La costa de los hoteles fantasma

S¨¢banas sobre el mobiliario, un silencio sepulcral y apenas alg¨²n movimiento junto a un restaurante vac¨ªo. Alguien recoge con delicadeza las hojas ca¨ªdas al agua de una enorme piscina solitaria, sin hamacas ni m¨²sica. Las instalaciones del hotel Amaragua, uno de los emblemas tur¨ªsticos de Torremolinos, parecen el escenario de una pel¨ªcula de terror. Pero sus protagonistas no son personajes de ficci¨®n, viven en una realidad donde alrededor del 80% de establecimientos hoteleros de la Costa del Sol que, como este, han cerrado sin saber cu¨¢ndo volver¨¢n a abrir. ¡°Esto es horroroso, horroroso¡±, dice Miguel S¨¢nchez, fundador de la cadena MS en la que se incluye el Amaragua. Hace un a?o ten¨ªan 603 clientes. Hoy, en su primer cierre en 25 a?os, cero. Como el resto del sector, parece un hotel fantasma.

Este a?o se promet¨ªa de r¨¦cord en la Costa del Sol. En 2019, seg¨²n la Diputaci¨®n de M¨¢laga, factur¨® 14.400 millones de euros de manera directa e indirecta y gener¨® 180.000 puestos de trabajo. Cada a?o de la ¨²ltima d¨¦cada ha mejorado al anterior, pero el 2020 ha cortocircuitado el sistema. ¡°El verano ha sido desastroso, horrible, para llorar¡±, dice ?lvaro Reyes, director comercial del hotel Alay, insignia en Benalm¨¢dena, apenas ha podido abrir el mes de agosto y de manera parcial. A la peor temporada estival que se recuerda de suma la calamidad los meses previos de confinamiento y estado de alarma. Los porcentajes medios de ocupaci¨®n rondaron el 35% en julio y el 40% en agosto para los pocos establecimientos que abrieron. La mayor¨ªa ha cerrado ya. Apenas quedan algunos, que ejercen de coche escoba con los ¨²ltimos turistas.

Este jueves las playas de la Costa del Sol eran un desierto. No hab¨ªa aroma a espeto en los chiringuitos y los vigilantes se arremolinaban junto a sus casetas para charlar mientras el paseo mar¨ªtimo parec¨ªa volver a la etapa del confinamiento. ¡°Ni en invierno se ve tan vac¨ªo¡±, dice Reyes. Hoy la quiebra del gigante de viajes Thomas Cook o el Brexit son pr¨¢cticamente banalidades frente a las obligaciones de cuarentena y recomendaciones de no viajar a Espa?a primero de brit¨¢nicos y m¨¢s tarde de alemanes, belgas u holandeses. ¡°Aqu¨ª vivimos pocos y, sin turistas, ya no hay nadie¡±, dice Juan Rueda, propietario de un supermercado junto al hotel Amaragua desde hace 33 a?os. La crisis sanitaria le oblig¨® a despedir a su ¨²nica empleada, que ha acabado trabajando en el campo, en Francia. ¡°Esto es una cadena, ahora estamos todos perdidos¡±, asegura mientras prepara un bocadillo a uno de los pocos clientes que tiene al d¨ªa.

Los hoteles no son los ¨²nicos en echar de menos al turismo. Tambi¨¦n los chiringuitos, helader¨ªas, empresas de alquiler de coches, tiendas de recuerdos y todo el ecosistema tur¨ªstico. Desde la asociaci¨®n de hosteleros provincial, por ejemplo, cifran en unos 5.000 los que pueden caer durante los pr¨®ximos meses en M¨¢laga. ¡°El sector tur¨ªstico de la Costa del Sol es muy dependiente del turista internacional y se est¨¢ pagando¡±, cuentan fuentes del gremio, que dicen que el agujero es mayor porque tampoco el Imserso aporta viajeros. De reojo, miran a C¨¢diz: los establecimientos hoteleros gaditanos ¡ªunas 2.600 plazas¡ª han conseguido cerrar su ocupaci¨®n de los meses de julio y agosto con una media de un 60%, porque es destino habitual de vacaciones de turistas nacionales. ¡°Son datos aceptables en la situaci¨®n actual, si lo compar¨¢semos con 2019 ser¨ªa un desastre, claro est¨¢. C¨¢diz y Huelva son las provincias costeras que mejor se han comportado este verano en Andaluc¨ªa¡±, apunta Stefan De Clerck, director Hace Hoteles y presidente de la Asociaci¨®n Provincial de Hoteles de C¨¢diz.

A pesar de esas cifras, las pr¨®ximas semanas se ven con pesimismo. ¡°Tenemos una previsi¨®n de ocupaci¨®n para todo este mes de un 20% o 25%, cuando otros a?os nos sol¨ªamos mover en un 90%. La situaci¨®n est¨¢ francamente mal¡±, a?ade De Clerck, que ha cerrado temporalmente su hotel Duque de N¨¢jera por primera vez desde que abri¨® en 1996 y con el par¨¦ntesis impuesto por el estado de alarma. ¡°Ha sido muy duro para nosotros. Es un drama¡±, a?ade De Clerck, que no pone pa?os calientes a lo que ha supuesto para ¨¦l y sus trabajadores el cierre temporal de su establecimiento. Como ellos, miles de trabajadores miran a la primavera de 2021 con esperanzas de que puedan volver a abrir sus puertas a los turistas. Depender¨¢, como todo, de la evoluci¨®n de la crisis sanitaria. ¡°Al menos sabemos que hay ganas de venir, hay¡±, dice el director comercial del hotel Alay, que recibe muchas llamadas de clientes n¨®rdicos asegurando que volver¨¢n. ¡°Aqu¨ª les esperaremos¡±, sentencia.