El vicepresidente de la Fed dimite bajo sospecha de haber violado el c¨®digo de ¨¦tica
La venta y recompra de acciones en febrero de 2020 de Richard Clarida han provocado indignaci¨®n y solicitudes de investigaci¨®n para determinar si las hizo con informaci¨®n privilegiada
Richard Clarida, el vicepresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, ha informado este lunes al presidente Joe Biden en una carta que abandonar¨¢ su cargo este viernes 14 de enero. El funcionario ha adelantado dos semanas su salida del banco central en medio de una crisis por presuntas violaciones al c¨®digo de ¨¦tica. La gesti¨®n de la mano derecha del presidente de la Fed, Jerome Powell, ha despertado sospechas de haberse beneficiado con una serie de operaciones realizadas en febrero de 2020, cuando la instituci¨®n preparaba una serie de medidas econ¨®micas para hacer frente a la crisis del coronavirus. Clarida defiende su paso por la Fed y niega haber faltado a la ¨¦tica en estas transacciones.
La pol¨¦mica mancha el ocaso de la gesti¨®n de Clarida, de 64 a?os, quien lleg¨® al banco central en septiembre de 2018 y cuyos cuatro a?os de mandato expiraban el 31 de enero. Hay una fecha que dibuja una sombra sobre su periodo: el 24 de febrero de 2020. Ese d¨ªa Clarida vendi¨® entre uno y cinco millones de d¨®lares (los formatos hechos p¨²blicos por el funcionario solo manejaban rangos y no cifras exactas) en acciones de un fondo de inversi¨®n. El funcionario recompr¨® en tres operaciones ese mismo paquete de acciones d¨ªas despu¨¦s, el 27 de febrero, a pesar de que los mercados viv¨ªan horas de incertidumbre y nerviosismo por el golpe de la pandemia. La recompra se hizo horas antes de que Powell, jefe y amigo de Clarida, anunciara en un comunicado que el banco central estaba siguiendo de cerca el desarrollo de la econom¨ªa y que estaba lista para actuar si era necesario. Dos semanas despu¨¦s, la instituci¨®n lanz¨® un ambicioso paquete de medidas para ralentizar el golpe del virus a los mercados.
La operaci¨®n caus¨® un gran esc¨¢ndalo. Sobre todo porque se supo que Powell y Clarida tuvieron una llamada telef¨®nica a las 16.45 del 27 de febrero. No se sabe con certeza, sin embargo, si los dos hombres discutieron en su conversaci¨®n el anuncio del 28 de febrero, lo que se convertir¨ªa en la pistola humeante en contra de Clarida. Este lunes, la senadora dem¨®crata Elizabeth Warren ha celebrado la salida precipitada del vicepresidente, quien lleg¨® al banco central propuesto por Donald Trump. ¡°Me da gusto que haya dimitido despu¨¦s de la indignaci¨®n p¨²blica que provoc¨® su falta de ¨¦tica¡±, escribi¨® en Twitter la legisladora, quien ha solicitado una investigaci¨®n a la SEC, el ¨®rgano encargado de supervisar el mercado estadounidense.
Los cr¨ªticos de Clarida especulan si este actu¨® gracias a que ten¨ªa informaci¨®n privilegiada. El 6 de enero pasado The New York Times revel¨® que el vicepresidente ocult¨® en un principio que hab¨ªa vendido el paquete de acciones que compr¨® el 27 de febrero. Cuando se dio a conocer el caso, en mayo de 2021, la Fed defendi¨® al funcionario a trav¨¦s de un portavoz. Este asegur¨® que la operaci¨®n de aquel d¨ªa hab¨ªa sido planeada con antelaci¨®n y que ser¨ªa utilizada para balancear el portafolio de inversiones. ¡°Estas transacciones se ejecutaron antes de que se involucrara en las deliberaciones de la Reserva Federal de las acciones de emergencia por el coronavirus¡±, dijo el portavoz a Bloomberg, quien a?adi¨® que la compra fue aprobada por el encargado de ¨¦tica de la junta del banco. No hubo explicaciones oficiales despu¨¦s, cuando se revel¨® que solo pasaron tres d¨ªas entre la venta de acciones y la recompra.
En octubre, Clarida hizo referencia al caso, sin mencionarlo. En una conferencia virtual dijo que siempre hab¨ªa actuado de forma ¡°honorable¡± y con la ¡°integridad¡± que exige el servicio p¨²blico. Este lunes tambi¨¦n omiti¨® hacer referencia al esc¨¢ndalo de las operaciones en su misiva al presidente Biden. En el texto se limit¨® a defender las acciones que la instituci¨®n tom¨® para hacer frente al reto que significaba el golpe de la pandemia a la econom¨ªa mundial. A finales de noviembre, la Casa Blanca nomin¨® a Lael Brainard, una consejera de Powell, para ocupar la vicepresidencia del banco. La asesora debe ser avalada este jueves por una comisi¨®n del Senado.
El todav¨ªa vicepresidente no es el ¨²nico que se encuentra bajo sospecha de haberse beneficiado con informaci¨®n. La Fed sufri¨® a finales del a?o pasado bajas que son investigadas por el inspector federal de la instituci¨®n por supuestas violaciones al c¨®digo de ¨¦tica. Entre estas est¨¢ la de Robert Kaplan, el presidente de la oficina del banco central en Dallas (Texas), quien hizo varias operaciones individuales de acciones y renunci¨® en octubre pasado despu¨¦s de que la prensa hiciera p¨²blicas las operaciones, celebradas en 2020. Un mes antes sucedi¨® lo mismo con el presidente de Boston, Eric Rosengren, quien hizo inversiones vinculadas con bienes ra¨ªces el mismo a?o. Renunci¨® aduciendo problemas de salud.
Este tipo de conductas ha significado una crisis de reputaci¨®n para el banco central, que en octubre pasado desvel¨® una serie de medidas que tienen como objetivo impedir el beneficio personal de sus funcionarios. Estas nuevas reglas limitan los activos que pueden comprar, principalmente de fondos mutuos, y exigen a los encargados de la pol¨ªtica monetaria anunciar con 45 d¨ªas de anticipaci¨®n su intenci¨®n de adquirir acciones o bonos. Tambi¨¦n restringen las transacciones en momentos de gran efervescencia de los mercados. Estas nuevas l¨ªneas significaban un nuevo ajuste a una entidad que no le gusta la regulaci¨®n. El ¨²ltimo c¨®digo de conducta del banco central se databa en 1994.
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