La falta de apoyo p¨²blico aboca a la reestructuraci¨®n a las dos mayores aerol¨ªneas de Am¨¦rica Latina
Con Latam y Avianca negociando con sus acreedores para tratar de garantizar la continuidad de su negocio, la conectividad de la regi¨®n est¨¢ en riesgo. Sus pares europeas ven abierto un atractivo
El Atl¨¢ntico y el r¨ªo Bravo han abierto un abismo en el mercado a¨¦reo mundial. Frente a unas aerol¨ªneas europeas y estadounidenses que han conseguido salvar lo peor de la crisis en buena medida gracias a los planes de apoyo p¨²blico, las dos principales operadoras latinoamericanas, Latam y Avianca, se han visto abocadas en lo que va de mes a acogerse al cap¨ªtulo 11 de la ley de bancarrotas estadounidense para reestructurar sus deudas y tratar de garantizar la viabilidad futura de sus operaciones. La conectividad, una asignatura que siempre se le ha resistido a Am¨¦rica Latina, est¨¢ en juego justo en el momento en el que los gigantes estadounidenses y europeos acababan de poner sus ojos en una regi¨®n que promet¨ªa importantes retornos futuros. El coronavirus, aqu¨ª tambi¨¦n ¡ªo, m¨¢s bien, sobre todo en este sector¡ª lo ha cambiado todo.
¡°Ambas bancarrotas son, al menos parcialmente, resultado de una falta de apoyo financiero por parte de sus Gobiernos [Chile en el caso de Latam; Colombia, en el de Avianca]. En este momento es crucial para las aerol¨ªneas asegurarse el apoyo de las autoridades¡±, analiza Brendan Sobie, consultor independiente del sector a¨¦reo basado en Singapur. Seg¨²n su recuento son ya 30 pa¨ªses de todo el mundo los que han puesto en marcha rescates o programas de apoyo financiero a sus aerol¨ªneas, y solo uno de ellos est¨¢ en Am¨¦rica Latina: Brasil. ¡°Eso explica que la insolvencia de Latam no haya afectado a su filial brasile?a [y s¨ª al resto de la empresa]¡±, explica por correo electr¨®nico. ¡°Y, dado que los Ejecutivos latinoamericanos parecen reticentes a proveer apoyo financiero al sector en este momento de necesidad, es probable que veamos m¨¢s quiebras en la regi¨®n¡±.
Hay potentes argumentos tanto para apoyar los planes de rescate de las aerol¨ªneas como para rechazarlos. En el primer caso, garantizar el transporte de pasajeros y mercanc¨ªas, dos variables clave para el desarrollo de otros sectores, se antojan como las dos mayores bazas de aquellos que echan en falta una mayor acci¨®n de los Estados en los planes de salvataje: construir una l¨ªnea a¨¦rea de cero no es sencillo, menos a¨²n despu¨¦s de una pandemia. Y las p¨¦rdidas de empleo que provocar¨ªan la desaparici¨®n total de las ya existentes, ser¨ªan dif¨ªciles de reparar a corto plazo: solo Latam ¡ªque el Gobierno chileno ha tildado de ¡°estrat¨¦gica¡±, pero cuyo apoyo se ha quedado ah¨ª por ahora¡ª y Avianca emplean conjuntamente a 60.000 personas.
La otra cara de la moneda tambi¨¦n tiene razones de peso: ?deben los Gobiernos de la regi¨®n m¨¢s desigual del mundo apoyar a sus aerol¨ªneas en vez de destinar esos recursos a sus ciudadanos, muchos de ellos sumidos en la informalidad y que est¨¢n sufriendo los rigores de la crisis? Es, adem¨¢s, un sector muy contaminante. El coste de oportunidad es alt¨ªsimo. No es casualidad que, junto con Am¨¦rica Latina, ?frica ¡ªel continente m¨¢s pobre del planeta¡ª sea, seg¨²n Sobie, la zona geogr¨¢fica en la que m¨¢s aerol¨ªneas entrar¨¢n en suspensi¨®n de pagos en los pr¨®ximos meses: es, tambi¨¦n, la que menos se puede permitir planes de rescate del sector.
En un terreno tan abonado a la destrucci¨®n creativa schumpeteriana como las aerol¨ªneas ¡ªaunque con potentes barreras de entrada¡ª, se abren nuevas oportunidades a futuro para jugadores ya presentes en el mercado latinoamericano y otros que pueden aprovechar un entorno de mayor competencia. Entre los segundos destaca el caso de grupos a¨¦reos europeos como Air France-KLM, Lufthansa o IAG: todas ellas han recibido, en mayor o menor medida, salvavidas de sus respectivos Gobiernos (en el caso de la alemana, con un rescate en ciernes; en los de la franco-holandesa y la hispano-brit¨¢nica, con l¨ªneas de financiaci¨®n en condiciones favorables) y cuando regrese la actividad bien podr¨¢n hacerse con la cuota de mercado que sus competidores latinoamericanos se vean obligados a dejar en las rutas transatl¨¢nticas, que en condiciones normales est¨¢n entre las m¨¢s preciadas por su rentabilidad. Entre los primeros puede estar, parad¨®jicamente, la propia Latam: si logra sobrevivir, sale saneada de este atolladero y juega bien sus cartas, los analistas de Bloomberg George Ferguson y Fran?ois Duflot creen que puede ser una de las grandes beneficiadas a largo plazo por su posici¨®n de dominio en las rutas entre Am¨¦rica del Sur y Estados Unidos. Y hay, incluso, un tercero: la paname?a Copa, que aunque est¨¢ quemando caja como el resto de aerol¨ªneas de la regi¨®n (y del mundo), est¨¢ a punto de retomar sus vuelos, parte de una posici¨®n s¨®lida y tiene mucho margen para poder seguir creciendo, seg¨²n Ferguson y Duflot.
Delta, United y los pensionistas chilenos perdedores indirectos
La ca¨ªda en desgracia de los dos grandes grupos a¨¦reos latinoamericanos deja damnificados inesperados. Un grupo en el que sobresalen tres nombres: los part¨ªcipes de fondos de pensiones chilenos que son titulares de alrededor el 15% de las acciones de Latam y las aerol¨ªneas estadounidenses Delta y United, que en los ¨²ltimos tiempos han acometido la compra de grandes paquetes accionariales en ambos colosos regionales. Tras hacerse con m¨¢s de la mitad de Aerom¨¦xico ¡ªla tercera aerol¨ªnea regional de bandera en discordia, que acaba de acometer una emisi¨®n de bonos de emergencia para disponer de liquidez suficiente mientras duren los estragos del coronavirus¡ª e integrar parte de sus operaciones, en septiembre del a?o pasado compr¨® el 20% de las acciones de Latam por 1.900 millones de d¨®lares (algo m¨¢s de 1.700 millones de euros). A?o y medio despu¨¦s, la inversi¨®n dif¨ªcilmente podr¨ªa ser considerada ser m¨¢s ruinosa: su inversi¨®n vale hoy la d¨¦cima parte. Tampoco United, que apost¨® por una alianza estrat¨¦gica con Avianca que un d¨ªa pareci¨® buena idea pero que no ha dejado de granjearle dolores de cabeza, sale bien parada. Nadie ten¨ªa una pandemia global en el radar.
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