Cuando el confinamiento golpe¨® la econom¨ªa
La pandemia ha puesto a prueba en 2020 la capacidad de resistencia de trabajadores, empresas y Gobiernos
Como si de un gran experimento de ingenier¨ªa social se tratara, la pandemia ha mostrado las consecuencias econ¨®micas de mantener a la poblaci¨®n confinada durante meses. El encierro se tradujo en ca¨ªdas del PIB de doble d¨ªgito, locales cerrados, aviones aparcados y un traslado de la oficina a los hogares en aquellos trabajos donde era posible. Gobiernos, bancos centrales e instituciones supranacionales como la Comisi¨®n Europea han llevado a cabo un esfuerzo sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial para rescatar la econom¨ªa.
Problemas como las secuelas de la guerra comercial, las turbulencias del Brexit, la crisis de la industria automovil¨ªstica y las tensiones geopol¨ªticas, que al comenzar el a?o parec¨ªan capaces de sumir al mundo en una preocupante ralentizaci¨®n econ¨®mica, se han empeque?ecido hasta difuminarse ante un virus que de forma justificada ha acaparado pr¨¢cticamente toda la atenci¨®n. En ese entorno de arenas movedizas, la econom¨ªa espa?ola ha estado entre las que m¨¢s ha sufrido, aunque los ERTE han evitado un escenario mucho m¨¢s negro para el empleo, y la aprobaci¨®n los Presupuestos tras a?os de bloqueo por la batalla pol¨ªtica, y la llegada de los fondos europeos deben poner a cicatrizar la herida una vez el virus se tope con la puerta cerrada de la inmunizaci¨®n colectiva.
Batacazo hist¨®rico del PIB. Para la econom¨ªa, 2020 ha sido algo parecido a lanzar una pelota desde un quinto piso. La ca¨ªda ha sido vertical y a toda velocidad. M¨¢s que la del rebote: el regreso tras el impacto contra el suelo no ha sido suficiente para volver a ver aparecer la bola en la ventana a la misma altura, y habr¨¢ que sumar el acumulado de los botes m¨¢s peque?os de 2021 y 2022 para volver a ver en 2023 los niveles previos a la pandemia. La volatilidad ha sido extrema. Tan dif¨ªcil ser¨¢ que el PIB espa?ol se desplome de nuevo en un solo trimestre un 17,8%, como sucedi¨® entre abril y junio, los meses del confinamiento duro que el planeta no olvidar¨¢, como que vuelva a crecer el 16,4%, el resultado de los tres meses siguientes, los de las reaperturas parciales y desconfiadas ante los rebrotes. El balance del ejercicio, sumados un primer trimestre que ya recogi¨® los primeros compases del virus, y un ¨²ltimo que no sumar¨¢ los frutos de la vacunaci¨®n masiva, ser¨¢ muy negativo: tanto el Gobierno como el Banco de Espa?a esperan que la ca¨ªda est¨¦ por encima del 11%, una de las m¨¢s pronunciadas de las econom¨ªas desarrolladas. Seg¨²n el FMI, la zona euro recular¨¢ un 8,3%, la econom¨ªa global se contraer¨¢ un 4,4%. y China ser¨¢ la gran ganadora de entre las grandes econom¨ªas, con una subida del 1,9%.
Los primeros Presupuestos desde 2018. Espa?a contar¨¢ a partir del 1 de enero con unos nuevos Presupuestos, los primeros que ven la luz en m¨¢s de dos a?os y los m¨¢s expansivos de la historia, dise?ados para dar respuesta a la peor debacle econ¨®mica desde la Guerra Civil. Desde 2016 Espa?a no empezaba el a?o con unas nuevas cuentas p¨²blicas debido a la inestabilidad pol¨ªtica de los ¨²ltimos a?os. Hasta ahora, segu¨ªan prorrogadas las dise?adas por el PP en 2018. Todos los intentos para tener unas nuevas cuentas por parte del Ejecutivo de coalici¨®n hab¨ªan fracasado desde entonces: el proyecto de ley para 2019 fue rechazado, y este a?o ni siquiera se lleg¨® a presentar a causa de la crisis sanitaria.
El gasto total asciende a 550.484 millones, con subidas generalizadas en todas las partidas y especial acento en las de naturaleza social. La inversi¨®n p¨²blica duplicar¨¢ la de 2020, hasta los 39.000 millones, empujada por el in¨¦dito ca?onazo de las ayudas europeas. Tambi¨¦n se prev¨¦ que la recaudaci¨®n toque m¨¢ximos, al rebasar los 222.100 millones. El Gobierno conf¨ªa el grueso de este avance a una vigorosa recuperaci¨®n del PIB en 2021, y otra parte a los cambios fiscales que va a poner en marcha -como el alza del IRPF a las rentas m¨¢s altas, las tasas Google y Tobin, nuevos tributos verdes o la subida del IVA a las bebidas azucaradas-.
Por primera vez, eurobonos. Los Veintisiete afrontan la mayor recesi¨®n desde la fundaci¨®n de la Uni¨®n Europea con un fondo de recuperaci¨®n que asciende a 750.000 millones de euros. El instrumento, del que Espa?a podr¨¢ obtener 140.000 millones, se financiar¨¢ mediante la primera emisi¨®n masiva de eurobonos que realizar¨¢ la Comisi¨®n Europea. A pesar de las reticencias de los halcones, m¨¢s de la mitad de los recursos ser¨¢n ayudas a fondo perdido que los pa¨ªses ir¨¢n recibiendo a lo largo de tres a?os. A cambio, las capitales se comprometen a inversiones para transformar sus econom¨ªas ¨Cen especial en los ¨¢mbitos verde y digital¡ª y a ejecutar reformas acordadas con el Ejecutivo comunitario. Ese monto se complementa con otras ayudas europeas, entre ellas, el llamado fondo SURE para ayudar a los pa¨ªses a financiar sus sistemas de protecci¨®n temporal de empleo.
Surge un frente contra los excesos de las tecnol¨®gicas.. Pocas veces los tres grandes bloques mundiales coinciden en algo al mismo tiempo. Este 2020 lo han hecho en la vigilancia a los gigantes digitales. Bruselas lleva a?os abriendo investigaciones y sancionando excesos de Google, Facebook, Apple o Amazon, especialmente desde la llegada de la danesa Margrethe Vestager al puesto de comisaria de Competencia. La novedad es que Washington y Pek¨ªn han dejado de hacer la vista gorda a los abusos de posici¨®n dominante. La Comisi¨®n Federal de Comercio de EE UU present¨® hace tres semanas una demanda contra Facebook junto a los fiscales de 48 Estados del pa¨ªs. En ella, instan a la firma de Mark Zuckerberg a deshacerse de Instagram y WhatsApp para reducir su tama?o y su dominio de mercado. Hace solo una semana, explotaba otra bomba: China anunciaba la apertura de una investigaci¨®n a Alibaba, la mayor tecnol¨®gica del pa¨ªs, por pr¨¢cticas monopol¨ªsticas, despu¨¦s de recibir quejas de que obliga a los vendedores a operar en exclusiva en su plataforma, da?ando a sus rivales y la libre competencia. 2021 puede ser, por tanto, un a?o de nuevas pesquisas a los grandes de la Red, en medio del complejo debate abierto sobre c¨®mo contener su inmenso poder.
ERTE: el paraguas de la crisis. Los espa?oles han aprendido una nueva palabra en 2020: ERTE. En realidad son las siglas de Expediente de Regulaci¨®n Temporal de Empleo y han marcado el mercado laboral desde que en marzo explot¨® la pandemia y se aplicaron severas restricciones a la actividad econ¨®mica. Los ERTE han sido el paraguas que ha protegido el empleo y ha contenido una destrucci¨®n masiva como la observada en crisis anteriores. Algo que se observ¨® en las primeras semanas, cuando se evaporaron casi un mill¨®n de puestos de trabajo. Pero al mismo tiempo se multiplicaron las empresas que recurrieron a los ERTE: lleg¨® a superar el medio mill¨®n, y a finales de abril lleg¨® a haber 3,5 millones de trabajadores con contratos suspendidos y jornadas reducidas. Estas cifras se han movido al ritmo que han marcado las olas de la epidemia y las restricciones econ¨®micas para frenar al coronavirus. En verano bajaron los afectados y en oto?o han vuelto a crecer, hasta los 750.000 que se alcanzaron en noviembre.
Espa?a no ha hecho nada que no haya hecho buena parte de Europa. Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Dinamarca¡ todos han recurrido a f¨®rmulas parecidas para proteger a la empresas y mantener las rentas de sus trabajadores. El esfuerzo es ingente. En Espa?a puede costar unos 30.000 millones de euros, seg¨²n el ministro de Seguridad Social, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢.
Su aplicaci¨®n ha tropezado con problemas serios. Una Administraci¨®n desbordada ante la avalancha de peticiones ha tenido errores (tambi¨¦n las empresas que lo ped¨ªan) que han retrasado el cobro de las prestaciones a miles de trabajadores, en situaciones en muchos casos dram¨¢ticas. Esto llev¨® al secretario general de CC OO, Unai Sordo, a advertir que ¡°lo que est¨¢ bien a nivel pol¨ªtico se puede perder por una gesti¨®n deficiente¡±.
Nace el ingreso m¨ªnimo vital. Espa?a empez¨® a desplegar este a?o una nueva pata del Estado de bienestar: el ingreso m¨ªnimo vital, una renta para socorrer a las familias vulnerables. El Ejecutivo lo aprob¨® en mayo y supone una ayuda a los hogares que va de los 462 euros para los adultos que viven solos a los 1.015 en el caso m¨¢ximo. La renta completa los ingresos familiares hasta llegar a esas cantidades, no es una prestaci¨®n por esa cuant¨ªa. A pesar de las cr¨ªticas, la ley que lo regula recibi¨® en el Congreso el respaldo de casi todos los grupos salvo Vox, que se abstuvo. Pero ese hito se ha visto oscurecido por lo lejos que se encuentra el despliegue de su objetivo inicial.
La meta se?alada por el ministro Escriv¨¢ era llegar a 850.000 familias compuestas por 2,3 millones de personas. El desembolso previsto ascend¨ªa a unos 3.000 millones al a?o. Sin embargo, los ¨²ltimos datos cifraban en torno a las 160.000 las ayudas reconocidas. De junio hasta ahora, el Gobierno ha tenido que hacer cambios para facilitar el acceso y todav¨ªa se esperan m¨¢s en la tramitaci¨®n parlamentaria. Tambi¨¦n el atasco en las oficinas del instituto p¨²blico ha tenido su papel.
Una medida como el ingreso m¨ªnimo hab¨ªa sido reclamada por la Comisi¨®n Europea y otros ¨®rganos internacionales. En Espa?a exist¨ªan desde hace a?os rentas similares en las comunidades, pero su implantaci¨®n ha sido extraordinariamente desigual. Hay autonom¨ªas, como el Pa¨ªs Vasco, en las que se calcula que esas ayudas llegan al 70% de los hogares considerados pobres; en Espa?a, la media llegar¨ªa al 10%.
Teletrabajo: la oficina en casa. Las limitaciones de movilidad y de reuni¨®n provocadas por el coronavirus tuvieron un impacto directo en el desempe?o de muchos trabajadores, que de la noche a la ma?ana se vieron obligados a convertir en lugar de trabajo las dependencias de sus hogares. Seg¨²n Randstad, tres millones de personas tuvieron que adaptarse a lo largo de 2020 a una modalidad de empleo que un a?o antes reun¨ªa apenas a un mill¨®n de empleados. El nuevo paradigma del trabajo remoto, sin apenas recorrido en Espa?a, parece haber llegado para quedarse m¨¢s all¨¢ de la pandemia, por lo que su regulaci¨®n result¨® objeto de debate hasta dar como resultado la Ley del trabajo a distancia, aprobada el 22 de septiembre, que recoge su voluntariedad y la imposibilidad de que los trabajadores que se decanten por ella cobren menos o tengan peores condiciones a las pactadas.
Los m¨¢rgenes que establecen el comienzo y el final de la jornada laboral han hecho aflorar un mal recurrente en cualquier gesti¨®n remota del empleo: la desconexi¨®n digital. Seg¨²n NordVPN, proveedor de servicios de red privada virtual, cada trabajador ha dedicado dos horas m¨¢s a su jornada que cuando acud¨ªa a la oficina, lo que ha llevado a que, seg¨²n un estudio de Funcas, solo tres de cada diez prefieran continuar teletrabajando a volver a la oficina.
Esta nueva realidad laboral ha impactado fuertemente no solo en la empresa privada, sino tambi¨¦n en la Administraci¨®n P¨²blica, donde la avalancha de tramitaciones colaps¨® el funcionamiento de una instituci¨®n insuficientemente informatizada. A pesar de ello, el 1 de octubre entr¨® en vigor la reforma del texto refundido de la Ley del Estatuto B¨¢sico del Empleado P¨²blico (EBEP), en el que se fijan nuevas variables laborales para los m¨¢s de dos millones y medio de empleados p¨²blicos. Adem¨¢s de la posibilidad de acogerse a la f¨®rmula del trabajo a distancia de manera voluntaria y reversible, los medios t¨¦cnicos para su desempe?o deb¨ªan ser provistos por la Administraci¨®n, as¨ª como su mantenimiento.
El turismo ante su peor a?o. Entre los sectores que m¨¢s han sufrido la dentellada del coronavirus est¨¢n el turismo y la hosteler¨ªa. El origen del desplome se debe en ambos casos a las restricciones a la movilidad, tanto nacional como internacional. Con la nueva normalidad hubo una cierta recuperaci¨®n, truncada con la segunda ola de contagios y la vuelta de las restricciones. La consecuencia ha sido un hundimiento en la llegada de turistas y de los ingresos generados en 2020 superior al 75%. ¡°Es una situaci¨®n dram¨¢tica y lo peor es que muchas empresas no llegar¨¢n con vida a la recuperaci¨®n¡±, lamenta Jos¨¦ Luis Zoreda, vicepresidente del lobby tur¨ªstico Exceltur.
En el caso de la hosteler¨ªa, tambi¨¦n sufre la falta de turistas, especialmente en los destinos m¨¢s demandados por los viajeros extranjeros. Aunque en el resto ha podido amortiguar en parte el golpe gracias al consumo local. Eso s¨ª, la ca¨ªda de los ingresos ha sido notable igualmente. Seg¨²n Hosteler¨ªa de Espa?a, se han esfumado la mitad de los casi 130.000 millones facturados en 2019, lo que ha provocado el cierre de unos 85.000 establecimientos, cifra que amenaza con subir a 100.000 en los pr¨®ximos meses.
Con el turismo y la hosteler¨ªa como puntales de la econom¨ªa espa?ola, el impacto en el mercado laboral ha sido inevitable. ¡°Creo que en esta ocasi¨®n hemos sido capaces de proteger mejor los empleos que en la anterior crisis gracias a un mecanismo como el de los ERTE¡±, subraya a EL PA?S la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. No todos lo ven as¨ª. ¡°No hemos sido capaces de amortiguar el golpe, especialmente en los principales destinos tur¨ªsticos¡±, argumenta Juan Ignacio Pulido, director del Laboratorio de An¨¢lisis e Innovaci¨®n Tur¨ªstica de la Universidad de Ja¨¦n.
Para m¨¢s inri, la industria tur¨ªstica sigue sin ver la luz al final del t¨²nel. Seg¨²n las previsiones de Funcas, al sector le queda una larga traves¨ªa por el desierto. ¡°Las vacunas solo permitir¨¢n el regreso de una parte de los viajeros. En 2022 estaremos todav¨ªa en el 80% de lo que hab¨ªa antes de la pandemia, probablemente menos incluso en las islas al depender m¨¢s del avi¨®n¡±, sostuvo hace unas semanas Raymond Torres, director de coyuntura y an¨¢lisis internacional de la fundaci¨®n de las cajas de ahorro. Se cierra un mal a?o y se abre otro muy complicado.
Banca: Un a?o de fusiones. Los gestores de los bancos no olvidar¨¢n 2020. Para todos ha sido un reto asumir una crisis imprevista, que empez¨® como sanitaria y se convirti¨® en econ¨®mica. Las ayudas p¨²blicas a los m¨¢s afectados y del Banco Central Europeo inyectando pasivo a las entidades y suavizando sus reglas, puede evitar que se repita lo vivido entre 2008 y 2012, pero ha cambiado el mapa para siempre. Para algunos, como los responsables de Bankia, porque la implantaci¨®n por largo tiempo de los tipos de inter¨¦s negativos les hizo aceptar ser absorbidos por CaixaBank y renunciar a su proyecto de banco independiente. As¨ª nacer¨¢ el mayor banco en Espa?a. Otros, como Carlos Torres, presidente del BBVA, lo recordar¨¢n porque rechaz¨® comprar el Sabadell por 2.500 millones, pese a que sus recursos propios suman 12.000 millones. El banco dispon¨ªa de recursos porque en junio ingresar¨¢ 10.000 millones de d¨®lares por la venta de su filial en Estados Unidos. A Josep Oliu, responsable de la entidad catalana, la operaci¨®n abortada con el banco vasco le puede costar la presidencia ejecutiva (pasar¨¢ a ser chairman en el primer trimestre de 2021). A esos movimientos se suman la salida de su hombre fuerte durante 13 a?os, Jaime Guardiola, que deja la entidad con 24 millones de fondo de pensiones, y la llegada de C¨¦sar Gonz¨¢lez-Bueno, exjefe de ING que presentar¨¢ su plan estrat¨¦gico en febrero o marzo con tres objetivos: rentabilidad, eficiencia y digitalizaci¨®n.
Entre la banca mediana ha destacado la fusi¨®n de Unicaja y Liberbank, que han mantenido unas largu¨ªsimas (y segundas) negociaciones para integrarse y formar el quinto banco espa?ol.
Para todo el sector ser¨¢ un a?o marcado por el veto al pago de dividendos (para atesorar provisiones para el futuro deterioro de sus balances por el previsible repunte de la morosidad) y los ajustes de empleo para ganar una rentabilidad cada vez m¨¢s incierta. Pero lo m¨¢s traum¨¢tico desde el punto de vista laboral y de estructura de negocio es que en 2020 se ha superado la barrera de las 100.000 salidas netas de trabajadores desde la Gran Recesi¨®n teniendo en cuenta las altas y las bajas, hasta dejar las plantillas en 173.447 empleados. El proceso parece imparable y en los pr¨®ximos meses podr¨ªa suponer la salida de al menos 20.000 trabajadores m¨¢s por las fusiones en marcha y los ERE de casi todos los bancos para compensar las miles de oficinas que ya no volver¨¢n a abrir por el avance de la digitalizaci¨®n tras el confinamiento. El sector financiero entra en una nueva era.
Con informaci¨®n de M. V. G¨®mez, ?. de Barr¨®n, L. Delle Femmine, LL. Pellicer, G. R. P¨¦rez y H. Guti¨¦rrez.
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