La p¨¦rdida de poder adquisitivo de los salarios golpea a millones de trabajadores
El encarecimiento del coste de la vida y la conflictividad en las calles traen a un primer plano el debate sobre la subida de unos sueldos que languidecen desde la crisis financiera de 2008
La inflaci¨®n se est¨¢ comportando como un bote de ketchup: tras a?os de apretar sin que saliera nada, ha terminado escapando de golpe, con una violencia que pocos preve¨ªan hace solo unos meses. La eclosi¨®n de los precios est¨¢ salpicando a millones de trabajadores en toda Espa?a. Los salarios, aprisionados entre la Gran Recesi¨®n y la crisis pand¨¦mica, llevan largo tiempo sin desperezarse, pero mientras antes del virus y en el primer a?o de crisis sanitaria los economistas invocaban la ca¨ªda generalizada y prolongada de los precios como el peligro m¨¢s acuciante ¡ªla temida deflaci¨®n¡ª, ahora se ha pasado al extremo opuesto: el coste de la vida sube, las n¨®minas no les siguen el ritmo, y el malestar por esa p¨¦rdida de poder adquisitivo se ha trasladado en algunos casos a la calle en forma de protestas como la de los trabajadores del metal en C¨¢diz o las movilizaciones por la subida de la luz.
Seg¨²n datos de la Agencia Tributaria, los sueldos crecieron de media un 5,1% en el sector privado entre 2007 y 2020, cuando se qued¨® en 23.082 euros anuales, aunque hay m¨²ltiples factores que influyen en esa cifra, como el n¨²mero de horas trabajadas ¡ªpuede suceder que los salarios suban m¨¢s, pero la media baje si hay menos horas computadas¡ª, el mayor o menor auge de sectores de escasa remuneraci¨®n como el hostelero o los bajos salarios de entrada de los j¨®venes que han accedido al mercado laboral entre dos crisis respecto a los que se jubilan. Adem¨¢s, hay variables que, tal como advirti¨® el INE, han distorsionado la estad¨ªstica el pasado a?o, como los trabajadores en ERTE, que han rebajado el gasto en salarios de las empresas a pesar de que en ciertos casos manten¨ªan plantillas similares o iguales, dado que estos empleados cobran una prestaci¨®n del Estado.
En la Administraci¨®n, a pesar de la subida del 0,9% acordada por el Gobierno para 2021, sindicatos como CSIF estiman que la p¨¦rdida de poder adquisitivo de los trabajadores p¨²blicos desde 2010 ha sido de un 10%. Aunque Hacienda ha propuesto un incremento del 2% en 2022 para este colectivo, sus representantes reclaman un alza del 3,6% para seguir con la senda de recuperaci¨®n. ¡°De no llevarse a cabo supondr¨ªa un nuevo retroceso¡±, denuncian desde el sindicato. Los datos de Hacienda, sin embargo, se?alan que en los ¨²ltimos 13 a?os los salarios p¨²blicos subieron un 24,8%, sin tener en cuenta la inflaci¨®n.
Teniendo en mente el impacto de esas circunstancias, en el periodo de m¨¢s de una d¨¦cada que abarca la quiebra de Lehman Brothers, la lenta recuperaci¨®n espa?ola de la crisis financiera que le sigui¨® ¡ªtard¨® una d¨¦cada en volver al nivel de PIB previo¡ª, y la reca¨ªda sin precedentes iniciada en marzo de 2020, la inflaci¨®n repunt¨® en torno al 20%. Y la puntilla ha llegado en 2021. El alza de precios en lo que va de a?o ¡ªla inflaci¨®n en octubre se situ¨® en el 5,4%, y este lunes se publica el dato de noviembre¡ª ha exacerbado ese fen¨®meno, amplificando el problema al hacerse m¨¢s evidente la brecha entre los sueldos y el coste de la vida, a causa, sobre todo, de la subida de la electricidad y los problemas en las cadenas de suministro.
Otros indicadores apuntan en la misma direcci¨®n: seg¨²n Eurostat, Espa?a ocupa el puesto n¨²mero 12 de la UE en costes laborales por hora trabajada: ha pasado de 19,4 euros en 2008 a 22,8 en 2020, un avance muy inferior al de la media de sus socios comunitarios, donde creci¨® de 21,6 a 28,5 euros. Seg¨²n la Encuesta de Estructura Salarial del INE, el salario bruto medio anual de un trabajador en Espa?a en 2019, antes de la pandemia, fue de 24.395,98 euros, un 11% m¨¢s que en 2008, pero por debajo de la subida de los precios. Por el efecto de la inflaci¨®n, el sindicato Comisiones Obreras calcula que el poder de compra cay¨® un 6,2% en esos 11 a?os, un retroceso del que culpa en gran parte a la reforma laboral aprobada por el Partido Popular en 2012. Ante esta tesitura, la organizaci¨®n ve llegado el momento de dar marcha atr¨¢s en la devaluaci¨®n de los sueldos.
Cambios legislativos
¡±Los cambios que se introdujeron en la legislaci¨®n en 2010, pero sobre todo en 2012, inclinaron el terreno de la negociaci¨®n de manera muy significativa a favor de lo de los empresarios. Esto dificult¨® sobremanera que los trabajadores participaran de la mejora de la prosperidad que posteriormente fueron generando las empresas, y favoreci¨® que estas se apropiaran m¨¢s de la plusval¨ªa, que no ha tenido repercusi¨®n sobre los salarios¡±, analiza Carlos Mart¨ªn, director del Gabinete Econ¨®mico de CC OO.
Ra¨²l de la Torre es responsable del sector de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y de consultor¨ªa del sindicato, y denuncia que en el convenio de consultor¨ªa, cuya actualizaci¨®n se negocia en estos momentos, existen nueve categor¨ªas profesionales por debajo del salario m¨ªnimo. ¡°En 2008 se contrataba a un ingeniero inform¨¢tico por 24.000 euros al a?o y ahora he llegado a ver propuestas por 10.500. Esto ha provocado la aparici¨®n de un nuevo colectivo de trabajadores pobres¡±, lamenta De la Torre.
En el otro lado, la patronal apunta que el momento es poco propicio para mejoras salariales. ¡°De materializarse estas subidas, la inflaci¨®n actual dejar¨ªa de ser temporal para convertirse en permanente. Mientras que, si no se producen estos efectos de segunda ronda, la inflaci¨®n terminar¨¢ el 2022 a niveles muy reducidos, confirm¨¢ndose as¨ª su naturaleza transitoria con la que a la postre no se habr¨ªan producido p¨¦rdidas de poder adquisitivo para ning¨²n agente¡±, indican desde la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE). ¡°En la zona euro ya no disponemos de mecanismos de ajuste a estas p¨¦rdidas de competitividad, con lo que [subir salarios] podr¨ªa conllevar un nivel de desempleo mucho mayor en el futuro¡±, advierten.
La economista s¨¦nior de Funcas, Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez, coincide. ¡°Los costes de producci¨®n se han disparado y hay problemas de suministro. El ¨ªndice de precios industriales ha crecido un 23%, un dato que no se ve¨ªa desde los a?os setenta. Solo ganan los productores de materias primas. Como la inflaci¨®n procede de factores externos, aqu¨ª solo hay perdedores: los asalariados pierden capacidad adquisitiva, y las empresas pierden m¨¢rgenes¡±.
El golpe al bolsillo no es ni mucho menos homog¨¦neo. Alguien que se desplaza a diario al trabajo en coche una hora de ida y otra de vuelta debe llenar el dep¨®sito de gasolina m¨¢s a menudo, y, por tanto, lo sufre m¨¢s que quien se mueve en metro, autob¨²s o tren. Lo mismo sucede con el consumo energ¨¦tico de una familia numerosa: probablemente gaste m¨¢s luz que quien vive solo. Pero por encima de los h¨¢bitos cotidianos, la circunstancia personal m¨¢s determinante es la renta. Como afirm¨® la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, esta semana, la inflaci¨®n se ceba especialmente con los hogares de ingresos m¨¢s bajos, que disponen de menos margen para asumir gastos extra. El banco espera que los niveles de precios se moderen en 2022, y vigila que la inflaci¨®n no aliente negociaciones salariales m¨¢s agresivas que culminen en subidas demasiado pronunciadas y a su vez provoquen una espiral de aumentos de precios, una realidad que por ahora dice que no ha sucedido.
Purificaci¨®n Garc¨ªa, de 38 a?os, quiere precisamente eso: que le suban el sueldo. Trabaja de limpiadora en una cadena hotelera de Murcia, donde vive sola con su hijo de cinco a?os, y afirma recibir cada a?o 14 pagas de 920 euros. Lleva 15 a?os en la empresa, y no recuerda ninguna subida salarial. El umbral que cree que deber¨ªa tener un sueldo digno es simple: ¡°Que una persona sola se pueda mantener sin depender de nadie¡±, enuncia por v¨ªa telef¨®nica. No es su caso. Todos los meses, asegura, su tarjeta de d¨¦bito entra en negativo y el banco le cobra una comisi¨®n de 35 euros por sumergirse en n¨²meros rojos.
Su gran esperanza, las negociaciones entre sindicatos y patronal hostelera en Murcia, permanece estancada. Los primeros dicen que los trabajadores han perdido un 15% de poder adquisitivo en los 13 a?os que lleva sin actualizarse el convenio, y acusan a los empresarios de querer eliminar el complemento de incapacidad temporal por contingencias comunes, lo cual reducir¨ªa lo que perciben los trabajadores de baja por enfermedad.
Absorci¨®n de pluses
Antonio Correal tiene 53 a?os y est¨¢ a punto de cumplir 10 a?os en la empresa de servicios en la que trabaja en el ¨¢mbito de la seguridad, en Madrid. Asegura que en este tiempo su salario ¨Dsiempre ajustado al m¨ªnimo interprofesional¨D se ha mantenido congelado, y que en las ¨²ltimas n¨®minas ha visto c¨®mo para compensar las subidas decretadas por el Gobierno ¨Dla ¨²ltima de 15 euros que llev¨® el SMI hasta los 965 euros mensuales en 14 pagas¨D se han absorbido los pluses con los que contaba (de seguridad y vestuario) para incorporarlos al salario base. ¡°A las empresas les dir¨ªa que si se suben los sueldos es una cadena, tendr¨ªamos m¨¢s dinero para gastar. Y sobre lo de que ahora no es el momento: ?Cu¨¢ndo va a serlo entonces?¡±, se cuestiona.
En una situaci¨®n parecida se encuentra C. F., que trabaja como portero en un edificio de viviendas de Madrid. No quiere desvelar su nombre por miedo a que como represalia su empresa, en la que lleva 16 a?os, lo cambie de destino. Tambi¨¦n indica que ha perdido pluses y que lleva ganando lo mismo durante los ¨²ltimos a?os. Se siente afortunado porque a pesar de que tiene un sueldo modesto tiene un piso en propiedad y no ha tenido problemas para pagar la hipoteca en un momento de ebullici¨®n inmobiliaria. ¡°Acaba de quedar un piso libre en el edificio y cuando la anterior inquilina entr¨® pagaba por ¨¦l 750 euros. Ahora piden 1.000. Es una locura¡±.
Fernando Luj¨¢n, secretario confederal de UGT, encuadra ese retroceso. ¡°Antes de la reforma de 2012 todos esos pluses eran derechos adquiridos y la empresa no los pod¨ªa tocar. Ahora las empresas se fijan en los m¨ªnimos que establecen los convenios y no tienen inconveniente en retirar los pluses si justifican que tienen problemas econ¨®micos. Esta ha sido otra v¨ªa por la que se ha producido una rebaja continuada de los salarios¡å.
Ignacio de la Torre, economista jefe de Arcano, cita otros elementos que mantienen los salarios a raya en Espa?a: en primer lugar, una productividad muy por debajo de la de los socios europeos debido al elevado peso de las micropymes en el tejido productivo, problemas en la formaci¨®n, excesiva temporalidad, y primac¨ªa del inmobiliario y el turismo frente al I+D. A ellos se une un mercado laboral con mucha mano de obra disponible: mientras en EE UU se contabilizan 11,2 millones de puestos de trabajo vacantes y hay 7,4 millones de desempleados, en Espa?a, con m¨¢s de tres millones de parados, existen 107.000 vacantes, un dato elevado en t¨¦rminos hist¨®ricos, pero muy inferior tambi¨¦n al de sus socios europeos.
¡°Creo que vamos a ver incrementos salariales por debajo de la inflaci¨®n que permitan al trabajador ganar algo de poder adquisitivo¡±, augura De la Torre. ¡°Aunque el espa?ol no es un mercado caliente, s¨ª puede haber segmentos calientes como la construcci¨®n, donde falta mucha mano de obra, y calculo que puede haber incrementos salariales el pr¨®ximo a?o de entre el 2% y el 2,5%¡±, a?ade. La patronal de la construcci¨®n estima que necesitar¨¢ a?adir 700.000 nuevos empleados al sector en los pr¨®ximos a?os para cubrir la demanda de obras, infraestructuras y rehabilitaciones que traer¨¢n los fondos europeos.
El ¨²ltimo sector en lograr una subida salarial, solo unos d¨ªas despu¨¦s del pacto firmado en C¨¢diz, ha sido el de los trabajadores de varias cadenas de supermercados de Castilla y Le¨®n, concretamente de los establecimientos Gadis, La Plaza del D¨ªa, Alimerka, Lupa y Froiz. Los sindicatos amenazaban con cinco d¨ªas de huelga en diciembre por parte de sus alrededor de 7.000 empleados, pero ya hay preacuerdo: los dependientes pasaran de cobrar 1.037 euros de salario base a percibir 1.200 euros en 2026, con un incremento salarial del 2,5% anual durante seis a?os.
Uno de sus reponedores, padre de tres hijos que prefiere permanecer en el anonimato, cree que era imprescindible. ¡°No hablo con mis compa?eros de lo que cobramos porque da hasta verg¨¹enza hacerlo. Como trabajador de un supermercado te puedo decir que la cesta de la compra se ha disparado y las tiendas, aunque est¨¦n un poco menos llenas que durante la pandemia, siguen a reventar¡±.
Las pensiones resisten
Si la inflaci¨®n, sube, ?por qu¨¦ no simplemente indexar los salarios a su aumento para evitar la p¨¦rdida de poder adquisitivo, como se hace con las pensiones? Jos¨¦ Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea), explica que no es tan sencillo. ¡°No tendr¨ªa sentido. Todo tiene que subir seg¨²n la productividad. Si indexas todo al IPC y subes m¨¢s los salarios que Alemania lo que haces es perder competitividad y tus productos no se venden. Hay que mirar sector a sector y estudiar qu¨¦ est¨¢ pasando con tus competidores en otros mercados. Echo de menos que sindicatos y empresarios dispongan de una plataforma donde ver qu¨¦ ocurre a nivel internacional¡±.
Mientras los salarios han perdido poder adquisitivo, mejor parados de las dos ¨²ltimas crisis han salido los pensionistas. Seg¨²n la Agencia Tributaria, se han revalorizado de media un 46% entre 2007 y 2020, m¨¢s del doble que la inflaci¨®n. ¡°A partir de 2013, la renta media de los jubilados por persona supera la de los ocupados, algo que hasta entonces no hab¨ªa sucedido¡±, se?ala Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez, de Funcas. ?Es eso negativo para el pa¨ªs? ¡°Lo que me parece negativo es que para pagar las pensiones de jubilaci¨®n haya que aumentar las cotizaciones sociales. Eso significa crear menos empleo y salarios m¨¢s bajos¡±, dice en referencia a la propuesta del Gobierno de subir 0,6 puntos las cotizaciones para financiar la jubilaci¨®n de la generaci¨®n del baby boom.
Junto con las pensiones, el salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) ha experimentado un crecimiento exponencial entre 2008 y 2020. En este periodo ha pasado de los 600 euros a los 950 (+58%). La ¨²ltima subida pactada por Gobierno y sindicatos (los empresarios se descolgaron) lo situ¨® en 965 con efectos desde el 1 de septiembre, y el siguiente objetivo es elevarlo hasta los 1.000 euros en enero de 2022.
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