Las huelgas retroceden tras el acuerdo salarial de sindicatos y empresarios
En junio, 15.159 trabajadores fueron a la huelga, un cuarto de los que lo hicieron en el mismo mes de 2022. En los primeros meses del a?o, antes del pacto de mayo, la conflictividad fue parecida a la de 2022, el peor periodo de inflaci¨®n
Los trabajadores espa?oles est¨¢n moderando sus protestas, que se hab¨ªan disparado ¨²ltimamente por la p¨¦rdida de poder adquisitivo. En junio, 15.159 empleados participaron en huelgas, en las que se perdieron 26.862 jornadas de trabajo. Es el m¨ªnimo en un mes de junio desde que hay registros desagregados por meses (empiezan en 2018), sin contar el a?o de la pandemia. En el mismo mes de 2022 se notificaron 59.933 huelguistas y 145.406 jornadas no trabajadas. As¨ª, estas variables han ca¨ªdo en solo un a?o un 74% y un 82% respectivamente, seg¨²n la contabilidad del Ministerio de Trabajo.
Este escenario contrasta con la comparaci¨®n de meses anteriores. De enero a abril de 2023 hubo menos huelguistas que en 2022, pero se perdieron m¨¢s jornadas de trabajo: 187.303, 28.078 m¨¢s que un a?o antes. Este desfase parece indicar que el Acuerdo para el Empleo y la Negociaci¨®n Colectiva (AENC) que sindicatos y empresarios firmaron el 10 de mayo, que recomendaba un incremento general de salarios para compensar el golpe de la inflaci¨®n, ha reducido la conflictividad en las empresas. Har¨¢n faltan m¨¢s meses para saber si es fruto de la causalidad o de la casualidad, ante una estad¨ªstica tan variable como la de huelgas, pero los datos disponibles apuntan al primer diagn¨®stico, al que tambi¨¦n se?alan los sindicatos.
Las huelgas de mayo a¨²n fueron ligeramente superiores en 2023 respecto al a?o anterior (de 64.950 jornadas no trabajadas a 68.744), pero la ca¨ªda en junio es muy sustancial: de 145.406 el a?o pasado a 26.862 en 2022. La cifra de este ¨²ltimo mes tambi¨¦n es menor que la de 2021 (98.295), la de 2019 (47.611) y la de 2018 (29.972). Estos datos contrastan, por ejemplo, con la comparativa anual de los meses de abril, uno de los meses anteriores a la firma del AENC. En el cuarto mes de 2023 hubo el doble de jornadas no trabajadas (39.416) que en 2022 (20.458), se situaron a un nivel similar al de 2021 (39.476) y ligeramente inferior al de 2019 (47.611).
Con una mirada mes a mes se advierte perfectamente el efecto de la inflaci¨®n en las huelgas: los participantes en ellas empezaron a despuntar en 2021, se desbocaron en el segundo semestre de 2022 y han ca¨ªdo en junio de este a?o. El an¨¢lisis anual de las jornadas no trabajadas arroja la misma conclusi¨®n: a lo largo de 2022 se perdieron 627.967 jornadas en huelgas, 150.000 m¨¢s que en 2021 (471.264) y casi el doble que en 2019 (337.399). Si este a?o se mantuviese el ritmo del primer semestre, 2023 acabar¨ªa como el a?o de mayor conflictividad, pero la tendencia apunta a una moderaci¨®n.
El desplome de las huelgas en junio ¡°es la prueba evidente¡±, opina el vicesecretario general de Pol¨ªtica Sindical de UGT, Fernando Luj¨¢n, ¡°de que nuestra campa?a funcion¨®: mientras no hubo mejora de salarios hubo conflicto. Cuando ha habido un acuerdo que mejoraba los salarios, las huelgas han ca¨ªdo¡±. Se refiere a la campa?a Salario o conflicto, con la que su sindicato y CC OO llamaban a la movilizaci¨®n de las plantillas que sufriesen p¨¦rdida de poder adquisitivo por la inflaci¨®n. ¡°Hubo m¨¢s conflictos de los que se mostraron en los medios. En los sectores donde tenemos fuerza la gente se moviliz¨®. Esto se ve en c¨®mo subieron las huelgas en 2022 y antes del AENC y c¨®mo han ca¨ªdo de golpe tras la firma¡±, a?ade Luj¨¢n.
Ra¨²l Olmos, adjunto a la secretar¨ªa de Acci¨®n Sindical y Empleo de CC OO, tambi¨¦n cree que el AENC es el principal factor que causa la disminuci¨®n de las huelgas en junio, pero advierte otros elementos. ¡°Si te fijas en el detalle territorial ves que en junio del a?o pasado el dato de huelgas se dispar¨® por las que se produjeron en el metal en el norte, especialmente en Cantabria. En esta comunidad fueron unos 20 d¨ªas de huelga con much¨ªsima participaci¨®n. Pero si quitas esa huelga y las que tambi¨¦n se dieron en Galicia o Euskadi, el n¨²mero segu¨ªa siendo mayor que el del ¨²ltimo mes de junio¡±. As¨ª, este sindicalista destaca que el AENC ha tenido mucho que ver en la ca¨ªda, pero tambi¨¦n es importante que algunos sectores, especialmente los m¨¢s sindicalizados, se movilizaron y lograron mejoras antes de ese acuerdo salarial. ¡°Buenas parte de esos convenios se cerraron en 2022. Las patronales se vigilan ellas; cuando despu¨¦s de una huelga hay una subida de salarios, las dem¨¢s toman nota¡å, a?ade.
El aceler¨®n de las huelgas en los meses anteriores respond¨ªa a la p¨¦rdida de poder adquisitivo que ha sufrido Espa?a, especialmente durante los dos a?os previos. Los salarios se derritieron a consecuencia del subid¨®n de precios, que empez¨® por la crisis de desabastecimiento de algunos sectores en 2021 (IPC medio del 3,1%) y termin¨® de explotar en 2022 (8,4%) con la invasi¨®n rusa de Ucrania. Mientras tanto, los empresarios pr¨¢cticamente congelaron los salarios de sus plantillas (mientras multiplicaban sus beneficios), lo que convirti¨® a Espa?a en uno de los pa¨ªses cuyos ciudadanos perdieron m¨¢s poder de compra el a?o pasado: seg¨²n la OCDE, los salarios reales se dejaron un 5,3% por el camino.
Sin embargo, algo est¨¢ cambiando en los ¨²ltimos meses: la inflaci¨®n ha moderado su subida y los salarios est¨¢n levantando el vuelo. As¨ª lo refleja la ¨²ltima Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ECTL) publicada en junio por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). En el primer trimestre de 2023, el coste salarial medio escal¨® hasta los 2.127 euros brutos al mes, un 6% m¨¢s que el a?o anterior. Y los precios, en el mismo periodo, crecieron un 5,1%.
Este incremento en los salarios no recoge el efecto del AENC. Los sindicatos, como indicaba Olmos, se?alaron entonces que las retribuciones ya estaban creciendo gracias a las negociaciones que se estaban produciendo empresa a empresa o sector a sector. Adem¨¢s, como reflejan los datos del Ministerio de Trabajo, las centrales aumentaron la conflictividad en ese periodo, lo que pone a¨²n m¨¢s presi¨®n en las mesas negociadoras.
El incremento m¨ªnimo acordado en el AENC es del 4% en 2023, el 3% en 2024 y otro 3% en 2025. A la subida recomendada para 2024 y 2025 se incorporar¨¢ un 1% adicional anual si la inflaci¨®n supera estos incrementos. Esta cl¨¢usula tambi¨¦n se aplica a 2026, pero no hay incremento de partida acordado para ese a?o. Las empresas no est¨¢n obligadas a acatar estas recomendaciones y los comit¨¦s pueden requerir incrementos mayores, pero el acuerdo es de mucha trascendencia, ya que da un potente argumento a los comit¨¦s de empresa para reclamar subidas salariales a la direcci¨®n de las compa?¨ªas. Sus representantes, la patronal, avala el pacto. ¡°Desde la firma del AENC ha habido un apret¨®n en el desbloqueo de convenios. Se ha ordenado la negociaci¨®n colectiva hacia abajo¡±, dice el representante de UGT.
Olmos asegura que la mayor parte del problema se ha resuelto con el AENC, pero cree que a¨²n pueden producirse bastante huelgas a la vuelta del verano: ¡°Tenemos un problema muy serio con la negociaci¨®n colectiva que guarda relaci¨®n con la contrataci¨®n p¨²blica¡±. Se refiere a la ley de desindexaci¨®n de 2015, que pone coto a la revisi¨®n de precios en la contrataci¨®n de empresas que trabajan para la Administraci¨®n. Esto, con una inflaci¨®n galopante y una subida sustancial del salario m¨ªnimo, genera tensiones. El sindicalista de CC OO pone el foco en las plantillas de dependencia, ayuda a domicilio o ambulancias, ¡°todos aquellos sectores muy vinculados a la contrataci¨®n p¨²blica; puede haber un repunte en septiembre¡±.
Diferencias por sexo, edad y nacionalidad
M¨¢s all¨¢ de las tendencias, el detalle de la estad¨ªstica de huelgas esconde informaci¨®n importante para entender qu¨¦ perfil de trabajadores se embarcan en m¨¢s paros. Por ejemplo, de enero a junio hubo m¨¢s mujeres que hicieron huelga que hombres: ellas fueron el 57,4% de los participantes en huelgas, frente al 42,6% que representaron los trabajadores. Es un dato llamativo, sobre todo al destacar que ellos siguen ocupando la mayor parte de los puestos de trabajo (concentran el 53,5%). Los sectores m¨¢s feminizados perciben menores retribuciones y, adem¨¢s, sufren m¨¢s temporalidad y parcialidad. Otro colectivo con menores retribuciones, los extranjeros, son el 13,5% de la fuerza laboral y fueron el 13% de los huelguistas.
Por edades, los m¨¢s propensos a hacer huelga son los empleados con carreras asentadas. As¨ª, de 35 a 49 a?os hay m¨¢s peso de huelguistas de lo que representan realmente en la ocupaci¨®n, al contrario que los j¨®venes: aunque los empleados de 20 a 24 a?os son el 5% del total, solo fueron el 2% de los participantes en huelgas.
Por sectores, hay m¨¢s empleados que formaron parte de paros en el sector servicios (85,7%) de lo que suponen en la ocupaci¨®n total (77%). El mayor desfase se da en la actividad agraria, donde no se han registrado huelgas, pero integran el 3,6% de los trabajadores; y en la construcci¨®n, que pese a acumular el 6,5% de la ocupaci¨®n, solo concentra al 1% de los huelguistas.
Respecto al tipo de contrato, los m¨¢s reivindicativos son los temporales: aunque solo son el 17,3% de los ocupados, fueron el 21,5% de los participantes en huelgas. Los que menos paros realizan son los fijos discontinuos (son un 3,9% de los ocupados y representaron el 2,2% de los huelguistas). Los indefinidos a tiempo completo son el 78,8% y supusieron el 66,8% de los participantes en huelgas.
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