BlaBlaCar se sube al autob¨²s para despegar

El pasado a?o no fue el mejor para viajar y menos en coche compartido, la principal l¨ªnea de negocio de BlaBlaCar. La crisis sanitaria hizo que la start-up francesa se bajara del coche y se montara en una monta?a rusa. Sin comunicar datos de facturaci¨®n ni en el mundo ni en Espa?a, Florent Bannwarth, director de Operaciones de BlaBlaCar para la Pen¨ªnsula, apunta que ¡°en Espa?a 2020 empez¨® a buen ritmo con un crecimiento del 18%. Luego, durante el confinamiento total nos quedamos a cero, en julio y agosto recuperamos entre un 50% y un 60% de un verano normal y despu¨¦s, con los cierres perimetrales, volvimos a caer¡±.

Unas subidas y bajadas que se han traducido en una ca¨ªda del 60% del negocio, mientras que en el mundo el descenso se sit¨²a en un 30%. El descalabro global se amortigu¨® por el crecimiento experimentado en M¨¦xico, Brasil, Rusia o Ucrania. ¡°En estos pa¨ªses la pandemia lleg¨® m¨¢s tarde y algunos no pusieron restricciones a la movilidad. Tambi¨¦n nos ha valido el ¨¦xito de otras nuevas v¨ªas de negocio como la de los viajes en autob¨²s¡±, afirma el directivo de la tecnol¨®gica.

Pese a la profunda ca¨ªda en el mercado espa?ol, donde llegaron en 2010, aparece en el segundo puesto del podio, despu¨¦s de Francia, en una lista de 22 pa¨ªses en los que opera. Cuenta con 6 millones de usuarios de un total de 90 millones en todo el mundo, que representan el 15% de la facturaci¨®n global, con una plantilla de 20 trabajadores, de los 700 que asume en total.

Considerada como una de las start-ups de m¨¢s ¨¦xito, su valor actual de mercado ronda los 2.000 millones de d¨®lares (unos 1.700 millones de euros) y, pese a todo, sigue siendo objeto de deseo de los inversores. As¨ª, una vez m¨¢s, y esta es la octava en 15 a?os de vida, la empresa francesa se ha lanzado a una nueva ronda de inversi¨®n. Una estrategia recurrente que no pon¨ªa en pr¨¢ctica desde 2018 y que hasta este a?o suma un total de m¨¢s de 600 millones de euros. La de 2020 ha reportado 97 millones de euros y est¨¢ liderada por la compa?¨ªa de inversi¨®n sueca VNV Global, adem¨¢s de la sociedad Otiva J/F AB y FMZ Ventures, fondo del expresidente de inversiones de Alibaba Group. Esta ronda de inversi¨®n podr¨ªa ser la ¨²ltima si la compa?¨ªa, como viene anunciando desde hace tiempo, cierra su plan de salida a Bolsa. ¡°Cotizar est¨¢ sobre la mesa, pero antes tenemos que recuperar la rentabilidad como grupo y que los ingresos superen a los gastos¡±, explica Bannwarth.

Mientras tanto, BlaBlaCar aspira a convertirse en una empresa de transporte multimodal, para lo que se enfrenta a nuevos retos, pero tambi¨¦n a ampliar y recuperar, sobre todo, la actividad del coche compartido. ¡°En Espa?a el 76% de los viajes de entre 100 y 800 kil¨®metros se hacen en coche. La pandemia ha acelerado esta tendencia y recuperar la movilidad pasa por el coche¡±, asegura. Una recuperaci¨®n para la que BlaBlaCar ha dado un paso m¨¢s con lo que ha llamado ¡°paradas inteligentes¡±, con las que pretende conectar tanto las grandes ciudades como cualquier pueblo por el que pase una carretera, por peque?o que sea, y todo a trav¨¦s de una misma plataforma. ¡°En 2020 hemos llegado al 80% de los 8.000 pueblos de Espa?a y muy pronto pretendemos llegar al 90%¡±.

Pero no parece que la compa?¨ªa gala quiera parar aqu¨ª. Otro de los proyectos que estudian est¨¢ en la puesta en marcha de BlaBlaLines, un sistema de viajes compartidos para trayectos cortos para desplazarse al trabajo o la universidad. De momento solo est¨¢ activo en Francia, pero en sus planes est¨¢ la internacionalizaci¨®n de este servicio. ¡°En Espa?a estamos a la espera de una ley de movilidad, que solo existe en Andaluc¨ªa, que d¨¦ luz verde a este tipo de desplazamientos¡±.

Otro de los objetivos de esta ronda de financiaci¨®n es la recuperaci¨®n de su servicio de autob¨²s BlaBlaBus, que ha sufrido una dr¨¢stica ca¨ªda durante la crisis sanitaria; una l¨ªnea de negocio que la compa?¨ªa francesa puso en marcha en 2019 tras la compra de la flota de autobuses de Ouibus, antes integrada en SNCF, la empresa ferroviaria p¨²blica gala. Francia, Italia, Alemania y los Pa¨ªses Bajos fueron los primeros en desarrollar estos viajes low cost, mientras que en Espa?a funcionan a medio gas por la falta de liberalizaci¨®n del mercado, que limita la implantaci¨®n del servicio en el interior del pa¨ªs, y que de momento queda reducido a trayectos internacionales desde ciudades como Barcelona o Bilbao.

¡°Hemos tenido la red de bus parada y ahora vamos a relanzarla. Queremos duplicar en 18 meses las ciudades europeas conectadas, que ahora son 400¡±. Para su relanzamiento se han gastado parte de la ronda de financiaci¨®n en la compra de la ucrania Octobus, una empresa que ha desarrollado un sistema de gesti¨®n que ayudar¨¢ a la digitalizaci¨®n de los operadores de autobuses fuera de Europa, donde lo habitual es la compra tradicional de los billetes. ¡°La pandemia aceler¨® la digitalizaci¨®n y la venta online y all¨ª estaba BlaBlaCar para hacerlo¡±, dice el directivo.

Latinoam¨¦rica

Tambi¨¦n tiene puesta la mirada en ampliar destinos al otro lado del Atl¨¢ntico, ya que Latinoam¨¦rica est¨¢ considerado como uno de los mercados con m¨¢s oportunidades. De momento, la francesa solo desarrolla su negocio en Brasil y M¨¦xico, con buenos resultados. ¡°Nos han ayudado a no caer m¨¢s del 30%¡±, destaca Bann?warth. ¡°En general, el autob¨²s funciona bien en ese continente. Queremos ampliar nuestra presencia y establecer l¨ªneas de largo recorrido que conecten varios pa¨ªses¡±, a?ade. Un proyecto que podr¨ªa incluir la compra de alguna empresa nativa que reforzara su presencia. ¡°De momento no hay nada en concreto, pero podr¨ªa ser una estrategia de crecimiento¡±.

Si el coche y el autob¨²s ya forman parte de la tecnol¨®gica, tras la liberalizaci¨®n del mercado ferroviario, BlaBlaCar ha visto el tren como un sector por conquistar y quiere convertirlo en la nueva vertical de negocio. Un modelo de transporte que tendr¨ªa 2022 como fecha de lanzamiento. ¡°Queremos construir un marketplace para la movilidad compartida y que los usuarios puedan reservar un coche compartido, un bus o un tren¡±, concluye Bannwarth.