Los puntos de desencuentro que impiden el acuerdo sobre el fondo europeo de reconstrucci¨®n
Los cheques, el tama?o del fondo y la proporci¨®n entre ayudas y pr¨¦stamos son los caballos de batalla de la cumbre
Los Veintisiete volvieron a abordar este domingo el plan de recuperaci¨®n alrededor de las ocho de la noche, despu¨¦s de otra intensa jornada de reuniones bilaterales y multilaterales para tratar de limar discrepancias y forjar acuerdos. Sobre la mesa hab¨ªa varios puntos abiertos, aunque fuentes diplom¨¢ticas explican que no pod¨ªan resolverse de forma separada. Por ejemplo, para los halcones el tama?o condicionaba que hubiera m¨¢s o menos subvenciones. Para los del sur, el volumen de ayudas determinaba si pod¨ªan aceptar cheques de mayor o menos cuant¨ªa. Estas son algunas de esas discrepancias.
El tama?o. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, propuso un Presupuesto de la UE de 1,074 billones de euros para el periodo 2021-2027 y un fondo de recuperaci¨®n de 750.000 millones de euros. Los cuatro pa¨ªses m¨¢s austeros ¡ªPa¨ªses Bajos, Suecia, Austria y Dinamarca¡ª batallaron para reducir esa cifra. A ellos se uni¨® Finlandia, cuya primera ministra, Sanna Marin, desde el primer d¨ªa pele¨® por un ¡°nivel global m¨¢s bajo¡±. Michel les ofreci¨® rebajar el Marco Financiero Plurianual, en 24.000 millones de euros, hasta los 1,05 billones, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. La rebaja era insuficiente para los austeros, pero un paso atr¨¢s para el sur y los pa¨ªses del este, que pugnan por los fondos de cohesi¨®n.
Subsidios y pr¨¦stamos. La propuesta inicial recog¨ªa que el fondo, de 750.000 millones, se deb¨ªa dividir en 500.000 millones en subsidios y 250.000 millones en pr¨¦stamos. Dado el rechazo de los austeros a las ayudas a fondo perdido, Michel propuso el s¨¢bado rebajar las ayudas a 450.000 millones y subir los pr¨¦stamos hasta los 300.000. Los cuatro pa¨ªses se resistieron a los subsidios hasta ¨²ltima hora del domingo, cuando pasaron de cero a 350.000 millones a cambio de resolver todas sus otras inquietudes. Esa cifra estaba m¨¢s cerca del suelo que se hab¨ªa fijado Francia, de 400.000 millones, para poder aceptar un trato. Y a esa cifra se agarraban tambi¨¦n los pa¨ªses meridionales.
Rescates de empresas. El sur de Europa ve con intranquilidad c¨®mo Alemania inyecta a sus grandes grupos empresariales millones de euros. Bruselas hab¨ªa trazado un fondo para rescatar empresas al que se dedicar¨ªan 31.000 millones para movilizar m¨¢s de 300.000. Michel decidi¨® rebajar primero la partida inicial y, el s¨¢bado, fulminar ese instrumento para reforzar el Fondo de Recuperaci¨®n y Resiliencia con 325.000 millones que se complementar¨ªan con otros 300.000 en pr¨¦stamos. Por ello, los pa¨ªses del sur rechazaban cualquier otro recorte en los subsidios.
Los cheques. Una de las principales reclamaciones de Alemania, los Pa¨ªses Bajos, Suecia, Austria y Dinamarca en la negociaci¨®n del Presupuesto de la UE fue la de mantener un descuento en su contribuci¨®n que estaba ligada al cheque brit¨¢nico. Bruselas propuso eliminar ese privilegio anual tras el Brexit, pero Michel vio que la negociaci¨®n de un fondo de recuperaci¨®n solo era posible manteni¨¦ndolo. El presidente del Consejo Europeo propuso mantener esos cinco cheques anuales por valor de 3.671 millones de euros. Durante las negociaciones, decidi¨® subir los de Suecia, Dinamarca y Austria. Fuentes diplom¨¢ticas de esos pa¨ªses consideraron que se hab¨ªa avanzado, pero anoche a¨²n dec¨ªan que la cifra era insuficiente.
El control de los fondos. La Haya insisti¨® desde un principio en que fuera el Consejo, y no la Comisi¨®n, la instituci¨®n encargada de aprobar por unanimidad cada desembolso del plan. El Gobierno de Mark Rutte quer¨ªa que los pa¨ªses se comprometieran a hacer reformas y desconfiaba de la Comisi¨®n, que hace solo un a?o mostr¨® manga ancha con Italia cuando decidi¨® romper las reglas fijadas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Madrid y Roma rechazaron de plano la pretensi¨®n de Rutte, que quer¨ªa obligarlas a realizar reformas en ¨¢mbitos como las pensiones o el mercado laboral. Ning¨²n otro pa¨ªs apoy¨® la pretensi¨®n holandesa. Aun as¨ª, se acab¨® por proponer un freno de emergencia para que cualquier capital pudiera congelar un desembolso hasta que una sesi¨®n de los 27 jefes de Estado y de Gobierno le diera luz verde.
La clave de reparto. Los pa¨ªses del Este hab¨ªan puesto el ¨¦nfasis en c¨®mo iba a distribuirse el dinero del fondo. La Comisi¨®n hab¨ªa propuesto repartirlo de acuerdo con indicadores de entre 2015 y 2019, como la tasa de paro. Los austeros cre¨ªan que eso no reflejaba el impacto de la pandemia y los del este consideraban que se les penalizaba porque no prev¨¦n que su tasa de paro se dispare como en el sur de Europa. Michel ofreci¨® que los desembolsos se dividieran en dos fases: el 70% del reparto se har¨ªa de acuerdo con los criterios de la Comisi¨®n entre 2021 y 2022 y el 30% restante se distribuir¨¢ de acuerdo con la ca¨ªda del PIB de 2020 y 2021 calculada en junio de 2022, como ped¨ªa el este de Europa.
Estado de derecho. Los l¨ªderes de la UE lograron destensar el s¨¢bado el mal arranque de la cumbre el pasado viernes. Hasta que en la cena se sirvi¨® uno de los platos fuertes de la reuni¨®n: el v¨ªnculo entre el fondo de recuperaci¨®n y el Estado de derecho. Algunos socios, entre ellos los Pa¨ªses Bajos, ped¨ªan incluir una fuerte condicionalidad entre la recepci¨®n de fondos y el respeto a la separaci¨®n de poderes y la independencia judicial. La firmeza de La Haya irrit¨® al primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, que lleg¨® a comparar al jefe de Gobierno holand¨¦s, Mark Rutte, con un comunista. La propuesta del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, contemplaba la introducci¨®n de un ¡°r¨¦gimen de condicionalidad¡± para abordar ¡°deficiencias generalizadas¡± en la ¡°buena gobernanza¡± de los pa¨ªses miembros. Los pa¨ªses del norte, entre ellos Holanda, hab¨ªan hecho una dura campa?a en las ¨²ltimas semanas sobre la necesidad de condicionar la recepci¨®n de fondos a garantizar el respeto de los derechos, por ejemplo, de colectivos como el LGTBIQ+. Michel suaviz¨® la propuesta de la Comisi¨®n, lo cual content¨® a Varsovia. ¡°No s¨¦ cu¨¢l es la raz¨®n personal del primer ministro holand¨¦s para odiarme a m¨ª o a Hungr¨ªa, pero est¨¢ atacando muy duramente¡±, afirm¨® Orb¨¢n en un parque de Bruselas cuando se dirig¨ªa al edificio Europa, donde ten¨ªa lugar la cumbre. Orb¨¢n dijo a preguntas de los periodistas que no le gustan los ¡°juegos de culpar¡± a otros, pero acto seguido afirm¨®: ¡°El holand¨¦s es el responsable real de todo este embrollo¡±. El l¨ªder nacionalista h¨²ngaro sostuvo que estaba dispuesto a entrar en el debate de un nuevo mecanismo para el Estado de derecho, pero que eso iba a llevar meses.
El Pacto Verde. En unas negociaciones marcadas por la agrupaci¨®n de pa¨ªses en clubes o clanes, Michel tuvo que lidiar tambi¨¦n con el llamado Eje de Visegrado, integrado por Polonia, Hungr¨ªa, la Rep¨²blica Checa y Eslovaquia. Si bien Orb¨¢n carg¨® contra nuevos mecanismos para evitar la deriva autoritaria de un socio, la Rep¨²blica Checa expres¨® los recelos de los Estados del este respecto al v¨ªnculo de esos fondos con la econom¨ªa verde y los objetivos de reducir el uso de combustibles f¨®siles a cero en 2050. La propuesta de Michel fija que el 30% del gasto total del plan de recuperaci¨®n ir¨¢ destinado a pol¨ªticas verdes y que estas se alienar¨¢n con los objetivos de 2050 y las metas intermedias de 2030, cuando Bruselas ya prev¨¦ realizar una primera reducci¨®n de di¨®xido de carbono. El primer ministro checo, Andrej Babis, ya sugiri¨® a ra¨ªz de la pandemia dejar a un lado el Nuevo Pacto Verde de la Comisi¨®n. En las negociaciones insisti¨® en ello. A su llegada a Bruselas lament¨® que los dos ¡°mantras¡± de la Comisi¨®n sean ¡°el Green Deal y la digitalizaci¨®n¡±. ¡°Tenemos que hablar sobre la industria tradicional. El principal peligro est¨¢ en la industria de la automoci¨®n europea¡±, dijo Babis, quien apost¨® por invertir en ese sector, la salud y la construcci¨®n.
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