Un pacto sellado al amanecer: as¨ª se cerr¨® la compra de Air Europa
Iberia acord¨® hacerse con su competidor con el objetivo de liderar el mercado a¨¦reo latinoamericano tras una larga noche de negociaciones
La noche hab¨ªa sido ajetreada en casa de Javier Hidalgo, en el selecto barrio madrile?o de Puerta de Hierro. Cuando ya sal¨ªan los primeros rayos de luz, a las 6.30, se alcanzaba el acuerdo: Iberia comprar¨ªa Air Europa por 1.000 millones de euros. Estaban presentes, adem¨¢s del anfitri¨®n, a la saz¨®n consejero delegado de Air Europa, el presidente de Iberia, Luis Gallego, y el director financiero, Jos¨¦ Antonio Barrionuevo, as¨ª como representantes de los bufetes Linklaters y Garrigues, asesores de uno y otro, que plasmaron su firma. Ten¨ªan tiempo suficiente para relajarse de la tensi¨®n, informar al Gobierno a una hora prudente y comunicarlo a las autoridades burs¨¢tiles antes de que abrieran los mercados.
IAG ten¨ªa prisa por cerrar la operaci¨®n para presentarla a sus inversores
Hab¨ªa prisa por cerrar la operaci¨®n cuanto antes, lo que contrastaba con los m¨¢s de seis meses de negociaciones en los que hab¨ªan logrado mantener la operaci¨®n en secreto, sin filtraciones. El motivo m¨¢s factible es que el grupo IAG, propietario de Iberia, quer¨ªa presentarse en el Capital Markets Day que celebr¨® el pasado viernes en Londres con todas las cartas sobre la mesa. Y una de esas cartas era la compra de su aguerrida competidora espa?ola. Pero tambi¨¦n que otros grupos, como Air France, apretaban en la puja y no quer¨ªan perder la partida que refuerza el liderazgo en el mercado latinoamericano.
La venta de la joya de la corona del grupo Globalia estuvo liderada desde el principio por Javier Hidalgo, hijo del fundador y presidente, Juan Jos¨¦ Hidalgo, que prefiri¨® mantenerse alejado de las negociaciones. Sin embargo, como l¨ªder y m¨¢ximo accionista, estuvo en todo momento informado de los progresos.
Todo comenz¨® con un gui?o lanzado por Gallego a Hidalgo hijo al conocer el inter¨¦s mostrado por Air France. De ah¨ª se pas¨® a un primer encuentro, all¨¢ por la primavera de este a?o, en el que se produjo un total entendimiento entre ambos. Tras los primeros avances, se armaron los equipos de asesores (KPMG, Morgan Stanley y Garrigues, por parte de Iberia, y EY y Linklaters, por la de Air Europa), a los que posteriormente se a?adi¨® el despacho Clifford Chance, contratado por Iberia como especialista en temas de competencia, cuesti¨®n que va a ser clave para que la operaci¨®n salga adelante.
El equipo negociador fue viendo las sinergias y las incompatibilidades de la operaci¨®n. Aunque Air Europa, como ocurre con el resto de aerol¨ªneas que ha adquirido el grupo IAG, continuar¨¢ de manera aut¨®noma, el problema radica en la competencia. En principio, parece que las dificultades provienen del solapamiento en los vuelos nacionales y no tanto de los transatl¨¢nticos. Se espera que las autoridades europeas que analicen la operaci¨®n tengan una postura a partir del segundo semestre del a?o pr¨®ximo. IAG defiende, no obstante, que no vulnera las normas y conf¨ªa en que no se le obligue a cerrar rutas o vender slots (permisos de despegue y aterrizaje).
Todo comenz¨® la primavera pasada, tras conocerse el inter¨¦s de Air France
Para Air Europa, la operaci¨®n supone despejar las dudas que existen sobre el futuro del sector. Se avecinan tiempos de concentraciones y hay que actuar con cabeza. Hay sobrecapacidad, el precio del crudo es muy vol¨¢til y cada vez hay m¨¢s convencimiento de que se acerca una desaceleraci¨®n econ¨®mica. A eso se une la crisis de Boeing, con la que Air Europa tiene contratada la renovaci¨®n y ampliaci¨®n de la flota. Es decir, todos son nubarrones que hacen dif¨ªcil la pervivencia de muchas aerol¨ªneas. Por eso, los 1.000 millones en que se cerr¨® la transacci¨®n se consideran una cantidad justa por comprador y vendedor y por el equipo negociador. Ni son desorbitados ni una ganga, seg¨²n los analistas.
Atr¨¢s quedan los tiempos en los que los hoy socios se tiraban los trastos a la cabeza y en los que Hidalgo padre lleg¨® a intentar en dos ocasiones, mientras atacaba a su enconado rival, entrar en su capital. La primera fue en 2001, cuando ten¨ªa preparada una opa de exclusi¨®n de acuerdo con el entonces presidente de Iberia, Javier de Irala, y su consejero delegado, ?ngel Mullor. Y la segunda, en 2007, cuando pretendi¨®, con un grupo liderado por Gala Capital, adquirir la aerol¨ªnea en una operaci¨®n que abort¨® Caja Madrid, entonces accionista de Iberia. La entidad financiera se hizo fuerte adquiriendo despu¨¦s las acciones de El Corte Ingl¨¦s, BBVA y Altadis hasta llegar al 23%.
Entonces Iberia estaba en ca¨ªda libre y Air Europa se alzaba como aspirante a primera compa?¨ªa a¨¦rea espa?ola. Hasta que en 2011 se produjo la fusi¨®n de Iberia con British Airways en la actual IAG, que cambi¨® la deriva y mejor¨® las perspectivas de la l¨ªnea espa?ola pese a unos primeros a?os de incertidumbre. Y ahora, despu¨¦s de muchas diatribas e improperios, las dos se dan la mano.
Hidalgo padre tampoco es ajeno a intentos de compraventa. En 2016 alcanz¨® un principio de acuerdo para que entrara el grupo chino Hainan manteni¨¦ndose como mayoritario. Sin embargo, y sin motivo aparente, de la noche a la ma?ana decidieron romper. Tambi¨¦n ha negociado con Air France, que siempre ha estado al acecho. A ello hay que a?adir el intento de sacar a Bolsa el grupo Globalia, en 2013, que se frustr¨®.
Sabor agridulce de 1.000 millones
Para Juan Jos¨¦ Hidalgo el acuerdo tiene un sabor agridulce. Pierde, si las autoridades de Competencia no lo impiden, una de sus debilidades, de la que nunca hab¨ªa querido desprenderse; pero sabe que el acuerdo es necesario para asegurar el futuro del grupo. Adem¨¢s, lo hace a muy buen precio. De los 1.000 millones, ¨¦l se lleva 515,8 (51,58% del capital est¨¢ en sus manos). Su hijo, que vendi¨® el 5,1% al grupo Matutes en 2013, tiene el 17%, que compr¨® posteriormente al Banco Popular y a Unicaja, tradicionales accionistas. Su hija Cristina posee el 7%; su primog¨¦nita, Mar¨ªa Jos¨¦, el 5,1%, y su esposa un 5%. Su hermano Juan Antonio, completa el capital con el 9,1%.
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