El patr¨®n de los coches saca las u?as
El secretario general de los fabricantes europeos pide no repetir con los el¨¦ctricos el error que se cometi¨® al incentivar la compra de modelos di¨¦sel
Erik Jonnaert se mueve c¨®modo en el matiz, posici¨®n que no choca con cierta contundencia de su discurso. Secretario general de la Asociaci¨®n Europea de Fabricantes de Autom¨®viles (ACEA), ha asistido al Automobile Barcelona, que, en su centenario, se ha convertido en el centro de los debates sobre la industria europea del coche por unos d¨ªas. Este belga plantea an¨¢lisis a partir de ¡°fotograf¨ªas completas¡± que permitan hacer predicciones certeras de futuro sin caer en errores del pasado, sobre todo teniendo en cuenta que los fabricantes de autom¨®viles asisten a un momento especialmente complejo: la costosa reconversi¨®n para adaptarse a la movilidad el¨¦ctrica y conectada.
Y en esa demanda de ampliar el zoom, lanza una advertencia a las administraciones europeas sobre su apuesta por el veh¨ªculo el¨¦ctrico: ¡°Ahora es un momento en el que tenemos que ser serios. Tenemos que aprender de la historia del di¨¦sel. La industria se vio forzada a moverse hacia ella por las administraciones porque era mejor para las emisiones de CO2. En 17 de los 28 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea se promovi¨® la adquisici¨®n de veh¨ªculos di¨¦sel impuls¨¢ndola a trav¨¦s de incentivos o menores impuestos. Y ahora est¨¢n diciendo que el di¨¦sel es malo. Tenemos que asegurarnos que aprendimos de aquella historia, porque se puede repetir. Es una historia similar a la que est¨¢ sucediendo actualmente con los coches el¨¦ctricos¡±.
El mensaje de las diferentes patronales integradas en ACEA, incluida la espa?ola Anfac, es un¨ªvoco respecto a los riesgos que la industria est¨¢ tomando por la presi¨®n para acelerar sus planes el¨¦ctricos. Jonnaert reclama ¡°neutralidad tecnol¨®gica¡± a los diferentes gobiernos e incluso defiende el discurso de que, teniendo en cuenta diferentes factores de fabricaci¨®n y del origen de la electricidad, ¡°el veh¨ªculo el¨¦ctrico es probablemente menos respetuoso con el medio ambiente que el di¨¦sel¡±. R¨ªe al finalizar la frase. Y vuelve a insistir en el discurso de la fotograf¨ªa completa: ¡°Tenemos que mirarlo todo¡±.
Pero por si acaso, subraya que la industria est¨¢ comprometida con los l¨ªmites establecidos a partir de los acuerdos de la Cumbre del Clima de Par¨ªs. Sus expectativas, ahora, se encuentran en si el mercado es capaz de seguir el esfuerzo que han asumido las marcas para electrificar sus veh¨ªculos. ¡°La industria est¨¢ muy implicada y est¨¢ invirtiendo mucho tiempo para producir veh¨ªculos con tecnolog¨ªas alternativas. Pero la gran cuesti¨®n es si el mercado lo seguir¨¢, si la gente decidir¨¢ comprar esos productos¡±, se?ala unas pocas horas despu¨¦s de haber presentado un estudio que muestra las diferencias de la Europa rica y la m¨¢s pobre. Esas diferencias de renta muestran c¨®mo en los pa¨ªses con mayor producto interior bruto (PIB), el veh¨ªculo el¨¦ctrico ha penetrado m¨¢s en el mercado. ¡°Hay una correlaci¨®n seg¨²n la cual los pa¨ªses con menor poder adquisitivo compran menos el¨¦ctricos. As¨ª que hay dos cuestiones: la capacidad de compra de las personas y qu¨¦ pueden hacer los gobiernos para ayudar, facilitar y acelerar esa transici¨®n¡±. La creaci¨®n de una potente red de puntos de recarga para los coches el¨¦ctricos se presenta como su principal propuesta.
De momento, en el corto plazo, lo que le preocupa es la evoluci¨®n de las ventas y el desplome que est¨¢ sufriendo el coche di¨¦sel. En el primer trimestre de este a?o solo han supuesto el 21% del total de las matriculaciones europeas, p¨¦rdida de peso de la que acusa al discurso de las administraciones, que habr¨ªan generado confusi¨®n sobre los compradores. Niega, en todo caso, que el di¨¦sel est¨¦ muerto, tecnolog¨ªa que defiende, por ejemplo, para el sector del transporte en largas distancias.
Jonnaert no elude la pregunta sobre la falta de autocr¨ªtica que ha hecho el sector para explicar parte de la ca¨ªda del di¨¦sel. ¡°Reconocemos que se han cometido errores. No tengo la impresi¨®n de que la crisis del di¨¦sel tenga solo que ver con los gobiernos. La industria tiene sus responsabilidades. Lo que est¨¢ mal est¨¢ mal. Pero las empresas se han preocupado por lo que ocurri¨® y han asumido acciones para resolverlo. Es por ello que nosotros estamos demandado mentalidades m¨¢s abiertas en este tipo de discusiones y adem¨¢s reconocemos que las correcciones se han hecho. El problema del di¨¦sel se ha corregido y la actual tecnolog¨ªa es m¨¢s limpia que antes¡±.
Sus palabras no son especialmente duras con el Gobierno espa?ol y su Ley de Cambio Clim¨¢tico, que plantea la prohibici¨®n de la venta de los veh¨ªculos de combusti¨®n a partir de 2040, si bien deja caer una andanada: ¡°Espa?a es el segundo fabricante europeo y ha hecho un gran esfuerzo para asegurarse esa producci¨®n. Ahora su gran reto debe ser mantener esa producci¨®n y el empleo¡±. ?Las f¨¢bricas espa?olas est¨¢n en riesgo a causa de ese planteamiento? ¡°No necesariamente, porque los veh¨ªculos producidos en Espa?a no son solo para consumo interno. Pero claramente, en el tiempo, podr¨ªa tener efectos negativos¡±. Respecto a la afectaci¨®n del empleo, a escala europea, teme m¨¢s la reconversi¨®n que est¨¢ haciendo la industria hacia el coche el¨¦ctrico: ¡°La realidad es que los veh¨ªculos el¨¦ctricos necesitan menos componentes y parte de la industria morir¨¢. Estamos muy preocupados con esos movimientos y sobre c¨®mo se gestiona esa transici¨®n, que afectar¨¢ a los empleos¡±.
La industria se encuentra en una encrucijada ante los l¨ªmites de emisiones establecidos por la Uni¨®n Europea a partir de 2021, a?o a partir del cual tendr¨¢n que afrontar sanciones importantes, que analistas como los de la agencia Jato podr¨ªan superar los 30.000 millones de euros. ¡°Si los fabricantes no son capaces de asumir los objetivos de emisiones, tendr¨¢n que asumir multas. Es un gran riesgo que depende de cada marca, dependiendo de sus productos. Estamos muy preocupados porque el mercado del di¨¦sel ha ca¨ªdo ante el motor de gasolina y estos emiten m¨¢s CO2 que los di¨¦sel¡±.
Bater¨ªas
Jonnaert muestra su recelo con el anuncio realizado por PSA y Saft para impulsar un proyecto europeo para crear la primera f¨¢brica de bater¨ªas en el continente, que supondr¨¢ una macroinversi¨®n y deber¨ªa reducir la dependencia con los fabricantes asi¨¢ticos. Jonnaert se alegra de las ¡°buenas ideas¡±, sobre todo si ¡°pueden ayudar a acelerar la transformaci¨®n de nuestra industria¡±. Por pone otro pero: ¡°Lo que no queremos es que las bater¨ªas fabricadas en Europa sean m¨¢s caras que las que se producen en Asia, porque si nosotros tenemos que comprar bater¨ªas que cuesten m¨¢s, eso ni nos ayudar¨¢ a nosotros ni ayudar¨¢ a los consumidores¡±. Se refiere a uno de los problemas m¨¢s b¨¢sicos que tiene que capear el veh¨ªculo el¨¦ctrico, su precio. Pero tambi¨¦n es otra advertencia a las administraciones: sin rebajas de costes energ¨¦ticos ese proyecto puede nacer sin efectos, por lo que llama tambi¨¦n a iniciar ¡°negociaciones con el sector el¨¦ctrico¡±.
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