Bruselas reforzar¨¢ los instrumentos para gestionar crisis bancarias
La Comisi¨®n plantea l¨ªneas de liquidez espec¨ªficas con financiaci¨®n del BCE y persigue dar prioridad a las resoluciones ordenadas en lugar de liquidar los bancos con problemas
La Comisi¨®n Europea ultima una reforma del mecanismo de gesti¨®n de crisis bancarias tras las recientes tensiones financieras desatadas por los problemas de tres bancos estadounidenses y el suizo Credit Suisse. Este plan, a cuyos borradores ha tenido acceso EL PA?S, ya se estaba preparando antes del terremoto, pero se ha acelerado ante el temor a nuevos episodios de turbulencias bancarias. La idea consiste en agilizar y unificar todav¨ªa m¨¢s el marco existente para intervenir ante la ca¨ªda de una entidad, evitando la propagaci¨®n del p¨¢nico y la consiguiente fuga de dep¨®sitos.
Esa es la noticia positiva: Bruselas es consciente de que hay que apuntalar los mecanismos para gestionar crisis bancarias. La mala es que sigue bloqueada la negociaci¨®n para crear un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos europeo, la soluci¨®n que permitir¨ªa dar una mayor red de seguridad a los clientes de las entidades. De esta manera, el dinero guardado en un banco estar¨ªa garantizado hasta el importe cubierto de 100.000 euros por un fondo ¨²nico de la eurozona en lugar de por los nacionales. As¨ª, cualquier euro bancario ser¨ªa exactamente igual en todos los pa¨ªses. Ese ser¨ªa el cierre l¨®gico a un sistema en el que los Estados miembros ya han entregado a Europa la supervisi¨®n y la resoluci¨®n de las entidades grandes. Alemania, Pa¨ªses Bajos y el resto de los mal llamados frugales se resisten a completar ese fleco de la uni¨®n bancaria ante el temor at¨¢vico en el Norte a tener que mutualizar los rescates. Francia tambi¨¦n tiene sus propias reticencias. E Italia mantiene un sistema que le brinda mucha manga ancha a la hora de intervenir.
A falta de ese fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos com¨²n, todav¨ªa se pueden tocar algunas piezas importantes para dar ciertos automatismos y facilitar la respuesta europea al colapso de una entidad con f¨®rmulas parecidas a las que acaban de desplegar las autoridades de Estados Unidos. Ya es posible levantar un banco puente o vender una entidad por partes. Pero todav¨ªa no se ha finalizado el dise?o de las l¨ªneas de liquidez, indispensables en una situaci¨®n de p¨¢nico para evitar su propagaci¨®n.
Y ese ser¨ªa, seg¨²n fuentes conocedoras de la reforma, uno de los cambios capitales que estar¨¢n en discusi¨®n sobre la mesa: que Europa pueda dar l¨ªneas de liquidez a las entidades antes de entrar en resoluci¨®n, como ha sucedido con Credit Suisse, al que se le concedi¨® un manguerazo de 100.000 millones; o l¨ªneas de emergencia, como la que orquest¨® EE UU ante la ca¨ªda del Silicon Valley Bank y el Signature. Esas ventanas permiten a las entidades conseguir fondos a cambio de activos valorados al precio de emisi¨®n; son una suerte de rescate por la puerta de atr¨¢s. En Europa, el BCE tiene dificultades para asistir a los bancos en esas circunstancias. La Emergency Liquidity Assistance (provisi¨®n de liquidez de emergencia) solo puede prestar a entidades solventes y que tengan activos de calidad como garant¨ªa. En su d¨ªa, el Banco Popular no tuvo suficientes activos de calidad para mantenerse a flote: de ah¨ª la necesidad de abrir una de esas ventanas. Adem¨¢s, el BCE no puede incurrir en p¨¦rdidas. De modo que la propuesta debe basarse en poner sobre la mesa garant¨ªas que permitan absorber p¨¦rdidas para que el Eurobanco pueda prestar la liquidez. As¨ª lo ha hecho EE UU: el Tesoro puso 25.000 millones en garant¨ªas para que la Reserva Federal pudiera aportar financiaci¨®n con gran rapidez. Europa quiere determinar qui¨¦n y c¨®mo pone las garant¨ªas para que no haya dudas: el texto hace una menci¨®n de usar el presupuesto nacional con las condiciones que ponga el BCE ante una perturbaci¨®n seria de la econom¨ªa de un pa¨ªs y para evitar el riesgo de una crisis sist¨¦mica. No obstante, el debate podr¨ªa abrirse a otras posibilidades, como que sea el mecanismo de rescate (Mede) o incluso el presupuesto europeo.
La reforma para fortalecer los rescates, que lleva bloqueada un tiempo y que ahora ha encontrado su ¡°ventana de oportunidad¡±, seg¨²n fuentes comunitarias, es parte de un modelo a mayor escala que busca completar la uni¨®n bancaria. La nueva regulaci¨®n, que se difundir¨¢ previsiblemente en unos d¨ªas, a¨²n est¨¢ sujeta a cambios y deber¨¢ obtener la luz verde de los Veintisiete y la Euroc¨¢mara.
A grandes rasgos, se trata de fijar modelos comunes con el fin de reducir el margen para la arbitrariedad de los Estados miembros. Por ejemplo: clarificando las condiciones para intervenir de forma temprana en entidades con problemas; armonizando las evaluaciones que se hacen para usar o no los fondos de garant¨ªa de dep¨®sitos, o revisando c¨®mo se valora si hay un inter¨¦s p¨²blico para resolver la entidad de manera ordenada en lugar de liquidarla. Se intenta evitar as¨ª que los pa¨ªses acaben recurriendo al dinero de los contribuyentes para salvar a bancos insolventes o accionistas. Adem¨¢s, se busca proteger m¨¢s a los depositantes, tanto los garantizados como los no garantizados, facilitando la intervenci¨®n del fondo de garant¨ªa antes de llegar al momento de la liquidaci¨®n. Y se quiere asegurar que se usen m¨¢s los fondos de garant¨ªa, financiados por el sector bancario, en vez de recurrir al dinero p¨²blico. Seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n, este plan est¨¢ en l¨ªnea con lo que defienden Espa?a y sus bancos.
Bruselas pretende implantar un sistema m¨¢s ejecutivo de alerta temprana, por el que el BCE o las autoridades competentes comuniquen a la autoridad de resoluci¨®n y al consejo del banco que este ¨²ltimo se encuentra en riesgo de insolvencia. Y a partir de ah¨ª, tratar de hallar soluciones alternativas a la resoluci¨®n. Por otra parte, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) empezar¨¢ a elaborar test para comprobar c¨®mo se har¨ªan las resoluciones y examinar la cooperaci¨®n entre pa¨ªses.
Menos liquidaciones
Otra pata importante del paquete es ampliar el n¨²mero de entidades bancarias europeas que pueden ser resueltas en lugar de liquidadas. La Junta ?nica de Resoluci¨®n (JUR) es el organismo encargado de intervenir en la zona euro cuando cae un banco considerado importante. Su misi¨®n es que se resuelva de la manera m¨¢s ordenada posible. En la actualidad, solo est¨¢n bajo este paraguas aquellas entidades calificadas como significativas ¡ªlas conocidas como demasiado grandes para caer¡ª, entre ellas las que cuentan con m¨¢s de 30.000 millones en activos. En el caso de que una entidad significativa se vuelva inviable y las autoridades europeas determinen que su resoluci¨®n es necesaria por el bien p¨²blico, la JUR puede entrar en la entidad y resolverla, gestion¨¢ndola y buscando la forma de reestructurarla, adjudicarla o despiezarla con el fin de conseguir el m¨ªnimo impacto sobre la econom¨ªa real y el contribuyente. El resto de las entidades se dejan para que las autoridades nacionales decidan. Con el nuevo enfoque que prepara la Comisi¨®n Europea, se busca que m¨¢s entidades vayan a un proceso de resoluci¨®n. De acuerdo con la documentaci¨®n disponible, se rebajar¨ªa el umbral para concluir que una entidad tiene inter¨¦s p¨²blico, por ejemplo, teniendo en cuenta el impacto en la econom¨ªa regional o dando preferencia por ley a la resoluci¨®n sobre la liquidaci¨®n. En consecuencia, m¨¢s bancos peque?os ir¨ªan a resoluci¨®n y no a liquidaci¨®n y esto contribuir¨ªa a reducir el coste econ¨®mico de esa operaci¨®n en la medida en que con la resoluci¨®n se dispone de herramientas m¨¢s ¨¢giles y que minimizan la destrucci¨®n de valor.
Sin embargo, esta aproximaci¨®n presenta problemas para algunos expertos consultados, puesto que tambi¨¦n ser¨ªa necesario que hubiera una fuente de financiaci¨®n para estas resoluciones de entidades m¨¢s peque?as. De lo contrario, se volver¨ªa a depender de los tesoros nacionales y no de la pol¨ªtica com¨²n de la UE. Eso podr¨ªa obligar a bancos muy peque?os a tratar de conseguir a precios muy elevados los t¨ªtulos de deuda subordinada que se usan como colchones cuando se aplica la resoluci¨®n, a menos que la coloquen entre los clientes minoritarios, como sucedi¨® con las participaciones preferentes en Espa?a.
La Junta ?nica de Resoluci¨®n interviene con el llamado Fondo ?nico de Resoluci¨®n, que se capitaliza con aportaciones de las entidades europeas. Pero si este se queda sin recursos, el dinero que falta puede ponerlo el mecanismo de rescate europeo (Mede), una vez Italia ratifique la reforma del tratado con el que se cre¨®. Con esa norma, los pa¨ªses tienen que votar en el seno del Mede si hacen o no esta aportaci¨®n; para evitar la complejidad y las dudas en momentos de m¨¢xima tensi¨®n. Esa votaci¨®n se pretende suprimir: el Mede desembolsar¨ªa los recursos de forma autom¨¢tica.
Tambi¨¦n se quiere reforzar la entrada de la Junta ?nica de Resoluci¨®n en los bancos con problemas. Seg¨²n la normativa existente, una condici¨®n para que la JUR pueda tirar de los recursos del FUR consiste en que al menos un 8% del pasivo asuma las p¨¦rdidas, empezando por los accionistas y la deuda subordinada. Y solo a partir de que hayan sufrido esas p¨¦rdidas, pondr¨ªa dinero el Fondo ?nico de Resoluci¨®n. Sin embargo, el episodio de Credit Suisse, en el que se ha barrido la deuda subordinada sin haber fulminado por completo a los accionistas, ha generado dudas sobre esa deuda llamada en la jerga AT1 o h¨ªbrida. Las autoridades europeas han salido enseguida al paso asegurando que los t¨ªtulos subordinados est¨¢n por detr¨¢s de los accionistas a la hora de encajar p¨¦rdidas. Pero las dudas subsisten y algunas entidades podr¨ªan tener problemas para reunir esa deuda h¨ªbrida. Sobre todo las m¨¢s peque?as.
De modo que ahora se plantea la posibilidad de que los fondos de garant¨ªas de dep¨®sitos nacionales puedan asumir parte de las p¨¦rdidas hasta llegar a ese 8%, en especial en aquellas entidades medianas y peque?as que ahora ser¨¢n objeto de resoluci¨®n. A su vez, para que estos fondos nacionales act¨²en hace falta justificar que es m¨¢s beneficioso intervenir que no hacerlo. Y para que esto ocurra, el texto propone cambiar el orden de prelaci¨®n por el que se encajan las p¨¦rdidas. En concreto, se iguala en jerarqu¨ªa a los pasivos garantizados y los no garantizados, de manera que as¨ª se justifica que el fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos pueda entrar y se utilice en mayor medida. En la pr¨¢ctica, esto consigue que los dep¨®sitos no garantizados tengan una menor probabilidad de absorber p¨¦rdidas, ayudando a evitar p¨¢nicos bancarios como los que han sucedido ahora.
No obstante, en este punto los expertos consultados subrayan un problema: ese 8% de p¨¦rdida no es condici¨®n suficiente para que el FUR ponga recursos, de forma que podr¨ªa pasar que se volatilice el 8% y, aun as¨ª, el Fondo no entre, lo que dejar¨ªa al Estado miembro soportando la carga y su soluci¨®n depender¨ªa otra vez de las capacidades nacionales y no de las europeas.
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