Las ejecuciones hipotecarias en viviendas habituales crecen un 84%
Cuatro de cada 10 embargos que se inician son todav¨ªa de casas compradas entre 2006 y 2008
Los embargos de casas a familias vuelven a cobrar fuerza en Espa?a. De acuerdo con los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), entre enero y marzo de este a?o se certificaron 3.207 ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual (la casa donde vive una familia), lo que supone un 84,1% m¨¢s que en el primer trimestre del a?o pasado. En el incremento hay que tener en cuenta que en 2020 el periodo estuvo marcado durante 17 d¨ªas ¡ªel 14 de marzo se declar¨® el primer estado de alarma¡ª por la crisis del coronavirus y la paralizaci¨®n de la actividad. Pero al margen de la menor actividad que pudiera haber esos d¨ªas en los registros de la propiedad (la fuente de la que bebe el INE), el incremento tambi¨¦n se explica por otros factores.
El primero ser¨ªan las mayores dificultades econ¨®micas de muchos hogares como consecuencia de la crisis. En periodos de dificultades econ¨®micas aumenta la morosidad y eso, en el caso de impago de las letras del pr¨¦stamo, puede acabar traduci¨¦ndose en una ejecuci¨®n hipotecaria. Para evitarlo, recuerda el INE en su nota de prensa, el Gobierno aprob¨® el 17 de marzo del a?o pasado una moratoria hipotecaria que pretend¨ªa aliviar la situaci¨®n de quienes tienen un pr¨¦stamo al flexibilizar temporalmente las condiciones de pago. Tambi¨¦n se habilit¨® una l¨ªnea de pr¨¦stamos con aval del Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO) para prestatarios. A juzgar por las cifras difundidas este viernes, la medida no ha sido suficiente para evitar un aumento muy importante de los embargos de vivienda.
Es importante se?alar, tambi¨¦n lo hace el propio INE en su nota, que este proceso no corresponde exactamente con un desahucio. La ejecuci¨®n hipotecaria es el procedimiento inicial por el que un prestamista reclama la propiedad de un inmueble en atenci¨®n a que el prestatario ha incumplido con los pagos de la hipoteca. Solo en los casos en que no hay acuerdo entre las partes (para ponerse al corriente de pagos o para una daci¨®n en pago, por ejemplo), el asunto llegar¨¢ al juzgado y este podr¨¢ ordenar el lanzamiento de quienes viven en la casa. Tambi¨¦n hay que puntualizar que la estad¨ªstica conocida este viernes se refiere solo a impagos de la hipoteca, pero hace muchos a?os que en Espa?a la mayor¨ªa de quienes son expulsados de sus viviendas son inquilinos que viven de alquiler.
El otro factor que influye en el aumento es que durante a?os, como consecuencia del largo contencioso que han vivido (y viven) las hipotecas en los juzgados espa?oles, no estaba claro cu¨¢ndo se pod¨ªa iniciar en Espa?a una ejecuci¨®n hipotecaria con garant¨ªas. Algunos pr¨¦stamos inclu¨ªan en los contratos esta posibilidad pr¨¢cticamente desde el primer impago y esas cl¨¢usulas de vencimiento anticipado se consideraron abusivas. El Supremo zanj¨® la incertidumbre en septiembre de 2019 con una sentencia que se remit¨ªa a ley hipotecaria que entr¨® en vigor en junio de ese mismo a?o. En definitiva, establec¨ªa un m¨ªnimo de 12 meses de impago o un 3% del capital adeudado si el pr¨¦stamo se encuentra en la primera mitad y de 15 impagos o un 7% del capital adeudado en la segunda. Fue el pistoletazo de salida para que muchas entidades que ten¨ªan casos pendientes de esa sentencia comenzasen a acudir a los juzgados.
Aumento sostenido en el tiempo
Es imposible saber cu¨¢nto del incremento corresponde a cada uno de los tres factores mencionados. Pero los ¨²ltimos datos del INE apuntan m¨¢s a una nueva realidad que a cuestiones muy coyunturales. El pasado diciembre, cuando se conocieron las cifras del tercer trimestre de 2020, las ejecuciones hipotecarias de vivienda habitual ya crec¨ªan m¨¢s de un 80%. Entonces se aduc¨ªa el desembalsamiento de los procesos contenidos por la paralizaci¨®n de la actividad durante el estado de alarma del trimestre anterior. Ahora cuesta m¨¢s atribuir todo el incremento a ese fen¨®meno, pues ya han transcurrido nueve meses desde que los juzgados y los registros de la propiedad funcionan con relativa normalidad.
Pese a los nuevos factores, el detalle del a?o de compra de las viviendas que son objeto de embargo sigue mostrando las cicatrices que el estallido de la burbuja inmobiliaria de principios de siglo dej¨® en Espa?a. M¨¢s de cuatro de cada 10 ejecuciones (un 42% exactamente) son de viviendas compradas en 2006, 2007 y 2008. Si se ampl¨ªa el objetivo a todas las casas adquiridas antes de 2008, el a?o cero de la Gran Recesi¨®n, suponen un 68,1% de total de embargos.
De vuelta a las cifras del arranque de este a?o, el INE se?ala igualmente que entre enero y marzo hubo 682 ejecuciones hipotecarias de ¡°otras viviendas¡± familiares. Esta categor¨ªa, mayoritariamente segundas residencias, crece un 22,3% respecto al mismo periodo de 2020. En total, sumando viviendas habituales y secundarias, los embargos de particulares suben un 69,1% en t¨¦rminos interanuales.
Mientras, tambi¨¦n es marca de la nueva realidad hipotecaria del coronavirus, los embargos de casas de personas jur¨ªdicas (empresas) se desploman. La estad¨ªstica se?ala que entre enero y marzo se produjeron 1.289 casos dentro de este supuesto, asociado, por ejemplo, a pr¨¦stamos para respaldar un negocio en los que se pone como garant¨ªa una casa, lo que representa un 60,4% menos que en el mismo trimestre de 2020. Con el mismo argumento de que las ayudas para evitar la morosidad de las familias al pagar la hipoteca parecen no estar funcionado; la ca¨ªda de embargos a empresas parece sugerir lo contrario.
Al margen de las viviendas, el INE tambi¨¦n se?ala que entre enero y marzo se certificaron 244 ejecuciones hipotecarias sobre solares (-45,2%), 2.484 sobre otro tipo de fincas urbanas (-41,7%) y 351 sobre fincas r¨²sticas (-37,3%).
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