La silenciosa y programada fuga de Ferrovial

Se ha convertido en una leyenda urbana que las grandes compa?¨ªas tecnol¨®gicas como Microsoft o Apple nacieran en un garaje. El origen de Ferrovial es m¨¢s modesto, aunque a mayor altura. Naci¨® en el ¨¢tico (entonces se llamaban despectivamente desvanes porque nadie quer¨ªa vivir en ellos) de un inmueble a espaldas del Museo del Prado. El 18 de diciembre de 1952, Rafael del Pino y Moreno, entonces un joven ingeniero de Caminos, creaba la empresa cuyo nombre respond¨ªa a que su actividad eran cajear las traviesas de madera de las v¨ªas de ferrocarril. Su capital social ascend¨ªa a dos millones de pesetas y su ¨²nico cliente era Renfe. Hoy Ferrovial vale en Bolsa casi 18.000 millones, tiene presencia en 20 pa¨ªses y sus negocios abarcan la construcci¨®n, la gesti¨®n de aeropuertos y autopistas o los servicios urbanos.

El actual presidente del grupo, Rafael del Pino y Calvo Sotelo, el primog¨¦nito de la saga que fund¨® su padre, ha decidido que es tiempo de mudanza. La junta general de accionistas de Ferrovial aprob¨® el jueves, d¨ªa 13, el traslado de la sede social y fiscal desde Madrid a ?msterdam. Para ello, la matriz espa?ola Ferrovial SA ser¨¢ absorbida y fusionada por la filial neerlandesa, Ferrovial International SE (FISE). El objetivo ¨²ltimo es cotizar en las Bolsas de ?msterdam y Nueva York. Frente a viento y marea (sobre todo el que sopla desde el Gobierno, opuesto frontalmente al traslado), Del Pino defiende que Wall Street dar¨¢ m¨¢s visibilidad que el Ibex 35 a la acci¨®n ante los inversores. Y justifica el salto en que la actividad internacional del grupo representa m¨¢s del 80% de sus ingresos y el 36% se generan en Norteam¨¦rica.

La internacionalizaci¨®n de Ferrovial es el principal argumento (o excusa para algunos cr¨ªticos como la ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz) para ese traslado. Sin embargo, esa salida al exterior no es repentina. Se ha estado fraguando desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas y se intensific¨® de manera imparable desde que Rafael del Pino Calvo-Sotelo sucedi¨® a su padre al frente de la compa?¨ªa en 2000, apenas unos meses despu¨¦s de la salida a Bolsa en 1999.

Norteam¨¦rica como meta

Durante la primera d¨¦cada de los 2000, Rafael del Pino junior emprende una actividad fren¨¦tica de adquisiciones en el exterior: compra la constructora Budimex en Polonia, la empresa de servicios Amey en el Reino Unido y el operador del aeropuerto londinense de Heathrow. En los a?os siguientes se fija como objetivo Norteam¨¦rica, donde se hace con una cartera considerable de concesiones de autopistas bajo la f¨®rmula de los managed lanes, autopistas a las que se a?aden carriles opcionales de peaje din¨¢mico (var¨ªa en funci¨®n de las condiciones del tr¨¢fico en tiempo real) para descongestionar las v¨ªas cercanas a las grandes urbes. En Norteam¨¦rica, Ferrovial tiene en cartera siete managed lanes ubicadas en Texas (LBJ, NTE, NTE 35W y NTE 3C), Virginia (I-66), Carolina del Norte (I-77) y Toronto (407 ETR).

Adem¨¢s de las autopistas, Ferrovial construye un tramo de la l¨ªnea Ontario Line South Civil del Metro de Toronto, el mayor proyecto en la historia de la divisi¨®n, con un importe de 2.042 millones de euros, un tramo del tren de alta velocidad en California, y es socio mayoritario del consorcio encargado de construir y operar la Nueva Terminal 1 del Aeropuerto Internacional JFK de Nueva York, con una inversi¨®n de m¨¢s de 9.500 millones. Otros mercados exteriores donde tiene cada vez m¨¢s presencia son el Reino Unido (aeropuertos de Aberdeen, Glasgow y Southampton y Thames Tideway Tunnel en Londres), Australia (Pacific Highway, Metro de Sidney, Coffs Harbour Bypass), y en Francia con el proyecto ITER (instalaci¨®n dedicada a investigar la viabilidad de la energ¨ªa de fusi¨®n).

Su ¨²ltimo plan estrat¨¦gico ¡ªel Plan Horizon 24¡ª prev¨¦ ya que Estados Unidos y Canad¨¢ sean los mercados m¨¢s importantes por aportaci¨®n al beneficio bruto operativo (ebitda) al cierre de 2024. El vuelco dado bajo la batuta de Rafael del Pino a la compa?¨ªa es total: en 1999, solo el 14% de los ingresos proced¨ªan del exterior; en 2022, esa cifra se elevaba al 82%.

Pero, ?c¨®mo ha podido una peque?a empresa familiar tomar este impulso exterior? La gesti¨®n de la familia Del Pino enfocada a su salida a los grandes mercados for¨¢neos explica solo una parte de ese fen¨®meno, ya que la internacionalizaci¨®n no solo afecta a Ferrovial. Todas las grandes constructoras espa?olas han vivido el mismo proceso en los ¨²ltimos a?os. Al menos tres de ellas tienen m¨¢s del 50% de su negocio fuera de Espa?a. En concreto, ACS (91%), Sacyr (67%) y Acciona (56%).

Seg¨²n el informe anual Global Powers of Construction (GPoC), elaborado por la consultora Deloitte, siete empresas espa?olas ¡ªACS, Acciona, Ferrovial, FCC, Sacyr, OHLA y Grupo San Jos¨¦¡ª est¨¢n en el top 100, con 68.332 millones de d¨®lares de facturaci¨®n conjunta. ACS ocupa el puesto 12, aunque lidera la clasificaci¨®n mundial de ventas internacionales entre las 100 constructoras m¨¢s grandes del mundo. Ferrovial se sit¨²a en el puesto 42. Es decir, que con el mismo argumento ACS y Acciona podr¨ªan replicar el movimiento de Ferrovial, aunque tanto la constructora presidida por Florentino P¨¦rez como la de Jos¨¦ Manuel Entrecanales, respectivamente, se han apresurado a se?alar que no se mover¨¢n de Espa?a.

Reparto de contratos en Espa?a

Los expertos coinciden en que este ¨¦xito exterior no hubiera sido posible sin la singularidad del mercado espa?ol de las infraestructuras, un coto cerrado en el que la presencia de las constructoras extranjeras ha sido siempre testimonial. Las grandes firmas espa?olas se han repartido el tesoro de los contratos de la Administraci¨®n p¨²blica. En los a?os 80, los sucesivos gobiernos se lanzan a un programa ambicioso de obras p¨²blicas, como la red de autov¨ªas o la de la alta velocidad ferroviaria. Acontecimientos como la Expo de Sevilla o los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona justifican esas inversiones multimillonarias para un pa¨ªs de segundo orden que acaba de entrar en la Uni¨®n Europea.

Empresas entonces mucho m¨¢s poderosas financieramente que las espa?olas, como las francesas SGE (ahora Vinci) y Bouygues o la alemana Hochtief (ahora en manos de ACS), no resultaron adjudicatarias de ninguno de los grandes contratos p¨²blicos, que quedaron reservados para el club selecto de las firmas nacionales. No es casualidad que la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) multara en julio pasado con 203,6 millones de euros a las seis principales constructoras espa?olas ¡ªAcciona, Dragados (ACS), FCC, Ferrovial, OHLA y Sacyr¡ª por haber concertado durante 25 a?os, entre 1992 y 2017, miles de licitaciones p¨²blicas destinadas a la edificaci¨®n y obra civil de infraestructuras, como hospitales, carreteras o aeropuertos. La sanci¨®n ha sido suspendida cautelarmente por la Audiencia Nacional.

Ferrovial ha sido uno de los principales beneficiarios de ese man¨¢, que solo en las l¨ªneas del AVE alcanza los 60.000 millones de euros, de los que la empresa de Del Pino se ha llevado una cuarta parte, aproximadamente. Y ha obtenido adjudicaciones p¨²blicas por cerca de 9.000 millones desde 1991 por obras del Ministerio de Fomento. No es de extra?ar que la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calvi?o, le afeara a Del Pino la operaci¨®n en la conversaci¨®n que mantuvo con el directivo al anunciarse el traslado a finales de febrero, y le espetara que no resultaba aceptable que una compa?¨ªa que ¡°ha nacido y crecido en Espa?a gracias a la inversi¨®n p¨²blica muestre esta falta de compromiso con su pa¨ªs¡±. Por el momento, Del Pino se ha salido con la suya. Y en poco m¨¢s de un mes, saldr¨¢n los muebles en los camiones de la mudanza con destino a ?msterdam.

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