La propuesta de reforma de Escriv¨¢ bajar¨ªa una media del 5,5% las nuevas pensiones
El texto que trabaja el Ejecutivo promete a Bruselas contener el gasto futuro de la Seguridad Social al pasar de 25 a 35 a?os el periodo de c¨®mputo de las prestaciones futuras
El Gobierno est¨¢ ultimando un documento sobre la pr¨®xima reforma de pensiones que tiene que enviar a Bruselas. El informe ya circula internamente en el Ejecutivo y contiene una promesa estrella y muy pol¨¦mica, sobre todo para Unidas Podemos y los sindicatos, que la rechazan de plano: el aumento del periodo de c¨®mputo de las nuevas pensiones de 25 a 35 a?os. Fuentes del Ejecutivo explican que en este texto no solo se explica la reforma. Tambi¨¦n se realiza un c¨¢lculo del impacto de esta medida en las nuevas pensiones: una rebaja media del 5,45% de las pensiones, aunque no de forma homog¨¦nea. Esta cifra implica que el Gobierno reconoce que la reforma supondr¨ªa una importante bajada de las pensiones futuras con respecto a lo que cobrar¨ªan los pensionistas si no se aplicara esa reforma, algo que ha generado un importante conflicto pol¨ªtico entre las dos almas del Gobierno. La reforma de las pensiones es uno de los asuntos m¨¢s destacados en la agenda del Gobierno.
El sistema de la Seguridad Social acumula d¨¦ficits desde 2011 y en los ¨²ltimos a?os esos n¨²meros rojos superan los 15.000 millones de euros al a?o por la insuficiencia de ingresos por cotizaciones, provocada por la destrucci¨®n de empleo de la crisis anterior y la tardanza en recuperarlo, y por la incorporaci¨®n de pensionistas con prestaciones m¨¢s altas. Y las autoridades comunitarias exigen una reforma para contener este agujero antes de que empiece a jubilarse la generaci¨®n del baby boom, a partir de 2023, que podr¨ªa empeorar el cuadro cl¨ªnico de las pensiones.
Para abordar la reforma, el sector socialista del Gobierno ha colocado encima de la mesa un debate que divide las dos almas del Gobierno y que supone un cambio sustancial para las pensiones del futuro: el aumento del llamado periodo de c¨®mputo para calcular las pensiones. Esto se ha plasmado en un documento que, por ahora, circula de forma interna entre los ministros. Pero en breve ir¨¢ al di¨¢logo social y se enviar¨¢ a Bruselas, por lo que pronto ser¨¢ p¨²blico.
Este incremento de uno de los par¨¢metros que determinan la pensi¨®n de jubilaci¨®n supondr¨ªa dar continuidad a lo iniciado en la reforma de 2011: el aumento del n¨²mero de a?os que se toma para calcular la pensi¨®n de 15 a?os a 25, punto que se alcanzar¨¢ en 2022. Ahora se plantea una aplicaci¨®n paulatina, es decir, afecta a las pensiones futuras (por ejemplo, a las de quienes ahora tienen 50 0 55 a?os), no a las actuales, uno de los principios habituales de estas reformas que se ha quebrado en pocas ocasiones (se rompi¨® en la que hizo el PP en 2013 cuando introdujo el ¨ªndice de revalorizaci¨®n y el factor de sostenibilidad).
La medida no aparece entre las recientes recomendaciones del Pacto de Toledo. La comisi¨®n parlamentaria para reformar las pensiones s¨ª aconsej¨® evaluar el impacto que tiene el incremento paulatino del c¨®mputo actual (el aprobado en 2011) o de la posibilidad de que los trabajadores escojan sus mejores a?os de cotizaci¨®n. Tambi¨¦n plantea el retraso de la edad real de jubilaci¨®n, el elemento del que m¨¢s se ha hablado hasta ahora. El ministro Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, apoyado por Nadia Calvi?o, la vicepresidenta econ¨®mica, ha explicado en las reuniones internas del Ejecutivo que Bruselas reclama, a cambio de ejecutar el gran fondo de reconstrucci¨®n que salvar¨¢ la econom¨ªa espa?ola, algunas reformas estructurales, en especial la de las pensiones.
Revalorizaci¨®n con el IPC
El Ejecutivo ha decidido mantener a toda costa la revaloraci¨®n con el IPC de las pensiones actuales, un asunto muy sensible ¡ªen 2021 subir¨¢n un 0,9%, en l¨ªnea con la inflaci¨®n prevista para el pr¨®ximo a?o¡ª y eso supone que el gasto sigue aumentando. Al incremento propio de la revalorizaci¨®n hay que a?adir el hecho de que cada vez hay m¨¢s pensionistas ¡ªaunque el coronavirus ha frenado la tendencia, esta se recuperar¨¢ pronto¡ª y que en estos momentos los nuevos jubilados suelen tener mejores carreras de cotizaci¨®n que quienes ya est¨¢n retirados.
El Gobierno necesita, explican Escriv¨¢ y Calvi?o, ofrecerle a Bruselas una garant¨ªa de que se va a contener en el futuro el gasto en pensiones. Y la f¨®rmula elegida es esta ampliaci¨®n de 25 a 35 a?os de los a?os para el c¨¢lculo de la pensi¨®n. Esto, en la mayor¨ªa de los casos, pero en especial en las personas con peores historias laborales, implica una reducci¨®n inmediata porque en los primeros a?os de vida laboral casi siempre se cotiza peor y se gana menos que en los ¨²ltimos. Hay una salvedad importante, que est¨¢ cobrando protagonismo ¨²ltimamente por el impacto de la crisis anterior: a quienes pierden su empleo en los ¨²ltimos a?os de la vida laboral y pasan ese tiempo en el paro les conviene tomar m¨¢s a?os de cotizaci¨®n.
El texto que ha enviado Escriv¨¢ a todos los ministros implicados en el ¨¢rea econ¨®mica del Gobierno es muy claro, seg¨²n diversas fuentes del Ejecutivo. Se?ala, seg¨²n estas fuentes, que se estima que el efecto de pasar de 25 a 35 a?os el periodo de c¨¢lculo para la pensi¨®n supondr¨¢, para las pensiones entre la m¨ªnima y la m¨¢xima, una reducci¨®n media de la pensi¨®n inicial del 5,45%. Este porcentaje est¨¢ dentro del rango de otros estudios similares, que los cifran entre el 3% y el 7%. Fuentes del Ejecutivo aclaran que esta bajada de las nuevas pensiones no ser¨¢ en ning¨²n caso homog¨¦nea. Esto se debe a que el periodo de c¨®mputo es solo uno de los par¨¢metros de la jubilaci¨®n. Hay otros como las bases de cotizaci¨®n (ligadas a los sueldos) o la edad que tambi¨¦n influyen.
Y, adem¨¢s, hay que tener en cuenta que ese es un escenario que puede variar. Por ejemplo, un aumento importante de sueldos podr¨ªa traducirse en un aumento de la pensi¨®n pese al incremento del periodo de c¨®mputo, aunque llegado el caso ser¨ªa menor que si se mantuviera la regulaci¨®n actual. Este ¨²ltimo supuesto es el que ha provocado un aumento de la pensi¨®n medida inicial en las ¨²ltimas d¨¦cadas pese a que el n¨²mero de a?os con que se calcula la prestaci¨®n ha subido bastante (en 1985 eran dos a?os).
Bruselas presiona para la reforma
Fuentes del Ministerio de Seguridad Social aclaran que este tipo de cuestiones est¨¢n en revisi¨®n y, en cualquier caso, se hablar¨¢n con los agentes sociales. Existe una posibilidad de que este impacto pueda ser corregido con la opci¨®n de que el trabajador pueda descartar del c¨¢lculo algunos a?os especialmente malos de cotizaci¨®n o incluso agujeros que ha podido tener por un periodo de desempleo o de situaci¨®n de precariedad m¨¢xima.
El documento final que se enviar¨¢ a Bruselas no est¨¢, por tanto, cerrado, seg¨²n estas fuentes, y ser¨¢ discutido seguramente en la comisi¨®n delegada de asuntos econ¨®micos de esta semana. En el ministerio de Escriv¨¢ insisten en que no van a hablar oficialmente de textos que se puedan manejar hasta que no est¨¦ el definitivo y se hable con los agentes sociales.
Sin embargo, la Uni¨®n Europea exige que se env¨ªen con claridad tanto las reformas previstas como su impacto real, por eso el documento que se ha trabajado internamente en el Gobierno tiene ese c¨¢lculo expl¨ªcito de la bajada del 5,45% de la pensi¨®n media.
Esta propuesta de reforma ya ha generado una tensi¨®n importante dentro del Ejecutivo. Pablo Iglesias, l¨ªder de Unidas Podemos, ha trasladado con claridad el mensaje al PSOE de que no podr¨¢ contar con los votos de este grupo para aprobar una ampliaci¨®n a 35 a?os del periodo de c¨¢lculo para las pensiones porque este grupo no va a aceptar una decisi¨®n que suponga bajar las pensiones, como se admite en el documento.
Desde Unidas Podemos proponen otras f¨®rmulas para solucionar el problema del aumento del gasto en pensiones, en particular el aumento de los ingresos para que cuadren las cifras, v¨ªa impuestos, y, sobre todo, quitando el tope de las cotizaciones m¨¢ximas (ahora en 4.070 euros mensuales).
Los sindicatos tambi¨¦n han trasladado ya al Gobierno que no podr¨¢n contar con su apoyo para una cuesti¨®n que ni estaba en el acuerdo de Gobierno PSOE-Unidas Podemos ni se ha planteado dentro del Pacto de Toledo. Lo han hecho de manera informal porque no se ha discutido oficialmente esta nueva reforma.
Sin embargo, en el sector socialista del Gobierno, y en especial en el equipo econ¨®mico liderado por Nadia Calvi?o, que tiene todo el apoyo del presidente en este momento, tienen muy claro que hay que dar garant¨ªas a Bruselas para lograr que llegue sin problemas el dinero esperado del fondo de recuperaci¨®n. Espa?a ya ha presupuestado ese dinero, y de hecho el Gobierno est¨¢ avanzando 27.000 millones de euros este a?o a cuenta de esa ayuda de 72.000 en tres a?os que llegar¨¢ de Bruselas. Por tanto, reformas de este tipo, como la de las pensiones, cuentan con el respaldo de La Moncloa y lo m¨¢s probable es que la semana que viene se env¨ªe a Bruselas un documento que contenga estas pol¨¦micas novedades.
A partir de ah¨ª, lo dif¨ªcil ser¨¢ llegar a un acuerdo en Espa?a para llevar adelante una reforma as¨ª. Sin apoyo de los sindicatos no es f¨¢cil seguir adelante y lograrlo no ser¨¢ sencillo. Primero est¨¢ su punto de partida, pero tambi¨¦n est¨¢ presente lo sucedido en 2011. Entonces CC OO y UGT pactaron con un Gobierno socialista de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero el retraso de la edad de jubilaci¨®n de 65 a 67 a?os y el aumento del periodo de c¨®mputo, y eso les pas¨® una factura interna importante. Y todav¨ªa lo complica m¨¢s no tener el respaldo de los 35 diputados de Unidas Podemos. La opci¨®n de sacarla adelante con el PP es ahora inviable.
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