Cepillos de dientes que cuidan el entorno

Si se sigue la recomendaci¨®n de los profesionales, una persona deber¨ªa cambiar su cepillo de dientes cada tres o cuatro meses (un m¨ªnimo de tres al a?o). Si se multiplica por los a?os de vida media dar¨ªa un m¨ªnimo de 255 cepillos por persona. Multiplicado por los habitantes, pongamos, de Europa, el c¨¢lculo terminar¨¢ dando miles de toneladas de pl¨¢stico desechadas.

Con estas cifras en la mano, Jorge Lizondo y Mois¨¦s Torregrosa, los fundadores de Naturbrush, decidieron convertir el acto cotidiano de lavarse los dientes en un gesto sostenible. Primero pensaron en hacerlos de madera, pero su extracci¨®n implicaba contribuir a la deforestaci¨®n de los bosques. Adem¨¢s, este material no resiste bien la humedad. ¡°No era viable ni por el lado ecol¨®gico ni para usarlo en un ambiente h¨²medo. Seguimos investigando con materiales alternativos y encontramos el bamb¨² de la variedad moso. Enseguida vimos sus posibilidades: una planta que crece sin parar, que aguanta bien la humedad y que no es el bamb¨² que comen los osos pandas porque es muy duro. Adem¨¢s es hipoalerg¨¦nica y antibacteriana. Lo ten¨ªa todo¡±, explica Torregrosa. Luego encontraron una f¨®rmula para reconvertir el aceite de ricino en cerdas naturales para estos cepillos. ¡°As¨ª son 100% naturales y tambi¨¦n biodegradables. Una vez acabada su vida ¨²til (unos dos o tres meses), lo entierras en una planta o en un jard¨ªn y en unos meses ha desaparecido¡±, apunta.

Para su fabricaci¨®n tuvieron que alquilar un espacio en una f¨¢brica en China, ¡°porque all¨ª tiene su origen el bamb¨²¡±, donde mantienen un empleado de los cinco que actualmente tiene la empresa, mientras que las cerdas las producen en una f¨¢brica en Alicante. En el pa¨ªs asi¨¢tico cuentan con los certificados de protecci¨®n medioambiental, tambi¨¦n han firmado el acuerdo de no trabajar con menores y su l¨ªnea de fabricaci¨®n cumple todos los requisitos de seguridad.

Para la puesta en marcha del proyecto invirtieron unos 100.000 euros procedentes de fondos propios. Llevan vendidos m¨¢s de 90.000 cepillos en sus dos versiones, infantil y para adultos, a un precio de 4,88 euros la unidad, sobre todo a trav¨¦s de su p¨¢gina web. ¡°Tambi¨¦n estamos en tiendas bio, herbolarios y ahora en farmacias. Nuestra cartera de clientes se ha ampliado a peque?os hoteles que est¨¢n en enclaves rurales en Catalu?a, Galicia¡­ y que regalan el producto¡±, se?ala Torregrosa. Han empezado a distribuirlo tambi¨¦n fuera de Espa?a, en pa¨ªses cercanos como Portugal, Francia y el Reino Unido, pero tambi¨¦n han cruzado el oc¨¦ano y sus cepillos se encuentran en tiendas seleccionadas de Costa Rica y Panam¨¢. Incluso han llegado a Tokio, donde su marca est¨¢ presente en tres tiendas de la capital japonesa.

Recientemente han ampliado su gama de productos con otros de higiene personal, como esponjas naturales o bastoncillos de algod¨®n ecol¨®gico. Pero no se detienen ah¨ª. Acaban de empezar a trabajar en nuevas posibilidades, como la fabricaci¨®n de pajitas para beber, platos o vasos elaborados a partir de ma¨ªz y del hueso del aguacate. ¡°Una alternativa ideal y ecol¨®gica para conciertos, eventos en la calle, festivales¡­¡±, comenta Torregrosa.

Con su gama de productos han ingresado 150.000 euros el pasado a?o, con un margen de rentabilidad sobre ventas del 9%. Para 2019, sus previsiones de caja rondan los 400.000 euros de ingresos.