La inflaci¨®n acaba enero en el 6% y frena su escalada tras 10 meses sin tregua
El dato preliminar del Instituto Nacional de Estad¨ªstica abre la puerta a que el ritmo de subida de los precios haya tocado techo, aunque la inflaci¨®n subyacente crece hasta el 2,4%
El petr¨®leo ronda m¨¢ximos de m¨¢s de siete a?os, el coste de transportar un contenedor de mercanc¨ªas por barco sigue siendo inusualmente elevado, las cadenas de suministro no han regresado a la normalidad ¡ªdif¨ªcilmente lo har¨¢n mientras la variante ¨®micron siga haciendo estragos en las plantillas¡ª, y enero fue el segundo mes con la electricidad m¨¢s cara de la historia en el mercado mayorista espa?ol. El calendario ha dado paso a un nuevo a?o, pero muchos de sus problemas son los mismos del pasado ejercicio. En ese escenario de turbulencias para los precios, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica concedi¨® este lunes un leve respiro: la inflaci¨®n anual se situ¨® en enero en el 6%, frente al 6,5% de diciembre, su primera ca¨ªda desde febrero de 2021. La inflaci¨®n subyacente ¡ªque excluye los precios m¨¢s vol¨¢tiles de la energ¨ªa y los alimentos frescos¡ª, en cambio, sube tres d¨¦cimas, hasta el 2,4%, su tasa m¨¢s alta desde octubre de 2012, lo que muestra un cierto efecto contagio a otros productos de la cesta de la compra.
La escalada de los precios se mantiene muy lejos del 2% objetivo del Banco Central Europeo. Y sigue siendo un quebradero de cabeza para el Gobierno. En declaraciones a Canal Sur, la vicepresidenta econ¨®mica, Nadia Calvi?o, ha admitido que el Ejecutivo ya preve¨ªa que durante la primera parte del a?o la inflaci¨®n seguir¨ªa alta como consecuencia del alza de los precios de la energ¨ªa. Fr¨¢ncfort tambi¨¦n contin¨²a bajo presi¨®n de los halcones que exigen subidas en los tipos de inter¨¦s, y si los analistas no se equivocan, la incomodidad persistir¨¢ durante un buen pu?ado de meses. Sin embargo, el fin de la racha alcista en Espa?a, y la moderaci¨®n de las subidas en Europa, abren la puerta a que la inflaci¨®n haya tocado techo.
Hab¨ªa ciertos signos de que algo as¨ª pod¨ªa suceder. El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista fue en diciembre de 242 euros por megavatio hora, mientras que en enero ha sido de 201 euros, un buen recorte que ha contribuido a rebajar la presi¨®n inflacionista, pero no acaba con los sobrecostes para millones de hogares espa?oles. ¡°En este comportamiento destaca la bajada del precio de la electricidad, frente a la subida registrada en enero de 2021¡å, dice el comunicado del INE.
Otro s¨ªntoma de que el crecimiento de los precios pod¨ªa estar agot¨¢ndose ¡ªal menos temporalmente¡ª vino de Europa. Los datos de diciembre de Eurostat marcaron un nuevo r¨¦cord de la serie hist¨®rica para los Diecinueve, pero dejaron ver una ralentizaci¨®n al subir la inflaci¨®n solo una d¨¦cima, del 4,9% al 5%. En Espa?a no hubo esas pistas, y el curso se cerr¨® en vertical: del 5,5% de noviembre al 6,5% de diciembre. Seg¨²n Bloomberg, el mercado espera que la inflaci¨®n en la zona euro se ralentice hasta el 4,4% desde el 5% de diciembre, y que la subyacente se desacelere a¨²n m¨¢s, del 2,6% al 1,8%.
El INE ha informado este lunes de que ha actualizado la lista de productos en los que basa sus c¨¢lculos. Las mascarillas higi¨¦nicas y las suscripciones digitales de peri¨®dicos se han incorporado, mientras que el reproductor de imagen, el DVD, el reproductor port¨¢til y el compact disc son algunos de los que salen del IPC, al haberse reducido su consumo. En total, han pasado de contabilizarse 977 art¨ªculos a ser 955, 22 menos.
El organismo aplaza, sin embargo, ¡°hasta obtener la informaci¨®n que han de suministrar las compa?¨ªas el¨¦ctricas con un suficiente nivel de detalle¡±, el cambio en el c¨¢lculo del precio de la electricidad, que pretend¨ªa a?adir a los consumidores del mercado libre, en el que el cliente pacta un precio con la comercializadora (como si se tratara de la tarifa del tel¨¦fono m¨®vil) que se mantiene inalterado durante la vigencia del contrato ¡ªgeneralmente un a?o¡ª. Esa modificaci¨®n podr¨ªa moderar el impacto de la subida el¨¦ctrica en la inflaci¨®n, aunque el INE encuadra el retoque en la normal actualizaci¨®n del ¨ªndice que se realiza en toda Europa.
Si una primera pregunta, la de cu¨¢ndo dejar¨ªa de incrementarse la inflaci¨®n, ya ha encontrado respuesta en Espa?a ¡ªpor ahora¡ª, hay una segunda cuesti¨®n, no menos importante, por dilucidar, la de a qu¨¦ velocidad bajar¨¢. El cuadro del conjunto del a?o puede reflejar incluso un incremento del coste de la vida superior al del a?o pasado: las previsiones del panel de Funcas auguran para 2022 una inflaci¨®n media para Espa?a del 3,5%, frente al 3,1% de media de 2021. Y cuanto m¨¢s se prolonguen los altos precios, m¨¢s puede crecer la presi¨®n de los trabajadores para que las empresas revaloricen los salarios al mismo nivel que la inflaci¨®n para frenar la p¨¦rdida de poder adqusitivo, un fen¨®meno que el BCE teme por su potencial para alentar una espiral inflacionista en la que las n¨®minas y los precios se retroalimenten.
Las expectativas no son mucho m¨¢s halag¨¹e?as en el ¨¢mbito internacional: el Fondo Monetario Internacional advirti¨® hace apenas 10 d¨ªas de que la inflaci¨®n se mantendr¨¢ m¨¢s elevada de lo previsto en 2022, con continuas interrupciones en la cadena de suministro y altos precios de la energ¨ªa, especialmente en Estados Unidos, donde la Reserva Federal se prepara para tratar de atajar el problema ¡ªla inflaci¨®n en EE UU fue del 7% en diciembre¡ª con varias subidas de los tipos de inter¨¦s, la primera de ellas probablemente en marzo.
El efecto comparaci¨®n en la estad¨ªstica de inflaci¨®n, que este a?o se medir¨¢ respecto a 2021, un ejercicio de niveles de precios altos, y no con 2020, cuando estos se hundieron por el golpe econ¨®mico que supuso la aparici¨®n de la pandemia, puede favorecer que los datos sigan suaviz¨¢ndose. En el lado opuesto tambi¨¦n hay riesgos notables, como un eventual conflicto en Ucrania que dispare los precios del gas.
Si el dato definitivo del INE que se publica en dos semanas confirma el inicio de un cambio de tendencia en Espa?a, estar¨ªa bajando desde lo alto de la famosa joroba a la que ha aludido para ilustrar sus expectativas en varias ocasiones la presidenta del BCE, Christine Lagarde. La comparaci¨®n deja entrever una lenta traves¨ªa hasta la normalizaci¨®n de los precios, con una pendiente mucho menos pronunciada, en forma de joroba, que nada tiene que ver con los bruscos cambios previstos, por ejemplo, en la recuperaci¨®n del PIB en V de la que tanto se habl¨® tras el mazazo inicial de la crisis sanitaria. En el caso de Espa?a, esa hip¨®tesis no ha llegado a consumarse en la actividad, a diferencia de lo sucedido con el empleo, que ya ha superado los niveles previos a la pandemia.
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