Del 22% de C¨¢diz al 6,5% de Gipuzkoa, origen y posibles soluciones de la brecha territorial del paro
Los expertos se?alan la escasa movilidad e intermediaci¨®n, aunque insisten en que esta no es la respuesta. La clave es que el tejido productivo evolucione en las zonas menos desarrolladas
Una constante de la econom¨ªa espa?ola es la brecha territorial del desempleo: el sur siempre sufre tasas de paro mayores que el norte. Ese era el escenario en el mejor momento del mercado laboral en lo que llevamos de siglo ¡ªel segundo trimestre de 2007¡ª, cuando el paro en Lleida era del 2,5% y en C¨®rdoba del 13,5%; en el peor momento ¡ªprimer trimestre de 2013¡ª, cuando el desempleo alcanz¨® el 41,2% en C¨¢diz y el 14,2% en Gipuzkoa; y en la actualidad, con una tasa del 22,1% en la provincia gaditana y del 6,5% en la guipuzcoana. Es un problema estructural que lastra a Espa?a y que ni agentes sociales ni Gobierno han conseguido solucionar.
El origen hist¨®rico de este desfase, en opini¨®n del economista Marcel Jansen, es geogr¨¢fico. ¡°La industria se ha instalado tradicionalmente en el norte porque ten¨ªa m¨¢s incentivos estar m¨¢s cerca de Europa que de ?frica, principalmente por los costes de transporte. Las diferencias se han perpetuado y profundizado por las elecciones educativas¡±, explica el investigador de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea). Esta din¨¢mica impera desde los iniciales y tard¨ªos pasos de la industria en Espa?a, con las primeras l¨ªneas ferroviarias en Catalu?a (1848) como mejor ejemplo. Coincide el vicesecretario general de Pol¨ªtica Sindical de UGT, Fernando Luj¨¢n: ¡°Sin duda, la principal raz¨®n de las diferencias de desempleo por regiones es el peso de la industria en cada zona. Aquellas que hist¨®ricamente han tenido m¨¢s industria son las que menos paro sufren¡±. ¡°El problema¡±, abunda Carlos Guti¨¦rrez, secretario confederal de Estudios y Formaci¨®n Sindical de CC OO, ¡°es de infradesarrollo del tejido productivo: en las regiones con m¨¢s actividades de alto valor a?adido el paro es menor. La lejan¨ªa de los mercados europeos es clave¡±.
Jansen destaca que este fen¨®meno no es solo espa?ol. En otros pa¨ªses mediterr¨¢neos, el sur sufre tasas de desempleo mayores, de nuevo relacionadas con el grado de conexi¨®n con el polo industrial del centro de Europa. El mejor ejemplo es Italia, donde el desfase por regiones es a¨²n mayor que en Espa?a. En la provincia aut¨®noma de Bolzano, que comparte m¨¢s kil¨®metros de frontera con Suiza y Austria que con el resto de Italia, el desempleo es del 2,3%, frente al 17,1% de Catania en el sur del pa¨ªs.
¡°Son diferencias persistentes en el tiempo, m¨¢s acusadas en los pa¨ªses del sur de Europa que en el resto. M¨¢s all¨¢ de la distancia con el centro europeo, tambi¨¦n tienen que ver con el clima. Es un ciclo muy dif¨ªcil de romper¡±, agrega Jansen.
?C¨®mo solucionarlo?
Ante el consenso en que el problema es el escaso desarrollo de actividades que generen empleo de calidad, la soluci¨®n que proponen los expertos tambi¨¦n es compartida: conseguir que esos sectores se instalen en las zonas menos desarrolladas. ¡°Echo en falta pol¨ªticas que fomenten la convergencia de las regiones m¨¢s desfavorecidas con el norte del pa¨ªs. El Estado redistribuye en algunos aspectos, pero no hay una pol¨ªtica a largo plazo para reducir las desigualdades educativas y fomentar la industrializaci¨®n en las zonas con m¨¢s paro¡±, lamenta Jansen. El sindicalista de UGT cree que los fondos europeos abren una ventana de oportunidad: ¡°Tenemos una magn¨ªfica oportunidad vinculada a las transiciones que vivimos actualmente, la tecnol¨®gica, la ecol¨®gica y la digital. Hay que conseguir que beneficien a las zonas menos desarrolladas¡±. Luj¨¢n insiste, adem¨¢s, en que el ¨ªmpetu posterior a la pandemia de depender menos de terceros pa¨ªses tambi¨¦n deber¨ªa tener un impacto positivo en estas regiones, as¨ª como la generaci¨®n de energ¨ªa verde, otra oportunidad de industrializaci¨®n.
Otro factor a tener en cuenta es que para algunos de estos sectores pujantes se diluye la importancia de la cercan¨ªa con el centro de Europa. Jansen cree que el mejor ejemplo de regi¨®n que est¨¢ aprovechando este nuevo escenario es M¨¢laga: ¡°Hay posibilidades de romper el c¨ªrculo vicioso, como est¨¢n haciendo en M¨¢laga, donde est¨¢n consiguiendo atraer empleos muy valiosos del sector digital. Los efectos en la econom¨ªa de atraer a empresas como Google o grandes potencias de la ciberseguridad son muy positivos¡±. La provincia malague?a, que hist¨®ricamente rondaba la zona media del ranking de paro andaluz en el segundo trimestre, ahora est¨¢ en los ¨²ltimos puestos. La variabilidad del dato el resto del a?o demuestra que el turismo sigue siendo el motor de la econom¨ªa, pero se aprecia la tendencia a la que hace referencia Jansen.
A la vez, en esta provincia andaluza se est¨¢n produciendo efectos negativos: la convergencia de la llegada de n¨®madas digitales con retribuciones altas y el desarrollo exponencial del turismo mediante los pisos tur¨ªsticos est¨¢ generando un grave problema de acceso a la vivienda. En ninguna otra ciudad de Espa?a ha crecido tanto el precio del alquiler en el ¨²ltimo a?o como en la capital malague?a, un 28%. As¨ª, los locales que trabajan para estas nuevas empresas se beneficien del fen¨®meno, pero los que siguen empleados en la hosteler¨ªa ven c¨®mo sus condiciones de vida se degradan.
El dif¨ªcil acceso a la vivienda es un lastre en muchas otras zonas de Espa?a, en gran parte por el escaso parque de vivienda p¨²blica. Pero pocas lo sufren tanto como Baleares, otra regi¨®n en la que ha mejorado much¨ªsimo la tasa de paro en los ¨²ltimos a?os. ¡°Este verano hemos analizado en profundidad el problema de la vivienda all¨ª y es un esc¨¢ndalo. Personas que cobran 1.500 euros no se pueden permitir vivir en condiciones dignas. As¨ª es muy dif¨ªcil que una persona en paro de otra comunidad opte por ir a Baleares a trabajar¡±, denuncia Luj¨¢n. Guti¨¦rrez insiste: ¡°Para favorecer la movilidad se deben dar las condiciones adecuadas. Si en alguna zona faltan camareros que no esperen encontrarlos si tienen que pagar una barbaridad de alquiler¡±. Asimismo, el sindicalista de CC OO considera que los salarios bajos de Espa?a tampoco ayudan: ¡°Cambiar de vida por un contrato precario no es un incentivo interesante¡±.
El investigador de Fedea cree que otro problema que lamina la movilidad de los trabajadores de zonas con m¨¢s paro o otras con menos es que algunas ayudas sociales auton¨®micas dependen de la residencia en el territorio. ¡°Si una persona recibe una renta de inserci¨®n y puede perderla si se marcha, es muy dif¨ªcil que lo haga si es por un contrato precario¡±. Aunque cree que este problema se est¨¢ corrigiendo con el Ingreso M¨ªnimo Vital, cuya recepci¨®n no peligra si el trabajador emigra a otra zona.
Mejor movilidad e intermediaci¨®n, pero no es el problema central
Jansen dice que la descoordinaci¨®n entre sistemas auton¨®micos tambi¨¦n frustra la intermediaci¨®n de los servicios p¨²blicos de empleo, una competencia de las comunidades. ¡°Una de las principales razones de la escasa movilidad de trabajadores es que las pol¨ªticas activas de empleo est¨¦n descentralizadas. No hay un sistema que permita que los empleados se reubiquen a zonas con mejores expectativas de empleo¡±. Luj¨¢n va un paso m¨¢s all¨¢: ¡°El sistema de informaci¨®n no funciona bien, ni el registro de datos, ni nada. Falta cooperaci¨®n entre las oficinas p¨²blicas de empleo, lo que hace que ni las empresas ni las personas trabajadoras piensen en ellas como un servicio ¨²til. Hay que revertir eso¡±. El sindicalista de UGT defiende que las ofertas sean conocidas en todo el territorio nacional y reclama una labor ¡°coordinada¡±.
En 2022 solo el 1,9% de los asalariados obtuvo su empleo con la intermediaci¨®n de una oficina de empleo p¨²blica, una d¨¦cima menos que el a?o anterior. Los servicios de intermediaci¨®n privados, las ETT, superaron a las oficinas p¨²blicas con un 3,8% del total, frente al 4,1% del a?o anterior.
Pero, matiza Luj¨¢n, ¡°esta no es la soluci¨®n a largo plazo; lo importante es generar empleo de calidad donde ahora no lo hay¡±. ¡°La movilidad interregional¡±, contin¨²a Jansen, ¡°es una manera de nivelar diferencias, pero es una respuesta muy pobre a este problema. Es razonable que una persona que nazca en Extremadura no se conforme con que la ¨²nica soluci¨®n para su situaci¨®n de desempleo sea vivir en Madrid¡±. Este economista recuerda que durante lo peor de la Gran Recesi¨®n algunos actores europeos insist¨ªan en que la soluci¨®n para los parados espa?oles era que emigrasen, ¡°sin tener en cuenta el coste social e individual que acarrea¡±.
El experto de CC OO cree que la intermediaci¨®n es ¡°importante¡±, pero ¡°no es la causa estructural de la heterogeneidad del desempleo en Espa?a¡±. Es decir, ¡°permite engrasar la oferta y demanda de puestos de trabajo¡± pero ¡°no puede ser la respuesta¡±. Adem¨¢s, insiste en que para que la intermediaci¨®n y la movilidad jugasen un papel preponderante, la tasa de vacantes deber¨ªa ser alta. ¡°Y ese no es el caso de Espa?a, digan lo que digan las patronales, con solo un 0,9%. Es muy reducida respecto al resto de Europa ¡ªla media es del 2,8% y pa¨ªses como Alemania notifican un 4,1%¡ª. Hay problemas en algunos sectores para posiciones espec¨ªficas que se pueden solucionar con recualificaci¨®n, pero no es un problema global¡±. Guti¨¦rrez pone sobre la mesa la tasa de paro espa?ola, del 11,6% (el doble que la media de la Uni¨®n Europea), para reforzar sus argumentos.
¡°Si lo piensas¡±, finaliza Guti¨¦rrez, ¡°poner el foco en estos aspectos es evadir la responsabilidad del problema fundamental, que es el tejido productivo. El problema no es que los trabajadores no se muevan o que el sector p¨²blico no intermedie bien, es que no se generen esos puestos de trabajo. Es como cuando se dec¨ªa que el paro juvenil era culpa de los j¨®venes, a los que llamaban ninis. No es as¨ª¡±.
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