Internacional de EE UU vot¨® por unanimidad rechazar los aranceles punitivos al avi¨®n. El proyecto estaba salvado; pero para aqu¨¦l entonces ya no era el C Series, sino el Airbus A220. Con la venta del proyecto Q400, el ¨²nico avi¨®n comercial que sigue 100% en manos de Bombardier son sus reactores regionales CRJ; pero el 15 de noviembre, el conservador Fran?ois Legault, reci¨¦n elegido primer ministro de Quebec (y fundador de una aerol¨ªnea), declar¨® que Bombardier deber¨ªa hacer con los CRJ lo mismo que con la C Series.
El grupo ha decidido concentrarse en la aviaci¨®n ejecutiva y en las aeroestructuras. ¡°Confiamos en el reactor ejecutivo G7500, que acaba de entrar en servicio. Tenemos la cartera de pedidos completa hasta 2021. Tambi¨¦n adoptamos distintas iniciativas para aumentar nuestros m¨¢rgenes¡±, dice Simon Letendre, responsable de comunicaci¨®n y asuntos p¨²blicos de Bombardier. ¡°El plan est¨¢ pensado para reducir significativamente la deuda, que ronda los 9.000 millones de d¨®lares (7.850 millones de euros)¡±. La firma calcula que los ¨²ltimos recortes le permitir¨¢n obtener alrededor de un 10% de esa ¨²ltima suma.
¡°La divisi¨®n aeron¨¢utica de Bombardier cuenta con m¨¢s de 14.000 trabajadores en Canad¨¢. Nuestra presencia es muy importante y se traduce en beneficios para gobiernos y econom¨ªas locales. Somos el mayor inversor en investigaci¨®n y desarrollo de Canad¨¢; invertimos 1.600 millones de d¨®lares (1.390 millones de euros) en 2017. Los ciudadanos tienen derecho a expresarse y escuchamos lo que dicen, pero es importante comprender la importancia de Bombardier para la econom¨ªa local. En Quebec, hay 40.000 empleos vinculados a la aeron¨¢utica, que en gran medida dependen de la empresa¡±, defiende su portavoz. ¡°El acuerdo con Airbus nos permiti¨® asegurar unos 2.000 empleos al menos hasta 2040. En 2017 generamos miles de empleos con el programa Global 7500. Hemos tenido que tomar decisiones dif¨ªciles porque la empresa tiene una deuda elevada, pero estas decisiones tambi¨¦n se toman pensando en nuestros empleados¡±, a?ade.
Ebrahimi subraya que, despu¨¦s de las materias primas, la industria aeron¨¢utica es la que genera mayores ingresos en el pa¨ªs. ¡°La aportaci¨®n es mucha. Tambi¨¦n hay que considerar que Canad¨¢ invierte poco en comparaci¨®n con Estados Unidos, China, Corea del Sur y Europa. El Gobierno canadiense ha dado mayor apoyo a otros sectores, como los l¨¢cteos y la madera¡±, afirma.
Pese a todo, no ha ayudado a Bombardier el hecho de que, mientras estaban inmersos en la peor crisis de su historia, la remuneraci¨®n de sus altos cargos creciese un 12% de media entre 2016 y 2017. La empresa lo justific¨® porque lograron alcanzar ¡°objetivos individuales precisos¡±. Una explicaci¨®n poco cre¨ªble, dadas las circunstancias.
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