Dani Rodrik: ¡°Necesitamos un mundo multipolar: ni una hegemon¨ªa de Estados Unidos ni un enfrentamiento con China¡±
El economista, de visita a Espa?a esta semana, advierte sobre los peligros de la Inteligencia Artificial: ¡°Si no reflexionamos a fondo sobre las consecuencias, van a ser bastante indeseables¡±
Dani Rodrik (Estambul, Turqu¨ªa, 66 a?os), profesor de Econom¨ªa Pol¨ªtica en Harvard y premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2020, confiesa que no sabe el aspecto que va a tener la globalizaci¨®n en el futuro, pero maneja tres opciones: la buena, la fea y la mala. ?l elige una dependiendo de lo optimista o pesimista que se levante. En la mejor opci¨®n (a las otras no les quiere dar mucha importancia), las naciones reequilibrar¨¢n sus prerrogativas en una suerte de vuelta al esp¨ªritu de Bretton Woods. Un reequilibrio que, dice, se est¨¢ dando en EE UU con la pol¨ªtica de la Administraci¨®n de Biden. En el peor escenario, la globalizaci¨®n seguir¨¢ vi¨¦ndose como la ve¨ªan pol¨ªticos como Bill Clinton, como un fen¨®meno que no se puede detener ni controlar en el que hay un buen n¨²mero de perdedores. Invitado a pronunciar una conferencia en el Foro La Toja, que esta semana se celebr¨® en la isla pontevedresa, Rodrik cree que EE UU tiene que dar espacio a China en vez de buscar su dominio constante, y alerta a su vez de que el pa¨ªs asi¨¢tico no puede estar sometido al dictado monopol¨ªstico del Partido Comunista si quiere una econom¨ªa moderna y diversificada.
Pregunta. Estamos viendo tiempos de agitaci¨®n geopol¨ªtica, concienciaci¨®n sobre cambio clim¨¢tico, contracci¨®n demogr¨¢fica en pa¨ªses avanzados y resistencia del mercado de trabajo pese a la subidas de tipos. ?Se ha vuelto muy dif¨ªcil hacer predicciones?
Respuesta. Los economistas nunca han sido buenos prediciendo. Un economista que conozco dice que Dios cre¨® a los astr¨®logos para que los economistas quedaran bien (r¨ªe). Hay una cosa en la que me siento bastante seguro: estamos en un momento de transici¨®n y el futuro va a ser diferente del pasado.
P. En un art¨ªculo publicado hace m¨¢s de 20 a?os en este peri¨®dico, usted hablaba sobre una globalizaci¨®n donde los pa¨ªses no democr¨¢ticos no pudiesen disfrutar de los mismos privilegios que los democr¨¢ticos en el campo del comercio exterior. Pero son precisamente ciertas autocracias (en especial China) las que han protagonizado el mayor crecimiento ligado a la globalizaci¨®n. ?Qu¨¦ piensa sobre el papel que desempe?ar¨¢ China en el futuro?
R. China se beneficia mucho de la globalizaci¨®n. En gran parte se debe a que ha jugado con sus propias reglas. No jug¨® con las reglas de muchos otros pa¨ªses de renta baja y media, por ejemplo en Am¨¦rica Latina o Am¨¦rica Central. China combin¨® su incorporaci¨®n a la econom¨ªa mundial con muchas pol¨ªticas, como el control de los flujos de capital; la gesti¨®n de los tipos de cambio o el uso extensivo de subvenciones estatales y pol¨ªticas industriales contrarias a las reglas de la globalizaci¨®n. Debemos tener cuidado al atribuir el ¨¦xito de China a la globalizaci¨®n. La lecci¨®n general es que a los pa¨ªses que aprovecharon la globalizaci¨®n y gestionaron sus econom¨ªas les fue bien. China se encuentra en un momento de transici¨®n. Se enfrenta ahora a problemas de gran magnitud. El mayor es que su sistema pol¨ªtico no est¨¢ bien adaptado a la moderna econom¨ªa diversificada de alta tecnolog¨ªa, y ese era un problema que siempre pens¨¦ que iba a jugar finalmente en contra de China. No se puede tener una econom¨ªa moderna y diversificada de alta tecnolog¨ªa con el control monopol¨ªstico de un partido pol¨ªtico centralizado. El mayor problema al que se enfrenta China es c¨®mo se adapta su sistema pol¨ªtico.
P. ?Qu¨¦ piensa de la creciente influencia que Pek¨ªn ejerce en ?frica, Latinoam¨¦rica o incluso en Europa, a trav¨¦s de acuerdos comerciales?
R. En lo que respecta al comercio y las finanzas internacionales, en su mayor parte deber¨ªamos comerciar con China como con cualquier otro pa¨ªs. Al fin y al cabo, el comercio es una v¨ªa de doble sentido. Comerciamos con los pa¨ªses no para proporcionarles beneficios, sino para que nos los proporcionen a nosotros y, por tanto, no deber¨ªamos poner obst¨¢culos al comercio con China. Creo que hay ciertos segmentos que implican los Derechos Humanos: lo que est¨¢ ocurriendo, por ejemplo, en [la regi¨®n de] Xinjiang; el trato a algunas minor¨ªas ¨¦tnicas o el uso de mano de obra barata. Pero, en general, creo que China es una econom¨ªa en crecimiento y se ha convertido en una econom¨ªa poderosa.
P. ?C¨®mo se puede lograr la globalizaci¨®n inclusiva que usted propone si muchas veces (como ocurre, por ejemplo, con la acci¨®n del G-20) los acuerdos internacionales se quedan en intenciones?
R. La principal transici¨®n que necesitamos es una especie de cambio o transformaci¨®n en la mentalidad. Hace 10, 15, 20 a?os las principales fuerzas pol¨ªticas construyeron la globalizaci¨®n como un fin en s¨ª mismo y la sociedad y la econom¨ªa tuvieron que ajustarse a ella. As¨ª es como se presentaba la globalizaci¨®n al p¨²blico. Creo que eso trajo consigo muchos problemas y ahora estamos pasando a una etapa en la que estamos volviendo a una comprensi¨®n m¨¢s sana de la globalizaci¨®n. Los mercados globales cubren las necesidades de nuestra econom¨ªa y nuestras sociedades y, naturalmente, los pa¨ªses dar¨¢n prioridad a sus propias necesidades, ya sea la desigualdad, la necesidad de abordar la transici¨®n clim¨¢tica o las preocupaciones sobre los derechos humanos con los socios comerciales. El hecho de que estas preocupaciones surjan y se conviertan en prioridades no es necesariamente perjudicial para la globalizaci¨®n, sino que se trata de un reequilibrio necesario. Y creo que si eso ocurre tendremos una globalizaci¨®n m¨¢s sana y sostenible.
P. Defiende que la econom¨ªa internacional debe servir a los objetivos de cada pa¨ªs, y no al rev¨¦s. ?Pero c¨®mo se conjuga eso con la emergencia clim¨¢tica?
R. Hay una paradoja muy interesante, y es que si pensamos en un mundo ideal, las necesidades de la transici¨®n clim¨¢tica las buscar¨ªan las naciones uni¨¦ndose para establecer un precio al carbono global y tambi¨¦n estableciendo mecanismos de transferencia tecnol¨®gica y financiera a los pa¨ªses de bajos ingresos para que no se vean afectados durante el proceso de desarrollo econ¨®mico. En ese mundo ideal habr¨ªa una enorme cooperaci¨®n global, pero sabemos que eso no est¨¢ ocurriendo. Vivimos en un mundo imperfecto y animo a que se tomen medidas y se asuma el liderazgo, ya sea por parte de naciones individuales, como Estados Unidos, o de agrupaciones de naciones, como la Uni¨®n Europea. EE UU se ha comprometido en un gran programa, la IRA (Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n, en sus siglas en ingl¨¦s) del presidente Biden, por lo que tenemos una mayor oportunidad de resolver y abordar el problema clim¨¢tico debido a que los pa¨ªses est¨¢n dise?ando independientemente sus enfoques para las soluciones clim¨¢ticas, abordando sus propios obst¨¢culos pol¨ªticos y el dise?o de programas. Si esperamos a que todos ellos cooperen a nivel mundial eso no va a suceder, y creo que esa es la paradoja.
P. ?Qu¨¦ opina de los resultados de la cumbre de los BRICS [las siglas con que se conoce al grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica]?
R. Los BRICS han perdido el rumbo. Ya no estoy seguro de lo que representan. Ojal¨¢ pudieran transformarse en uno de los muchos grupos del mundo multipolar, porque necesitamos un mundo multipolar. No queremos un mundo gobernado por Estados Unidos de forma hegem¨®nica, o en el que nosotros nos enfrentemos a China y todo el mundo quede fuera. Creo que tendremos un mundo m¨¢s sano si tenemos multipolaridad, esa es siempre mi esperanza para los BRICS. El peligro es que los BRICS acaben siendo un refugio para gobiernos autoritarios en un mundo autoritario. Creo que ser¨ªa perjudicial.
P. Estamos en el inicio de una nueva revoluci¨®n tecnol¨®gica con la Inteligencia Artificial. ?C¨®mo nos afectar¨¢?
R. En muchos sentidos, es algo sobre lo que es muy dif¨ªcil hacer predicciones, pero es seguro decir que va a tener consecuencias tremendas y muy significativas. No debemos ser deterministas tecnol¨®gicos y cometer el mismo error que cometimos con la globalizaci¨®n, que fue decir que la globalizaci¨®n es algo que cae del cielo y que no podemos hacer nada al respecto, que no podemos darle forma y que todo el mundo tiene que adaptarse. Creo que vamos a cometer el mismo error con la IA y la revoluci¨®n digital diciendo que es algo que no podemos controlar. La sociedad tiene que adaptarse. Tenemos que adaptarnos y el mercado de los trabajadores tendr¨¢ que adaptarse. Todos tendremos que adquirir nuevas habilidades, pero creo que tambi¨¦n est¨¢ en nuestra mano moldear y regular la IA y si no lo hacemos, si no reflexionamos a fondo sobre las consecuencias, van a ser bastante indeseables.
P. En Europa, la desaceleraci¨®n no es tan fuerte como en China, pero el sector manufacturero sigue vi¨¦ndose afectado por la debilidad del comercio con Asia. ?Es bueno reactivar la pol¨ªtica industrial?
R. No creo que la pol¨ªtica industrial pueda salvar la industria manufacturera. Creo que la pol¨ªtica industrial tiene que dirigirse hacia la transici¨®n verde. Algunas de estas pol¨ªticas, no todas, tienen que dirigirse hacia industrias en las que la productividad tiende a ser baja y en las que se absorbe gran parte de la mano de obra. As¨ª que creo que ser¨ªa un error pensar que la pol¨ªtica industrial puede reactivar la industrializaci¨®n en t¨¦rminos de aumentar la cuota de empleo en las manufacturas. Tenemos que ser realistas y reorientar la pol¨ªtica industrial hacia nuevos sectores, como las energ¨ªas renovables y la tecnolog¨ªa verde, y tambi¨¦n hacia donde se encuentra gran parte de la mano de obra: la educaci¨®n, el comercio minorista, la hosteler¨ªa y los cuidados son sectores en los que normalmente no pensamos cuando pensamos en pol¨ªtica industrial. Ah¨ª es donde realmente tenemos que pensar en c¨®mo podemos aumentar la productividad.
P. ?Europa est¨¢ haci¨¦ndolo de manera acertada?
R. Incluso los gobiernos m¨¢s conservadores llevan a cabo una pol¨ªtica industrial, as¨ª que creo que lo bueno de la reactivaci¨®n de la pol¨ªtica industrial es que podemos participar de una manera estrat¨¦gica, y al hacerlo, creo que es importante que tengamos claro cu¨¢l es el objetivo que se persigue: no puede ser la pol¨ªtica industrial de 1960, 1970 o 1980. No puede ser la siderurgia o la industria naval. Europa siempre fue buena en estas industrias, pero no van a emplear a muchos trabajadores. Tenemos que dirigir la pol¨ªtica industrial all¨ª donde realmente marque la diferencia.
P. ?Es m¨¢s optimista con el futuro del euro?
R. La UE y el euro se enfrentan a un profundo problema estructural y existencial, que es la compatibilidad de una moneda con una pol¨ªtica ¨²nica. El poder pol¨ªtico lo siguen ejerciendo naciones diferentes. Llevo mucho tiempo diciendo que, en ¨²ltima instancia, Europa tiene que decidir si quiere mantener un mercado ¨²nico con una moneda ¨²nica. Para eso tendr¨¢ que encontrar la manera de construir al mismo tiempo una pol¨ªtica ¨²nica. Este tipo de cosas que est¨¢ haciendo EEUU, experimentando con la pol¨ªtica industrial, con enfoques distintos para el mercado de trabajo, o para hacer frente al poder de las corporaciones... eso no es posible en Europa. La amenaza es que Europa siga siendo una tecnocracia liberal que no es capaz de adaptarse a las necesidades de la gente.
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