El Salario M¨ªnimo Interprofesional como derecho social humano
La fijaci¨®n de unos salarios m¨ªnimos justos, que proporcionen un nivel de vida digno, debe constituir la premisa b¨¢sica de cualquier econom¨ªa nacional que tenga conciencia social
Espa?a es, de las principales econom¨ªas europeas, el pa¨ªs que tiene un Salario M¨ªnimo Interprofesional (SMI) m¨¢s bajo. A pesar de que se alcanz¨® la cuota de los mileuristas, a¨²n nos encontramos lejos de las principales econom¨ªas europeas. Pa¨ªses como B¨¦lgica, Irlanda, Pa¨ªses Bajos, Francia, Reino Unido o Alemania hace tiempo que superaron la barrera de los 1.600 euros ¡ªLuxemburgo ha superado los 2.200 euros¡ª y se encaminan, en muchos casos ¡ªholandeses, belgas, o alemanes¡ª a subidas, para este pr¨®ximo 2023, superiores al 10%.
Nuestra Constituci¨®n, art. 35, proclama el derecho de todos a una remuneraci¨®n suficiente para satisfacer las necesidades de la persona trabajadora y su familia. Esto no ha impedido que en Espa?a ¡ªcuarto pa¨ªs europeo con un mayor riesgo de pobreza y exclusi¨®n social, un 27,8% de la poblaci¨®n residente, solo por detr¨¢s de Rumania, Bulgaria y Grecia¡ª se haya experimentado un aumento de las personas pobres con empleo hasta el extremo que una de cada tres, casi 2,5 millones, est¨¢n ocupadas, lo que demuestra la importancia que est¨¢ cobrando la fijaci¨®n del SMI como instrumento para combatir la penuria en el trabajo.
Tradicionalmente, a los llamamientos de actualizaci¨®n de los salarios m¨ªnimos se le opon¨ªa un discurso, pretendidamente economicista, que se?alaba que los aumentos del SMI ten¨ªan efectos negativos en el empleo. Los economistas americanos Card y Krueger, premios Nobel de econom¨ªa 2021, demostraron, sin necesidad de entrar en el debate sobre cu¨¢l es el nivel de exigencia que deben tener los pa¨ªses en combatir la explotaci¨®n laboral y la erradicaci¨®n de la pobreza, que el alza del Salario M¨ªnimo Interprofesional no solo no produc¨ªa merma en el empleo, sino que serv¨ªa de catalizador del crecimiento econ¨®mico. A esta tesis se ha incorporado recientemente el propio Banco de Espa?a, que ha reconocido el impacto positivo de la subida de los salarios de las personas con trabajos m¨¢s precarios en la actual crisis de inflaci¨®n. Los estudios m¨¢s rigurosos, a los que se les suma uno del Instituto de Estudios Fiscales, acreditan que la subida del SMI mejora la econom¨ªa en general, la vida de la gente trabajadora m¨¢s humilde en particular y reduce las desigualdades sociales. Adem¨¢s, su elevaci¨®n coopera con la sostenibilidad del sistema p¨²blico de pensiones y fomenta su suficiencia en el futuro.
En nuestro pa¨ªs, la evidencia emp¨ªrica existente ¡ªse han alcanzado las mayores cuotas de afiliaci¨®n a la Seguridad Social con alzas del salario m¨ªnimo¡ª muestra que la din¨¢mica empresarial productiva responde muy positivamente al incremento de la demanda interna que, a su vez, est¨¢ determinado por la evoluci¨®n del consumo de las familias y, por lo tanto, de los salarios. En ese sentido, el aumento de los sueldos m¨¢s bajos produce un mayor dinamismo econ¨®mico con incremento de la demanda interna, de las inversiones y del empleo.
La reciente directiva 2022/2041 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre unos salarios m¨ªnimos adecuados, que obliga al acceso efectivo por parte de las personas trabajadoras a la protecci¨®n de un salario m¨ªnimo, se?ala que la observaci¨®n, con perspectiva nacional, de una cesta de bienes y servicios a precios reales puede ser fundamental para determinar el coste de la vida con el objetivo de fijar una retribuci¨®n digna. El papel de los salarios m¨ªnimos suficientes es particularmente importante para que las personas m¨¢s vulnerables puedan cubrir las necesidades materiales como alimentaci¨®n, ropa o vivienda.
La fijaci¨®n de unos salarios m¨ªnimos justos, que proporcionen un nivel de vida digno, debe constituir la premisa b¨¢sica de cualquier econom¨ªa nacional que tenga conciencia social. Para evitar la pobreza de las personas ocupadas debemos garantizar unas percepciones m¨ªnimas adecuadas que permitan satisfacer las necesidades de quienes tienen un trabajo y sus familias. Las mujeres, las personas con discapacidad, las que sufren m¨²ltiples formas de discriminaci¨®n, los migrantes, los trabajadores poco cualificados, los progenitores de familias monoparentales y los m¨¢s j¨®venes representan la mayor¨ªa de los m¨¢s de dos millones de personas trabajadoras que perciben el SMI, por lo que su dignificaci¨®n debe ser un requisito previo para alcanzar un crecimiento justo, inclusivo y sostenible. Su incremento, adem¨¢s, contribuye a la equidad en el mercado laboral, reduce desigualdades sociales y acorta la brecha de g¨¦nero.
Concebir el Salario M¨ªnimo Interprofesional como un derecho social humano nos lleva a solicitar su actualizaci¨®n en consonancia con las principales econom¨ªas europeas.
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