90 horas de angustia para el mayor acuerdo de la UE desde el euro
Reconstrucci¨®n de las tensiones y vaivenes que hicieron peligrar la cumbre m¨¢s importante para el proyecto europeo en una d¨¦cada

El principio y el final de esta historia son alegres, brillantes, hist¨®ricos. Pero en medio ha habido momentos muy turbios. Espa?a impuls¨® a finales de abril el debate a favor de un fondo de recuperaci¨®n con un informe que recibi¨® el apoyo de Bruselas. Angela Merkel y Emmanuel Macron recogieron el guante y propusieron juntos y por sorpresa un gran fondo con 500.000 millones de euros en transferencias. Casi un mes despu¨¦s, este pasado martes, ambos se felicitaron por un acuerdo de los 27 socios de la UE que deja esas ayudas en 390.000 millones. Por el camino hacia ese salto sin precedentes han pasado semanas dur¨ªsimas y una cumbre eterna a cara de perro con momentos sombr¨ªos en los que se pusieron en evidencia dos visiones de Europa y una batalla salvaje no solo por el dinero, sino sobre todo por el poder, para ver qui¨¦n manda realmente en la Uni¨®n Europea.
A problemas excepcionales como la crisis econ¨®mica de la covid-19, respuestas excepcionales como el fondo pactado por los l¨ªderes de la UE a las cinco y media de la madrugada del martes, tras casi cinco d¨ªas de duras negociaciones. El enlace entre la mayor epidemia sufrida por Europa en m¨¢s de 100 a?os y la masiva intervenci¨®n para paliar los da?os econ¨®micos ha sido una cumbre europea de cuatro d¨ªas y cuatro noches en las que se roz¨® el drama de la ruptura, se asestaron algunas pu?aladas negociadoras bastante traperas y se acab¨® con un acuerdo hist¨®rico y un¨¢nime que fue acogido por todos los presidentes de Gobierno con alivio y por las instituciones europeas con una euforia indisimulable estos d¨ªas en Bruselas.
Bruselas tembl¨® durante m¨¢s de 90 horas ante el riesgo de un descalabro de las negociaciones, dirigidas por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Su tuit a las 5.31 anunciando la conclusi¨®n de la cumbre y el acuerdo con un escueto ¡°Deal!¡± en ingl¨¦s desat¨® una euforia en las instituciones comunitarias que todav¨ªa se palpa en las caras de altos cargos y funcionarios y hasta en los intercambios electr¨®nicos rutinarios con las instituciones comunitarias, rematados a menudo estos d¨ªas por emoticonos de alegr¨ªa o escoltados por s¨ªmbolos de admiraci¨®n poco frecuentes en ese tipo de comunicaciones.
Deal!
— Charles Michel (@eucopresident) July 21, 2020
¡°El acuerdo no ha dejado ninguna amargura, todo lo contrario, una sensaci¨®n de orgullo colectivo¡±, se?alan fuentes de la Comisi¨®n Europea. Su presidenta, Ursula von der Leyen, era recibida este mi¨¦rcoles con aplausos por el resto de comisarios en agradecimiento, seg¨²n un alto cargo del organismo, ¡°por haber defendido durante la cumbre el papel de la Comisi¨®n frente algunos ataques a sus competencias¡±.
Los aplausos resonaban tambi¨¦n en el Parlamento italiano o en el Congreso de los Diputados en Madrid, tras un acuerdo que compensa con creces, seg¨²n un alto cargo europeo, ¡°el sentimiento de abandono por parte de la UE que Italia y Espa?a sintieron al principio de la pandemia¡±. Por primera vez en m¨¢s de una d¨¦cada, el b¨¢lsamo de la solidaridad recorre el continente. Y aunque el acuerdo del martes no puede reducir el dolor por las m¨¢s de 170.000 vidas perdidas, Europa se da al menos un ba?o de confianza ante un futuro que, contra viento y marea, los socios comunitarios parecen dispuestos a afrontar juntos. Esta es una reconstrucci¨®n del centenar de horas que terminaron en suspiros de alivio pero bien pod¨ªan haberlo hecho en una ruptura de consecuencias incalculables para el proyecto europeo.

D¨ªa 1: el desconcierto
La cumbre arranca a las 10 de la ma?ana del viernes con pocas esperanzas de llegar a un acuerdo. La mayor¨ªa de las delegaciones la perciben como un primer asalto muy duro, pero no definitivo. Y auguran la convocatoria de otra cumbre, como m¨ªnimo, antes de final de mes. En las instituciones comunitarias, sin embargo, cunde la sensaci¨®n de urgencia. Y tanto Michel como Von der Leyen han percibido, en los numerosos contactos bilaterales que han mantenido en las ¨²ltimas semanas, una decidida voluntad en la mayor¨ªa de los presidentes de Gobierno por llegar a un pacto cuanto antes.
¡°Hay un 80% de posibilidades de que se cierre el acuerdo este fin de semana, tal vez en la madrugada del domingo¡±, vaticinaba un alto cargo de la Comisi¨®n 48 horas antes de la cumbre. El pron¨®stico sonaba entonces demasiado optimista. Pero evidenciaba que la negociaci¨®n previa hab¨ªa cogido un ritmo mucho m¨¢s r¨¢pido de lo esperado. ¡°Con coraje pol¨ªtico, creo que podemos llegar a un acuerdo¡±, aseguraba Michel minutos antes de tocar por primera vez la campanilla para anunciar el comienzo del plenario de la cumbre en la planta quinta del edificio Europa en Bruselas.
Pero el optimismo se troca en desconcierto en los primeros compases de una cumbre que hab¨ªa empezado con efusivos codazos de saludo entre los l¨ªderes europeos, tras cinco meses reuni¨¦ndose por videoconferencia, y un intercambio de regalos entre los dos que cumplen a?os el 17 de julio, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro portugu¨¦s, Ant¨®nio Costa. Michel disuelve la reuni¨®n poco despu¨¦s de las once de la noche, tras 13 horas de negociaci¨®n, al constatar el inmovilismo de los llamados frugales: Pa¨ªses Bajos, Suecia, Austria y Dinamarca.
El primer ministro holand¨¦s, Mark Rutte, hab¨ªa llegado a la cumbre con la gobernanza del fondo como principal caballo de batalla. Su objetivo: establecer un derecho de veto sobre cada pago del fondo, una concesi¨®n impensable para el resto de delegaciones, que lo ven como una forma de establecer una troika disimulada. Michel aborda ese debate con la esperanza de encauzarlo cuanto antes para poder entrar en el regateo de la cuant¨ªa del fondo y en su distribuci¨®n entre pr¨¦stamos y ayudas a fondo perdido.
¡°Algunas delegaciones hab¨ªan dejado claro que no entrar¨ªan a negociar el volumen del fondo mientras no estuviera clara su gobernanza¡±, justifica una fuente comunitaria para explicar la estrategia de Michel de iniciar el debate por esos tres puntos tan espinosos. El plan parece funcionar: la negociaci¨®n sobre el sistema de control empieza a avanzar. Pero en contra de lo previsto por Michel, esos pasos en la gobernanza no provocan ning¨²n movimiento entre los frugales, de los que no llega ninguna oferta sobre la cuant¨ªa del fondo. Su posici¨®n oficial sigue siendo cero euros en transferencias. El bloqueo es evidente y Michel levanta la sesi¨®n antes de que se pueda deteriorar a¨²n m¨¢s el ambiente. Los l¨ªderes se marchan a sus hoteles. Los contactos y las negociaciones multilaterales, v¨ªa telef¨®nica, contin¨²an durante buena parte de la noche.

D¨ªa 2: la remontada
Antes del arranque de la segunda jornada, Michel convoca un encuentro restringido con Von der Leyen, Angela Merkel, Emmanuel Macron, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, Pedro S¨¢nchez y Mark Rutte. El objetivo es acercar posiciones antes de volver al plenario. Michel completa la ofensiva publicando su primer texto de compromiso, en el que mantiene la cuant¨ªa total del fondo en 750.000 millones de euros pero rebaja en 50.000 millones, hasta 450.000 millones de euros, la partida de ayudas. Y en un segundo gesto hacia los frugales incluye un freno de emergencia en el desembolso de las ayudas, para detener las entregas si un pa¨ªs tiene dudas sobre las reformas financiadas en los Estados beneficiarios. Adem¨¢s, Michel sube la oferta de los cheques de descuento en la contribuci¨®n al presupuesto que para los cuatro frugales y Alemania pasen a sumar 46.000 millones.
Rutte acoge la triple oferta como ¡°un paso en la buena direcci¨®n¡±, seg¨²n indicaron el s¨¢bado fuentes diplom¨¢ticas holandesas. Michel espera la contraoferta. El presidente del Consejo, que unos d¨ªas antes mantuvo una cena de trabajo con Rutte en La Haya, asume que la postura de cero euros para ayudas es solo un punto de partida. Y calcula que los frugales no pueden aceptar el medio bill¨®n de euros propuesto por la Comisi¨®n, pero pueden moverse en una horquilla de entre 350.000 millones y 400.000 millones. La noche avanza, sin embargo, y Rutte se mantiene impasible. ¡°Fue el momento m¨¢s delicado de la negociaci¨®n, en el que cundi¨® la sensaci¨®n de que la cumbre no llegar¨ªa a ning¨²n destino¡±, apunta una fuente comunitaria. El p¨¢nico se propaga entre las delegaciones partidarias del fondo, en particular entre las del Consejo y la Comisi¨®n y las de Espa?a e Italia. Los tel¨¦fonos de los diplom¨¢ticos echan humo. Muchos de ellos obligados a seguir la cumbre desde fuera del edificio Europa, por las normas de distanciamiento f¨ªsico, que han restringido de 19 a siete el n¨²mero de personas que pueden acompa?ar a los primeros ministros. Cientos de periodistas tambi¨¦n cruzan llamadas con las delegaciones para averiguar si se ha llegado a la ruptura de las negociaciones o solo es un salto hacia la tercera jornada.
La ausencia de encuentros con las delegaciones aumenta la incertidumbre. La sede del Consejo, dos edificios unidos por una pasarela, que suman casi 300.000 metros cuadrados, se convierte durante las cumbres en un hormigueo de delegaciones, funcionarios, diplom¨¢ticos y periodistas que durante horas o d¨ªas crean un particular h¨¢bitat en el que fermentan los acuerdos del Consejo y las cr¨®nicas informativas. ¡°Se os echa mucho de menos¡±, tuitea una de las responsables del servicio de comunicaci¨®n del Consejo con una foto del atrio del edificio que en cada cumbre se transforma en el campamento de trabajo de centenares de corresponsales y enviados especiales. La zona de prensa se encuentra completamente vac¨ªa en la primera cumbre europea de la historia celebrada en medio de una mort¨ªfera pandemia.
Michel resuelve las dudas. Poco despu¨¦s de las once de la noche, da por terminada la reuni¨®n y convoca para el domingo a mediod¨ªa. Las concesiones a los frugales le han permitido remontar el vuelo desde el bloqueo del primer d¨ªa. Pero la falta de gestos de Rutte se mantiene y no est¨¢ garantizado que vaya a moverse.

D¨ªa 3: monta?a rusa
Los l¨ªderes europeos regresan de nuevo al edificio Europa, aunque no se ver¨¢n las caras en plenario hasta bien entrada la tarde. Michel prefiere concentrarse en encuentros bilaterales y multilaterales para tantear en privado los m¨¢rgenes de maniobra de cada delegaci¨®n. La buena temperatura exterior lleva al presidente del Consejo a celebrar las reuniones en una terraza del edificio que se convertir¨¢, junto a las mascarillas y los saludos a codazos, en una de las im¨¢genes de una cumbre plagada de singularidades.
Michel, que solo lleva siete meses en el cargo, descubri¨® la terraza cuando en diciembre de 2019 pas¨® a ocupar la presidencia del Consejo Europeo tras cinco a?os como presidente del Gobierno belga. En pleno invierno le llam¨® la atenci¨®n ese rinc¨®n exterior. Y pregunt¨® si era posible colocar una mesa en aquel espacio. La petici¨®n se curs¨®, pero la mesa no apareci¨® hasta seis meses despu¨¦s. Apenas una semana antes de la cumbre y sin que nadie, ni Michel ni quienes la colocaron, pudieran sospechar que ese mueble pasar¨ªa a la historia gr¨¢fica de la UE como uno de los lugares donde se forj¨® la respuesta europea a la crisis de la covid-19.
La terraza con vocaci¨®n m¨ªtica favoreci¨® la distensi¨®n, indica una fuente que ocup¨® asiento durante los multilaterales encuentros al aire libre. En mangas de camisa, con agua mineral o con zumos de naranja, seg¨²n la hora, el anfitri¨®n escuchaba a las delegaciones una tras otra.
Las notas de Michel sobre las posibles concesiones, sobre las cifras asumibles o inaceptables, alimentan al equipo de funcionarios de la Comisi¨®n que en otra parte mucho menos glamurosa del edificio hacen los c¨¢lculos sobre el posible terreno de compromiso. Ninguno de esos funcionarios ni su m¨¢ximo responsable, el comisario europeo de Presupuestos, Johannes Hahn, aparece en los centenares de fotos distribuidas por el Consejo durante la cumbre.
Las huestes de Hahn se mantienen al pie del ca?¨®n d¨ªa y noche, calculadora en mano y programa de c¨¢lculo en la pantalla del ordenador para traducir a cifras una negociaci¨®n que aspira no solo a frenar la crisis econ¨®mica sino tambi¨¦n a revolucionar el sistema de financiaci¨®n de la UE. En la zona de trabajo de esos funcionarios un llamativo detalle revela que m¨¢s que un despacho al uso, se trata del campamento base para que los 27 puedan celebrar la cumbre: en el suelo, reposa una maleta y, al lado, se extiende un saco de dormir. Cuando el viernes entran en el edificio Europa, los t¨¦cnicos de la Comisi¨®n saben que tienen por delante 48 horas sin poder volver a casa. Al final, no podr¨¢n salir hasta el martes por la ma?ana. Exhaustos, pero contagiados del ¡°orgullo colectivo¡± que, seg¨²n fuentes comunitarias, sintieron los 27 l¨ªderes cuando en la sala del Consejo dieron el visto bueno por unanimidad a unas cifras que pasar¨¢n a la historia presupuestaria de la Uni¨®n.
Datos y c¨¢lculos alimentan una negociaci¨®n que durante el viernes y el s¨¢bado parece una monta?a rusa. ¡°Tan pronto parec¨ªa que estaba hecho el acuerdo como que se levantan de la mesa¡±, apunta una fuente que sigui¨® el regateo.
Se hablaba de dinero, por supuesto, pero todas las fuentes consultadas coinciden en que hab¨ªa un claro trasfondo pol¨ªtico. Una vez desaparecido el Reino Unido, el gran opositor a todos los avances de la UE, el poder interno de los 27 se est¨¢ recomponiendo. Y hay pa¨ªses que discuten el dominio absoluto del eje franco-alem¨¢n, que esta vez ten¨ªa el respaldo total de los otros dos grandes, Italia y Espa?a. Como sucedi¨® en la votaci¨®n de la presidencia del Eurogrupo, con la derrota de Nadia Calvi?o, en esta cumbre tambi¨¦n hab¨ªa una ¡°rebeli¨®n de los peque?os¡±. El l¨ªder de ese movimiento era Mark Rutte, que tiene elecciones en 2021 y quer¨ªa venderse en Holanda como un duro que se negaba a dar ¡°dinero gratis¡±, en su terminolog¨ªa, a los pa¨ªses del sur. Pero el m¨¢s duro, seg¨²n coinciden varios negociadores, era el austriaco, Sebastian Kurz. Austria, casi siempre un sat¨¦lite de Alemania, ejerci¨® esta vez como su gran opositor. ¡°Los choques de Kurz y Merkel eran dur¨ªsimos. ?l quer¨ªa en todo momento desautorizarla. Kurz ya est¨¢ pensando en la era post Merkel y quiere jugar su papel¡±, se?ala uno de los negociadores.
Esta enorme tensi¨®n entre dos formas de ver la Uni¨®n Europea se percibi¨® en los plenarios y las reuniones informales, pero hay una que varios destacan como especialmente dura y tambi¨¦n reveladora. Fue el domingo, fuera del plenario. Merkel y Macron, los dos grandes negociadores, van convocando poco a poco a los pa¨ªses m¨¢s relevantes y m¨¢s enfrentados.
Primero tienen un encuentro con Conte y S¨¢nchez para cerrar su posici¨®n negociadora y confirmar que no hab¨ªa que bajar de 400.000 millones de transferencias. Ah¨ª estaba en ese momento toda la cumbre. El domingo, los frugales hacen p¨²blico, por primera vez, que est¨¢n dispuestos a aceptar 350.000 millones de euros en transferencias y otros 350.000 en cr¨¦ditos. La oferta se hace a trav¨¦s de la primera ministra finlandesa, Sanna Marin. Todos los dem¨¢s aguantan en 400.000. Pero algo se mueve. Al menos no es una oferta insultante, como la deslizada en una de las conversaciones por el primer ministro sueco, Stefan L?fven. El sueco lleg¨® a sugerir que se dejaran las ayudas en 155.000 millones, una oferta que fue ignorada por Michel como si fuera una mera boutade.

A estas alturas ya era una partida de p¨®ker. Cada grupo trataba de dividir al rival. Los frugales intentaban que Italia y Espa?a, las m¨¢s necesitadas, aceptaran 350.000 o algo similar ante el riesgo que supon¨ªa para ellos una ruptura de las negociaciones. Los mercados habr¨ªan castigado duramente a Italia y Espa?a. Pero Merkel, Macron, Conte y S¨¢nchez se conjuran: 400.000 o nada. El italiano y el espa?ol son los m¨¢s d¨¦biles. No pueden permitirse un ¡°no deal¡±. Pero aguantan.
En ese momento la reuni¨®n se abre. Con los frugales y otros pa¨ªses a favor del acuerdo y muy necesitados, como Grecia y Portugal. En dos horas de reuni¨®n todos fijaron sus posiciones y sus reproches. Con cruces muy duros. Es ah¨ª cuando Conte le lanza a Rutte, en una frase que parec¨ªa muy pensada y que apareci¨® r¨¢pidamente en la prensa italiana: ¡°Si dejamos que se rompa el mercado ¨²nico tal vez t¨² ser¨¢s un h¨¦roe en tu pa¨ªs por unos d¨ªas, pero despu¨¦s de algunas semanas te exigir¨¢n que respondas p¨²blicamente ante todos los ciudadanos europeos por haber impedido una eficaz reacci¨®n europea¡±.
Cada uno de los frugales daba sus motivos, y algunos como el sueco L?fven apelaban a las delicadas mayor¨ªas de sus Parlamentos para aprobar un paquete as¨ª. Pero Kurz era mucho m¨¢s brutal. ¡°Aqu¨ª un d¨ªa nos enteramos por la prensa de que Merkel y Macron hab¨ªan acordado un fondo de 500.000 millones en transferencias y todos tenemos que asumirlo. Esto no es as¨ª¡±, se quejaba. Fue un golpe duro. Y real: Merkel y Macron sorprendieron a todos con ese acuerdo. Kurz fue muy claro. Dijo que en su pa¨ªs la opini¨®n p¨²blica quiere ¡°cero grants (transferencias)¡± as¨ª que cualquier cifra por encima de eso ¡°es un regalo¡± que ¨¦l y otros frugales hacen a los dem¨¢s. Rutte tambi¨¦n insist¨ªa en que los pr¨¦stamos son mejores que las transferencias porque ¡°disciplinan mucho¡±.
Ah¨ª, adem¨¢s de Merkel, Macron y Conte, entr¨® en juego tambi¨¦n S¨¢nchez. Varios frugales hab¨ªan planteado que aqu¨ª el problema real era que Merkel y Macron quer¨ªan a toda costa salvar su propuesta. Y el presidente espa?ol les dice que no es una idea francoalemana, sino algo que defienden 22 pa¨ªses frente a cinco. S¨¢nchez trata as¨ª de mostrar unidad del bloque del s¨ª frente a los frugales. Y dividirlos. Rutte y Kurz hab¨ªan hablado varias veces de ¡°dinero gratis¡± y S¨¢nchez, que evit¨® entrar al choque en todo momento y busc¨® un papel m¨¢s de componedor, seg¨²n fuentes espa?olas, les contesta. ¡°Aqu¨ª no hay dinero gratis. Espa?a contribuye al 9% de ese fondo y del presupuesto europeo. Y asume el pago de esa deuda en su parte. Todo se tendr¨¢ que devolver. Y estos fondos tienen mucha supervisi¨®n. Vosotros ten¨¦is vuestros cheques y eso tambi¨¦n nos cuesta mucho dinero a todos. Nadie nos va a regalar nada¡±.
Rutte insisti¨® entonces en que los pr¨¦stamos tambi¨¦n son una buena soluci¨®n y S¨¢nchez le rebati¨®: ¡°Ya hemos recibido pr¨¦stamos. Ya hay un paquete enorme. Pero todos sabemos que no es suficiente. Los endeudamientos de Espa?a, Italia y otros est¨¢n subiendo 20 puntos. Hasta el FMI est¨¢ pidiendo un fondo de 1,5 billones, no podemos quedarnos cortos¡±. El portugu¨¦s Costa tambi¨¦n record¨® ah¨ª la experiencia traum¨¢tica que supuso la troika para su pa¨ªs, y el griego Kyri¨¢kos Mitsotakis, que es conservador pero aqu¨ª hac¨ªa equipo con sus colegas socialdem¨®cratas del sur, tambi¨¦n insisti¨® en la idea de que el fondo era muy importante para lanzar un gran mensaje europeo. En esta reuni¨®n y otras m¨¢s peque?as, los pa¨ªses grandes empezaron a creer ver que los frugales estaban divididos. Que Rutte y Kurz resist¨ªan pero Finlandia, Dinamarca y Suecia estaban m¨¢s dispuestas a acercarse a los 400.000 que marcaban el punto de encuentro. Sin embargo, los frugales trataban de desmentir esa idea con reuniones en las que se les ve¨ªan juntos y coordinados.
En ese ambiente, Michel, al menos, aprecia ya motivos para convocar finalmente el primer plenario del d¨ªa, hacia las 19.00 en forma de cena de trabajo. El encuentro se prolonga durante poco m¨¢s de dos horas y, por tercera noche consecutiva, la cena termina como el rosario de la aurora. Macron se muestra particularmente beligerante. Y amenaza con marcharse a Par¨ªs. Eso s¨ª, dando antes una rueda de prensa para responsabilizar a los frugales del grave y estrepitoso fracaso.
Ante el riesgo de ruptura, empieza lo que se conoce como ¡°blame game¡±, el juego de las culpas. Los frugales se mueven para exigir garant¨ªas de respeto al Estado de derecho para quien accede a los fondos. Sab¨ªan que el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n no entrar¨ªa por ah¨ª. Era una forma tambi¨¦n de romper el bloque de 22 pa¨ªses que segu¨ªa unido con la propuesta franco-alemana, de la Comisi¨®n y del presidente del Consejo. Algunos negociadores se?alan que ah¨ª pensaron que los frugales quer¨ªan buscar una explicaci¨®n m¨¢s noble para una ruptura que el rechazo a ayudar a pa¨ªses del sur en apuros por una pandemia.
Son las 21.19 del domingo. La cumbre roza la ruptura definitiva. El presidente del Consejo hace un solemne llamamiento a la calma y la responsabilidad. ¡°La cuesti¨®n es la siguiente¡±, zanja Michel. ¡°Los 27 l¨ªderes europeos ser¨¢n capaces de forjar la unidad europea y la confianza o permitir¨¢n un desgarramiento que mostrar¨¢ una Europa d¨¦bil y minada por la desconfianza¡±.
La admonici¨®n no apacigua del todo los ¨¢nimos. Pero se confirma que los 27 est¨¢n dispuestos a agotar todas las v¨ªas de negociaci¨®n posible para llegar a un acuerdo. En la cumbre del distanciamiento, los observadores externos vigilan cualquier se?al que anticipe una ruptura o un acuerdo. En la tarde del domingo, dentro del pesimismo, hay dos se?ales que mantienen los ¨¢nimos de quienes todav¨ªa sue?an con el fondo de recuperaci¨®n. La polic¨ªa belga anuncia que ampl¨ªa hasta el lunes el per¨ªmetro de seguridad en torno a la sede del Consejo. Y m¨¢s significativo a¨²n. El primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, deja la cumbre y se marcha a su pa¨ªs, a 200 kil¨®metros, para asistir a un Consejo de Ministros. Pero anuncia, y cumple, que volver¨¢ para reincorporarse a una negociaci¨®n que todav¨ªa tiene muchas horas por delante.
A las 23.24, el portavoz de Michel anuncia una pausa del plenario de 45 minutos. El par¨®n indica, para algunas delegaciones, que todav¨ªa hay una posibilidad de ¨¦xito. Para otras m¨¢s pesimistas, entre ellas la espa?ola, la cumbre apunta a un rotundo fracaso y solo se trata de que cada parte prepare su propio relato para intentar culpar a la otra del fiasco.
La cumbre entra en una fase delicada, con pu?aladas estrat¨¦gicas entre unos bandos que parecen cada vez m¨¢s irreconciliables. Desde el lado frugal se propaga que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, est¨¢ dispuesto a aceptar el recorte de las ayudas a 350.000 millones de euros con tal de lograr un acuerdo que libre a su pa¨ªs del posible castigo de los mercados en caso de fracaso de la cumbre. Fuentes comunitarias aseguran que Conte nunca admiti¨® esa rebaja. Fuentes espa?olas se?alan que S¨¢nchez rechaz¨® en todo momento esa posibilidad.
Las decenas de chats creados por las delegaciones para comunicarse entre s¨ª y con la prensa bullen de preguntas, comentarios, rumores, pron¨®sticos sobre el posible desenlace. El zumbido digital reproduce, en cierto modo, el avispero de la sala de prensa en las cumbres de antes de la covid-19, cuando la aparici¨®n de cualquier portavoz, funcionario o diplom¨¢tico provocaba en torno a esa posible fuente un remolino de tensi¨®n y preguntas.
La noche se prolonga en contactos bilaterales. La delegaci¨®n alemana se convierte en el centro de numerosas reuniones, con una canciller que ha tomado partido claramente por los meridionales. All¨ª pasan parte de la noche Conte, S¨¢nchez, Costa y Mitsotakis, entre otros. ¡°Un hervidero¡±, describe una fuente. La interminable velada abre de nuevo el apetito. ¡°Alguno toma una copa de vino y casi todos picotean patatas fritas¡±.
Michel, mientras tanto, sigue recibiendo en privado a los l¨ªderes. La negociaci¨®n apenas avanza. Pero hacia las cuatro de la madrugada se produce uno de los encuentros m¨¢s cruciales. Michel recibe a Rutte en su despacho. El belga y el holand¨¦s se conocen desde hace a?os. El presidente del Consejo sabe que el primer ministro holand¨¦s es un experimentado y temible negociador ante el que no puede bajar la guardia.
Los dos son liberales y en el pasado han compartido muchas posiciones como representantes de dos pa¨ªses del Benelux. Pero ahora se encuentran en una situaci¨®n delicada. Si Rutte no se mueve de los 350.000 millones, la cumbre est¨¢ condenada al fracaso. Y la credibilidad de Michel como l¨ªder comunitario quedar¨ªa muy da?ada, tal vez irreversiblemente. Michel advierte de que sin ning¨²n gesto m¨¢s por parte de los frugales la suerte est¨¢ echada. Rutte se mantiene firme. Y se marcha. Pero regresa a los pocos minutos. El holand¨¦s se abre al regateo. Las fuentes consultadas se?alan que en ese momento Michel vio a salvo la cumbre y el fondo de recuperaci¨®n. Y su prestigio como presidente.
La pausa t¨¦cnica de 45 minutos se da por terminada. Ha durado seis horas y media. Pero ha despejado el camino. Michel convoca de nuevo el pleno, para comunicar el cambio de rumbo. Al d¨ªa siguiente, informa, presentar¨¢ una nueva propuesta con una partida de ayudas directas en torno a 400.000 millones de euros, el m¨ªnimo que resultaba aceptable para Francia y los aliados del fondo. Son las 5.45 de la madrugada del lunes. El pleno se disuelve y es convocado de nuevo para las 16.00 de ese mismo d¨ªa.

D¨ªa 4: El b¨¢lsamo
¡°Tengo la impresi¨®n de que los l¨ªderes quieren un acuerdo¡±, se?ala la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, a su entrada en el edificio Europa por cuarto d¨ªa consecutivo. Es mediod¨ªa y el optimismo empieza a ser dominante, con todas las expectativas puestas en la nueva propuesta de compromiso que ultima Michel. Atr¨¢s han quedado los choques y exabruptos de un bronco fin de semana. El h¨²ngaro Orb¨¢n hab¨ªa llegado a relacionar el rigor de Rutte con los dirigentes autoritarios de la era comunista en su pa¨ªs. Miembros de la delegaci¨®n francesa aireaban que Macron hab¨ªa golpeado varias veces la mesa durante sus choques con Rutte o Kurz. ¡°Golpeado metaf¨®ricamente¡±, intentaban suavizar fuentes diplom¨¢ticas. Fuentes comunitarias aseguran que incluso Von der Leyen, que en p¨²blico apenas se pronunci¨®, se mostr¨® dentro de la reuni¨®n muy dura, en particular con Rutte, por intentar arrebatar a la Comisi¨®n la vigilancia del fondo de recuperaci¨®n. S¨¢nchez tambi¨¦n sali¨® ah¨ª en apoyo de la Comisi¨®n y del equilibrio de poderes con el Consejo Europeo, seg¨²n fuentes espa?olas.
Michel no se mostr¨® inquieto por las declaraciones extempor¨¢neas de los l¨ªderes en el exterior del edificio Europa. Cosas de pol¨ªticos, cuya piel lo aguanta casi todo. Pero el presidente del Consejo tem¨ªa que el encono se fuese de las manos dentro de la sala, donde una escalada de tensi¨®n podr¨ªa resultar incontrolable. La mayor¨ªa de los socios mantuvieron la compostura. Pero un l¨ªder resultaba particularmente imprevisible y peligroso para el consenso final: Kurz.
Con solo 33 a?os, el l¨ªder m¨¢s joven del Consejo inici¨® la cumbre compartiendo con Rutte el liderazgo de los frugales. Pero poco a poco fue endureciendo su posici¨®n hasta convertirse en un obst¨¢culo mucho m¨¢s insalvable que el holand¨¦s. Adem¨¢s de resistirse al fondo, Kurz parec¨ªa librar un ajuste de cuentas con Merkel, la antigua cabecilla de los partidarios de la austeridad a rajatabla. El giro de la canciller, que el 18 de mayo pact¨® sorpresivamente con Macron el apoyo a un fondo de medio bill¨®n de euros en ayudas, se ha vivido en Viena como una traici¨®n imperdonable. Kurz el imprevisible, sin embargo, no llev¨® su encono hasta el veto final. Nadie lo hizo. Las resistencias fueron poco a poco vencidas y cuando los grandes aceptaron bajar de la m¨ªtica cifra de 400.000 hasta los 390.000 como concesi¨®n a los frugales el acuerdo estaba encarrilado. En la tarde del lunes, Michel pod¨ªa presentar su ¨²ltima propuesta, destinada a ser aprobada con peque?os retoques durante la noche del lunes al martes.

D¨ªa 5: ¡°Deal!¡±
La propuesta de Michel en la tarde del lunes mantiene en 750.000 millones el volumen del fondo. Asigna 390.000 millones a subsidios y el resto a pr¨¦stamos. Un equilibrio aceptable para ambas partes. Establece un control m¨¢s estricto de los pagos, pero sin conceder a Rutte el veto que deseaba, solo la posibilidad de parar el reloj en caso de duda para pedir que se pronuncie el Consejo Europeo. Y eso s¨ª, aumenta considerablemente los cheques de descuento para los frugales. El acuerdo est¨¢ al alcance de la mano.
Aun as¨ª, los flecos t¨¦cnicos requerir¨¢n varias horas de negociaci¨®n. El regateo final se prolonga durante la noche del lunes al martes. Pero ya sin drama sobre el riesgo de ruptura. La gran inc¨®gnita para muchos observadores es ahora algo tan balad¨ª como la duraci¨®n final de la cumbre: ?batir¨¢ el r¨¦cord de la de Niza, que en el a?o 2000 se prolong¨® de la ma?ana del 7 de diciembre a la del 11 de diciembre?¡±.
Despu¨¦s de la tensi¨®n vivida, la mirada al cron¨®metro se convierte en un pasatiempo tan extra?o como divertido. El servicio de prensa del Consejo fija el list¨®n: ¡°Hemos calculado que los l¨ªderes deber¨¢n seguir hasta las 6:05 para superar a Niza¡±, tuitea ese servicio a las 00.30.
Con el acuerdo esperado de manera inminente, el r¨¦cord parece imposible. Pero nunca se debe menospreciar la capacidad de la UE de mantener la emoci¨®n hasta el final. El reloj avanza y la fumata blanca digital no acaba de llegar. Hasta las 5.31, cuando Michel tuitea un sucinto ¡°Deal!¡± en ingl¨¦s. ¡°?Acuerdo!¡±. La euforia se desata, aunque el r¨¦cord sigue intacto por media hora.
Los 27 lo han conseguido y en la sala reina una sensaci¨®n de alivio, satisfacci¨®n y orgullo por el acuerdo alcanzado. No hay champ¨¢n ni brindis, en un momento de agotamiento generalizado. Michel hab¨ªa preparado un broche final con un peque?o y frugal dulce de regalo para los tres l¨ªderes que han cumplido a?os durante la cumbre: Merkel, Costa y L?fven. Por un momento, la canciller no entiende el regalo, quiz¨¢ porque su cumplea?os, que fue el primer d¨ªa de la cumbre, le parece algo ya muy lejano despu¨¦s de 90 horas largas de negociaci¨®n. El canto del Happy birthday por los presentes remata la cumbre que fragu¨® el mayor salto econ¨®mico de la Uni¨®n desde el parto del euro en 1998.
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