Europa zanja su invierno m¨¢s dif¨ªcil con las reservas de gas en m¨¢ximos hist¨®ricos

La primavera ha entrado a lo grande y la Uni¨®n Europea va apagando las calefacciones con sus valiosos remanentes de gas natural pr¨¢cticamente intactos. El Viejo Continente ha dado carpetazo al invierno con los dep¨®sitos subterr¨¢neos de este combustible al 56% de su capacidad, 20 puntos porcentuales m¨¢s que en la media hist¨®rica para estas fechas y m¨¢s del doble que hace justo un a?o, cuando no llegaban ni siquiera al 26%. El objetivo de Bruselas es que los Veintisiete lleguen al pr¨®ximo 1 de noviembre ¡ªes decir, al presumible inicio de la temporada de fr¨ªo¡ª con las reservas al menos al 90% de su capacidad.

Salvo en el muy an¨®malo 2020 ¡ªel a?o del confinamiento, que hundi¨® la cotizaci¨®n de este combustible e hizo del almacenamiento la alternativa m¨¢s rentable¡ª, las reservas nunca hab¨ªan estado tan llenas a estas alturas de marzo. Con el grifo del gas ruso pr¨¢cticamente cerrado y una guerra que va para larga, ese ingente volumen de gas bajo tierra es un colch¨®n muy importante para lo que pueda estar venir: un pr¨®ximo invierno mucho m¨¢s fr¨ªo o, quien sabe, un problema en la hoy engrasada maquinaria exportadora en Estados Unidos o Noruega, los dos pa¨ªses sin cuyo concurso la UE no habr¨ªa superado su mayor papeleta energ¨¦tica hasta la fecha.

¡°Son unas circunstancias estupendas de aprovisionamiento de gas¡±, ha afirmado este martes la secretaria de Estado de Energ¨ªa, Sara Aagesen, en un acto organizado por el Club Espa?ol de la Energ¨ªa (Enerclub). ¡°Tanto Espa?a como Europa est¨¢n muy bien aprovisionadas, tambi¨¦n de cara al pr¨®ximo invierno¡±.

El buen tono actual de los dep¨®sitos responde a un amplio abanico de factores. El m¨¢s importante de ellos, el dr¨¢stico recorte de la demanda, que en 2022 cay¨® un in¨¦dito 13% en el conjunto de la UE. Las temperaturas, m¨¢s suaves de lo habitual para estas fechas, han contribuido en gran medida a este descenso, pero hay m¨¢s: ¡°Las adiciones r¨¦cord de capacidad solar y e¨®lica han sido vitales, y los altos precios han desempe?ado un papel importante a la hora de reducir la demanda, en especial la de los sectores m¨¢s intensivos en gas¡±, apuntan los t¨¦cnicos de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) en un estudio reci¨¦n publicado.

¡°La ca¨ªda de demanda industrial, que es preponderante en varias zonas de Europa, ha sido muy importante¡±, agrega Javier Revuelta, de la consultora energ¨¦tica Afry. ¡°Son factores que, a priori, no se van a mantener una vez que los precios est¨¢n volviendo a niveles m¨¢s asumibles. Aun as¨ª, hay que recordar que en Europa seguimos teniendo un faltante estructural. Y que el pr¨®ximo invierno volver¨¢ a ser tenso¡±.

El gr¨¢fico de evoluci¨®n de los dep¨®sitos de gas es, a?o tras a?o, una continua sucesi¨®n de picos y valles: los primeros, en los albores del oto?o, cuando empieza la etapa de alto consumo; los segundos, al principio de la primavera, tras los meses de fr¨ªo. Ah¨ª es donde Europa est¨¢ ahora y ah¨ª, ya fuera del foco informativo, es donde a los Veintisiete les toca hacer la parte m¨¢s dif¨ªcil de la tarea: reponer el gas consumido y llevar los dep¨®sitos, de nuevo, hasta los topes para hacer frente al segundo invierno de la crisis.

En los pr¨®ximos meses, la empresa ser¨¢ incluso m¨¢s complicada que un a?o atr¨¢s: por aquel entonces, el gas ruso todav¨ªa flu¨ªa con alegr¨ªa hacia sus clientes en la UE y el cierre del ic¨®nico Nord Stream 1 no llegar¨ªa hasta septiembre, con los dep¨®sitos ya casi colmatados. Hoy, lo hace por cuentagotas y solo por dos de los cuatro construidos: a trav¨¦s de Ucrania y a trav¨¦s de Turqu¨ªa, pero no por el citado Nord Stream (posteriormente saboteado) ni por el Yamal (el que cruza Bielorrusia antes de entrar a la UE por Polonia).

Espa?a, al 78%

El acopio de gas en Europa ha sido una tarea prodigiosa, pero a un alto precio. Buena parte de las inyecciones se hicieron la primavera y el verano pasados, cuando el gas cotizaba en m¨¢ximos hist¨®ricos, hasta 15 veces mayores de lo habitual antes de la guerra. En el caso espec¨ªfico de Espa?a, uno de los pa¨ªses mejor dotados de plantas regasificadoras ¡ªcon hasta seis¡ª, buena parte de ese sobrecoste para la seguridad de suministro se asumi¨® en los a?os ¡ªy en las d¨¦cadas¡ª anteriores, cuando se sufrag¨® la construcci¨®n de toda esa red de infraestructuras que ha posibilitado la llegada de gas natural licuado (GNL) por mar desde medio mundo.

Si la situaci¨®n europea es mucho m¨¢s holgada de lo que cab¨ªa pensar hace unos meses, la de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica lo es a¨²n m¨¢s. Aunque m¨¢s peque?os que sus pares europeos, los cuatro dep¨®sitos subterr¨¢neos de gas que hay en Espa?a ¡ªtres reservorios ya agotados (Gaviota, frente a la costa de Bizkaia; Marismas, en Huelva; Serrablo, en Arag¨®n) y un antiguo acu¨ªfero (Yela, en Guadalajara)¡ª est¨¢n hoy al 78% de su capacidad total. ¡°En Espa?a seguiremos sin tener problemas de suministro de gas, pero los precios ser¨¢n otra cosa: hay que ver c¨®mo de caluroso es el verano y, por tanto, cu¨¢nto aire acondicionado ser¨¢ necesario. Tambi¨¦n cu¨¢nto gas natural importar¨¢ China, que sigue siendo el mayor comprador del mundo¡±, cierra Revuelta, de Afry. ¡°No podemos confiarnos¡±.

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