Para gastar m¨¢s, hay que ingresar m¨¢s

Una traducci¨®n sencilla de la ¡°regla de gasto¡± presupuestaria es que si se quiere gastar m¨¢s, hay que ingresar algo m¨¢s que m¨¢s. Es l¨®gico que en su estreno un Gobierno reparta alegr¨ªa. Pol¨ªticamente, se debe a sus votantes. Y econ¨®micamente, el mayor gasto, ergo mayor consumo, ergo mayor demanda agregada, sostiene la coyuntura.

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Este Gobierno sigue la pauta. Ya ha subido las pensiones (un 0,9%); ha incrementado, m¨¢s moderadamente (5,5%) que la ¨²ltima vez (22%) y ahora de forma pactada, el salario m¨ªnimo, hasta 950 euros (tambi¨¦n para contratados del sector p¨²blico); y ha subido los sueldos de los funcionarios, un 2%: asimismo, de rebote, los auton¨®micos. Por eso, para acallar resquemores de los barones, anunci¨® el mismo d¨ªa los anticipos.

Pero su ¨¦xito ¡ªy de todo el pa¨ªs¡ªdepende de que ese festival social se compense con ingresos a¨²n mayores. Que exigir¨¢n que algunos/bastantes se rasquen el bolsillo para que muchos/la mayor¨ªa queden rescatados de la cuneta y/o vivan mejor .

Si no, iremos mal. Ya perdimos presupuestariamente 2019: hubo m¨¢s gasto, por ejemplo en pensiones. Pero como no se aprob¨® presupuesto no se pudo aumentar los tipos de los grandes impuestos (IRPF, IVA, Sociedades) en la ley presupuestaria.

Y como no hab¨ªa mayor¨ªa estable, no se pudo crear ning¨²n impuesto ¡ªeso requiere ley espec¨ªfica¡ª de nueva generaci¨®n como la tasa Google, la tasa Tobin o la tasa verde: se evaporaron 5.000 millones te¨®ricos. A cambio, la pr¨®rroga presupuestaria, m¨¢s exigente si se quiere gastar m¨¢s, cercen¨® inversiones (4.000 millones en ADIF): tristeza econ¨®mica, alivio financiero.

En resumen, habr¨¢ sido casi un milagro que 2019, contra lo que sostienen los catastrofistas, desborde poco el objetivo de d¨¦ficit (un 2%) hasta el 2,5%, como prev¨¦n Bruselas y el Banco de Espa?a; o al 2,2%, seg¨²n la Autoridad Fiscal independiente (AIReF). Pero corremos el riesgo, casi la certeza, de perder ¡ªen igual sentido¡ª al menos la mitad de 2020. T¨¦cnica y procesalmente es menos que probable aprobar un presupuesto mucho antes del verano, como ya ha advertido el presidente del Gobierno.

Gastamos ya m¨¢s. Pero ni las subidas de impuestos pueden decidirse hasta entonces ni tampoco servir¨¢n para recaudar m¨¢s en 2020 (IRPF o Sociedades), salvo si se toca el IVA. Ni las nuevas tasas ¡ªtransacciones financieras (Tobin), Google, verde¡ª se pueden implantar sin ley ad hoc.

Queda un recurso para anticipar ingresos y hacer pedagog¨ªa del binomio gasto/ingreso: aplicar r¨¢pido la reducci¨®n de parte de los beneficios fiscales de 60.000 millones (exenciones y deducciones, el queso emmental). Lo postula la AIReF ¡ªDios la conserve en su seriedad t¨¦cnica y solvente¡ª en sus ex¨¢menes de gasto o spending review, tan alabados oficialmente. Y que en un mes perfeccionar¨¢ su evaluaci¨®n. Pero esto conllevar¨¢ pocas alegr¨ªas. Al rev¨¦s, algunos llantos y broncas.