¡°Las empresas en Am¨¦rica Latina tendr¨¢n que cerrar hasta que llegue otra ola de inversiones¡±
El accionista ¡°expulsado¡± de Avianca Holdings se salta la cuarentena de la pandemia en busca de inversores y dice que es un buen momento para emprender
Germ¨¢n Efromovich, uno de los accionistas de la empresa colombiana Avianca Holdings, es un empresario peculiar. No deriva tareas, ni a abogados ni a asesores, y todav¨ªa llama personalmente a un periodista para quejarse de un texto publicado. Pero solo cuando le importa. No acepta que le reduzcan a alguien cuya ambici¨®n se vio acotada por una bancarrota. ¡°Gener¨¦ 45.000 empleos, ?entiendes?¡±, dice. Prefiere estar cara a cara, tanto en los negocios como en las entrevistas, incluso en tiempos de pandemia. No es que sea ajeno al coronavirus, pero tampoco cree que sea un impedimento para nada. ¡°Tengo 70 a?os. Acabo de regresar de Italia, tambi¨¦n he estado en la India en busca de inversores para Avianca Holdings. Estoy bien. Solo hay que cuidarse y tener disciplina¡±, dice, declar¨¢ndose defensor del aislamiento solo para los grupos de riesgo.
El empresario lleg¨® equipado con una mascarilla y su propio alcohol en gel la redacci¨®n de EL PA?S en S?o Paulo, a ¨²ltima hora de la tarde del mi¨¦rcoles. Habl¨® con soltura de las 20 compa?¨ªas que ten¨ªa y cerr¨®. Incluso de la empresa que fund¨®, Oceanair, que en Brasil utilizaba el nombre de Avianca, en virtud de un acuerdo de licencia de uso de nombre. La compa?¨ªa brasile?a, ahora propiedad de su hermano, Jos¨¦, se declar¨® en bancarrota hace dos semanas. Hijo de inmigrantes jud¨ªos que huyeron de la Segunda Guerra Mundial, Efromovich tiene el bagaje de quien se ha garantizado un asiento privilegiado en los episodios recientes de la historia econ¨®mica del pa¨ªs.
En su primer negocio, como profesor de una escuela para j¨®venes y adultos que fund¨® en S?o Bernardo do Campo, en la regi¨®n metropolitana de S?o Paulo, el entonces estudiante de ingenier¨ªa mec¨¢nica vio al metal¨²rgico Luiz In¨¢cio Lula da Silva ascender al liderazgo sindical en los setenta. ¡°Todav¨ªa me llama maestro cuando nos encontramos¡±, dice. En aquella ¨¦poca, estaba en contra de la dictadura militar, que tortur¨® a muchos de los maestros que trabajaban en su escuela. ¡°Sab¨ªa que mi nombre estaba en el DOPS [¨®rgano de represi¨®n de los militares]¡±, dice. Pero asegura que nunca se involucr¨® en pol¨ªtica. ¡°Hac¨ªa mi trabajo, que era crear empleos y quer¨ªa terminar la universidad¡±, afirma. Hoy defiende al Gobierno de Bolsonaro, dice que le gusta mucho el proyecto neoliberal del ministro de Econom¨ªa Paulo Guedes y tiene ideas creativas sobre c¨®mo mejorar la popularidad del presidente. ¡°Pero no escribas sobre eso porque no quiero meterme en pol¨ªtica¡±.
Efromovich es un gran contador de historias que, seg¨²n ¨¦l, no pueden publicarse (todav¨ªa). Sobre la ¨¦poca dorada del descubrimiento de petr¨®leo en aguas profundas brasile?as. O sobre la crisis de la P-36, la plataforma petrol¨ªfera flotante m¨¢s grande que oper¨® en Brasil, que se hundi¨® en 2001 y hab¨ªa sido reformada con un contrato estatal por su empresa Mar¨ªtima Petr¨®leo e Engenharia, que prestaba servicios de mantenimiento submarino en el sector petrolero. E incluso sobre la operaci¨®n anticorrupci¨®n Lava Jato ¡ªun tema que todav¨ªa lo saca de quicio¡ª, en la que fue mencionado por medio del acuerdo de colaboraci¨®n que el expresidente de Transpetro, S¨¦rgio Machado, firm¨® con la Fiscal¨ªa. ¡°Estaba escrito all¨ª [en la declaraci¨®n de Machado]: no pago comisiones y no apoyo a los pol¨ªticos¡±, dice, refiri¨¦ndose al pasaje en el que el funcionario cita a Efromovich, que nunca fue llamado a declarar. ¡°Hay cosas que solo se pueden difundir despu¨¦s de que me muera¡±, amenaza.
Se equivoca quien cree que Efromovich vive del pasado: ¡°?Jubilaci¨®n? Es viejo el que mira atr¨¢s¡±. ?l tiene planes para el futuro. Acababa de regresar de Italia, donde intent¨® negociar la compra de la mayor aerol¨ªnea del pa¨ªs, Alitalia, que mucho antes de la pandemia ten¨ªa serios problemas financieros. ¡°Es una buena empresa. El problema es el Gobierno¡±, afirma. El empresario critica el plan de crear una nueva empresa, totalmente estatal, en lugar de mantener el proyecto de privatizaci¨®n. ¡°Van a invertir 3.000 millones de euros, que se pulverizar¨¢n en dos o tres a?os y volver¨¢n a estar en la misma situaci¨®n. Hace 20 a?os que est¨¢n igual¡±, lamenta.
Cree que, a pesar de las incertidumbres, este momento es el adecuado para invertir, incluso en la aviaci¨®n. ¡°Se espera que la demanda caiga entre un 30% y un 40%, pero es un negocio que conozco mejor que nadie. Yo no me quedaba en la oficina. Viv¨ª esa historia en las trincheras¡±, cuenta. ¡°Compr¨¦ Avianca en quiebra, con 34 aviones viejos. Diez a?os despu¨¦s, la empresa val¨ªa 2.000 millones de d¨®lares¡±.
Aunque el caso de Avianca es un poco diferente, afirma que, como Alitalia, todas las aerol¨ªneas y los hoteles del mundo tienen problemas. ¡°Todos necesitar¨¢n una inyecci¨®n de dinero, de lo contrario se ir¨¢n a la quiebra¡±, dice. ?Y de d¨®nde vendr¨¢n los fondos para esta inyecci¨®n? ¡°En Estados Unidos, el Gobierno est¨¢ poniendo recursos. Pero en Latinoam¨¦rica no hay manera, no se dejar¨¢n de pagar ayudas a personas de los barrios bajos para mantener una aerol¨ªnea¡±, afirma. ¡°Las empresas tendr¨¢n que cerrar hasta que llegue otra ola de inversiones privadas y comencemos de nuevo. Vamos a retroceder 30 a?os. ?O crees que el Banco Nacional de Desarrollo Econ¨®mico y Social tiene que dar 500 millones de d¨®lares a alg¨²n grupo de empresas privadas?¡±, pregunta. ?l mismo responde: ¡°Estamos en un nuevo Brasil, el contribuyente no tiene que pagar esa cuenta¡±.
De nuevo, en el centro de atenci¨®n
El nombre de Efromovich volvi¨® a ocupar las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos despu¨¦s de que Avianca Brasil (Oceanair) ¡ªque lleg¨® a tener el 10% del mercado interno brasile?o¡ª se declarara en bancarrota. ¡°Hace m¨¢s de 10 a?os que la empresa no es m¨ªa. Es de Jos¨¦ [Efromovich, de 65 a?os, su hermano menor]. Por cierto, tuvo covid-19, pero est¨¢ bien¡±, dice. No es tan simple determinar d¨®nde empiezan los negocios de Germ¨¢n y d¨®nde terminan los de Jos¨¦. Repartieron las empresas en un arreglo familiar. Germ¨¢n se qued¨® con los astilleros de Brasil. Jos¨¦ con la aerol¨ªnea. En Colombia, los hermanos son socios de Avianca Holdings, que se declar¨® en suspensi¨®n de pagos, un estado jur¨ªdico que permite que una empresa que no puede pagar sus deudas se reestructure sin la presi¨®n de los acreedores. Sin embargo, los hermanos ya se han utilizado uno al otro como garantes.
La historia de los Efromovich vive un momento digno de telenovela. Y la compra de Alitalia, si la consiguiera, ser¨ªa un giro interesante del guion. Adem¨¢s de la quiebra de Avianca Brasil, se enfrentan a la suspensi¨®n de pagos de Avianca Holdings en Estados Unidos, donde est¨¢ registrada la empresa, y de una transportadora en Colombia. Los astilleros est¨¢n embargados por una deuda con el fondo estadounidense Elliott Management. ¡°Nunca he invertido en el mercado financiero, siempre en mis negocios. Las ¨²nicas acciones que tengo son las de Avianca, y hoy no valen nada. Lo que sobre de la suspensi¨®n de pagos ser¨¢ todo lo que he construido en 50 a?os¡±, dice, sin parecer arrepentido. Su objetivo es garantizar la salud y la educaci¨®n de los nietos. El resto tendr¨¢ que apa?¨¢rselas. ¡°Paso el 80% de mi tiempo fuera de S?o Paulo, a pesar de tener nietos aqu¨ª. Pr¨¢cticamente ya no tengo negocios en Brasil¡±.
La crisis en Avianca Holdings
Efromovich abri¨® (y vio cerrar) al menos dos decenas de compa?¨ªas a lo largo de toda su vida. Afirma haber garantizado los salarios de los trabajadores, pero no siempre ha sobrado dinero para las indemnizaciones, por lo que se le acumulan las demandas en los tribunales. Le ¡°expulsaron¡± de la direcci¨®n de Avianca en mayo de 2019, en un cap¨ªtulo que incluye deudas, un socio no deseado y la compa?¨ªa estadounidense United Airlines. El empresario tom¨® dinero prestado de Elliot Management, famoso por sus altas tasas de inter¨¦s, para tratar de salvar los astilleros en Brasil. Pero pagar la deuda no ser¨ªa sencillo. La salida parec¨ªa estar en un acuerdo comercial que le propuso United a Avianca Holdings. Efromovich dijo que lo aceptar¨ªa si consegu¨ªa un pr¨¦stamo. A cambio, dar¨ªa como garant¨ªa las acciones de Synergy Group, el accionista mayoritario de la aerol¨ªnea colombiana, con una participaci¨®n del 52%.
¡°Ten¨ªamos 456 millones de d¨®lares a devolver en siete a?os, con un per¨ªodo de gracia de dos a?os¡±, dice. Sin embargo, el contrato dec¨ªa que el valor de las acciones de Synergy ten¨ªa que cubrir el valor del pr¨¦stamo. Si el valor disminu¨ªa, podr¨ªan considerarlo un impago t¨¦cnico. Seg¨²n el empresario, la acreedora estadounidense hab¨ªa prometido no considerarlo impago durante el primer a?o. Pero, en mayo del a?o pasado, United Airlines tom¨® medidas para ejercer sus derechos sobre Avianca.
¡°Esto puedes escribirlo: United cre¨® un impago t¨¦cnico, que hoy creo que fue a prop¨®sito. Ellos, junto con Kingsland [tambi¨¦n accionista de la aerol¨ªnea, del empresario socio y rival Roberto Kriete], quer¨ªan apropiarse de Avianca Holdings gratis¡±, afirma. ¡°Pero les sali¨® el tiro por la culata, porque lleg¨® la pandemia¡±.
¡°Autoquiebra¡± (del hermano) en Brasil
La telenovela colombiana de Avianca no est¨¢ relacionada con la brasile?a, ya que son empresas diferentes. En Brasil, Efromovich recuerda que fue su hermano quien pidi¨® la ¡°autoquiebra¡±. ¡°Jos¨¦ est¨¢ muy frustrado con lo que pas¨® en Brasil. ?Por qu¨¦? La Anac [Agencia Nacional de Aviaci¨®n Civil, que regula el mercado brasile?o de la aviaci¨®n] nos quit¨® los slots [autorizaciones de despegue y aterrizaje en los aeropuertos]¡±, se queja. Seg¨²n ¨¦l, los competidores del sector (es decir, Latam y Azul) llegaron a un acuerdo con las empresas de arrendamiento para tomar los aviones de la aerol¨ªnea de su hermano. ¡°Sin slots, sin aviones, no tienes empresa. No ten¨ªa salida, porque el propio Poder Judicial lo declar¨® en bancarrota incluso antes de que lo pidieran los acreedores¡±. La empresa hac¨ªa m¨¢s de un a?o que no operaba, debido a una suspensi¨®n de pagos que se arrastraba desde 2018.
Avianca Brasil lleg¨® incluso a crear una salida ¡ªinnovadora para el mercado nacional de aviaci¨®n¡ª para intentar capitalizarse. La empresa decidi¨® transferir la propiedad de los slots y de algunos aviones a unidades de producci¨®n aisladas, una figura legal que no hereda los pasivos de la compa?¨ªa principal y puede venderse. Los acreedores llegaron a aprobar el plan, pero no pas¨® el escrutinio de la justicia y la Anac cancel¨® los slots. ¡°Para m¨ª, lo ten¨ªan todo planeado. A ellos [la competencia] les era m¨¢s f¨¢cil eliminar Avianca, que era la mejor compa?¨ªa del pa¨ªs en t¨¦rminos de servicio y precio. Tanto es as¨ª que, al d¨ªa siguiente de que quebrara, los brasile?os empezaron a pagar por lo menos el doble por un billete. O m¨¢s¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.