Radiograf¨ªa del ¡®error Bankia¡¯
Casi un a?o despu¨¦s de que el juicio quedara visto para sentencia, la Audiencia est¨¢ a punto de dilucidar si Rodrigo Rato y su equipo manipularon las cuentas del banco para salir a Bolsa
No es f¨¢cil explicar c¨®mo se pueden falsear las cuentas del tercer banco espa?ol que, antes de salir a Bolsa, estaba bajo la vigilancia de cientos de ojos. Examinaron sus balances decenas de inspectores del Banco de Espa?a, empotrados en su sede social; la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores; los auditores y los analistas de los bancos de inversi¨®n que recomendaron comprar sus acciones. Nunca antes se hab¨ªa considerado fallida una salida a Bolsa de la magnitud de Bankia, pero lo que ocurri¨® en el sistema financiero espa?ol entre 2009 y 2012 tampoco hab¨ªa sucedido: una crisis sin precedentes en la que se actu¨® sin manual de instrucciones. El juicio qued¨® visto para sentencia en octubre de 2019 y ahora se espera de manera inminente la sentencia de la Audiencia, que hab¨ªa quedado aplazada.
Los inspectores-peritos del Banco de Espa?a, a las ¨®rdenes del juez, determinaron que hubo un maquillaje de las cuentas para lograr el ¨¦xito de la salida a Bolsa en julio de 2011. Afirmaron que Rato y sus directivos, con el benepl¨¢cito del consejo de administraci¨®n, no reconocieron las p¨¦rdidas encubiertas provocadas por la enorme inversi¨®n en el ladrillo t¨®xico, que alcanz¨® las decenas de miles de millones de euros. El objetivo, seg¨²n ellos, ser¨ªa doble: por un lado evitar realizar provisiones contra la cuenta de resultados que hubieran llevado a p¨¦rdidas a Bankia, truncando as¨ª su estreno en el parqu¨¦; y por otro, mantenerse en sus cargos y conservar sus retribuciones.
Si los gestores retorcieron los n¨²meros para darles un barniz atractivo ante los inversores cabe preguntarse si lo hicieron con la colaboraci¨®n de los supervisores o enga?ando a todos los vigilantes. Para juzgarlo hay que recordar que en el primer semestre de 2011 el euro se jugaba su supervivencia por las dudas sobre la solvencia de varios pa¨ªses, entre ellos Espa?a, y las miradas de los organismos internacionales, incluido el FMI y la Reserva Federal de EE UU, se dirig¨ªan al ¨¦xito de la salida a Bolsa de Bankia. Parec¨ªa el tap¨®n que imped¨ªa la recuperaci¨®n de la zona euro. Otro espejismo de esta crisis.
Tras casi un a?o de deliberaciones, el tribunal de la sala cuarta de lo penal de la Audiencia debe dilucidar si atiende a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, a la que se han adherido la mayor parte de acusaciones, que pide ocho a?os y medio de prisi¨®n para el exministro; seis a?os para el ex consejero ejecutivo de Bankia, Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez Norniella; cinco a?os para el exvicepresidente de la entidad Jos¨¦ Luis Olivas, y hasta nueve meses para el ex consejero delegado, Francisco Verd¨².
Tambi¨¦n se solicitan penas de uno a dos a?os de c¨¢rcel conmutable por multa para los exconsejeros del grupo con presencia en los comit¨¦s de auditor¨ªa, entre ellos sus antiguos presidentes, el exministro ?ngel Acebes, y Alberto Ib¨¢?ez. Las acusaciones particulares tambi¨¦n han pedido penas para el interventor de Bankia, Sergio Dur¨¢, y el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma.
Bankia, que fue la tercera entidad financiera de Espa?a, creada en 2010 al integrar Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas de ahorros, fue intervenida en mayo de 2012 y se trag¨® 22.424 millones de ayudas p¨²blicas. El fiasco dej¨® miles de perjudicados que compraron acciones o participaciones preferentes. A la mayor¨ªa de ellos, Bankia ya les ha devuelto su dinero aumentando as¨ª el coste para los contribuyentes, que ahora quieren saber qu¨¦ pas¨® y, sobre todo, de qui¨¦n fue la culpa.
Rato fue el ¨²nico que hizo uso de su derecho a la ¨²ltima palabra antes de cerrar el juicio. Habl¨® tres minutos para decir que el Banco de Espa?a no solo supervis¨® todas sus decisiones, sino que jam¨¢s las critic¨®, y que solo le movi¨® la defensa de los intereses de los accionistas.
En el juicio tuvieron un papel destacado los competidores de Rato. El entonces ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, hoy vicepresidente del BCE, estableci¨® un sistema in¨¦dito: convoc¨® en 2012 a los m¨¢ximos responsables del Santander, BBVA y La Caixa ¡ªEmilio Bot¨ªn, Francisco Gonz¨¢lez e Isidro Fain¨¦¡ª para forzar la salida de Rato. Lo hizo a espaldas del Banco de Espa?a, ya que apoyaba los planes de reestructuraci¨®n de Bankia que, seg¨²n Guindos, eran irrealizables.
Gonz¨¢lez declar¨® que el BBVA sab¨ªa que Bankia ten¨ªa problemas antes de la salida a Bolsa y culp¨® de la situaci¨®n ¡°no solo a los administradores, sino tambi¨¦n a las instituciones¡±. Tambi¨¦n fue el primero que cont¨® que el entonces subgobernador, Javier Ar¨ªztegui, llam¨® a los principales bancos para pedirles que participaran en la operaci¨®n. Ar¨ªztegui lo neg¨®. Pero luego Fain¨¦ confirm¨® que el propio Ar¨ªztegui contact¨® con La Caixa para pedir que comprara acciones. Lo hicieron: compraron 100 millones; perdieron la mitad.
Pero los que m¨¢s pueden perder son los contribuyentes, que se juegan 22.424 millones. Ocho a?os despu¨¦s del rescate contin¨²a el debate sobre si mereci¨® la pena gastar tanto en salvar un banco p¨²blico. Antonio Carrascosa, ex director general del fondo de rescate FROB, lo tiene claro: ¡°Liquidar Bankia habr¨ªa costado mucho m¨¢s que 22.424 millones al Estado, al sistema financiero y a los contribuyentes. La entidad ten¨ªa cientos de miles de millones de dep¨®sitos de sus clientes, una parte de ellos no cubiertos por el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos (FGD), que los hubieran perdido. Los ahorros que s¨ª estaban cubiertos por el FGD hubieran obligado a realizar un gran desembolso a este organismo, soportado en parte por los bancos, lo que hubiera hundido a buena parte de ellos, provocando m¨¢s ca¨ªdas en el sistema financiero¡±.
Pero muchos ciudadanos siguen viendo como un esc¨¢ndalo may¨²sculo que en plena crisis, que oblig¨® a recortar en sanidad, educaci¨®n y dependencia, el Estado se endeudara para rescatar un banco. Todav¨ªa se desconoce el coste definitivo de la factura de Bankia, una inc¨®gnita que solo se resolver¨¢ cuando el Estado venda sus acciones.
¡®22.424¡¯: el podcast del EL PA?S sobre las intrigas de Bankia
La historia del rescate de Bankia empieza mucho antes de la Gran Recesi¨®n, antes incluso del extraordinario crecimiento de la econom¨ªa espa?ola y de la formaci¨®n de la burbuja inmobiliaria. Se remonta a la creaci¨®n misma de las cajas de ahorros y a los manejos pol¨ªticos que iban de su mano. Todo ello contribuye a explicar c¨®mo la tercera entidad financiera acab¨® dejando un agujero de 22.424 millones y a sus dirigentes sentados en el banquillo. El podcast '22.424' hace un recorrido desde la ¨¦poca de Miguel Blesa, el enfrentamiento entre Alberto Ruiz Gallard¨®n y Esperanza Aguirre y la llegada de Rodrigo Rato de la mano de Mariano Rajoy, hasta el juicio celebrado el a?o pasado. Es un relato en primera persona, desde la redacci¨®n de EL PA?S, elaborado por periodistas que cubrieron el juicio y con a?os de experiencia en informaci¨®n financiera que conocen los intereses econ¨®micos y pol¨ªticos y han conversado con los protagonistas del caso.
'22.424' se apoya en audios y testimonios para dibujar un relato de los efectos sociales de la Gran Recesi¨®n. Se centra en los excesos cometidos durante la ¨¦poca del milagro econ¨®mico espa?ol, pero no pierde de vista el impacto sobre los clientes y los ciudadanos. El podcast reflexiona sobre los l¨ªmites entre la responsabilidad penal, la mala gesti¨®n derivada de la politizaci¨®n de las instituciones y la falta de control sobre el sistema financiero. Cuando la econom¨ªa mundial vuelve a verse sometida a un gran estr¨¦s, el reportaje busca generar un debate sobre la gesti¨®n p¨²blica de unos eventos econ¨®micos devastadores e imprevisibles.
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