El fantasma de otra crisis financiera recorre el mundo
Las autoridades llaman a la calma, los inversores buscan refugio y los bancos centrales se replantean su pol¨ªtica monetaria tras la ca¨ªda del Silicon Valley Bank y su onda expansiva
El aroma resulta familiar. Una entidad financiera no demasiado conocida entra en crisis. Las autoridades llaman a la calma. Los bancos centrales se movilizan. Los inversores buscan refugio. Las Bolsas caen. Los bonos suben. El oro, tambi¨¦n. Huele, en definitiva, a crisis financiera. C¨®mo de profunda sea esa crisis y cu¨¢nto afecte a la econom¨ªa real este episodio marcado sobre todo por la ca¨ªda de Silicon Valley Bank es lo que a¨²n se desconoce, pero los efectos ya son palpables en los mercados, en las expectativas de subida de los tipos de inter¨¦s y hasta en el discurso pol¨ªtico.
Los ecos de 2008 resuenan en los mensajes que han seguido a la crisis de Silicon Valley Bank (SVB). Hace justo 15 a?os tambi¨¦n se dec¨ªa que Bear Stearns (y algunos canarios en la mina que murieron antes) era un caso aislado y que el riesgo de contagio estaba limitado, antes de que la quiebra de Lehman Brothers diera el pistoletazo de salida oficial a la Gran Recesi¨®n. ?Se repetir¨¢ la historia o esta vez es diferente? El escenario central sigue siendo el de un impacto limitado, pero en las crisis financieras, como en las corridas bancarias, hay algo de profec¨ªa que se autocumple. El desplome burs¨¢til de los bancos regionales estadounidenses de este lunes pone los pelos de punta.
El fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos (FDIC), la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro han tirado de manual y han garantizado los dep¨®sitos de los clientes del SVB, que ascend¨ªan a unos 175.000 millones de d¨®lares, y los de Signature Bank, tambi¨¦n ca¨ªdo, de cerca de 100.000 millones. Pese al riesgo moral que implica cubrir todos los dep¨®sitos (y no solo los de menos de 250.000 d¨®lares, como marca la norma), las autoridades son conscientes de que no garantizarlos habr¨ªa provocado un contagio inmediato, arrastrado a otras entidades financieras regionales y generado una gran crisis de confianza en el sistema bancario del pa¨ªs.
¡°Los estadounidenses pueden estar seguros de que nuestro sistema bancario es seguro. Sus dep¨®sitos est¨¢n seguros¡±, aseguraba este lunes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Las autoridades har¨¢n ¡°lo que sea necesario¡±, a?ad¨ªa con palabras similares a las que us¨® el presidente del BCE, Mario Draghi, para defender el euro.
Al tiempo que promete lo que haga falta, Biden repite que no habr¨¢ p¨¦rdidas para los contribuyentes, sino que el saneamiento se financiar¨¢ con las tasas que pagan las entidades al FDIC. Esa es la primera gran diferencia con respecto a los rescates al estilo de 2008, costeados con dinero p¨²blico. La otra es que aunque se ayuda a los depositantes, no habr¨¢ rescate a los inversores de los bancos ca¨ªdos, sean accionistas o bonistas: ¡°Asumieron un riesgo a sabiendas y han perdido su dinero. As¨ª funciona el capitalismo¡±, insisti¨® Biden este lunes.
No solo los accionistas y bonistas de SVB han perdido su dinero. La semana pasada tambi¨¦n cayeron Silvergate, un peque?o banco ligado a las criptodivisas, y Signature Bank, entidad neoyorquina tambi¨¦n cercana al mundo cripto que se vio arrastrada el fin de semana. Las autoridades quiz¨¢ hayan evitado la fuga de dep¨®sitos, pero no han contenido la huida de inversores.
El mercado apuesta sobre qui¨¦n ser¨¢ la pr¨®xima v¨ªctima. Los primeros candidatos son los que m¨¢s se parecen a SVB, bancos regionales, sobre todo de California, donde la crisis de SVB es reflejo tambi¨¦n de un cambio de ciclo algo m¨¢s amplio para las tecnol¨®gicas. Las acciones del 14? mayor banco de EE UU, First Republic Bank, con sede en San Francisco, se desplomaron este lunes m¨¢s de un 60%, a pesar de que la entidad proclam¨® que dispon¨ªa de abundante liquidez. Los t¨ªtulos de otros bancos regionales como Western Alliance (Arizona), PacWest (California) y Zions (Utah) cayeron entre el 25% y el 50%. Charles Schwab, con cerca de 350.000 millones de d¨®lares en dep¨®sitos, cay¨® m¨¢s de un 11%.
En todo el mundo, los bancos, en especial los que se perciben como m¨¢s d¨¦biles, sufrieron tambi¨¦n este lunes el castigo de los inversores. Los partes de crisis llegan desde todos los rincones financieros del planeta, desde un fondo de pensiones sueco a una tecnol¨®gica australiana o una firma de inversiones japonesa.
La ca¨ªda de SVB
Silicon Valley Bank era una entidad peculiar. Fundada en 1983 y con sede en Santa Clara (California), en pleno valle del silicio, creci¨® hasta convertirse en el 16? mayor banco de Estados Unidos por activos. Haciendo honor a su nombre, jugaba un papel relevante en el sector tecnol¨®gico. Era un banco de referencia para las startups, las nuevas empresas emergentes a las que las entidades tradicionales eran m¨¢s remisas a prestar dinero. Lo parad¨®jico es que no ha sido el riesgo asumido en el sector tecnol¨®gico lo que ha hundido al banco, sino todo lo contrario.
El negocio de un banco es tomar dep¨®sitos de quienes tienen dinero para prest¨¢rselo a quienes lo necesitan, pero las tecnol¨®gicas nadaban en abundante liquidez en 2021 y comienzos de 2022. Tipos de inter¨¦s bajos, rondas de financiaci¨®n, salidas a Bolsa, ampliaciones de capital y otras v¨ªas de financiaci¨®n hac¨ªan que las startups no pidiesen tantos pr¨¦stamos a SVB, sino que m¨¢s bien depositasen en la entidad cantidades multimillonarias. SVB decidi¨® invertir esos dep¨®sitos a corto plazo por los que no pagaba intereses en t¨ªtulos seguros de renta fija a largo plazo con algo de remuneraci¨®n.
Parec¨ªa un negocio redondo, pero los tipos de inter¨¦s empezaron a subir. Normalmente, para un banco, esa subida de tipos es buena. La mayor¨ªa de sus pr¨¦stamos a las empresas son a tipo variable y el alza de tipos aumenta los ingresos del banco, que, mientras, puede arrastrar los pies a la hora de subir la remuneraci¨®n de los dep¨®sitos. En el caso de SVB, m¨¢s que pr¨¦stamos a empresas a tipo variable y a corto plazo, lo que hab¨ªa era bonos del Tesoro y otros t¨ªtulos de renta fija (l¨¦ase, a tipo fijo) a largo plazo. El precio o valor de los bonos se mueve en direcci¨®n inversa a los tipos de inter¨¦s. Si los tipos suben, los bonos valen menos. En principio, son solo p¨¦rdidas latentes, sobre el papel, mientras el banco mantenga los bonos en cartera, pero si los vende, se materializan.
En paralelo, la subida de tipos dren¨® las fuentes de financiaci¨®n de las tecnol¨®gicas, que empezaron a retirar dinero del banco. Para devolver los dep¨®sitos, SVB tuvo que vender bonos y esas p¨¦rdidas te¨®ricas se conviertieron en reales. Eso, adem¨¢s, deterior¨® sus indicadores. La p¨¦sima gesti¨®n y comunicaci¨®n de esa situaci¨®n el pasado mi¨¦rcoles y una fallida operaci¨®n para ampliar capital generaron desconfianza, as¨ª que m¨¢s depositantes quisieron recuperar su dinero, alimentando un c¨ªrculo vicioso de fuga de dep¨®sitos que no hay entidad que resista. La estampida financiera ha tumbado as¨ª a un banco que decidi¨® invertir en activos seguros.
El contagio
Los problemas se extendieron a Signature Bank. Ambas entidades ten¨ªan en com¨²n haber crecido con mucha fuerza en dep¨®sitos, la mayor¨ªa de los cuales estaban sin asegurar. Y mientras SVB ten¨ªa a las startups como clientes, Signature recib¨ªa dep¨®sitos de firmas de criptomonedas.
Para conjurar el fantasma de una crisis financiera m¨¢s grave, las autoridades no solo han garantizado los dep¨®sitos, sino que, adem¨¢s, la Reserva Federal ha creado un nuevo mecanismo de liquidez para las entidades que puedan verse afectadas por retiradas de dep¨®sitos por parte de sus clientes. Podr¨¢n pedir fondos al banco central utilizando como garant¨ªa sus t¨ªtulos de deuda p¨²blica a valor nominal y as¨ª no tendr¨¢n que venderlos con p¨¦rdidas. La idea de este tipo de mecanismos es que sean preventivos o disuasorios: es decir, que su mera existencia evite la fuga de dep¨®sitos y haga innecesario usarlos.
El temor al contagio est¨¢ en el mercado, como explicaban este fin de semana los analistas de Citi: ¡°Antes de SVB, ya est¨¢bamos en un entorno fr¨¢gil con preocupaciones en el mercado para los bancos sobre las presiones de financiaci¨®n, grandes p¨¦rdidas no realizadas en valores, y las posibles preocupaciones de calidad crediticia en ¨¢reas como el sector inmobiliario comercial por lo que el fracaso de SVB solo alimenta la narrativa¡±, dec¨ªan. ¡°Si bien creemos que la naturaleza del modelo de negocio de SVB es ¨²nica, entendemos la preocupaci¨®n por el riesgo de contagio en este entorno fr¨¢gil para los bancos m¨¢s peque?os, especialmente aquellos con grandes bases de dep¨®sitos no asegurados, raz¨®n por la cual una resoluci¨®n es importante para restablecer la confianza. Se trata m¨¢s bien de una cuesti¨®n psicol¨®gica, ya que los modelos de negocio bancario dependen de la confianza y, como demuestra la historia de SVB, una vez que esta desaparece, eso puede ser muy problem¨¢tico¡±, a?ad¨ªan.
El FDIC intent¨® el domingo sin ¨¦xito encontrar un comprador para Silicon Valley Bank, una soluci¨®n que habr¨ªa sido m¨¢s limpia y quir¨²rgica que la garant¨ªa general sobre los dep¨®sitos. Los esfuerzos por vender el banco ca¨ªdo a otra entidad que responda por los dep¨®sitos continuaban este lunes sin concretarse y la opci¨®n de un troceamiento se abr¨ªa paso.
Los expertos de Oxford Economics sostienen tambi¨¦n la tesis del riesgo limitado: ¡°El colapso de SVB se ha debido a factores espec¨ªficos que sugieren que no es necesariamente un indicio de riesgos m¨¢s amplios para la estabilidad financiera, pero est¨¢ claro que los riesgos est¨¢n aumentando. La base de clientes del SVB estaba dominada por inversores de capital riesgo y startups. Y estaba excepcionalmente mal preparado para sobrevivir a las agresivas subidas de tipos de la Reserva Federal. Ten¨ªan una proporci¨®n particularmente grande de sus activos l¨ªquidos en valores a largo plazo¡±, explicaban este lunes. ¡°Tras sufrir grandes p¨¦rdidas en su cartera de inversi¨®n debido a la subida de tipos, la falta de diversidad entre su base de clientes provoc¨® un ¨¦xodo impulsado por la mentalidad de reba?o, lo que exacerb¨® el p¨¢nico bancario ¡±, a?ad¨ªan.
Abundantes p¨¦rdidas
Aunque el caso de SVB fuera extremo, no era ¨²nico. Martin Gruenberg, el presidente de la FDIC, advirti¨® la semana pasada en una conferencia en Washington en el Instituto de Banqueros Internacionales de que ¡°el actual entorno de tipos de inter¨¦s ha tenido efectos dram¨¢ticos sobre la rentabilidad y el perfil de riesgo de las estrategias de financiaci¨®n e inversi¨®n de los bancos¡±.
Como consecuencia de la subida de los tipos de inter¨¦s, los activos con vencimientos a m¨¢s largo plazo adquiridos por los bancos cuando los tipos eran m¨¢s bajos valen ahora menos que su valor nominal, explicaba. ¡°El total de estas p¨¦rdidas no realizadas, incluidos los valores disponibles para la venta o mantenidos hasta su vencimiento, ascend¨ªa a unos 620.000 millones de d¨®lares a finales de 2022¡å, aseguraba.
Aunque Gruenberg sostiene que los bancos se encuentran en general en una posici¨®n s¨®lida (muy lejos de los problemas de solvencia de 2008), parte de su intervenci¨®n resultaba premonitoria: ¡°Las p¨¦rdidas no realizadas debilitan la capacidad futura de un banco para hacer frente a necesidades inesperadas de liquidez. Esto se debe a que los valores generar¨¢n menos efectivo cuando se vendan de lo que se hab¨ªa previsto en un principio, y a que la venta suele provocar una reducci¨®n del capital regulatorio¡±, dec¨ªa.
En la crisis financiera de 2008, quebraron m¨¢s de 450 bancos en cuatro a?os, desde entidades de tama?o muy peque?o a grandes firmas como Lehman Brothers o Washington Mutual.
Pausa en los tipos
Para luchar contra la inflaci¨®n, la Reserva Federal ha acometido las subidas de tipos m¨¢s agresivas en cuatro d¨¦cadas. Hay un dicho en Wall Street seg¨²n el cual la Fed sube los tipos hasta que rompe algo. Y parece que ya lo ha roto. Por eso, los analistas que cre¨ªan que en la reuni¨®n de la pr¨®xima semana habr¨ªa una subida de tipos de 0,5 puntos, ahora se inclinan por pensar que ser¨¢ de 0,25 o que no habr¨¢ subida. Goldman espera una pausa ¡°a la luz de las recientes tensiones en el sistema bancario¡±. Anteriores ciclos al alza de los tipos oficiales desembocaron en la crisis de las hipotecas basura (2007), el colapso del fondo LGTM (1998) o la devaluaci¨®n del peso mexicano (1994).
Los mercados reaccionaron ayer con bruscos movimientos en los t¨ªtulos de renta fija que reflejan el cambio de escenario y hasta llegan a anticipar bajadas de tipos antes de lo que se esperaba. Los tipos de la deuda p¨²blica a dos a?os, por ejemplo, tuvieron la mayor ca¨ªda en 40 a?os. Curiosamente, eso revaloriza los bonos y disminuyen las p¨¦rdidas latentes en las carteras de los bancos.
Volviendo a la anterior crisis financiera, a¨²n se recuerda la subida de tipos del Banco Central Europeo de julio de 2008 como el mayor error en el mandato de Jean-Claude Trichet. Ahora, no est¨¢ claro en qu¨¦ medida un hipot¨¦tico descanso en el endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria se trasladar¨ªa tambi¨¦n a Europa.
Tanto el auge de las criptomonedas como el del capital riesgo, especialmente en el sector tecnol¨®gico, han estado alimentados por el dinero ultrabarato disponible desde la anterior crisis financiera. Ahora, esos mismos sectores se convierten en v¨ªctimas de la subida de tipos.
Errores de supervisi¨®n
La ca¨ªda del SVB ha abierto tambi¨¦n el debate sobre los aparentes errores de supervisi¨®n que han permitido que la situaci¨®n se deteriore hasta ser irreconducible. La Reserva Federal anunci¨® este lunes una revisi¨®n de la supervisi¨®n y regulaci¨®n del Silicon Valley Bank, a la luz de su quiebra, cuyo resultado se publicar¨¢ antes del 1 de mayo. ¡°Los acontecimientos en torno al Silicon Valley Bank exigen una revisi¨®n exhaustiva, transparente y r¨¢pida por parte de la Reserva Federal¡±, dijo su presidente, Jerome H. Powell, a trav¨¦s de un comunicado.
¡°Tenemos que ser humildes y llevar a cabo una revisi¨®n cuidadosa y exhaustiva de la forma en que supervisamos y regulamos esta firma, y de lo que debemos aprender de esta experiencia¡±, a?adi¨® el vicepresidente de Supervisi¨®n, Michael S. Barr, que dirige la revisi¨®n. Est¨¢ claro que la Reserva Federal tratar¨¢ de mejorar la supervisi¨®n de los bancos medianos con las armas que la ley le da.
El propio presidente Biden se refiri¨® a posibles deficiencias regulatorias en la intervenci¨®n en que subray¨® que todos los clientes de SVB y Signature Bank pueden estar tranquilos porque sus dep¨®sitos est¨¢n protegidos. ¡°Debemos obtener una explicaci¨®n completa de lo ocurrido y que los responsables rindan cuentas¡±, dijo. El presidente introdujo la ca¨ªda de ambos bancos en el debate pol¨ªtico al asegurar que algunos requisitos estrictos que se hab¨ªan impuesto a las entidades durante la presidencia de Barack Obama (en la que Biden era vicepresidente) se suprimieron en la etapa de Donald Trump. Biden se?al¨® que el rescate no costar¨¢ dinero a los contribuyentes, que los directivos ser¨¢n despedidos, que los accionistas y bonistas perder¨¢n su dinero y que pedir¨¢ que se endurezca la regulaci¨®n financiera.
En el consejo de la Reserva Federal de San Francisco, encargada de supervisar a Silicon Valley Bank, se sentaba el antiguo consejero delegado de la entidad. En el consejo del quebrado Signature Bank estaba Barney Frank, que dio nombre a la restrictiva ley Dodd-Frank de 2010. El congresista, fichado por el banco en 2015, apoy¨® luego relajar las exigencias regulatorias. Un cambio legal aprobado en 2018 libr¨® a Signature Bank de una supervisi¨®n m¨¢s estricta. Frank a¨²n figura en la web del banco como consejero. Eso s¨ª, el banco ya no existe como tal.
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