La subida del gas¨®leo pone contra las cuerdas al transporte: ¡°Es insostenible¡±

El encarecimiento de los carburantes es mucho m¨¢s que un quebradero de cabeza para los hogares. El sector del transporte ha visto c¨®mo el gas¨®leo, por mucho el combustible m¨¢s utilizado en su actividad, se disparaba m¨¢s de un 30% en lo que va de a?o, hasta su nivel m¨¢s alto en m¨¢s de ocho ejercicios. Este incremento de costes supone un severo golpe para sus cuentas de resultados, ya de por s¨ª muy mermadas tras a?o y medio largo de pandemia. Y la sacudida es transversal: en mayor o menor medida, afecta a transportistas de mercanc¨ªas de largo radio, taxistas, empresas de autobuses, firmas de paqueter¨ªa y aerol¨ªneas. Pr¨¢cticamente nadie se libra.

Camiones: ¡°O repercutimos la subida o vamos a caer muchos¡±

Para Jos¨¦ Ram¨®n Jimeno, aut¨®nomo de 44 a?os que tiene su base de operaciones en el puerto de Valencia, la escalada en el precio del gas¨®leo es ¡°insostenible¡±. En el ¨²ltimo mes, dice, sus costes han aumentado en 800 euros ¨²nicamente por este factor. ¡°A eso hay que sumar las ruedas, que han subido un 15%, y el AdBlue [el aditivo para que los motores di¨¦sel modernos reduzcan sus emisiones], que es 20 c¨¦ntimos m¨¢s caro de una semana para otra¡±, apunta por tel¨¦fono desde Murcia, donde hace la segunda carga del d¨ªa.

Para un sector en el que casi seis de cada diez trabajadores son aut¨®nomos o empresas de menos de tres camiones y el gas¨®leo supone la tercera parte de los gastos operativos, una subida del 40% como la registrada en el ¨²ltimo a?o, y de m¨¢s del 30% desde el 1 de enero, es un problema de envergadura. ¡°Te obliga a recortar gastos s¨ª o s¨ª: alargas las revisiones, el cambio de ruedas¡­ Como decimos entre nosotros, vas comi¨¦ndote el cami¨®n¡±, resume Jimeno. ¡°Ni trabajando el m¨¢ximo de horas que permite el tac¨®grafo sale el jornal. O repercutimos esta subida de precios o vamos a caer muchos¡±.

El problema es que, aunque a que la ley dice que esa subida debe trasladarse a las tarifas que cobran estas empresas, en la pr¨¢ctica en la mayor¨ªa de casos no es as¨ª. ¡°Hay que incluir un r¨¦gimen sancionador para que se cumpla. Si no, quien lo paga es el transportista¡±, apunta V¨ªctor Gonz¨¢lez, presidente de la Federaci¨®n Nacional del Transporte por Carretera (Fetransa).

¡°La ley dice una cosa, pero nosotros al final nos regimos por la oferta y la demanda¡±, refrenda Pedro Gull¨®, administrador de la empresa familiar Transcur, con sede en Caudete (Albacete) y una flota de ocho camiones propios y otros 10 m¨¢s subcontratados y que se dedica, sobre todo, al transporte de fruta para la exportaci¨®n. ¡°Con nuestros camiones propios, la rentabilidad ahora mismo es casi nula. Es insostenible: el Gobierno tiene que actuar¡±, clama.

En el caso de los camiones refrigerados ¡ªque consumen m¨¢s carburante, al tener que alimentar el sistema de fr¨ªo¡ª, el gas¨®leo ya se ha convertido en la primera partida de costes. ¡°Estamos olvidados de todo dios y nuestra capacidad de negociaci¨®n es muy fr¨¢gil¡±, lamenta Antoni L¨®pez, presidente de la asociaci¨®n Atfrie. ¡°No solo estamos atomizados frente a nuestros clientes, sino tambi¨¦n frente a nuestros proveedores de carburante: son tres o cuatro y no vemos que haya competencia entre ellos¡±.

Con un trecho cada vez mayor entre costes e ingresos de los transportistas, la sombra de la huelga de 2008 ¡ªcuando el gremio par¨® una semana para protestar por la subida del carburante¡ª ya planea sobre el sector. ¡°No s¨¦ si se llegar¨¢ a eso, o si el Gobierno presionar¨¢ antes a las petroleras para que bajen los precios. Si no hay medidas, no lo descartamos¡±, sentencia Juan Jos¨¦ Gil secretario general de la Federaci¨®n Nacional de Asociaciones de Transporte de Espa?a (Fenadismer).

Aunque los gigantes del sector no son ajenos a la subida del di¨¦sel, les es mucho m¨¢s f¨¢cil trasladar el aumento de costes a sus tarifas. Ese es el caso, por ejemplo, de XPO Logistics, cuyo presidente en Espa?a y Europa, Luis G¨®mez Izaguirre, sostiene que lo van a poder repercutir a sus clientes ¡°en un porcentaje muy alto de casos¡±. Tambi¨¦n Andr¨¦s Valverde, director de Operaciones de Primafrio, con 2.000 camiones y 3.800 conductores, cree que el mayor coste del di¨¦sel ¡ª¡±que ronda los 300 euros en cada viaje internacional¡±¡ª se podr¨¢ trasladar, al menos en parte, a la tarifa que cobran.

Autobuses: ¡°Estamos aguantando a pulm¨®n: muchas empresas van a tener problemas¡±

El gas¨®leo es la segunda partida de costes para las empresas de transporte de viajeros por carretera y supone cerca de la cuarta parte del total, seg¨²n las cifras del presidente de la patronal sectorial Confebus, Rafael Barbadillo. Su escalada, adem¨¢s, les pilla con el pie cambiado: ¡°En los servicios urbanos la demanda sigue un 30% por debajo del nivel prepandemia; los de l¨ªnea y larga distancia, un 40%; y los tur¨ªsticos, un 60%¡±, relata por tel¨¦fono. ¡°La subida del di¨¦sel aumenta el coste por kil¨®metro en un 7% y lastra la recuperaci¨®n justo cuando m¨¢s deuda hay acumulada¡±.

Para Avanza, el segundo mayor grupo de transporte de viajeros por carretera en Espa?a ¡ªcon operaciones en 40 ciudades de todo el pa¨ªs¡ª, el gas¨®leo supone la quinta parte de sus costes. ¡°La foto es dram¨¢tica, para qu¨¦ te voy a enga?ar: justo cuando empiezan a recuperarse algo los ingresos, nos viene el golpe por el lado de los costes¡±, expone por tel¨¦fono su director general, Valent¨ªn Alonso.

En esta tesitura, Confebus ya habla abiertamente de una subida extraordinaria de las tarifas o de un incremento en las compensaciones p¨²blicas puestas en marcha a ra¨ªz de la covid-19: ¡°No va a ser posible absorberlo con el margen¡±, sentencia Barbadillo. Sin m¨¢s ayudas p¨²blicas, cierra Alonso, de Avanza, ¡°muchas empresas de transporte de viajeros van a tener problemas muy serios. Seguro que habr¨¢ problemas de liquidez a corto plazo: estamos aguantando a pulm¨®n¡±.

Taxistas: ¡°No recuerdo una subida como esta¡±

Para Joaqu¨ªn Ontaneda, taxista de Corvera de Toranzo (Cantabria) de 60 a?os, la subida del gas¨®il es la puntilla de un problema estructural que arrastra desde hace a?os: la despoblaci¨®n rural. ¡°No recuerdo una subida como esta: no nos da m¨¢s que para malvivir. No vamos a poder salir m¨¢s: ya est¨¢n desapareciendo muchas licencias en los pueblos de alrededor y, si el gas¨®il sigue as¨ª, pronto desaparecer¨¢ tambi¨¦n la m¨ªa¡±, relata por tel¨¦fono. Incluso a riesgo, dice, de no aguantar hasta la jubilaci¨®n: ¡°No salen las cuentas¡±. Seg¨²n la Federaci¨®n C¨¢ntabra del Taxi, a la que pertenece, el gas¨®leo supone casi la quinta parte de los costes de sus asociados, una proporci¨®n que aumenta a medida que ¡ªcomo en los ¨²ltimos meses¡ª sube el precio del carburante.

La situaci¨®n es similar en el ¨¢mbito urbano. Para Alberto Ruiz, taxista madrile?o de 44 a?os que lleva desde los 20 al volante, el encarecimiento del combustible le supone 100 euros m¨¢s al mes de gastos: ¡°Hasta hace poco gastaba unos 300 euros al mes en repostar y ahora gasto m¨¢s de 400. Y no porque haga m¨¢s kil¨®metros. Ese es un dinero que me tengo que comer yo¡±, se queja. El problema, relata, es que en paralelo a este encarecimiento se ha producido un hundimiento de la demanda de entre un 20% y un 30% respecto a antes de la pandemia, y que las tarifas han estado congeladas.

La queja no viene ¨²nicamente por el gas¨®leo y la gasolina ¡ªel combustible que consumen las flotas h¨ªbridas que han proliferado en los ¨²ltimos tiempos¡ª: los taxis m¨¢s modernos, que en muchos casos usan el gas natural (m¨¢s barato y menos contaminante) como combustible, han visto c¨®mo en el ¨²ltimo a?o se duplicaba el coste por repostaje.

El gremio madrile?o pide un aumento de tarifas de entre el 2,5% y el 3%. Un rango de cifras que, aunque no paliar¨ªa por completo el encarecimiento de los carburantes, al menos s¨ª lo mitigar¨ªa. ¡°Al no poder trasladar el aumento al precio final, lo tienen que asumir los propios taxistas. Es cierto que se revisan anualmente, pero las que estamos aplicando ahora son anteriores a la pandemia, cuando el combustible era m¨¢s barato¡±, refrenda Jes¨²s Fern¨¢ndez, vicepresidente de la Federaci¨®n Profesional del Taxi de Madrid.

La ¨²ltima milla: el auge del comercio electr¨®nico compensa la subida

Con un peso mucho menor del carburante en la estructura de costes de las empresas que cubren la llamada ¨²ltima milla de entrega de paquetes a domicilio, la subida de precios de la gasolina y el gas¨®leo tiene un impacto notablemente menor que en otros sectores.

En la fima de env¨ªos CTT Express cifran en ¡°alrededor del 8,5%¡± la fracci¨®n ligada a los combustibles. Adem¨¢s, el auge del comercio electr¨®nico que ha tra¨ªdo consigo la pandemia ¡ªm¨¢s compras por internet, menos en tiendas f¨ªsicas¡ª ¡°est¨¢ ocultando la distorsi¨®n del carburante¡±, subraya un portavoz de la empresa, que incide en que el gremio ya cuenta con un mecanismo de revisi¨®n autom¨¢tica de las tarifas para paliar el encarecimiento del combustible.

Aerol¨ªneas: un golpe en plena recuperaci¨®n

Justo cuando las compa?¨ªas a¨¦reas empiezan a superar la mayor crisis existencial de su historia, el alto precio del carburante se interpone en su camino. El queroseno es el principal coste para una aerol¨ªnea y supone aproximadamente el 30% del total, as¨ª que cualquier incremento en este apartado es sin¨®nimo de aprietos en sus cuentas de resultados y tambi¨¦n en sus balances. Y no estamos hablando de un incremento menor: en el ¨²ltimo a?o, el precio de este combustible se ha duplicado.

El presidente de la Asociaci¨®n de L¨ªneas A¨¦reas (ALA, el ente que re¨²ne a las principales aerol¨ªneas espa?olas), Javier G¨¢ndara, ha reconocido el impacto negativo del carburante en la peor de las coyunturas: en el momento en que las compa?¨ªas a¨¦reas tienen que hacer frente a la monta?a de deuda acumulada durante la pandemia. La recuperaci¨®n de los viajes est¨¢ siendo m¨¢s lenta de lo previsto y la opci¨®n de trasladar esta subida al pasajero parece m¨¢s complicada que en anteriores episodios: al contrario, abaratar los billetes est¨¢ siendo la punta de lanza para tratar de que los viajeros vuelvan a volar.

Por si fuera poco, el grado de exposici¨®n de las compa?¨ªas a¨¦reas al queroseno es mucho mayor, despu¨¦s de que las coberturas contratadas para hacer frente a potenciales subidas de precios se desplomaran durante la crisis. Con casi el 100% de la flota forzosamente en tierra, esa era la ¨²ltima fuente de preocupaci¨®n del sector. Pero con la reapertura, esta menor protecci¨®n supone un riesgo adicional para su regreso a la vida.