Un alba?il de Ja¨¦n logra la incapacidad absoluta tras 25 a?os de pleitos con la Seguridad Social

Un alba?il de Ja¨¦n, que en 1998 sufri¨® un accidente laboral, ha tardado 25 a?os en lograr la incapacidad absoluta. Durante estos cinco lustros ha librado una batalla judicial contra la Seguridad Social, que finalmente ha ganado tras la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social n¨²mero 1 de Ja¨¦n, que ha estimado la demanda y condena a la Seguridad Social y a la Mutua. El tribunal reconoce la incapacidad absoluta del alba?il con el 100% de su base reguladora y con efectos desde el 11 de marzo de 2022.

Tras el accidente de trabajo, el alba?il solo cobr¨® de la Seguridad Social una peque?a indemnizaci¨®n en concepto de ¡°lesiones permanentes no invalidantes¡±, por las graves secuelas que le quedaron en la espalda. El accidentado, que desea mantener el anonimato, demand¨® a la Seguridad Social en 1999 para conseguir una pensi¨®n de incapacidad permanente, pero se le desestim¨® la demanda. Sin embargo, recurri¨® y el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) le concedi¨® en 2001 una incapacidad en grado total, con la que cobraba el 55% de la base reguladora y que le permit¨ªa hacer trabajos compatibles con las dolencias, pese a ser diagnosticado de una hernia discal.

No obstante, esa incapacidad resultaba insuficiente para el demandante, que aspiraba a un grado mayor, la absoluta, ya que desde entonces no ha podido volver a trabajar en ninguna otra actividad.

En 2009 pidi¨® una revisi¨®n de su incapacidad por empeoramiento y porque empezaba a tener depresi¨®n, pero le mantuvieron el grado de total. Volvi¨® a insistir entre los a?os 2019 y 2022, pero otra vez le denegaron la incapacidad absoluta, y eso a pesar de que la revisi¨®n m¨¦dica constat¨® entonces que padec¨ªa hernia discal, fibrosis postquir¨²rgica, discopat¨ªa cervical (por los que fue atendido en la Unidad del Dolor) y trastorno ansioso depresivo.

Al fin, en 2023, cuando ya andaba con muletas y sufr¨ªa una depresi¨®n cr¨®nica cada vez m¨¢s acentuada, el Juzgado de lo Social n¨²mero 1 de Ja¨¦n le ha otorgado la incapacidad absoluta del 100% de su base reguladora.

¡°Si a la agravaci¨®n padecida se le unen las nuevas patolog¨ªas, la ps¨ªquica, que est¨¢ en ¨ªntima conexi¨®n con las f¨ªsicas, se llega a la conclusi¨®n que impide al actor la realizaci¨®n de cualquier trabajo con el mismo rendimiento y eficacia que se requiere¡±, se se?ala en los fundamentos de derecho de la sentencia, a la que ha tenido acceso este peri¨®dico.

El fallo tiene en cuenta que el afectado ¡°presenta actualmente claudicaci¨®n neur¨®gena, habiendo sufrido varias ca¨ªdas con traumatismos sobre la rodilla izquierda, usa bast¨®n para la marcha, incapacidad para flexionar el tronco¡±. Limitaciones, a?ade, ¡°que le impiden llevar a cabo actividades que le eran permitidas cuando se le reconoci¨® el grado de invalidez inicial y que le llevan a la imposibilidad de realizar cualquier tipo de trabajo¡±.

¡°Su cuadro se hab¨ªa agravado en comparaci¨®n con el momento en el que le fue reconocida la incapacidad total, e incluso aparecieron nuevas patolog¨ªas, como un trastorno depresivo mayor. A pesar de ello, el INSS segu¨ªa manteni¨¦ndole la incapacidad permanente total, lo que vimos insuficiente¡±, se?ala la letrada Irene L¨®pez, del despacho Campmany Abogados, que es quien ha defendido al alba?il.

La abogada censura que, pese a que el trastorno depresivo del afectado se agrav¨® con s¨ªntomas psic¨®ticos, el INSS no le dio la importancia debida, ¡°pues interfer¨ªa seriamente en la funcionalidad, laboral, social o en funciones cognitivas¡±. ¡°La sentencia dictada de incapacidad permanente absoluta es muy gratificante, pues es err¨®neo entender que una persona con dichas patolog¨ªas pueda llevar a cabo una actividad laboral normal, por sencilla o liviano que fuese¡±, concluye L¨®pez.

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