Los bancos centrales avisan del riesgo de que la inflaci¨®n repunte: ¡°Este no es el final del viaje¡±
Carstens urge a los gobiernos a retirar las ayudas fiscales: ¡°Ha llegado el momento de apretarse el cintur¨®n¡±
Los grandes bancos centrales vuelven a acaparar desde esta semana la m¨¢xima atenci¨®n de los mercados. Los inversores no esperan movimientos ni de Fr¨¢ncfort ni Washington, pero s¨ª aguardan para conocer el tono de sus discursos. Nadie duda de que los tipos de inter¨¦s este a?o bajar¨¢n. La pregunta es cu¨¢ndo. El director gerente del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en ingl¨¦s), Agust¨ªn Carstens, ha admitido este lunes que el mundo ya ¡°vislumbra el fin de este endurecimiento excepcional¡±, aunque ha advertido: ¡°Este no es el final del viaje¡±. El jefe de los banqueros centrales ha avisado en una conferencia en Basilea (Suiza) de los riesgos que pueden hacer repuntar la inflaci¨®n, entre otros, las tensiones geopol¨ªticas y la resistencia de los gobiernos para retirar est¨ªmulos fiscales.
Los bancos centrales han efectuado en los ¨²ltimos dos a?os ¡°el mayor y m¨¢s sincronizado¡± endurecimiento monetario a escala mundial jam¨¢s realizado ¡°en una generaci¨®n¡±, en palabras de Carstens. Las autoridades monetarias por ahora sacan pecho: las econom¨ªas avanzadas empezaron 2022 con una inflaci¨®n del 7,5% y lograron irla aplacando hasta dejarla en el 3,2% a finales de a?o. Adem¨¢s, las previsiones de los organismos internacionales se?alan que la actividad no se ver¨¢ gravemente da?adas, sino que esta aterrizar¨¢ de forma suave. ¡°La lucha contra la inflaci¨®n ha tenido un coste notablemente peque?o en t¨¦rminos de menos crecimiento del PIB o mayor desempleo¡±, ha indicado.
Carstens ha brindado un ¡°optimismo precavido¡± en su diagn¨®stico de la situaci¨®n actual. Para empezar, uno de los principales miedos de los banqueros centrales no se est¨¢ dando. ¡°Hasta ahora no estamos viendo evidencias de que se est¨¦ desplegando una espiral salarios-precios¡±, ha sostenido. Y ello, ha agregado, se debe a que las empresas y los hogares no han trasladado a sus decisiones un escenario de una permanente elevada inflaci¨®n, lo cual ha atribuido al trabajo de los bancos centrales.
El director gerente del BIS tambi¨¦n ha augurado que las consecuencias del enfriamiento econ¨®mico sobre el mercado laboral ser¨¢n ¡°modestas¡±, la productividad mejorar¨¢ y, en cualquier caso, los institutos monetarios siempre tienen a mano la gran palanca para amortiguar el deterioro econ¨®mico: devolver los tipos de inter¨¦s a sus niveles adecuados a largo plazo.
Ahora bien, el coordinador de los bancos centrales ha advertido de que ¡°la ¨²ltima milla¡± podr¨ªa ser ¡°la m¨¢s dura¡±. El mexicano ha puesto ¨¦nfasis sobre todo en los nefastos efectos que la crisis de Oriente Pr¨®ximo puede tener en la batalla contra la inflaci¨®n, en especial para los mercados de materias primas y los flujos del comercio global. Carstens ha recordado que el proceso de desinflaci¨®n ha ido de la mano con el fin del gran atasco global y ha avisado de que solo en diciembre se duplicaron los costes del transporte de contenedores. Junto a los factores geopol¨ªticos, el economista mexicano ve otras dos fuerzas que juegan en contra: la desglobalizaci¨®n y la demograf¨ªa. Y estas no hacen sino deteriorarse.
Consolidaci¨®n fiscal
Otra de las grandes preocupaciones del BIS es la tardanza de los gobiernos para ir drenando los d¨¦ficits y las deudas que se vieron obligados a contraer para salvar a empresas y puestos de trabajo durante la pandemia y proteger a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable de la escalada de los precios energ¨¦ticos. ¡°Mientras los bancos centrales han hecho su trabajo endureciendo la pol¨ªtica monetaria y conteniendo la demanda agregada, no se puede decir lo mismo de la pol¨ªtica fiscal¡±, ha lamentado el jefe del organismo con sede en Basilea. ¡°Ha llegado el momento de apretarse el cintur¨®n¡±, ha advertido Carstens, quien ha querido insistir. ¡°Esto no es un mensaje nuevo. Pero hemos llegado al punto en el que la consolidaci¨®n fiscal es un imperativo¡±, ha a?adido.
El jefe del BIS ha se?alado dos amenazas m¨¢s, que tienen que ver con el trabajo de sus colegas. El primero: que la subida de los tipos de inter¨¦s, cuyos efectos todav¨ªa no se han desplegado por completo, tenga un mayor impacto sobre el crecimiento econ¨®mico y la estabilidad financiera. Ello podr¨ªa tener consecuencias sobre la inversi¨®n empresarial y el consumo de las familias, lo cual pondr¨ªa en riesgo la ¡°resiliencia econ¨®mica¡± que se ha observado hasta ahora.
El otro peligro, a su juicio, pasa por que los bancos centrales sucumban a las presiones de los mercados y bajen la guardia antes de tiempo. Pero Carstens no ve ninguna intenci¨®n en Fr¨¢ncfort, Washington o Londres para contribuir a las presiones inflacionistas. ¡°Los bancos centrales har¨¢n su trabajo y permanecer¨¢n atentos¡±, ha apuntado el mexicano, quien ha avisado de que los institutos monetarios pueden decidir mantener los tipos de inter¨¦s ¡°tan elevados como sea necesario¡±. O ¡°incluso hacer m¨¢s¡±.
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