El empresario vizca¨ªno que impon¨ªa maratones de trabajo de hasta 26 horas responde a los empleados: ¡°Les hac¨ªamos un favor¡±

El responsable de Ajos y Cebollas del Txorierri, A. Rodr¨ªguez cree que alg¨²n sindicato ¡°ha enga?ado a los cuatro empleados¡± que le denunciaron por explotaci¨®n laboral ¡°para que cuenten algunas historias falsas¡±. Los trabajadores describieron ante la Polic¨ªa Nacional de Bilbao que a veces les encerraba en la empresa a pelar cebollas durante 26 horas en lo que ¡°el jefe¡± llamaba ¡°maratones¡±. Por esas jornadas pagaba cinco euros la hora. Eran trabajadores sin contrato ni permiso de residencia a los que retribu¨ªa en negro, despu¨¦s de jornadas interminables, como certific¨® la Inspecci¨®n de Trabajo. ¡°Me ped¨ªan trabajar unas horas y les hac¨ªamos un favor¡±, asegura a EL PA?S el empresario, contra el que pesan varios presuntos delitos por infringir la legislaci¨®n en materia laboral y de seguridad social.

¡°S¨¦ que hice mal y tendr¨¦ que pagar por ello¡±, reconoce. Pero rechaza algunas de las acusaciones de los empleados, todos ellos extranjeros y sin la documentaci¨®n en regla. El empresario regres¨® a la planta poco despu¨¦s de las cinco de la tarde de este mi¨¦rcoles, tras hacerse p¨²blica la denuncia de sus empleados. Una hora m¨¢s tarde explicaba a este diario su versi¨®n de los hechos. Seg¨²n su relato, hab¨ªa personas que se le ofrec¨ªan en Mercabilbao en momentos puntuales de mucha demanda. ?l entonces ¡°les cog¨ªa¡±, pero eran trabajadores ocasionales, no estaban siempre en la planta situada en uno de los pol¨ªgonos industriales de Zamudio. A partir de ah¨ª s¨ª reconoce que a veces prolongaban la jornada de trabajo. Seg¨²n su versi¨®n, de las nueve de la noche hasta las ocho de la ma?ana del d¨ªa siguiente, pero nunca las 26 que ellos han denunciado. ¡°Eso es falso¡±, asegura.

Otro de sus empleados confirm¨®, sin embargo, durante la misma tarde del mi¨¦rcoles, que los ¡°maratones¡± son un hecho, pero que en ocasiones eran solicitados por los propios empleados porque sacaban 130 euros de golpe. Ajos y Cebollas del Txorierri envasa esos dos productos sin precocinar, despu¨¦s de limpiarlos y seleccionarlos, para exportarlos a toda Espa?a. ¡°Pero estas personas ven¨ªan cuando quer¨ªan, no ten¨ªan horarios fijos ni nada, y sobre todo era en verano. Es mentira que durmieran aqu¨ª¡±, asegura Rodr¨ªguez.

En una furgoneta destartalada con el logo de la empresa, aparcada en el pol¨ªgono industrial, junto a la planta de procesado de ajos y cebollas, estaba, aparente dormido, un joven que poco despu¨¦s de las cinco de la tarde entr¨® a las instalaciones de la empresa. Ese era el lugar destinado al descanso de algunos trabajadores de la empresa. ¡°Rechazo tajantemente que se les fastidiara, todo lo contrario, a la hora de cobrar se les redondeaba para arriba¡±, asegura el empresario, que se enfrenta a varios delitos contra los derechos de los trabajadores y a multas de hasta 70.000 euros por infringir la legislaci¨®n en materia laboral y de seguridad social. Tras declarar ante el juez de guardia la pasada semana, el empresario qued¨® en libertad, pero a disposici¨®n del juzgado.

Rodr¨ªguez tambi¨¦n rechaza que cuando sufr¨ªan alg¨²n accidente laboral como consecuencia de su trabajo y ten¨ªan que acudir a los servicios m¨¦dicos, les aleccionaba para que no mencionaran ni la empresa ni el lugar donde hab¨ªan sufrido las lesiones, como describieron los empleados en la denuncia. ¡°Yo quer¨ªa regularizarles, pero ellos ni quer¨ªan ni pod¨ªan por su situaci¨®n legal, prefer¨ªan el dinero¡±, explica. ¡°Vi¨¦ndolo en plan positivo, esto me va a venir bien porque voy a poder regularizarles y tenerlos legales. Pero la publicidad negativa de hacerse p¨²blico me va a hacer polvo¡±, admite.

Tras la denuncia de los trabajadores, un grupo de agentes de la Brigada de Extranjer¨ªa y Fronteras de Bilbao y funcionarios de la Inspecci¨®n de Trabajo y Seguridad Social de Bizkaia se presentaron la pasada semana en el pol¨ªgono industrial Ugaldeguren II, donde est¨¢ ubicada la empresa. Identificaron en su interior a un total de ocho trabajadores. De ellos, cuatro estaban sin permiso de residencia ni contrato de trabajo. Tras comprobar la gravedad y veracidad de los hechos narrados por estas v¨ªctimas, los investigadores les concedieron el car¨¢cter de testigos protegidos.