Ucrania y la pr¨®xima subida de tipos desaf¨ªan la econom¨ªa de EE UU tras dos a?os de tensi¨®n extrema
La inflaci¨®n en m¨¢ximos y cortes en la cadena de suministro amenazan con ralentizar la recuperaci¨®n y provocar incluso una fase de estanflaci¨®n
Teor¨ªa y pr¨¢ctica del aleteo de la mariposa. Una guerra en un pa¨ªs situado a miles de kil¨®metros de la ciudad de EE UU m¨¢s cercana amenaza con aumentar el coste de la vida en Boston o Chicago, ya de por s¨ª elevado por la inflaci¨®n. Tambi¨¦n con sacudir las carteras de inversi¨®n y ralentizar la recuperaci¨®n econ¨®mica, que avanzaba con br¨ªo tras la pandemia pese a las turbulencias del atasco global en las cadenas de suministro. La suma de todos los factores ¡ªaumento desbocado de los precios, volatilidad burs¨¢til, escasez de materias esenciales en la industria, adem¨¢s de una energ¨ªa cada vez m¨¢s cara¡ª constituye un desaf¨ªo may¨²sculo para la econom¨ªa norteamericana tras dos a?os de tensi¨®n extrema. De la inflaci¨®n, algunos han pasado a hablar del riesgo de estanflaci¨®n ¡ªalta inflaci¨®n, bajo crecimiento¡ª, sobre todo si la contienda se prolonga. Las comparaciones con otros contextos hist¨®ricos traum¨¢ticos ¡ªla crisis del petr¨®leo de los setenta; el impacto en los precios del crudo de la revoluci¨®n iran¨ª de 1979¡ª proliferan. El veto de la Casa Blanca al crudo ruso a?ade incertidumbre al escenario.
¡°La estanflaci¨®n est¨¢ recibiendo la atenci¨®n que merece en la coyuntura actual. Durante la pandemia, inyectamos miles de millones de d¨®lares a las econom¨ªas y no pensamos en las consecuencias. Adem¨¢s, no podr¨ªamos haber previsto el efecto de los cortes de la cadena de suministro y la guerra en Europa. Sumados todos los factores, los precios solo ten¨ªan una salida, ir hacia arriba, mientras el PIB en muchos pa¨ªses se desinflaba. La estanflaci¨®n demuestra que la teor¨ªa econ¨®mica suele ser correcta¡±, sostiene Eric Adams, profesor de Econom¨ªa de la universidad canadiense de Ryerson.
El actual constituye un escenario convulso. La Reserva Federal (Fed, las siglas del banco central estadounidense) anunciar¨¢ el mi¨¦rcoles la primera subida de tipos desde marzo de 2020, te¨®ricamente del 0,25%. Las lecciones de los setenta aconsejan calma y el presidente del organismo, Jerome Powell, ha insistido en que el banco se mover¨¢ ¡°con cuidado¡± a la hora de endurecer su pol¨ªtica monetaria. Hace ¨²nicamente un mes, el encarecimiento del precio del dinero era visto como una medida oportuna para contener la inflaci¨®n, que subi¨® al 7,9% en febrero; ahora parece una tirita intentando taponar una sangr¨ªa. Los economistas prev¨¦n que pueda alcanzar una tasa en torno al 9% en los pr¨®ximos meses.
La Fed se agarra a la inflaci¨®n subyacente ¡ªdescontados los precios de la energ¨ªa y la alimentaci¨®n, m¨¢s vol¨¢tiles¡ª para transmitir ese mensaje de calma, pero el precio real del petr¨®leo ajustado a la inflaci¨®n se ha disparado casi al nivel que alcanz¨® durante la revoluci¨®n iran¨ª. EE UU est¨¢ mucho m¨¢s protegido que otros pa¨ªses debido a que su producci¨®n iguala su consumo, por lo que un incremento del precio del barril tendr¨¢ un impacto neutro en el PIB. Pero no en el bolsillo de los consumidores, como subray¨® el presidente Joe Biden al anunciar este martes el veto a la importaci¨®n de crudo ruso: ¡°Defender la libertad tiene un coste, tambi¨¦n para nosotros¡±.
Volatilidad extrema
La volatilidad que genera el conflicto aconseja previsiones diarias, casi al minuto, para no quedar obsoletas o pecar de pacatas. El precio del barril de Texas, el de referencia en EE UU, se redujo este mi¨¦rcoles un 12,1%, hasta los 108,70 d¨®lares, tras el pico de 130 d¨®lares alcanzado el domingo (el m¨¢s alto desde 2008). Su punto de equilibrio se sit¨²a en los 75 d¨®lares. Este mi¨¦rcoles el precio promedio del gal¨®n (3,7 litros) en los surtidores del pa¨ªs era de 4,252 d¨®lares, con picos de 5,573 en lugares como California. Los precios de los futuros de petr¨®leo eran m¨¢s bajos que los precios al contado, lo que sugiere que el mercado prev¨¦ que el aumento sea temporal.
Con la aprobaci¨®n, este lunes, del duod¨¦cimo intercambio de 2,7 millones de barriles de crudo a ExxonMobil desde la Reserva Estrat¨¦gica de Petr¨®leo, Washington ha liberado desde finales de noviembre 24,4 millones de barriles para limitar el impacto de la subida en el consumidor. Una medida forzada por la inflaci¨®n que ha acabado resultando premonitoria, adem¨¢s de preventiva.
¡°Aunque EE UU es m¨¢s independiente energ¨¦ticamente que la UE, tendr¨¢ que lidiar con una inflaci¨®n a¨²n m¨¢s alta debido al shock energ¨¦tico global¡±, sostiene Jack Rasmus, profesor de Econom¨ªa en el Saint Mary¡¯s College de California. ¡°Las compa?¨ªas petroleras elevan los precios no por causas leg¨ªtimas de oferta o demanda, sino porque, como monopolios en sus respectivas econom¨ªas, simplemente pueden hacerlo. Eso ya ha venido sucediendo en la econom¨ªa estadounidense antes de la guerra. Casi la mitad de su ¨²ltima tasa de inflaci¨®n anual del 7,5% est¨¢ vinculada al precio del petr¨®leo¡±.
Previsi¨®n del PIB
Las se?ales son contradictorias, cambiantes. Frente a los sombr¨ªos pron¨®sticos que se ciernen sobre la eurozona, EE UU puede salir casi indemne, con un da?o ¡°moderado¡±, seg¨²n la agencia de calificaci¨®n crediticia Moody¡¯s, y una previsi¨®n del PIB ligeramente inferior a la esperada este a?o (un 3,5% frente al 3,7% esperado). El exceso de ahorro en los hogares por la inyecci¨®n de est¨ªmulos del Gobierno federal para contrarrestar la pandemia puede amortiguar la fuerte subida de la energ¨ªa. Pero no solo suben los combustibles y la luz: tambi¨¦n, de manera desbocada, los alquileres; los coches usados, las tarifas de avi¨®n¡ por no hablar de la cesta de la compra.
¡°Es dif¨ªcil medir el sentimiento general entre economistas, analistas de mercado y quienes fijan los precios. Pero es cierto que hay una conversaci¨®n emergente y m¨¢s visible sobre la posibilidad de una estanflaci¨®n. Es una combinaci¨®n de crecimiento econ¨®mico bajo o negativo e inflaci¨®n alta. El bajo y el alto de la oraci¨®n anterior son arbitrarios. Aquellos que ven una inflaci¨®n del 5% al 7% como alta y un crecimiento econ¨®mico inferior al 2% como bajo, ya est¨¢n hablando de estanflaci¨®n. ?Puede esto continuar por un tiempo? Podr¨ªa (a menos que los salarios se mantengan estables, lo que significa que los trabajadores siguen impotentes para negociar salarios m¨¢s altos), y por eso no es tan descabellado hablar de estanflaci¨®n, incluso si no crees que una inflaci¨®n del 5%-7% es alta¡±, apunta por correo electr¨®nico Talan Iscan, especialista en crecimiento de la Universidad Dalhousie.
La volatilidad de otras materias primas tendr¨¢ en el caso de EE UU especial impacto en la cadena de suministros, ya tensada desde la aparici¨®n de la variante delta del coronavirus. Materiales como el n¨ªquel, el aluminio o el gas ne¨®n, por no citar el tungsteno, cuyas reservas mundiales se reparten China y Rusia, son esenciales en la fabricaci¨®n de l¨¢seres, bater¨ªas electr¨®nicas, semiconductores, instalaciones de energ¨ªas limpias e industria automovil¨ªstica. Es decir, la amenaza de un ulterior desabastecimiento podr¨ªa paralizar la actividad en sectores ya gripados durante 2021. Pero tambi¨¦n en el sector primario: los agricultores se preparan para un aumento en el precio de los fertilizantes, ya en niveles r¨¦cord antes del conflicto. Rusia, productor mundial de abonos de bajo costo y gran volumen, es el segundo mayor productor del mundo de potasa despu¨¦s de Canad¨¢, un nutriente clave utilizado en los principales cultivos, lo que tendr¨¢ consecuencias directas en el precio de algunos alimentos.
Aluminio y n¨ªquel
¡°El segundo d¨ªa de la invasi¨®n [25 de febrero] Biden anunci¨® que las exportaciones de aluminio de Rusia quedaban exentas tras reunirse con los responsables de las industrias automotriz y conservera, que dependen de las importaciones rusas de aluminio en bruto; son el 10% del total. Se puede esperar que otras importaciones cr¨ªticas a base de metales obtengan silenciosamente exenciones en la bater¨ªa de sanciones¡±, explica Rasmus. Adem¨¢s del n¨ªquel, el precio de los metales usados en la industria automotriz, desde el aluminio de las carrocer¨ªas al paladio de los radiadores, tambi¨¦n se ha disparado desde la invasi¨®n.
El profesor Rasmus vislumbra una recesi¨®n probable. ¡°El aumento sostenido de la inflaci¨®n, los recortes en gasto social y el aumento de las tasas de inter¨¦s retrasar¨¢n en conjunto una recuperaci¨®n econ¨®mica incipiente; es muy posible que se produzca una recesi¨®n a fines de 2022 o principios de 2023. En resumen, la econom¨ªa estadounidense sentir¨¢ los efectos negativos de la guerra de Ucrania en t¨¦rminos de inflaci¨®n, ingresos familiares disponibles y pol¨ªticas monetarias inestables del banco central. De alguna manera, los efectos de la guerra ser¨¢n menores que los efectos que se sienten en Europa; si bien en otras formas quiz¨¢s sean m¨¢s severos¡±.
Sobre la estanflaci¨®n, Rasmus propone aguardar a conocer los datos de crecimiento del primer trimestre del a?o. ¡°Se empieza a hablar de ello, pero los principales medios hacen todo lo posible para no exagerar. Creo que la probabilidad crecer¨¢ una vez que se publique el informe del PIB del primer trimestre de 2022, con un crecimiento sorprendentemente bajo, tal vez incluso cero, seg¨²n el pron¨®stico preliminar de la Fed en Atlanta [0,5%, c¨¢lculo del 8 de marzo; medio punto m¨¢s que el 1 de marzo]. En cuanto a Europa, pronto, si no ya, caer¨¢ en otra recesi¨®n, ya que su industria depende tanto del petr¨®leo, del gas y de las materias primas, cuyo precio sigue aumentando. Europa ser¨¢ la m¨¢s afectada. La inflaci¨®n de las materias primas continuar¨¢ creciendo durante meses, mientras que las econom¨ªas reales sufrir¨¢n un gran golpe. Eso es estanflaci¨®n¡±.
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