La justicia europea da un nuevo varapalo a Bruselas por las ayudas fiscales de Luxemburgo a Engie
El TJUE anula la sanci¨®n de 130 millones de euros que Competencia hab¨ªa impuesto al grupo energ¨¦tico franc¨¦s
La justicia europea avala las exenciones fiscales de 120 millones que Luxemburgo concedi¨® al grupo energ¨¦tico Engie. La Comisi¨®n Europea exigi¨® en 2018 que la empresa de matriz francesa devolviera esa cantidad por entender que eran ayudas de Estado ilegales. En primera instancia, los jueces de Luxemburgo dieron la raz¨®n a esta decisi¨®n, pero este martes el m¨¢ximo ¨®rgano judicial de la UE, el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), ha fallado contra la reclamaci¨®n de Bruselas. Apuntan los magistrados que el departamento de Competencia ¡°cometi¨® un error¡± en su razonamiento para llegar a la conclusi¨®n de que la medida era ilegal y que ese fallo ¡°invalid¨®¡± el an¨¢lisis. Por tanto, ¡°se anula la decisi¨®n de la Comisi¨®n¡±.
Esta sentencia supone un nuevo rev¨¦s a la pretensi¨®n de la Comisi¨®n Europea de poner coto a los sistemas fiscales ventajosos de algunos Estados miembro, como Luxemburgo, Pa¨ªses Bajos o Irlanda, con los que buscan atraer empresas a sus territorios. Hace un a?o ya sucedi¨® lo mismo con Fiat, empresa a la que Bruselas le reclamaba que pagara al fisco del Gran Ducado 30 millones de euros. Y el argumento para anular la sanci¨®n era b¨¢sicamente el mismo que puede leerse ahora: ¡°Para calificar una medida fiscal nacional como ¡°selectiva¡±, la Comisi¨®n debe, en primer t¨¦rmino, identificar el sistema de referencia, a saber, el r¨¦gimen tributario ¡°normal¡± aplicable en el Estado de que se trate¡±. Este paso es importante porque para calificar como ilegal una ayuda de Estado tiene que demostrarse que no todas las empresas pueden acogerse a ella y, por tanto, se genera una discriminaci¨®n. Ser¨ªa en este paso, explica el TJUE, en el que Bruselas habr¨ªa fallado: ¡°La Comisi¨®n cometi¨® errores en sus diferentes an¨¢lisis de los marcos de referencia que defin¨ªan el sistema impositivo normal¡±.
La falta de un sistema tributario armonizado para las empresas puede generar distorsiones en el mercado ¨²nico, pues permite una competencia fiscal a la baja entre pa¨ªses para atraer sedes de multinacionales y, por extensi¨®n, los beneficios que conlleva: empleo, recaudaci¨®n o efectos tractores sobre la econom¨ªa (investigaci¨®n, formaci¨®n...). Para evitar esa carrera, Bruselas emprendi¨® hace a?os una batalla contra los reg¨ªmenes fiscales que incentivan esta situaci¨®n. Hasta ahora, esta pelea del Ejecutivo comunitario se ha saldado con m¨¢s derrotas en los tribunales que victorias. Dos de estas derrotas han llegado por el sistema de Luxemburgo: una es la de Fiat (ahora parte del grupo automovil¨ªstico Stellantis) y este martes ha llegado la de grupo Engie.
En el caso de Pa¨ªses Bajos, hay una derrota parcial por la situaci¨®n fiscal de Starbucks. No obstante, la decisi¨®n del Tribunal General est¨¢ recurrida en el TJUE. Y en la misma situaci¨®n se encuentra el m¨¢s grande y llamativo de todos los casos, el de Apple e Irlanda, por el que la Comisi¨®n exigi¨® al gran gigante tecnol¨®gico estadounidense que pagara al fisco irland¨¦s 14.300 millones de euros por ayudas tributarias ilegales recibidas entre 2007 y 2014. Tanto Dubl¨ªn como la compa?¨ªa reclamaron ante la justicia y esta les dio la raz¨®n en primera instancia. No obstante, hace unas semanas Bruselas recibi¨® una gran ayuda: el Abogado General pidi¨® la anulaci¨®n de esa sentencia y que el Tribunal General volviera a examinar el caso.
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