Una cuarta parte de los puntos de recarga para coches el¨¦ctricos no funcionan

El principal obst¨¢culo al que se enfrentan las ventas de veh¨ªculos el¨¦ctricos es la desconfianza sobre su autonom¨ªa. Una potente red p¨²blica de puntos de recarga solventar¨ªa parcialmente el problema. Pero en Espa?a esa malla evoluciona con lentitud y, seg¨²n los datos de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Autom¨®viles y Camiones (Anfac), cuenta con un problema a?adido: una cuarta parte de la infraestructura instalada no est¨¢ operativa. Sea porque est¨¢n en mal estado, averiados o porque todav¨ªa no han sido conectados a la red el¨¦ctrica, 8.869 puntos de los 34.049 existentes no pueden prestar servicio.

Esa es una de las principales conclusiones del Bar¨®metro de la Electromovilidad que actualiza cada trimestre la patronal de marcas y que se basa en la informaci¨®n que ofrecen los usuarios. Ese punto vuelve a constatar c¨®mo Espa?a va perdiendo terreno respecto al resto de pa¨ªses europeos y a sus objetivos de impulsar la movilidad descarbonizada. Seg¨²n los c¨¢lculos de Anfac, en los primeros nueve meses del a?o apenas se hab¨ªa conseguido el 26% del objetivo de poner en marcha 45.000 infraestructuras este a?o, o el 9,7% si se tienen en cuenta el objetivo de 2025 (91.000 infraestructuras).

El documento defiende que para recuperar el terreno perdido es necesario acelerar m¨¢s que el resto, Seg¨²n el Eurobar¨®metro, con datos de 2022, Espa?a contaba con 53 puntos de recarga por cada 100.000 habitantes, siete menos que Portugal, pero muy lejos de los 107 de Francia o los 99 de Alemania. En Pa¨ªses Bajos, donde hay mayor concentraci¨®n, cuentan con 699.

El an¨¢lisis, sin embargo, detecta un punto favorable en Espa?a: los puntos de recarga r¨¢pida mejoran m¨¢s que los de recarga lenta, lo que contribuye a mejorar la experiencia de los conductores cuando tienen que afrontar largas distancias o tienen prisa en recargar la bater¨ªa de su veh¨ªculo el¨¦ctrico.

Hay 621 puntos con una potencia de entre 150 y 250 kilowatios (que permiten recargas de bater¨ªas entre 15 y 27 minutos) y 369 de m¨¢s de 250 kW (con tiempos de recarga m¨¢ximo de un cuarto de hora). El principal problema de estos ¨²ltimos puntos, que ofrecen una experiencia lo m¨¢s parecida posible a un repostaje de gasolina, son las trabas administrativas para ponerlas en marcha y en un 85% de los casos han sido impulsados por los propios fabricantes de autom¨®viles para incentivar el mercado.

El gran desaf¨ªo es fijar esas instalaciones de recarga en zonas interurbanas, como zona de servicio en grandes recorridos. Hoy en d¨ªa el 65% de los puntos de conexi¨®n en esas zonas de paso tienen una potencia de como mucho 22 kilowatios, que se considera una carga complementaria por si se para a realizar alguna gesti¨®n. Con esa potencia, una bater¨ªa tarda tres horas en cargarse. Anfac ha apreciado hasta 35 corredores de m¨¢s de 100 kil¨®metros con ning¨²n punto de conexi¨®n de 250 kW.

El an¨¢lisis de la patronal vuelve a dejar a Espa?a en el furg¨®n de cola europea en cuanto a electromovilidad. Est¨¢, junto a Italia, Rep¨²blica Checa y Hungr¨ªa, por debajo de la media europea tanto en lo que se refiere a ventas de coches el¨¦ctricos como de instalaci¨®n de puntos de recarga. Y cuenta con grandes diferencias entre territorios: En Madrid (3.043) hay casi tantos puntos de recarga como en Andaluc¨ªa (3.084), pese a que esta se extiende por un territorio casi once veces superior. Catalu?a es la comunidad aut¨®noma con m¨¢s infraestructuras p¨²blicas (5.221) y Asturias la que menos (351). Pero esas estad¨ªsticas hay que ponerlas entre algodones, porque Catalu?a (1.636), Comunidad de Madrid (1.159) y Andaluc¨ªa (1.020) concentran cerca de 4.000 puntos fuera de servicio.

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