El infierno laboral de los temporeros inmigrantes en Andaluc¨ªa: salarios ¨ªnfimos y trato inhumano
Un informe de la ONG Ethical Consumer denuncia violaciones ¡°end¨¦micas y generalizadas¡± de derechos b¨¢sicos en los invernaderos de Huelva y Almer¨ªa y la pasividad de las administraciones
Salarios ¨ªnfimos, jornadas laborales eternas, temporalidad, ausencia de contrato o escaso derecho a la sindicaci¨®n. Son muchas las ¡°severas y flagrantes¡± violaciones de los derechos b¨¢sicos que sufren los trabajadores en la agricultura intensiva andaluza denunciadas por la ONG brit¨¢nica Ethical Consumer en el informe Produce of exploitation (Producto de la explotaci¨®n) publicado en la noche de este jueves. El documento destaca que la situaci¨®n es ¡°end¨¦mica y generalizada¡± desde hace dos d¨¦cadas en los invernaderos de Almer¨ªa y Huelva, donde trabajan unas 100.000 personas migrantes. La entidad describe que en ambos casos existe un ¡°modelo explotador de mano de obra¡± que incumple ocho de los nueve principios recogidos por la iniciativa Comercio ?tico. Tambi¨¦n destaca la inacci¨®n del Gobierno espa?ol y las autoridades locales y pide a los nueve principales supermercados de Reino Unido que se abastecen en Andaluc¨ªa que asuman su responsabilidad y participen en el cambio de este abusivo sistema.
¡°Sus condiciones compiten con las peores que he visto en cualquier parte del mundo¡±, afirmaba a principios de 2020 el entonces relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos de la ONU, Philip Alston, tras visitar uno de los asentamientos chabolistas de Lepe, en Huelva. ¡°Viven como animales¡±, insist¨ªa al comprobar que carec¨ªan de agua, electricidad o retretes. Sus palabras se hubieran repetido en Almer¨ªa, donde la situaci¨®n es la misma a pesar de que el valor de las exportaciones de tomates, calabacines o pimientos supera los 3.000 millones de euros anuales. Este informe demuestra que las precarias condiciones laborales incluyen sueldos que rondan los cinco o seis euros la hora, una temporalidad generalizada, o escasez de contratos de trabajo. Su sucesor en el puesto, Olivier De Schutter, ha asegurado a Ethical Consumer que aquel a?o contact¨® con el Gobierno espa?ol y la patronal para pedir el fin de los abusos, pero que este documento deja ¡°dolorosamente claro¡± que ¡°las violaciones contin¨²an, sin tener en cuenta las normas internacionales de derechos humanos¡±.
A lo largo de 97 p¨¢ginas la organizaci¨®n social realiza una exhaustiva descripci¨®n de las condiciones en las que viven buena parte de los trabajadores de los invernaderos almerienses y onubenses, cuya precariedad lleg¨® en marzo de 2021 al Parlamento Europeo. A partir de entrevistas propias a los migrantes y evidencias procedentes de sindicatos, informes acad¨¦micos, entidades sociales, medios de comunicaci¨®n e investigaciones de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU), realizan una profunda descripci¨®n que refleja la exclusi¨®n y ¡°abusos flagrantes¡± a los derechos b¨¢sicos de los empleados agr¨ªcolas migrantes de ambas provincias.
No es el primer informe de esta entidad brit¨¢nica, que ya denunci¨® la situaci¨®n en 2020 debido a la importancia de estas provincias en aquel mercado: sus datos reflejan que uno de cada cuatro pimientos importados por las islas brit¨¢nicas procede de Almer¨ªa y que desde Huelva viajan la mitad de fresas, ar¨¢ndanos o frambuesas consumidas en el pa¨ªs. Entonces se hicieron eco de una frase demoledora: ¡°El milagro exportador alimentario espa?ol no existir¨ªa sin explotaci¨®n laboral¡±, recogida por El ingrediente secreto, investigaci¨®n desarrollada por la ONG Justicia Alimentaria y financiada por el Ministerio de Derecho Sociales y Agenda 2030.
Para llegar hasta las duras conclusiones de su trabajo, Ethical Consumer ha comprobado si se cumplen o no los puntos incluidos en la iniciativa C¨®digo ?tico, acuerdo que recoge una serie de normas sobre los derechos de los empleados basadas en las condiciones m¨ªnimas recomendadas por la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT). De los nueve puntos analizados, la agricultura intensiva andaluza solo cumple uno: ¡°No se utilizar¨¢ mano de obra infantil¡±. De los ocho restantes se han encontrado evidencias de incumplimiento. Entre ellos se incluyen la escasez de salarios dignos, la discriminaci¨®n, el trato duro inhumano, condiciones de trabajo inseguras y poco higi¨¦nicas o la dificultad de los trabajadores para sindicarse. ¡°Tanto la cantidad como la naturaleza de las pruebas disponibles muestran que los problemas son end¨¦micos en estos territorios¡±, se?ala el informe, que destaca c¨®mo los derechos fundamentales ¡°se niegan rutinariamente¡± en ambas provincias. Pr¨¢ctica extendida que ha llevado a la entidad a no mencionar empresas o fincas concretas porque cree que lo importante es tomar un enfoque ¡°m¨¢s sist¨¦mico¡± y general para modificar esta realidad.
Falta de respuesta de las instituciones
El informe tambi¨¦n subraya la falta de repuesta tanto del Gobierno como de las autoridades locales. Al primero achaca que no toma las medidas adecuadas para hacer cumplir los derechos de los trabajadores y a los segundos ¡ªen este caso ayuntamientos y Junta de Andaluc¨ªa¡ª su inacci¨®n respecto a los que son, de hecho, sus vecinos. Las dificultades para el empadronamiento ¡ªcomo denunciaba esta semana Andaluc¨ªa Acoge¡ª y la profunda escasez de alojamientos dignos son solo dos situaciones a los que ninguna administraci¨®n pone soluci¨®n.
En este sentido hay dos ejemplos claros. Uno en Huelva, donde Gobierno, Junta de Andaluc¨ªa y ayuntamientos de los municipios onubenses de Lepe y Moguer firmaron el verano pasado un protocolo de colaboraci¨®n para fomentar albergues y viviendas para los temporeros pero, de momento y casi un a?o despu¨¦s, no se ha abierto ninguno de los dos. Otro en Almer¨ªa. All¨ª, precisamente el temor a la mala imagen que generan los asentamientos chabolistas de migrantes para los compradores del norte de Europa fue uno de los motivos que llev¨® ¡ªseg¨²n las entidades sociales de la zona¡ªal Ayuntamiento de N¨ªjar a desalojar y destruir uno de los mayores, Walili, sin apenas alternativas para sus moradores. ¡°Durante a?os, las autoridades y los empleadores del sur de Espa?a se han contentado con sentarse y observar c¨®mo los trabajadores migrantes soportan las condiciones de trabajo m¨¢s horribles e inhumanas¡±, insiste Olivier De Schutter.
El trabajo de la ONG brit¨¢nica concluye que todas estas condiciones configuran ¡°un modelo explotador de mano de obra migrante¡± que ¡°se utiliza para proporcionar grandes cantidades de fruta barata y verduras cultivadas bajo los t¨²neles de pl¨¢stico¡±. Y ante la pasividad de autoridades y patronal, la investigaci¨®n sugiere que los nueve principales supermercados del Reino Unido (Aldi, Asda, Co-op, Lidl, Marks & Spencer, Morrisons, Sainsbury¡¯s, Tesco y Waitrose, todos con materia prima adquirida en Almer¨ªa y Huelva) pongan de su parte. ¡°Tienen una obligaci¨®n legal y moral con los trabajadores de los que dependen¡±, afirman desde la ONG, que propone una serie de medidas que ayudar¨¢n a mejorar las condiciones laborales que van desde la transparencia sobre los proveedores a eliminar pr¨¢cticas comerciales que pongan presi¨®n en los agricultores para reducir sus costos.
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