Los desaf¨ªos al proceso de transici¨®n ecol¨®gica
El primer reto es mejorar la aceptabilidad social de las plantas fotovoltaicas, sobre todo en las zonas d¨®nde se llevan a cabo mayor n¨²mero de proyectos
En los d¨ªas que estamos viviendo el proceso de transici¨®n ecol¨®gica queda como una realidad m¨¢s palpable que nunca. La necesidad de contribuir a frenar la emergencia clim¨¢tica se est¨¢ poniendo de manifiesto en estos d¨ªas, en los que el futuro nos ha alcanzado. Estamos sufriendo efectos que no se preve¨ªa que sucedieran hasta la pr¨®xima d¨¦cada.
Pero no solo est¨¢ la preocupaci¨®n ambiental, los altos precios de la energ¨ªa, inimaginables hace solo dos a?os, y la necesidad de garantizar el suministro y la soberan¨ªa energ¨¦tica ante crisis como la producida por la agresi¨®n rusa a Ucrania ponen de manifiesto la necesidad de acelerar el proceso de transici¨®n. Las tecnolog¨ªas renovables, como la fotovoltaica, que contribuyen a frenar la emergencia clim¨¢tica son tambi¨¦n las mismas que nos producen una energ¨ªa m¨¢s barata y end¨®gena.
La energ¨ªa fotovoltaica disfrut¨® el a?o pasado de un a?o r¨¦cord. Se instalaron 3.200MW en suelo y otros 1200MW en autoconsumo. Todo apunta a que cerraremos el presente a?o con unas cifras sensiblemente superiores a la del pasado. El camino para conseguir los objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima (PNIEC) de alcanzar los 39 GW para el a?o 2030, parece despejado. Pero esto no hace que est¨¦ exento de desaf¨ªos. En primer lugar, se hace necesario por las razones apuntadas anteriormente, incrementar este objetivo hasta una cantidad que oscile entre los 55GW y los 65GW, dependiendo del grado de avance del almacenamiento y la electrificaci¨®n.
Quiz¨¢s el primer desaf¨ªo es el de la mejora de la aceptabilidad social. Si bien a nivel social esta sigue siendo muy alta, en determinadas zonas, donde se pretende llevar a cabo un mayor n¨²mero de proyectos, la actuaci¨®n de plataformas neonegacionistas que agrupan, desde intereses econ¨®micos competitivos o electoralistas a ambientalistas sin una visi¨®n global de la problem¨¢tica, cuestionan la instalaci¨®n de las plantas.
La soluci¨®n parte del trabajo del sector por la integraci¨®n en la biodiversidad, por la maximizaci¨®n del impacto socioecon¨®mico positivo y la agilizaci¨®n de las evaluaciones ambientales. Tambi¨¦n es importante de dar a conocer a la ciudadan¨ªa cu¨¢les ser¨¢n las plantas que realmente tienen que llevarse a cabo y promover una pol¨ªtica de comunicaci¨®n transparente y responsable que despeje el panorama de los abundantes bulos que lo dominan. Somos un sector tecnol¨®gico que nace de un apoyo social y no puede perder el mismo.
El segundo desaf¨ªo importante reside en los cuellos de botella administrativos, problem¨¢tica com¨²n a todos los pa¨ªses embarcados en este proceso. La buena respuesta inversora a la llamada para el proceso de transici¨®n, choca con las rigideces estructurales de la administraci¨®n, fundamentalmente en lo referente a refuerzo de capital humano. Es necesario racionalizar los procesos sin hacerlos m¨¢s laxos, ya que ir¨ªa en detrimento de la garant¨ªa social. Con unos procesos m¨¢s racionales se podr¨ªan reducir los tiempos en un tercio. Un a?o innecesario de retraso por motivos administrativos en un proyecto, es un a?o innecesario de emisiones de CO2 y energ¨ªa el¨¦ctrica m¨¢s cara.
Desaf¨ªo no menor, es el transformar unas tecnolog¨ªas intermitentes en otras que garanticen el suministro de energ¨ªa en las mismas condiciones de calidad y predictibilidad que las anteriores energ¨ªas convencionales. Impulsar y regular cuanto antes el almacenamiento y la producci¨®n de hidr¨®geno verde, en sus diferentes formulaciones, es fundamental.
El sistema marginalista de fijaci¨®n de precios el¨¦ctricos ha demostrado sus carencias como asignador eficaz de precio. Los actores econ¨®micos necesitan saber, cuanto antes, cu¨¢les son las reglas en base a las cuales se va a retribuir la energ¨ªa. No se trata de reformas coyunturales. Es necesaria una revisi¨®n completa del sistema que ofrezca una retribuci¨®n adecuada a los inversores al tiempo que es capaz de capturar la competitividad de las tecnolog¨ªas renovables para los consumidores.
Las inversiones en energ¨ªas renovables son inversiones intensivas en capital. Hasta ahora se han beneficiado de la existencia de dinero barato y abundante con pocas alternativas donde invertir. El nuevo escenario monetario con altas tasas de inflaci¨®n y dinero caro, presenta una inc¨®gnita en cuanto cual ser¨¢ el impacto que tendr¨¢ sobre las inversiones renovables.
Avanzar en la transici¨®n ecol¨®gica significa substituir consumos finales f¨®siles por electricidad producida por renovables y en este aspecto, igual que con el imprescindible de incrementar la eficiencia energ¨¦tica, no se est¨¢ avanzando a la velocidad requerida. La transici¨®n ecol¨®gica es una oportunidad para que tengamos tambi¨¦n un mercado mas competitivo, con un n¨²mero amplio de actores. En esta nueva configuraci¨®n la generaci¨®n distribuida tiene que jugar un papel importante. Algunas medidas para acelerar la transici¨®n y mejorar su integraci¨®n socioecon¨®mica presentan unos efectos colaterales de barreras a?adidas para las peque?as y medianas empresas. Necesitan un ecosistema regulatorio especial que les permita competir en igualdad de condiciones.
Los aspectos ambientales de la transici¨®n ecol¨®gica son una necesidad imperiosa. Los aspectos econ¨®micos, una oportunidad ¨²nica para nuestro pa¨ªs. Por primera vez est¨¢ a nuestro alcance el poder disponer de una energ¨ªa el¨¦ctrica mas competitiva que ninguno de los pa¨ªses de nuestro entorno. No podemos desperdiciarla. Llevarla a cabo cuanto antes tiene que ser un autentico proyecto de pa¨ªs. La historia no absolver¨¢ a los que no hagan lo posible por aprovecharla.
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