Davos evidencia la descarnada carrera de potencias en tecnolog¨ªas verdes
Von der Leyen presenta el plan europeo en el Foro Econ¨®mico Mundial, en una competici¨®n positiva para la lucha contra el cambio clim¨¢tico pero con problem¨¢ticos rasgos proteccionistas
La carrera entre potencias para asegurarse la primac¨ªa en las tecnolog¨ªas clave para la transici¨®n energ¨¦tica est¨¢ desatada. La primera jornada oficial del Foro Econ¨®mico Mundial, en Davos, ha ofrecido claros destellos de una de las principales din¨¢micas de nuestro tiempo, esperanzadora por el potente impulso que las inversiones en este sector pueden dar a la lucha contra el cambio clim¨¢tico, pero con rasgos problem¨¢ticos por constituir una nueva ¨¢rea de competici¨®n descarnada y profundamente proteccionista entre los titanes del mundo.
La presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula Von der Leyen, aprovech¨® la plataforma de Davos para presentar con articulaci¨®n los planes europeos en la materia ante los influyentes participantes en el Foro. La l¨ªder del Ejecutivo comunitario conceptualiz¨® el plan ¡ªdefinido como el Green Deal Industrial¡ª sobre la base de cuatro pilares: agilizaci¨®n de procedimientos burocr¨¢ticos y de acceso a los recursos necesarios para avanzar en este sector; financiaci¨®n; formaci¨®n de trabajadores; garant¨ªa de comercio y competici¨®n internacional justa.
Se trata de la gran respuesta de Bruselas a la iniciativa tomada el verano pasado por EE UU con la ley de reducci¨®n de la inflaci¨®n, que bajo ese nombre contiene un potente plan de subsidios al desarrollo nacional de tecnolog¨ªa verde por valor de casi 400.000 millones de euros y que desata grandes recelos por su planteamiento muy proteccionista. En paralelo, potencias como China, Jap¨®n o la India ¡ªtodas ellas citadas por Von der Leyen, con tono muy cr¨ªtico en el caso de China¡ª tambi¨¦n avanzan en proyectos similares.
El primer pilar de la estrategia europea prev¨¦ la adopci¨®n de una ley industrial de emisiones cero, que tenga el objetivo de agilizar toda la burocracia vinculada al establecimiento de proyectos industriales en esta ¨¢rea y, en conexi¨®n con la ley de materias primas estrat¨¦gicas, facilitar el acceso a los materiales clave para la transici¨®n. En este apartado, la UE plantea conformar alianzas con pa¨ªses socios, incluido EE UU.
El segundo es la peliaguda cuesti¨®n de la financiaci¨®n. A este respecto, Von der Leyen mencion¨® una ¡°adaptaci¨®n temporal de las normas sobre ayudas de Estado¡±, necesaria para vehicular fondos que permitan competir con las acciones de otras potencias. Consciente del gran potencial distorsionador que una flexibilizaci¨®n de esas normas puede provocar en beneficio de los pa¨ªses con mayor m¨²sculo financiero de la UE, Bruselas plantea la instituci¨®n de un fondo de soberan¨ªa que permita compensar ese desequilibrio. A la vista de la dificultad de implementarlo, la presidenta de la Comisi¨®n mostr¨® la determinaci¨®n de Bruselas a adoptar ¡°soluciones puente para facilitar apoyo r¨¢pido y focalizado donde m¨¢s se necesita¡±.
La presidenta aclar¨®, posteriormente al discurso, que en su visi¨®n la financiaci¨®n tomar¨¢ forma tanto de pr¨¦stamos como de ayudas a fondo perdido. Los problemas para implementar estas acciones quedaron retratados con unas declaraciones de la ministra holandesa de Finanzas, que reclam¨® que el nuevo fondo se constituya con recursos ya disponibles, no con adicionales.
El tercer pilar es el del impulso a la cualificaci¨®n de mano de obra para sostener este esfuerzo. El cuarto, el mucho m¨¢s complejo objetivo de garantizar un comercio abierto y justo en esta materia. En este apartado, Von der Leyen se refiri¨® expl¨ªcitamente a las praxis de China, con fuertes subsidios a su industria, restricciones en el acceso a su mercado y a la vez intentos de lograr la reubicaci¨®n de empresas europeas en su territorio con promesas de energ¨ªa y mano de obra barata, as¨ª como de un marco regulatorio ambiental m¨¢s laxo. Von der Leyen descart¨® el escenario de un desacople, pero s¨ª exhort¨® a concentrarse en una reducci¨®n del riesgo derivado de la conexi¨®n ¡ªen ciertos casos dependencia¡ª de China. Anteriormente, la presidenta mencion¨® tambi¨¦n ¡°la inquietud¡± vinculada a ¡°ciertos aspectos¡± de la legislaci¨®n estadounidense.
Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio, reclam¨® a las potencias mundiales que no se lancen a una ¡°carrera de subsidios¡± en esta materia. Pero la carrera parece ya desatada.
El primer ministro belga, Alexander de Croo, reconoci¨® que hay problemas derivados del impacto de la legislaci¨®n estadounidense en Europa, pero exhort¨® a no perder de vista el extraordinario valor global que esa iniciativa tiene en pro de la lucha contra el cambio clim¨¢tico. La cuesti¨®n fue tambi¨¦n el objeto central del encuentro que el presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, mantuvo en el foro con los principales ejecutivos de varias de las mayores empresas espa?olas.
Sin duda, los cientos de miles de millones que las grandes potencias invertir¨¢n en los pr¨®ximos a?os son un activo fundamental en el desarrollo e implementaci¨®n de tecnolog¨ªas que reduzcan las emisiones contaminantes. Pero la conexi¨®n entre este objetivo ¡ªque toca m¨²ltiples aspectos sensibles, desde materias primas a tecnolog¨ªas pioneras¡ª y el estado turbulento de las relaciones mundiales tambi¨¦n abre paso a fricciones con potencial grave.
EE UU se halla embarcado en una vigorosa campa?a para impedir el acceso de China a tecnolog¨ªas punteras, al considerar que durante tiempo Pek¨ªn ha llevado a cabo una competencia desleal, y presiona para que sus aliados occidentales acompa?en ese movimiento para completar el aislamiento chino en esta cuesti¨®n. No es dif¨ªcil entrever, en el sector de la transici¨®n energ¨¦tica, un potencial campo de batalla entre las dos superpotencias, con Europa ante la problem¨¢tica cuesti¨®n de definir su posici¨®n en medio de claros disensos internos, sobre todo entre un flanco este de la Uni¨®n profundamente atlantista y un sector occidental m¨¢s partidario de fijar una posici¨®n no equidistante, pero s¨ª propia, en el pulso entre Washington y Pek¨ªn.
Consciente de los riesgos de esta din¨¢mica, China parece muy determinada a atenuar sus consecuencias. Si la reuni¨®n del presidente Xi Jinping con Joe Biden en el G-20 de Bali en noviembre marc¨® al menos un freno a la brutal din¨¢mica de deterioro bilateral, Pek¨ªn ahora parece muy motivada en intentar mantener vivo el v¨ªnculo con los europeos, sin duda reconfortada por la reciente visita del canciller Scholz a China con un nutrido plantel de emprendedores. Macron tambi¨¦n tiene previsto viajar pronto a Pek¨ªn.
En Davos, el viceprimer ministro chino, Liu He, trat¨® de aprovechar el influyente foro en la estaci¨®n alpina para transmitir un mensaje de apertura al mundo, invitando a invertir en el pa¨ªs, y manifest¨¢ndose en contra del proteccionismo y a favor de una reglobalizaci¨®n. Occidente denuncia desde hace a?os, sin embargo, que las inversiones en el mercado chino se ven sometidas a condiciones injustas y observa que las ayudas de Estado son de gran envergadura. Liu tiene previsto reunirse este mi¨¦rcoles con la secretaria del Tesoro de EE UU, Janet Yellen, en su primer encuentro f¨ªsico desde la pandemia.
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