El campo cambia la libreta por el tel¨¦fono m¨®vil

Marcos Garc¨¦s (37 a?os) supo en alg¨²n momento que para mejorar los resultados de su explotaci¨®n de cereales ecol¨®gicos ten¨ªa que dejar atr¨¢s la libreta a cuadros y de tapa dura donde anotaba las actividades de su finca de 360 hect¨¢reas y dar un paso hacia la tecnolog¨ªa. Este agricultor de Ba?¨®n (Teruel) empez¨® tabulando en Excel todo lo que echaba en su explotaci¨®n ¡ªcantidad de fitosanitarios, litros de fertilizantes o de riego, etc¡ª pero al poco tiempo, tras visitar una feria agr¨ªcola, qued¨® sorprendido por una aplicaci¨®n m¨®vil donde, adem¨¢s de llevar un registro de sus labores diarias, pod¨ªa ver una imagen satelital de su terreno o recibir informaci¨®n directamente de sus tractores.

Garc¨¦s es un ejemplo de lo que Espa?a quiere hacer con las explotaciones y las granjas. Desde hace unos a?os, en el marco de la planificaci¨®n de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC), el Gobierno quiere que los agricultores adopten la digitalizaci¨®n como forma de administrar sus fincas y mejoren as¨ª la productividad. En consecuencia, el Ejecutivo ha impulsado el uso de un Cuaderno Digital de Explotaci¨®n Agr¨ªcola, donde los profesionales del sector puedan llevar una cuenta de su d¨ªa a d¨ªa y la Administraci¨®n, al mismo tiempo, pueda vigilar si est¨¢n cumpliendo las reglas ambientales que se exigen desde Bruselas.

¡°Ahora esta bit¨¢cora virtual nos ayuda a dimensionar mejor el negocio y a tomar decisiones concretas con base en la informaci¨®n que recogemos¡±, explica Garc¨¦s. En su caso, puede conectar la aplicaci¨®n con un tractor Jhon Deere que compr¨® hace pocos a?os y recolectar datos de las t¨¦cnicas de laboreos, productos qu¨ªmicos que utiliza, o plaguicidas. ¡°Esta herramienta te advierte, incluso, de que hay un porcentaje que debes dejar para barbecho y eso te ayuda a planificar mejor las siembras o evitar las multas de la PAC. Con Excel se te puede mover una columna por error y la l¨ªas, con esta aplicaci¨®n no hay margen de error¡±, zanja Garc¨¦s.

Este empresario turolense utiliza una versi¨®n gratuita de la aplicaci¨®n -aunque tambi¨¦n existen hasta 60 versiones comerciales- y, explica, que cuando sea obligatorio recurrir¨¢ al cuaderno que la cooperativa local ofrezca, pero no piensa dejar de usar la herramienta. El Gobierno tambi¨¦n ha exigido a las comunidades aut¨®nomas que pongan a disposici¨®n una versi¨®n gratuita de este cuaderno.

Nicola Franco, director de xFarm Technologies, una firma italo-suiza que comercializa el cuaderno, explica que contratar los servicios de esta herramienta tiene un precio aproximado de 90 euros anuales, aunque var¨ªa dependiendo de cada empresa.

Lo m¨¢s complejo es subir por primera vez la informaci¨®n geogr¨¢fica de la explotaci¨®n a la aplicaci¨®n, as¨ª como los datos de los trabajadores y los tractores, relata Luis Serrano, director de Biotecarios, una compa?¨ªa de C¨®rdoba que ofrece consultor¨ªa digital para el campo. ¡°Y con base a esta informaci¨®n tan solo es necesario hacer un repaso semanal de los movimientos efectuados durante la semana¡±, a?ade. ¡°Si hemos tratado un herbicida o un desbroce o hemos aplicado tal pesticida, lo anotamos. Hay semanas que no debemos registrar nada porque no siempre hay actividad en el terreno. Aunque es cierto que tiene un periodo de aprendizaje¡±, admite.

Sin suficiente se?al en el campo

Pero las bondades de la tecnolog¨ªa se han encontrado con un muro dif¨ªcil de franquear: la edad de los trabajadores del campo. ¡°Es evidente que hay una brecha que est¨¢ afectando a la digitalizaci¨®n¡±, apunta Jos¨¦ Luis Miguel, director t¨¦cnico de COAG. Seg¨²n el censo agrario del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, el promedio de edad de los trabajadores del campo en Espa?a es de 61 a?os; solo el 4% de los agricultores tiene menos de 35 a?os. Iv¨¢n L¨¹tolf, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola para la Digitalizaci¨®n de la Agricultura, argumenta que los agricultores m¨¢s adultos ya no ven claro que invertir en digitalizar sus cultivos les pueda salir rentable: ¡°Est¨¢n cerca de la jubilaci¨®n y ante la imposibilidad de un relevo generacional no les interesa llevar m¨¢s all¨¢ su explotaci¨®n¡±.

Sobre todo, el sector reclama que est¨¢ injustificada la gran cantidad de datos requeridos por el ministerio de Agricultura. Es lo que han denominado ¡°la asfixiante burocracia¡± europea. ¡°Es injusto que a un peque?o agricultor le pidan rellenar la misma cantidad de informaci¨®n que a una mega explotaci¨®n¡±, defiende L¨¹tolf.

En las protestas que se han desarrollado durante todo el mes de febrero, tambi¨¦n se ha podido escuchar a los agricultores quej¨¢ndose de que a sus fincas no llega el internet, otro motivo por el que rechazan el uso del cuaderno digital. Ciertamente, en las explotaciones no es sencillo captar la se?al del wi-fi. Un informe de la operadora de red Eurona cifra que solo 78,3% de la poblaci¨®n rural (3,8 millones de personas) ten¨ªa acceso a la red en sus municipios a finales del 2020.

Serrano, en cambio, defiende que el malestar del sector no se centra en la imposici¨®n del cuaderno digital, sino en la ¡°contradictoria¡± pol¨ªtica de control del campo. ¡°Bruselas quiere vigilar todos los pasos del agricultor a trav¨¦s de esta herramienta, pero luego abren las puertas a que productos entren sin que hayan pasado por ese mismo seguimiento¡±. Franco considera que si adem¨¢s el agricultor viniera pagado por el precio justo, todo ser¨ªa m¨¢s llevadero.

Pese a todo, la presi¨®n de las protestas de los agricultores ha empujado al Gobierno a dar un paso atr¨¢s y permitir que el uso de esta herramienta sea optativo.

Sembrar al ritmo del bit

Pese al desencanto que puede suponer la herramienta, todos los expertos coinciden en que el salto hacia lo digital es el futuro de la agricultura en Espa?a. L¨¹tolf explica que el sector se ha convertido en una especie de recolector ¡°masivo¡± de informaci¨®n y que la mejor forma de gestionar todos los n¨²meros y datos es la transici¨®n hacia el cuaderno digital.

¡°No hay empresa que dentro de 5 o 10 a?os vaya a ser rentable si no se ha digitalizado¡±, sentencia L¨¹tolf, quien explica que en contexto en el que los precios agr¨ªcolas ¡°desde la parte superior de la cadena agroalimentaria¡±, los agricultores deben focalizarse en reducir los costes a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa. ¡°La mayor¨ªa tiene una aplicaci¨®n m¨®vil de banco para comprobar sus cuentas¡±, explica y concreta que cada vez se est¨¢n desarrollando cuadernos digitales que son m¨¢s f¨¢ciles de usar, ¡°casi tanto como WhatsApp¡±.

Los campos tambi¨¦n se est¨¢n llamando de sensores que son capaces de enviar informaci¨®n de la humedad de las plantas o la presencia de plagas al cuaderno digital instalado en un m¨®vil. ¡°As¨ª tenemos una justificaci¨®n ante el Ministerio para el tratamiento de insecticidas¡±, insiste C¨®rdoba. Aunque advierte, el precio no es apto para todos los bolsillos, se?ala que un agricultor puede llegar a pagar 10.000 euros para sensorizar 50 hect¨¢reas.

L¨¹tolf defiende la importancia de ver este monto como una inversi¨®n y no como un gasto. ¡°Cuando el agricultor apuesta por un tractor de 200.000 euros, ve claro que este pago le va a traer una serie de ventajas y el retorno de ese dinero, pero cuando le decimos que una herramienta para digitalizar la explotaci¨®n vale 2.000 euros lo interpretan como un gasto¡±, explica este experto.

Con los datos manejados por Agrotech, en funci¨®n de la utilizaci¨®n de cada tipo de tecnolog¨ªa, son posibles logros como un ahorro de hasta un 70% en el empleo de agua y de un 40% en el uso de fitosanitarios. ¡°Somos los ¨²nicos capaces de reducir los costes para el agricultor y aumentar su producci¨®n y rentabilidad¡±, explica L¨¹tolf. Seg¨²n estimaciones de la ONU, ser¨¢ necesario incrementar en un 50% la producci¨®n de alimentos para abastecer a la poblaci¨®n en el a?o 2050.

Al sector le hace falta cambiar la mentalidad empresarial, explica Garc¨¦s, aunque entiende que es un paso complejo, que requiere tiempo de adaptaci¨®n. De lo contrario, se perder¨¢n poco a poco las explotaciones familiares, explica Miguel, ¡°y nos adentrar¨ªamos en un modelo llamado la uberizaci¨®n del campo conformado por grandes empresas y fondos de inversi¨®n¡±. El padre de Garc¨¦s a¨²n desaf¨ªa ese tr¨¢nsito a lo digital: recorre su campo de cereal con un cuaderno f¨ªsico en mano, en cuya tapa se puede leer ¡°siembra¡±. En su explotaci¨®n, curiosamente, conviven lo mejor de dos generaciones.

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