El fraude enmascarado en tazas de caf¨¦
La china Luckin Coffee, que pretend¨ªa rivalizar con Starbucks, infl¨® sus ventas con operaciones ficticias a trav¨¦s de empresas filiales
Amazon hinc¨® la rodilla ante Alibaba. Antes, Uber cay¨® frente a Didi. Sucede a menudo: los gigantes tecnol¨®gicos al asalto del codiciado mercado chino son derrotados por alternativas locales. Starbucks iba a ser la siguiente, amenazada por una ambiciosa empresa surgida de la nada en tres a?os. Pero Luckin Coffee, que alardeaba de una tasa de crecimiento inalcanzable, ha acabado revel¨¢ndose como un enorme fraude construido a base de mentiras. Ahora, con la firma expulsada de los mercados burs¨¢tiles, su m¨¢ximo responsable acusado de corrupci¨®n y millones de tazas que en realidad nunca existieron, muchos se preguntan con pasmo c¨®mo una burbuja de caf¨¦ puede alcanzar semejantes dimensiones.
17 de mayo de 2019. Luckin Coffee est¨¢ a punto de debutar en Wall Street e inversores de todo el mundo se pelean por entregar su dinero a una de las empresas m¨¢s prometedoras del momento. Fundada un a?o y medio antes, la cadena ya contaba entonces con 3.680 tiendas repartidas por toda China y anunciaba sin complejos su prop¨®sito de desterrar al l¨ªder del sector. Starbucks, que en 2017 abr¨ªa una nueva sede en el pa¨ªs cada 15 horas, hab¨ªa dejado de parecer invencible. Luckin propon¨ªa locales minimalistas, sin sillas, mesas, ni apenas empleados. Los pedidos se realizaban a trav¨¦s de una aplicaci¨®n telef¨®nica y las bebidas eran recogidas por los clientes o enviadas a domicilio.
En realidad, Luckin no era una cafeter¨ªa sino una empresa tecnol¨®gica. Al menos, as¨ª quer¨ªa presentarse. ¡°Hemos sido pioneros en desarrollar una red de ventas al detalle impulsada por la tecnolog¨ªa para proporcionar caf¨¦ y otros productos de calidad, asequibles y c¨®modos para nuestros clientes¡±, detallaba el documento entregado a sus hipot¨¦ticos accionistas. ¡°Potenciada por el an¨¢lisis de big data, inteligencia artificial y t¨¦cnicas exclusivas, la compa?¨ªa persigue su misi¨®n de ser parte de la vida cotidiana de todos, empezando por el caf¨¦¡±.
Luckin era, adem¨¢s, la empresa adecuada en el sector ideal. En 2017, la media en China marcaba cuatro tazas por persona al a?o. En Estados Unidos, 250. En Italia, 700. En una cultura apasionada por el t¨¦, el caf¨¦ sigue siendo un producto minoritario. Las perspectivas de negocio, no obstante, son enormes. Esas cuatro tazas representan un mercado de 25.000 millones de euros, el cual para 2023 se habr¨¢ multiplicado por cinco hasta los 140.000, seg¨²n previsiones de la consultora Forst & Sullivan. ¡°La industria del caf¨¦ ha crecido m¨¢s de un 20% en los ¨²ltimos a?os, la tendencia es firme. El p¨²blico objetivo son profesionales cualificados de entre 25 y 29 a?os afincados en ciudades de primer y segundo nivel. A partir de ah¨ª la popularidad se extender¨¢ a otras capas sociales¡±, apunta Oliver Rui, profesor de Finanzas en la escuela de negocios CEIBS.
Todo lo anterior explica por qu¨¦ el desembarco de Luckin en el Nasdaq aquel 17 de mayo fue un ¨¦xito rotundo. La operaci¨®n, secundada por firmas globales como Morgan Stanley o Credit Suisse, gener¨® 651 millones de d¨®lares (577 millones de euros). Las buenas noticias siguieron llegando: la empresa que solo hab¨ªa tardado un a?o y medio en alcanzar el parqu¨¦ apenas necesit¨® ocho meses para doblar su cotizaci¨®n burs¨¢til.
En un principio a Jeffrey Towson, profesor en el programa MBA de la Universidad de Pek¨ªn, la sedujo el proyecto. ¡°Eran agresivos y se expandieron muy r¨¢pido. O conseguir¨ªan que la gente bebiera caf¨¦ y har¨ªan much¨ªsimo dinero o no funcionar¨ªa. Gana a lo grande o fracasa r¨¢pido: una estrategia muy razonable¡±. El experto comenz¨® a mostrarse dubitativo tras visitar varias tiendas en la capital china. ¡°Estaban vac¨ªas, simplemente no hab¨ªa clientes, mientras que el Starbucks al otro lado de la calle estaba lleno¡±, rememora por tel¨¦fono. La estrategia de Luckin hab¨ªa consistido desde el primer momento en sacrificar beneficios por crecimiento, quiz¨¢ m¨¢s de lo razonable. En 2018, por ejemplo, sus p¨¦rdidas antes de impuestos (1.619 millones de yuanes; 203 millones de euros) casi doblaron a sus ingresos netos (840 millones de yuanes; 105 millones de euros). Con el tiempo, cada vez m¨¢s voces comenzaron a expresar su escepticismo. Las cuentas, simplemente, no sal¨ªan.
El fin del misterio
La burbuja revent¨® el pasado abril, cuando sali¨® a la luz que Luckin hab¨ªa llevado a cabo masivas transacciones falsas durante los tres ¨²ltimos trimestres de 2019. Entidades afiliadas realizaban online enormes pedidos de caf¨¦ que nunca eran entregados, una maniobra que permiti¨® inflar el volumen de ventas y transacciones totales y ampliar los m¨¢rgenes de beneficios. El montante defraudado ascend¨ªa a 2.120 millones de yuanes (266 millones de euros), es decir: el 40% de las ventas del a?o pasado no hab¨ªan existido.
En los d¨ªas siguientes, la culpabilidad fue apuntando cada vez m¨¢s alto. Primero a su jefe de operaciones, Liu Jian y su equipo de colaboradores, quienes dimitieron. Despu¨¦s a su directora ejecutiva, Jenny Qian Zhiya, quien dimiti¨®. Su m¨¢ximo responsable, Charles Lu Zhengyao, ha mantenido en todo momento no tener conocimiento de lo sucedido, pero tambi¨¦n ¨¦l ha acabado cayendo. Ahora enfrentar¨¢ cargos criminales despu¨¦s que las autoridades descubrieran correos electr¨®nicos en los que conminaba a sus trabajadores a realizar operaciones fraudulentas. Luckin est¨¢ registrada en las islas Caim¨¢n; sin embargo, una ley financiera en vigor desde mayo permite a la administraci¨®n china intervenir a firmas, aun radicadas en el extranjero, que perturben el mercado dom¨¦stico o da?en los intereses de sus inversores.
Luckin recibi¨® el primer aviso de Wall Street en mayo. Nasdaq planeaba retirar a la compa?¨ªa por ¡°cuestiones de inter¨¦s p¨²blico¡± a consecuencia del esc¨¢ndalo, as¨ª como ¡°fallos a la hora de hacer p¨²blica informaci¨®n¡± relativa a sus n¨²meros. Pese a todo, la empresa reaccion¨® anunciando que recurrir¨ªa la decisi¨®n. El segundo y ¨²ltimo aviso lleg¨® el 23 de junio, despu¨¦s de que faltara a su compromiso de hacer llegar el informe anual obligatorio. Sus acciones cayeron ese d¨ªa un 19% hasta los 2,7 d¨®lares (2,4 euros) por unidad; un acusado desplome en comparaci¨®n con los 17 d¨®lares (15,08 euros) con los que debut¨® aquel halag¨¹e?o 17 de mayo de 2019 y m¨¢s lejos a¨²n de su cotizaci¨®n m¨¢xima, los 50,02 d¨®lares (44,37 euros) del pasado 17 de enero.
A los tres d¨ªas, por fin, Luckin se rindi¨®. Por medio de un comunicado, la empresa anunci¨® que retiraba su recurso. Desde el 30 de junio, d¨ªa en el que se hizo efectiva la expulsi¨®n, su apartado en la p¨¢gina web del ¨ªndice burs¨¢til est¨¢ en blanco. Este caso ha puesto de manifiesto grietas en la coordinaci¨®n en materia de control financiero entre China y EE UU, y ha provocado una reacci¨®n de reguladores y representantes pol¨ªticos contra la opacidad de empresas chinas que cotizan en bolsas norteamericanas. ¡°El error b¨¢sico de Luckin fue que escalaron a lo grande antes de tener un producto asentado en el mercado¡±, concluye Towson. ¡°Pero la pregunta m¨¢s importante es: ?Se trata de un fracaso que se convirti¨® en un fraude o fue un fraude desde el principio?¡±.
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