Varsavsky: el so?ador de empresas vuelve al ataque y quiere traer muchos ni?os al mundo
Mart¨ªn Varsavsky, fundador de Jazztel o Ya.com, apuesta ahora por la reproducci¨®n asistida y la gesti¨®n de flotas de coches
Mart¨ªn Varsavsky (Buenos Aires, 1960) es emprendedor de emprendedores como Vel¨¢zquez fue pintor de pintores. La entrevista que da lugar a este art¨ªculo viaja entre sus oficinas de Alcobendas y su casa de La Moraleja, uno de los ecosistemas favoritos de las ¨¦lites econ¨®micas madrile?as. Ese d¨ªa, la tormenta Elsa ha sustra¨ªdo la luz y el sol. El fr¨ªo y la lluvia caen en diagonal, al igual que alfiles, arrastrados por vientos que transportan agujas de hielo. La Casa Vars ¡ªmuchas cosas en la vida de Mart¨ªn, como los fondos a trav¨¦s de los que invierte, arrancan con sus apellidos¡ª es un volumen horizontal de cristal, cemento y madera. Por momentos se pliega y se estira. Una propuesta, concebida en 2009 por el estudio aceboXalonso, entre la arquitectura brutalista y la elegancia de Frank Lloyd Wright. El espacio se reparte en 1.200 metros cuadrados, dos plantas y un techo habitable. Todo muy Varsavsky. Todo con su voz.
¡ª?Pap¨¢, pap¨¢, pap¨¢!
Ben, el menor de sus siete hijos, que ha sentido la llave en la puerta, corre hacia su padre dejando de lado un volquete de pl¨¢stico naranja con el que juega. Su madre, Nina Wiegand, le deja lanzarse por la rampa de caoba que hace de pasillo con la rendici¨®n de las causas perdidas. Ben cumplir¨¢ tres a?os el pr¨®ximo 24 de enero y es fruto, como el d¨ªa, del fr¨ªo extremo. Naci¨® de esperma congelado y de ovocitos congelados de sus progenitores. Es uno de los ¨²ltimos emprendimientos de Varsavsky. Overture Life. Un robot que permite congelar los ¨®vulos y fecundar los embriones sin casi intervenci¨®n humana. En Silicon Valley ¡ªdonde el emprendedor ha vivido a?os¡ª a esta forma de entender un negocio lo llaman dog food, comida de perro. Algo as¨ª como probar tu propia medicina.
Una sem¨¢ntica llevada al extremo cuando hablamos de vida y reproducci¨®n. ?La placa de Petri a los beb¨¦s de dise?o? ¡°Si eso supone que vas a poder escoger un embri¨®n para que no tenga una enfermedad gen¨¦tica como el Pearson, en la que no ha habido un ni?o con ese s¨ªndrome que haya vivido m¨¢s de siete a?os; yo, a eso, no lo llamo beb¨¦s de dise?o, lo defino como ayudar a la sociedad, ayudar a que la gente no pase por una experiencia tan terrible como tener un hijo condenado a muerte¡±, argumenta.
Varsavsky habla del final de los d¨ªas. Como todo gran emprendedor es obsesivo y se desespera con la baja natalidad del mundo. ¡°Hace 20 a?os me quiso conocer el actual rey em¨¦rito. Y me pregunt¨®: ¡®?Cu¨¢l es el problema m¨¢s grande de Espa?a?¡¯ Le dije: la huelga de vientres. Aqu¨ª nadie tiene hijos. Usted se va a quedar sin s¨²bditos. ¡®Nunca nadie me hab¨ªa dicho eso antes¡¯, me contest¨®¡±.
El valor de la palabra
Este es Mart¨ªn Varsavsky. Lanza frases que se abren paso al igual que el viento helado entre los ¨¢rboles. Conoce el lenguaje del dinero. Su cadena de centros de fertilidad Prelude Fertility (cuya t¨¦cnica se us¨® tambi¨¦n en la concepci¨®n de Ben) ya es la primera de Estados Unidos. Gracias, sobre todo, a la palabra, no a la tecnolog¨ªa. ¡°Consegu¨ª levantar 100 millones de d¨®lares con una frase: ¡®El sexo es genial pero no para tener beb¨¦s¡±, relata. Es una simplificaci¨®n y es su personal marketing, pero hay que tomarse muy en serio a alguien que vendi¨® el portal Ya.com, filial de Jazztel, por 550 millones de euros en septiembre de 2000 a Deutsche Telekom. Adem¨¢s, dio salida a la propia Jazztel y particip¨® en Tumblr, que acab¨® en manos de Yahoo por unos 1.000 millones de d¨®lares. Tambi¨¦n cre¨® Viatel, Eolia Renovables y la tecnol¨®gica Fon. Desde luego, ni emprender ni invertir se le dan mal. Ha apoyado a cinco empresas ¡ªViatel, Tumblr, 23andMe, Fon y Jazztel¡ª que llegaron a alcanzar la categor¨ªa de unicornios. Compa?¨ªas valoradas en m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares, en la jerga del dinero. A otra escala, en Espa?a su dinero ha respaldado a Verse, Men¨¦ame, Hipertextual, Reclamador o Todoexpertos. ¡°Si me pregunta la diferencia entre ahora y cuando empec¨¦, es que hoy si propongo una idea la escuchan y la apoyan¡±, lanza Varsavsky. Una diferencia en la que cabe una vida entera y el peaje entre el ¨¦xito y el fracaso. ?Una carrera por el dinero? ¡°?Ni de co?a!¡±, exclama.
Varsavsky ha impartido clases en las escuelas de negocio de Columbia, en el Instituto de Empresa (IE) y en la Universidad de Nueva York. Centros de formaci¨®n que algunos acad¨¦micos critican porque sus alumnos parecen haber aprendido solo a hacer dinero y se han olvidado de esa incordiante palabra que es sociedad. ¡°Yo ense?o a transformar una idea en una empresa. ?Tendr¨¦ alumnos mercenarios que lo ¨²nico que quieren es ganar dinero? ?Hay emprendedores mercenarios? S¨ª. Adem¨¢s se me ocurren algunos nombres [que no da]. Ahora bien. ?Los emprendedores m¨¢s exitosos del mundo son emprendedores mercenarios? ?Ni de co?a!¡±, defiende. ¡°He tenido muchas charlas con Jeff Bezos [fundador de Amazon y una de las personas m¨¢s ricas del mundo], y ni una sola vez hemos hablado de dinero; hemos hablado del Internet de la Cosas, de exploraci¨®n espacial, de ciencia, de los problemas de la sociedad. He estado con Amancio Ortega y no le interesa para nada el dinero. S¨¦ que la gente no me creer¨¢¡±. Ser¨¢ por la realidad.
La misma semana de la entrevista, y de esas palabras, la desigualdad y la falta de futuro han llevado a la ira, al choque y a las calles a los j¨®venes chilenos, argentinos, bolivianos.
¡ª?D¨®nde est¨¢ el compromiso de los empresarios frente a una sociedad a la que le deben su prosperidad?
¡ªSi esa pregunta es una cr¨ªtica a los empresarios chilenos, argentinos o brasile?os, estoy totalmente de acuerdo. En general, es sorprendente lo poco que los empresarios hacen por la sociedad.
Ben, que en hebreo significa ¡°hijo¡± ¡ªVarsavsky, aunque no siga las ense?anzas de la Tor¨¢, es jud¨ªo¡ª, busca los brazos de su madre. Est¨¢ nervioso. Esa noche la familia viaja hacia Jos¨¦ Ignacio (Uruguay) por Navidad. Las maletas discurren ordenadas en el segundo piso. Estar¨¢n todos los hijos de Mart¨ªn (Alexa, Isa, Tom, Leo, M¨ªa, David y Ben) y muchos de los grandes problemas de nuestro tiempo. ¡°Tenemos la costumbre de discutir sobre ellos en la mesa¡±, apunta. Quiz¨¢ hablen de los 427.000 millones de d¨®lares (382.000 millones de euros) que Estados Unidos dedica a la filantrop¨ªa. Una actividad entre el d¨ªa y la noche. ¡°No me gusta que las organizaciones religiosas se puedan deducir el dinero de las aportaciones. Ah¨ª tengo un problema. Porque muchas de estas asociaciones o religiones son activistas pol¨ªticos. La reelecci¨®n de Donald Trump como presidente de Estados Unidos tiene bastante que ver con los evang¨¦licos¡±, critica.
Entonces, tal vez hablen del nuevo negocio de su padre: Goggo Network. Una empresa de gesti¨®n de flotas de coches aut¨®nomos que quiere establecer en Europa un est¨¢ndar parecido a lo que fue el GSM en el mundo de la telefon¨ªa. El mes pasado consigui¨® levantar 44 millones de euros en una ronda de financiaci¨®n en la que participaron el grupo japon¨¦s SoftBank y Axel Springer Digital Ventures. Pero esa es la ¨²nica cifra. No da ning¨²n n¨²mero m¨¢s. Ni el dinero invertido por cada socio ni el reparto del capital ni la valoraci¨®n de la compa?¨ªa. ¡°Puedo decir que SoftBank es minor¨ªa y que la mayor¨ªa del accionariado son los socios europeos¡±, aclara. ¡°Es una empresa naciente y resulta dif¨ªcil hablar de cu¨¢nto vale, mejor hablar de lo que hace¡±. ?Y qu¨¦ hace? Intentar tener ¨¦xito en una industria en la cual el veh¨ªculo cada vez tendr¨¢ menos peso y contar¨¢ m¨¢s la gesti¨®n de su inteligencia. Un cambio que en Espa?a, donde el 14% de su PIB en 2018 procedi¨® del sector del autom¨®vil, tiene severas consecuencias. Y riesgos. ¡°Uno de ellos es que Google [que empez¨® a operar en noviembre pasado con su filial Waymo] y Baidu se queden con este mercado¡±, avisa el emprendedor de origen argentino. ¡°Cada vez que una empresa de tecnolog¨ªa fracasa dicen: ?Ah, fracas¨®! Y no se dan cuenta de que Amazon, Microsoft, Google, Facebook o Netflix se est¨¢n llevando el pastel de todo el mundo. Basta de decir que las compa?¨ªas tecnol¨®gicas fracasan. ?El problema es que triunfan desenfrenadamente! Son pocas las que fracasan¡±, enfatiza.
El cielo se abre sobre la Casa Vars. Y el d¨ªa, por un instante, recupera la tranquilidad del oto?o.
¡ªQuiz¨¢ triunfan porque se han convertido en continentes econ¨®micos y pol¨ªticos. Elizabeth Warren, candidata dem¨®crata a la Casa Blanca, propone trocearlas.
¡°No estoy de acuerdo, pero estoy a favor de prohibir que las tecnol¨®gicas hagan cierto tipo de actividades en las que claramente los consumidores salimos perjudicados. Por ejemplo, resulta inadmisible que la publicidad de los medios de comunicaci¨®n se la hayan llevado Facebook y Google¡±, asevera. ¡°Y tambi¨¦n lo es que le hayamos permitido crear agujeros fiscales por el que [los grandes grupos tecnol¨®gicos] se llevan todo el dinero sin pagar impuestos. Los ciudadanos, que mantenemos a los Gobiernos, tenemos que tapar esas grietas¡±.
Ben est¨¢ cansado, pero se tiene que ir a comer. Aguarda un viaje de 9.900 kil¨®metros hasta San Jos¨¦. Feliz sobre los brazos de su madre despide al fot¨®grafo y al periodista con una palmada en la mano. ¡°?Choca!¡± Un d¨ªa sus padres le contar¨¢n como lleg¨® a esta era de tecnolog¨ªa e inequidad. Quiz¨¢ se sentir¨¢ optimista y ya habr¨¢ le¨ªdo los versos de Wislawa Szymborska (1923-2012). ¡°La vida en la tierra sale bastante barata. Por los sue?os, por ejemplo, no se paga ni un c¨¦ntimo¡±.
En el exterior, la tormenta Elsa se ha calmado y Varsavsky, seguro, continuar¨¢ so?ando empresas bajo cualquier tiempo y adversidad climatol¨®gica.
Picasso, Rubens y un Ford Fiesta rojo
El Ford Fiesta rojo de Santi Burgos, autor de las fotograf¨ªas de este reportaje, cuenta 285.000 kil¨®metros. Sus d¨ªas de gloria quedaron en los a?os noventa. Pero a¨²n transporta historias. Esta puede ser una de las ¨²ltimas. Llevar desde sus oficinas a su casa en La Moraleja, embutido en el asiento del copiloto, al fil¨¢ntropo, millonario y portada de Forbes Mart¨ªn Varsavsky, amigo de Sergey Brin (cofundador de Google), Jeff Bezos (due?o de Amazon) o del expresidente Bill Clinton. La idea es conocer, y fotografiar, su colecci¨®n de arte. Picasso, Ed Ruscha, Rubens (taller), Eric Fischl, Joaqu¨ªn Torres Garc¨ªa, dibujos italianos del siglo XVII, Lolo Soldevilla, Degas, Chillida, Sol LeWitt. Una pasi¨®n heredera de su abuela Ora, quien cre¨® la galer¨ªa Galatea en el Buenos Aires de los a?os sesenta. La Moraleja es un cubo de Rubik de rotondas y viajar por ellas, un territorio sin mapa. Exige su tiempo y el peque?o Ford Fiesta impone su intimidad.
¡ª?No cree que el emprendedor tiene muchas similitudes con un artista? Es alguien que entendiendo su tiempo se adelanta a ¨¦l.
¡ªS¨ª¡ Pero respecto a su pregunta [lleva d¨¢ndole vueltas desde el principio de la conversaci¨®n] le dir¨¦ que los emprendedores no se mueven por el dinero. Sin embargo estamos de acuerdo en que no tener dinero es un problema en la vida.
Uno de sus tres perros salta a su encuentro cuando Varsavsky baja del coche en la puerta de su casa. Dentro ¡ªy antes¡ª se suceder¨¢n im¨¢genes y palabras. Sobre las p¨¦rdidas millonarias de Uber y WeWork. "?Son empresas falsas como las noticias falsas que anuncia Donald Trump? No. ?Son rentables? Hoy por hoy, tampoco. ?Agregan valor? Yo creo que s¨ª". Sobre el vaciamiento de Europa. "En Espa?a se habla de la independencia de Catalu?a, del Pa¨ªs Vasco... Pero si estudias la pir¨¢mide de poblaci¨®n ?no quedar¨¢ nadie! ?No habr¨¢ vascos ni independentistas ni catalanes!". Sobre la emergencia clim¨¢tica. "Tengo la idea ¡ªa¨²n no la he desarrollado¡ª de utilizar la Ant¨¢rtida como un acumulador de agua, que evitar¨ªa la subida del nivel del mar, a partir de un sistema de centrales nucleares". Y sobre un desaf¨ªo moral. ?Ser madre es una circunstancia de la vida o un derecho? "Todas las personas que quieren ser padres deber¨ªan poder serlo", defiende el emprendedor, que promueve negocios de fertilidad. Ego¨ªsta, en 2020 solo quiere que atiendan sus plegarias.
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