Las ventajas de la promiscuidad para una empresa valorada en 50.000 millones de d¨®lares
El auge del comercio electr¨®nico convierte a Mercado Libre en la mayor compa?¨ªa argentina


Mercado Libre ya es la mayor empresa argentina. En julio, su valor burs¨¢til super¨® por primera vez los 50.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 42.000 millones de euros). El campe¨®n latinoamericano del comercio electr¨®nico se ha convertido en un ins¨®lito unicornio continental por una v¨ªa relativamente parad¨®jica: la cooperaci¨®n con sus competidores. Su base tecnol¨®gica discurre sobre los servidores de Amazon, recurre a Facebook para generar tr¨¢fico, tiene a eBay como accionista, a PayPal como socio en el mecanismo de pagos digitales y adapta sin problemas innovaciones del gigante chino Alibaba. ¡°La industria de la tecnolog¨ªa siempre ha sido promiscua¡±, dice Pedro Arnt, director financiero de la compa?¨ªa.
Como la mayor¨ªa de las empresas del ramo, Mercado Libre naci¨® de una simple idea y creci¨® en unas oficinas prestadas. Su fundador, Marcos Galperin (Buenos Aires, 1971), v¨¢stago de una dinast¨ªa de peleteros y curtidores, concibi¨® el proyecto mientras estudiaba en la Universidad de Stanford y lo puso en marcha en 1999. Por entonces, Amazon llevaba cinco a?os funcionando y era a¨²n una gran inc¨®gnita. Arnt, un licenciado de Oxford que se incorpor¨® a Mercado Libre en sus inicios, recuerda que al principio no hab¨ªa m¨¢s dinero que el aportado por familiares y amigos. Luego entraron firmas de capital riesgo y en 2001 recibieron un gran impulso de eBay, que se convirti¨® por un tiempo en el principal accionista. En 2007 realiz¨® una oferta p¨²blica de acciones. En 2017, Mercado Libre sustituy¨® a Yahoo en el ¨ªndice neoyorquino Nasdaq. En 2020 ha superado en valor burs¨¢til a antiguos colosos como General Motors y a su aliado-rival eBay.
Tambi¨¦n como otras empresas del ramo, Mercado Libre no da beneficios. En 2019 perdi¨® 172 millones de d¨®lares, m¨¢s que en 2018, cuando los n¨²meros rojos fueron de 36,5 millones. ¡°Habr¨¢ tiempo en el futuro para repartir ganancias, por ahora preferimos reinvertir muy agresivamente para seguir creciendo y generar ventajas competitivas¡±, afirma Arnt, para quien Mercado Libre puede llegar a valer ¡°dos o tres veces m¨¢s de lo que vale hoy¡±.
La pandemia ha acelerado las cosas. La compa?¨ªa argentina estiman que en unos meses se ha dado un salto equivalente a cuatro o cinco a?os. Con presencia en todo el continente (m¨¢s de la mitad de su negocio se realiza en Brasil y en M¨¦xico compite directamente con Amazon), hab¨ªa realizado en los ¨²ltimos a?os fuertes inversiones en sistemas de pago y en log¨ªstica propia. La apuesta permiti¨® adaptarse a la nueva situaci¨®n y aprovecharla. Incluso en un ¨¢mbito que no sol¨ªa ser el suyo, como el de los supermercados. Antes de marzo ocupaba entre el 1% y el 2% del mercado de alimentaci¨®n, seg¨²n los pa¨ªses; ahora oscila entre el 5% y el 9%.
La columna vertebral del negocio consiste en comercializar digitalmente los productos de millones de peque?as y medianas empresas y comercios tradicionales. ¡°Nosotros¡±, explica Arnt, ¡°no vendemos casi nada propio, quienes venden a trav¨¦s de Mercado Libre son, en su gran mayor¨ªa, peque?as empresas cuya supervivencia, sobre todo en el futuro pr¨®ximo, depender¨¢ de canales como el nuestro; eso nos hace cargar con una responsabilidad importante¡±. La compa?¨ªa cobra a esas peque?as empresas entre un 11% y un 16% del precio final como comisi¨®n; en el caso argentino, si aporta log¨ªstica y cr¨¦dito, el porcentaje puede llegar al 20%.
Mercado Pago, una de las ramas de Mercado Libre, protagoniza una r¨¢pida expansi¨®n. La billetera electr¨®nica y los pagos QR (c¨®digo de barras le¨ªdo por el tel¨¦fono) se han convertido en instrumentos habituales en una regi¨®n escasamente bancarizada. Atrae especialmente a quienes carecen de cuenta corriente o apenas la utilizan. ¡°Es un tipo de cliente que para los bancos no es rentable y para nosotros, que tenemos menores costos, s¨ª lo es¡±, se?ala el jefe financiero. Arnt es consciente de que en el futuro Mercado Pago y la banca tradicional acabar¨¢n compitiendo directamente y, de hecho, varios bancos est¨¢n lanzando ya sus propios sistemas QR. ¡°Pero creemos que el mercado es lo bastante grande para convivir¡±, a?ade.
El comercio electr¨®nico apenas supone el 5% del comercio total en Latinoam¨¦rica, lo que ofrece a Mercado Libre unas inmensas posibilidades de crecimiento. Esas posibilidades entra?an tambi¨¦n un riesgo: que la empresa argentina se convierta en un bocado demasiado apetecible para esos gigantes con los que ahora coopera, como Amazon y Alibaba. Seg¨²n Arnt, ¡°la l¨®gica de nuestra industria, que no es de suma cero por la r¨¢pida expansi¨®n del mercado, permite esa promiscuidad de cooperar con los rivales: mi ganancia no supone necesariamente una p¨¦rdida para mi competidor. Pero es igualmente cierto que somos el l¨ªder indiscutido en la regi¨®n y el n¨²mero uno en todos los mercados en que operamos. Aunque creemos que podemos ofrecer m¨¢s valor a nuestros accionistas como empresa independiente que adquiridos por un monstruo global y convertidos en una subsidiaria, las empresas se compran y se venden¡±.
Accionariado
Ahora mismo, la estructura accionarial de Mercado Libre es robusta. Los principales inversores son el fondo escoc¨¦s Baillie Gifford y el fondo estadounidense Capital, junto al fundador Marcos Galperin (retirado a principios de a?o de las tareas ejecutivas y residente en Uruguay), aunque la continua subida en el precio de las acciones ha propiciado una gran fragmentaci¨®n. La revalorizaci¨®n compensa la falta de dividendos.
Una ventaja adicional de la empresa es su conocimiento de unos mercados peculiares como los latinoamericanos, abundantes, seg¨²n cada caso, en aranceles o burocracias sindicales, y habituados a profundas crisis c¨ªclicas. ¡°Sabemos c¨®mo funcionar y los vaivenes macroecon¨®micos afectan menos a las industrias que crecen¡±, afirma Arnt. ¡°No dejamos de crecer durante el colapso argentino de 2001, ni durante la debacle venezolana, ni durante estos ¨²ltimos a?os dif¨ªciles para Brasil¡±.
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