Lagarde ampl¨ªa su arsenal para defender el euro
El TPI, la nueva herramienta de intervenci¨®n en los mercados del BCE, se a?ade a las dos que ya ten¨ªa y le deja un gran margen para actuar casi sin restricciones cuando lo crea necesario
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, quiso ser contundente este jueves: ¡°El BCE puede jugar duro. Preferir¨ªamos no usarlo. Pero si es necesario lo haremos sin dudar¡±. Hablaba del nuevo instrumento de intervenci¨®n en los mercados de deuda que el consejo de gobierno cre¨® ese d¨ªa, una nueva arma en el arsenal del instituto emisor para espantar las crisis de deuda. Y lo presentaba con una ret¨®rica que emula a la empleada por su antecesor, Mario Draghi, cuando hace ahora 10 a?os menos dos d¨ªas comenz¨® a ahuyentar las dudas sobre el euro con pocas palabras, aquel famoso ¡°Whatever it takes¡± (en espa?ol, ¡°Haremos lo que sea necesario¡±) seguido de un aviso a navegantes: ¡°Y cr¨¦anme, eso ser¨¢ suficiente¡±.
Con sus frases del jueves, Lagarde pretend¨ªa disuadir a quienes est¨¦n dispuestos a apostar en los mercados contra la deuda de pa¨ªses del euro de forma ¡°injusta y desordenada¡± aprovechando que ya se ha acabado la era de tipos de inter¨¦s negativos para intentar frenar la inflaci¨®n. El objetivo ser¨ªa convertir en una mera reflexi¨®n de agoreros el an¨¢lisis que hizo Goldman Sachs sobre el Instrumento para la Protecci¨®n a la Transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria (TPI, por sus siglas en ingl¨¦s) a las pocas horas de su creaci¨®n: ¡°La falta de claridad sobre las condiciones en que ser¨¢ activado sugiere que los actores del mercado podr¨ªan tantear la determinaci¨®n del BCE, especialmente en el contexto de alta incertidumbre pol¨ªtica en Italia¡±.
¡°Para mi, la falta de claridad es un punto fuerte. El BCE est¨¢ se?alando que se permitir¨¢ una gran flexibilidad a la hora de decidir si utilizar esta herramienta y c¨®mo hacerlo. Esto podr¨ªa tranquilizar a los mercados en el sentido de que la herramienta ser¨¢, de hecho, utilizable cuando se necesite¡±, contrapone Rebecca Christie, investigadora de finanzas del instituto bruselense Bruegel. Dicho de otra forma, ¡°la falta de claridad¡± realmente deja las manos libres al regulador monetario para dar un golpe en la mesa si lo considera necesario, algo que, parafraseando a Lagarde, preferir¨ªa no tener que hacer. Y visto lo visto el viernes, parece que por ahora ha conseguido lo que buscaba, las rentabilidades que exig¨ªan los inversores de los bonos soberanos cayeron y las primas de riesgo se mantuvieron estables pese a que la tormenta pol¨ªtica italiana no amaina.
La poca concreci¨®n de la que hablan estas citas se refiere a que el BCE no ha detallado elementos objetivos que activen las compras del TPI en el mercado de bonos p¨²blicos y privados. Ha se?alado criterios -no condiciones- que tendr¨¢ en cuenta cuando intervenga en favor de un pa¨ªs: compromisos con la estabilidad presupuestaria, contenci¨®n de desequilibrios macroecon¨®micos, cumplimiento con los objetivos y reformas del Fondo de Recuperaci¨®n y un examen sobre la sostenibilidad a largo plazo de la deuda. Adem¨¢s, se pondr¨¢ en marcha cuando haya una ¡°din¨¢mica injusta y desordenada en los mercados que amenace la transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria en la zona euro¡±. Conceptos y definiciones amplias que dejan mucho campo a la interpretaci¨®n en Fr¨¢ncfort. ¡°Se han dejado mucho margen de discrecionalidad para intervenir¡±, remacha el economista espa?ol Jos¨¦ Carlos D¨ªez.
Probablemente, el aspecto m¨¢s concreto de este nuevo instrumento es que ¡°las compras no estar¨¢n restringidas ex ante¡±, es decir, no hay l¨ªmites. Antonio Carrascosa, ex director general del FROB, apunta un l¨ªmite que recoge el propio regulador en su comunicado: las compras no pueden provocar un ¡°impacto persistente¡± en su balance. Pero ¨¦l mismo aclara posteriormente que este punto, como los criterios especificados, son muy ¡°gen¨¦ricos¡± como para llegar a conclusiones incontrovertibles.
El TPI completa el arsenal del instituto emisor para intervenir en los mercados, un polvor¨ªn que ha ido creando a golpe de crisis, errores, aciertos y lecciones aprendidas en la ¨²ltima d¨¦cada. El recurso m¨¢s antiguo es el OMT, el programa de compras ilimitadas de deuda p¨²blica, cuya activaci¨®n se condiciona a fuertes exigencias, como un programa de ayuda del Fondo de Rescate Europeo (reformas, recortes¡), algo que estigmatiza al pa¨ªs que recurre a ¨¦l. Aunque tambi¨¦n puede verse como la herramienta a utilizar cuando el ataque de los mercados se produce por un problema estructural en ese pa¨ªs y no por una ¡°din¨¢mica injusta¡±. Otra arma son las reinversiones flexibles de bonos que se hicieron durante la pandemia, un instrumento que, en principio, estar¨¢ vivo hasta 2024.
Decisi¨®n un¨¢nime
Que el TPI saliera adelante sin una sola voz discrepante en el consejo de gobierno del organismo con sede en Fr¨¢ncfort es algo a lo que en el seno del propio banco se da mucha importancia. Lagarde lo destac¨®. Tambi¨¦n fuera lo hacen. ¡°Que hayan tomado decisi¨®n por unanimidad es un mensaje muy potente¡±, destaca D¨ªez. La disidencia hubiera restado credibilidad a la advertencia de que recurrir a ¨¦l ¡°sin dudar¡± si llega el caso.
Pero el resultado un¨¢nime no quiere decir que haya sido f¨¢cil poner de acuerdo a los 25 miembros del m¨¢ximo ¨®rgano del BCE. Alemanes, austriacos, holandeses han sido reticentes. ?Por qu¨¦? ¡°Las condiciones definidas por el BCE que un pa¨ªs debe cumplir para recibir apoyo financiero del BCE son significativamente m¨¢s d¨¦biles que las del programa de compra de bonos OMT introducido durante la crisis del euro, que requiere al menos un programa ESM [Mecanismo Europeo de Estabilidad, por sus siglas en ingl¨¦s] con condiciones de gran alcance¡±, explica Clemens Fuest, presidente del muy seguido instituto de estudios econ¨®micos alem¨¢n IFO. ¡°El BCE no est¨¢ vinculado a ninguna decisi¨®n de otras instituciones, por lo que inevitablemente se ver¨¢ sometido a una enorme presi¨®n pol¨ªtica para proporcionar apoyo fiscal a los Estados miembros con grandes deudas¡±, a?ade.
Frente a esta opini¨®n, el economista Daniel Fuentes, director de Kreab Research, defiende que ¡°el banco ya no ten¨ªa margen y ten¨ªa que salir con la artiller¨ªa¡±. Despu¨¦s de que en junio anunciara una subida de tipos sin ense?ar los dientes, se desat¨® una tormenta en los mercados de deuda que le forz¨® a convocar un consejo extraordinario para dejar claro hasta donde estaba dispuesto a llegar. Entonces prometi¨® que aceleraba los trabajos para tener listo pronto su nuevo ca?¨®n Berta. ¡°El BCE tiene que ser cre¨ªble¡±, zanja Fuentes. Y Lagarde ha apostado su credibilidad -y la de su mandato al frente del instituto emisor- al TPI. En los pr¨®ximos meses Italia puede darle la ocasi¨®n de gan¨¢rsela.
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