El FMI afirma que el gasto social en Espa?a ayuda poco a las rentas bajas y a los j¨®venes
Los pensionistas y las clases medias son los m¨¢s favorecidos. Hace falta mejorar la redistribuci¨®n enfoc¨¢ndola en los m¨¢s vulnerables, sostiene un estudio del Fondo Monetario Internacional
Ahora que el nuevo Gobierno ha fijado la pol¨ªtica social como una prioridad, el FMI publica este jueves un informe en el que valora la efectividad del gasto social en Espa?a. Y considera que existe margen para reordenarlo, coordinarlo entre comunidades y mejorarlo. Se ayuda poco a las rentas bajas y a los j¨®venes. En cambio, se favorece a los pensionistas y a las clases medias. Hace falta ¡°mejorar la redistribuci¨®n enfoc¨¢ndola en los m¨¢s vulnerables¡±, concluye. En un contexto de elevada deuda y presiones sobre el gasto por el envejecimiento, el Fondo admite que es necesario elevar los desembolsos en algunas ¨¢reas. Pero a?ade que no basta solo con mejorar el gasto social: tambi¨¦n hay que reformar el mercado laboral para acabar con la dualidad entre fijos y temporales.
¡°Un examen de la eficiencia podr¨ªa dar mejores resultados por el mismo coste¡±, sostiene el Fondo Monetario Internacional. El estudio se?ala que las pensiones suponen la principal partida p¨²blica y que son ¡°bastante generosas¡±. En porcentaje del PIB se gasta en l¨ªnea con la media de la UE. Sin embargo, seg¨²n apunta el Fondo, son m¨¢s altas si se mira cu¨¢l es la prestaci¨®n sobre el salario medio o cu¨¢nto se mantiene del ¨²ltimo salario. Las de viudedad tambi¨¦n est¨¢n por encima. Como resultado, la pobreza de los mayores es baja. ¡°Los pensionistas han estado bien protegidos de la crisis¡±, recuerda el organismo con sede en Washington.
Poblaci¨®n en riesgo de pobreza
En porcentaje sobre el total
La pobreza golpea desde la crisis especialmente a los j¨®venes
40
30
18-24 a?os
25-54
20
55-64
M¨¢s de 65
10
0
08
09
10
11
12
13
14
16
17
15
?C¨®mo afecta el gasto social
a la desigualdad?
Reducci¨®n del coeficiente de Gini que se logra al aumentar el gasto social un punto del PIB. El coeficiente de Gini es un indicador de la desigualdad en el que los valores m¨¢s peque?os indican menor desigualdad.
0
0,5
1,0
1,5
2,5
2,5
3,0
Media UE
1,29
Espa?a
Irlanda
La efectividad del gasto social para reducir la desigualdad es menor en Espa?a que la media europea
Fuente: Eurostat, EuroMOD.
EL PA?S
Poblaci¨®n en riesgo de pobreza
En porcentaje sobre el total
La pobreza golpea desde la crisis especialmente a los j¨®venes
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18-24 a?os
25-54
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M¨¢s de 65
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?C¨®mo afecta el gasto social
a la desigualdad?
Reducci¨®n del coeficiente de Gini que se logra al aumentar el gasto social un punto del PIB. El coeficiente de Gini es un indicador de la desigualdad en el que los valores m¨¢s peque?os indican menor desigualdad.
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Media UE
1,29
Espa?a
Irlanda
La efectividad del gasto social para reducir la desigualdad es menor en Espa?a que la media europea
Fuente: Eurostat, EuroMOD.
EL PA?S
Poblaci¨®n en riesgo de pobreza
En porcentaje sobre el total
La pobreza golpea desde la crisis especialmente a los j¨®venes
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2015
?C¨®mo afecta el gasto social a la desigualdad?
Reducci¨®n del coeficiente de Gini que se logra al aumentar el gasto social un punto del PIB. El coeficiente de Gini es un indicador de la desigualdad en el que los valores m¨¢s peque?os indican menor desigualdad.
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Media UE
1,29
Espa?a
Irlanda
La efectividad del gasto social para reducir la desigualdad es menor en Espa?a que la media europea
Fuente: Eurostat, EuroMOD.
EL PA?S
Sin embargo, la instituci¨®n cree que la sostenibilidad de las pensiones est¨¢ en riesgo a menos que se tomen medidas. Las reformas de 2011 y 2013 habr¨ªan mantenido el gasto controlado a pesar de una demograf¨ªa adversa, defiende el FMI. Pero a la vez constata que estas medidas no han sido socialmente aceptadas. Y ello a pesar de que la tasa de beneficio que brinda el sistema a¨²n habr¨ªa superado la de la mayor¨ªa de pa¨ªses europeos. Si no se cambia nada, el coste de las pensiones se disparar¨¢ en tres o cuatro puntos de PIB ¡ªhasta en 50.000 millones de hoy¡ª. Implicar¨ªa casi triplicar el d¨¦ficit p¨²blico. Para poder asegurar las prestaciones de jubilaci¨®n, el Fondo receta alargar la vida laboral, elevar los ingresos sin aumentar las ya elevadas cotizaciones e incentivar el ahorro complementario.
Por otra parte, el documento considera que las prestaciones contributivas por desempleo son ¡°adecuadas¡±. Seg¨²n algunas comparativas, incluso pueden juzgarse ¡°bastante generosas¡± en la duraci¨®n y cantidades concedidas. Y su gasto es elevado debido al alt¨ªsimo paro.
Sin embargo, falta una red que asista cuando fallan estas patas del Estado del bienestar. Se gasta poco en pol¨ªticas sociales dirigidas a los que est¨¢n en riesgo de pobreza. Para los que se quedan sin prestaci¨®n, existe el subsidio de paro nacional y las rentas m¨ªnimas de inserci¨®n auton¨®micas. Pero con la crisis se ha endurecido el acceso y ¡°el objetivo de la inclusi¨®n social parece haber sido relegado a un segundo nivel de prioridad¡±, afirma. Adem¨¢s, los resultados de estos programas dependen mucho de la capacidad de los servicios de empleo regionales para proveer una asistencia personalizada. Y esta ha sido muy desigual por comunidades, subraya.
Las ayudas de renta m¨ªnima apenas consiguen acercar los ingresos de los beneficiarios al 30% de la renta media disponible, salvo en unas pocas comunidades. Y la cobertura se queda muy por debajo de los hogares que lo necesitan. En muchas autonom¨ªas solo cubren entre el 1% y el 3% de las familias. En opini¨®n del FMI, la debilidad de estos esquemas de protecci¨®n radica en que no se pondera bien factores como si el hogar es monoparental, el n¨²mero de hijos, las discapacidades o la necesidad de vivienda. Se entregan pocos beneficios a los ni?os que lo necesitan, lamenta. Para colmo, la administraci¨®n de estas ayudas tiene reglas complejas, carece de requisitos claros de elegibilidad y se enfrenta a dificultades para determinar los verdaderos ingresos, en una velada referencia a la abundante econom¨ªa sumergida.
En definitiva, el gasto est¨¢ por debajo del de pa¨ªses similares en la lucha?contra la exclusi¨®n social, en las ayudas a las familias y en las pol¨ªticas de vivienda. Y ¡°la asistencia social no ha sido del todo efectiva a la hora de aliviar la pobreza¡±, dice. El FMI destaca que Espa?a tiene una ratio elevada de ni?os en riesgo de pobreza y que un n¨²mero importante de parados y gente con baja formaci¨®n se concentra en el sur.
¡°Mientras que las pensiones y el sistema contributivo de desempleo permanecen centralizados, el resto de la protecci¨®n social se ha convertido en un complejo mosaico de redes de apoyo en diferentes niveles debido, sobre todo, a su estructura descentralizada¡±, recalca. Y a?ade que hay grandes diferencias en las rentas m¨ªnimas por comunidades, en parte por el coste de la vida y en parte por decisiones pol¨ªticas.
En general, se da una escasa redistribuci¨®n y la desigualdad se corrige poco tras los impuestos y transferencias sociales en comparaci¨®n con otros pa¨ªses. Las pensiones ¡°tienen como objetivo mantener los ingresos del beneficiario¡± y, por tanto, redistribuyen poco al preservar las rentas de los que ya tienen. Y lo mismo sucede con las prestaciones de paro: abonan m¨¢s cuanto m¨¢s se haya trabajado y ganado. El informe asegura que ¡°las clases medias tienden a ganar de la redistribuci¨®n en una proporci¨®n igual o mayor que las rentas bajas¡±. Y otro dato fruto de no condicionar lo suficiente las ayudas a la renta: el 40% m¨¢s pobre solo recibe un 30% de los beneficios a las familias.
"Las pensiones son las que ayudan a sostener los ingresos de las familias y no las ayudas sociales", explica Svetlana Vtyurina, autora del informe. El Fondo denuncia que se est¨¢?creando un problema intergeneracional en la medida en que gracias a las pensiones p¨²blicas la redistribuci¨®n es mejor para los mayores. A los j¨®venes se les deja en una situaci¨®n de desventaja, asevera. Y agrega que mantener tal nivel de prestaciones de jubilaci¨®n sin hacer reformas no es sostenible y se producir¨ªa a costa de unos j¨®venes ya perjudicados.
La renta m¨ªnima que propone la Autoridad Fiscal puede ser una soluci¨®n. Pero a juicio del FMI debe compaginarse antes con una revisi¨®n del conjunto que consiga ganar en eficiencia, eliminar solapamientos y coordinar a las comunidades. Y cualquier aumento del gasto debe ser financiado de manera sostenible, indica. A diferencia de lo que sucede en otros pa¨ªses, en Espa?a hay una escasa financiaci¨®n privada de estas pol¨ªticas, en particular en pensiones y sanidad.
Educaci¨®n, sanidad y reforma laboral
En cuanto a la sanidad p¨²blica, presenta unos buenos resultados, contribuye a la equidad y muestra una gran eficiencia en el gasto, si bien existen algunas disparidades regionales. El FMI resalta que el sistema de copagos en las medicinas penaliza a los trabajadores de rentas bajas, que no reciben la ayuda que s¨ª obtienen los pensionistas con ingresos similares.
Pese a que la educaci¨®n debe asegurar la igualdad de oportunidades, el gasto es relativamente bajo y sus resultados son peores que en otros pa¨ªses europeos. Adem¨¢s, hay barreras a la movilidad intergeneracional: el 55% de los hijos de padres con formaci¨®n baja no consiguen mejorar el grado de educaci¨®n de sus progenitores y no llegan a aprobar la secundaria. El abandono escolar es uno de los m¨¢s altos de la OCDE y los universitarios tienen dificultades para encontrar empleos adecuados a sus estudios, se?ala el informe. Tambi¨¦n incide en que persisten las diferencias regionales y que la calidad del profesorado deber¨ªa mejorarse. El Fondo recuerda que los desacuerdos pol¨ªticos han detenido las reformas en esta materia. Y que las pol¨ªticas para reciclar y reincorporar parados tampoco son particularmente efectivas.
En resumen, los m¨¢s vulnerables son los que menos apoyo reciben. Pero el gasto social no debe ser la ¨²nica herramienta, advierte la instituci¨®n que dirige Kristalina Georgieva. Es esencial hacer m¨¢s inclusivo el mercado laboral. ¡°La gran diferencia en los costes de despido entre fijos y temporales contin¨²a siendo la causa de que las empresas ofrezcan pocos contratos indefinidos¡±, dice el an¨¢lisis. Y recomienda que se acorten esas diferencias sin aumentar las indemnizaciones. Para hacerlo argumenta que puede desarrollarse la mochila austriaca que propone la vicepresidenta Nadia Calvi?o: una?cuenta personal del trabajador en la que la empresa abonar¨ªa una parte del despido por adelantado y que el empleado puede llevarse consigo.
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