La batalla por la subida del salario m¨ªnimo se libra en las comunidades
CC OO Madrid pide negociar una remuneraci¨®n m¨ªnima local por encima de los 1.080 euros nacionales para cubrir el 60% del sueldo medio del territorio
Las diferencias territoriales de los salarios dibujan una Espa?a desigual. El poder de compra de los residentes en las grandes capitales no tiene nada que ver con el de otras zonas m¨¢s rurales. Vivienda, transporte y cesta de la compra suele ser m¨¢s caros en las metr¨®polis que en las localidades m¨¢s peque?as. Por eso, las rentas y salarios suelen compensar esta situaci¨®n. Aunque no siempre: la revalorizaci¨®n de los salarios ha sido una de las principales reclamaciones de los trabajadores como respuesta a la incesante subida de los precios. Organizaciones sindicales y empresariales, tras muchos tiras y aflojas, acordaron en mayo una senda de subidas del 10% entre 2023 y 2025, que sumar¨ªa otro 2% adicional en funci¨®n del comportamiento de la inflaci¨®n en los dos ¨²ltimos a?os. La parte m¨¢s baja de la pir¨¢mide salarial ha ido aliviando la presi¨®n de los precios con las reiteradas subidas del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI), que se ha situado en los 15.120 euros brutos al a?o en 2023.
Sin embargo, la uniformidad salarial no casa con las distintas particularidades territoriales que diluyen o engordan ¡ªseg¨²n por d¨®nde se mire¡ª los sueldos en relaci¨®n con el coste de la vida. Esta circunstancia da pie al nacimiento de una tensi¨®n socio-geogr¨¢fica que ya ha generado las primeras reacciones: desde CC OO Madrid reclaman la firma de un Acuerdo ¡°a la madrile?a¡±, puesto que consideran que en la capital los actuales 1.080 euros al mes (en 14 pagas) no cubren el 60% del salario medio particular de la comunidad. Esta situaci¨®n es una vieja reivindicaci¨®n de los funcionarios de la Administraci¨®n del Estado, que reclaman un complemento salarial en las ciudades m¨¢s caras. ¡°El complemento de insularidad y otros para grandes ciudades donde el nivel de vida es m¨¢s alto tendr¨ªa que ser m¨¢s adecuado¡±, reclamaba hace cinco a?os Miguel Borra, presidente del sindicato CSIF en una entrevista en EL PA?S. Y la situaci¨®n se ha agravado. Los m¨¦dicos y profesores no quieren ir a Baleares porque el coste de la vivienda es inasumible. Para los funcionarios de justicia o la polic¨ªa resulta m¨¢s rentable lograr un destino en ciudades medianas.
Para los peor pagados la situaci¨®n es m¨¢s acuciante. ¡°Lo que queremos es que, a trav¨¦s de la negociaci¨®n colectiva, se corrija esta diferencia territorial¡±, indica Paloma G¨®mez, secretaria general de CC OO Madrid. Las cuentas realizadas por este sindicado ¡ªrecogidas en un informe sobre salarios¡ª, advierten de que para cumplir con el compromiso adquirido por el Gobierno con la Carta Social Europea de situar el SMI a la altura del 60% del salario medio nacional, trasladado al marco regional, en la Comunidad de Madrid este deber¨ªa alcanzar los 17.707 euros al a?o (1.264 euros mensuales). ¡°El problema de Madrid se da porque los salarios altos son de los m¨¢s elevados de Espa?a, entre otras razones, por el efecto de capitalidad; mientras que los bajos tambi¨¦n son mucho m¨¢s bajos por el modelo productivo que tenemos, m¨¢s basado en los servicios que en la industria¡±, analiza G¨®mez.
En el informe se visibiliza la diferencia que existe entre el PIB per c¨¢pita y el salario medio en cada comunidad aut¨®noma. Una distancia que se hace mayor que en ning¨²n otro territorio en Madrid, con un descuadre de m¨¢s de 5.000 euros. ¡°Es evidente que a pesar de tener la renta por habitante m¨¢s elevada del pa¨ªs, los salarios medios no son tan altos como en otros lugares en los que esta renta per c¨¢pita es m¨¢s baja, pero donde la diferencia es menos acentuada. Aqu¨ª la mayor¨ªa de las familias trabajadoras no se beneficia de ser la comunidad aut¨®noma m¨¢s rica, como se defiende desde el Gobierno de la Comunidad¡±, a?ade Ram¨®n Boixadera, economista de CC OO Madrid.
La reclamaci¨®n de un salario m¨ªnimo diferenciado por territorios ha sido defendida por las patronales durante las ¨²ltimas negociaciones. ¡°El SMI unifica todo. Madrid y Barcelona tienen un coste de la vida que poco tiene que ver con el de otros territorios. Habr¨ªa que evaluar un SMI que se acoplara a cada territorio¡±, ha recalcado el presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi. Su petici¨®n, sin embargo, busca una rebaja en determinados lugares e incluso sectores (otro de sus planteamientos), al contrario de lo que piden los sindicatos, que a la postre supondr¨ªa una subida. Fuentes del Ministerio de Trabajo reiteran su rechazo ante cualquier alteraci¨®n del salario m¨ªnimo dentro del Estado. ¡°Tendr¨ªa efectos devastadores en t¨¦rminos de unidad de mercado¡±, ha aseverado, en alusi¨®n a estos postulados, el secretario de Estado de Empleo, Joaqu¨ªn P¨¦rez Rey. Fuentes de la negociaci¨®n colectiva remarcan que hasta que no se conforme un nuevo Gobierno no se abordar¨¢n la pr¨®xima subida prevista para 2024.
Otro de los argumentos que ha enarbolado la patronal para rechazar cualquier hipot¨¦tica nueva subida del SMI es que tras la ¨²ltima subida, ya hay m¨¢s comunidades aut¨®nomas en las que los 15.120 euros anuales est¨¢n por encima del 60% del salario medio, que en las que se encuentra por debajo. De acuerdo con datos del INE y Eurostat, esto sucede en 13 territorios, con la salvedad de Catalu?a (55,3%), Navarra (54,8%), Pa¨ªs Vasco (51,4%) y Madrid (50,5%).
Algunas empresas, sin embargo, no han dudado en valerse de los convenios provinciales para aprobar diferentes escalas salariales para el mismo puesto en funci¨®n del lugar de residencia. Por ejemplo, un dependiente de una tienda de grandes almacenes de Murcia cobra menos que un trabajador de la misma cadena de otra provincia porque la compa?¨ªa para la que trabaja ha aprovechado los convenios territoriales.
Variable determinante
La potestad de determinar el salario m¨ªnimo es exclusiva del Ejecutivo, y su ¨¢mbito de aplicaci¨®n se extiende por todo el pa¨ªs. De ah¨ª que la lucha por elevar las remuneraciones solo pueda tener cabida dentro de la negociaci¨®n colectiva. ¡°No es buena idea empezar a hacer este tipo de distinciones¡±, opina Enrique Devesa, profesor de Econom¨ªa Financiera y Actuarial de la Universidad de Valencia e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE). ¡°Una vez abierta esta caja de Pandora, ?D¨®nde ponemos el l¨ªmite? ?En las comunidades? ?En las provincias? ?En los pueblos?¡±, se cuestiona. ¡°Es un debate antiguo, que alguna vez se ha puesto sobre la mesa, por ejemplo, con el caso de los funcionarios. Que cobran lo mismo independientemente del lugar en el que vivan¡±, completa.
El coste de la vida en el lugar de residencia es una variable determinante a la hora de buscar un empleo. Un estudio de The Adecco Group Institute compar¨® el poder de compra de los habitantes de cada comunidad aut¨®noma descontando la inflaci¨®n respecto de la evoluci¨®n del salario medio. As¨ª, contraponiendo estas variaciones entre el cuarto trimestre de 2020 con las del mismo periodo de 2022, concluy¨® que solo cuatro autonom¨ªas exhib¨ªan incrementos anuales, mientras que las 13 restantes presentaban p¨¦rdidas. El poder de compra del salario medio aument¨® en Canarias (1.919 euros de mejora) y Baleares (1.594) ¡ªdos de las comunidades que en 2020 en las que se declararon m¨¢s ERTE¡ª, Catalu?a (467) y en la Comunidad Valenciana (34). En el lado opuesto, los territorios que m¨¢s perdieron fueron Navarra (1.132 euros), Asturias (902) y Castilla-La Mancha (871).
El acuerdo firmado entre los sindicatos (CC OO y UGT) y las patronales (CEOE y CEPYME) para el incremento salarial es solo una hoja de ruta referencial para la negociaci¨®n colectiva. Los ¨²ltimos datos sobre subidas dentro de convenios colectivos que recoge Trabajo evidencian que estas alzas se est¨¢n situando cerca de la ¨®rbita establecida a nivel general. En el mes de agosto, el incremento salarial pactado para 9,2 millones de trabajadores fue del 3,38%.
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