El BCE encadena dos recortes de tipos por primera vez desde la crisis del euro
Fr¨¢ncfort rebaja el precio del dinero en 25 puntos b¨¢sicos y lo coloca en el 3,25% ante el alivio de la inflaci¨®n y en medio de los temores crecientes a un par¨®n econ¨®mico
Junio, septiembre, y ahora octubre. El Banco Central Europeo (BCE) sum¨® este jueves su tercer recorte de los tipos de inter¨¦s en lo que va de 2024, el segundo consecutivo, algo que no ocurr¨ªa desde hace 13 a?os, cuando un Mario Draghi reci¨¦n aterrizado en el puesto tir¨® de arsenal para combatir la crisis del euro. La de hoy, como las dos anteriores, es una rebaja leve, de 25 puntos b¨¢sicos, pero suficiente para asentar una tendencia, la de la desescalada del precio del dinero, que se antoja ya imparable en los meses venideros ante los buenos datos de inflaci¨®n y los malos de crecimiento. El banco se refiere en su comunicado a estos ¨²ltimos como ¡°las recientes sorpresas a la baja en los indicadores de la actividad econ¨®mica¡±, un enunciado novedoso que habla a las claras de c¨®mo la inquietud va traslad¨¢ndose paulatinamente de la inflaci¨®n al crecimiento an¨¦mico de los Veinte. Tras el movimiento, el tipo de dep¨®sito se sit¨²a en el 3,25%, un nivel que no se ve¨ªa desde hace 16 meses.
La decisi¨®n, tomada por unanimidad, supone un ejercicio de adaptaci¨®n por parte del BCE. El eurobanco lleva meses repitiendo el mantra de que no sigue una senda de tipos determinada, y va reaccionando reuni¨®n a reuni¨®n. Es decir, que huye de dogmatismos y puede cambiar de opini¨®n si los datos as¨ª lo requieren. Lo ha cumplido: hace pocas semanas, todo hac¨ªa presagiar que la de octubre ser¨ªa una de esas reuniones de transici¨®n. De esperar y ver sin mover ficha. La realidad, sin embargo, ha empujado al Consejo de Gobierno a pisar el acelerador: la inflaci¨®n ya est¨¢ en el 1,7%, su nivel m¨¢s bajo desde abril de 2021, y por debajo del 2% objetivo de Fr¨¢ncfort, una velocidad de ca¨ªda que como admiti¨® Lagarde, les ha provocado cierta sorpresa. ¡°No estoy segura de que lo hubi¨¦ramos anticipado. [...] Le estamos torciendo el brazo a la inflaci¨®n. [...] Nuestra pol¨ªtica monetaria est¨¢ funcionando, aunque a¨²n no es una victoria completa¡±, afirm¨®.
La presidenta del BCE present¨® como riesgos las subidas salariales ¡°todav¨ªa a un ritmo elevado¡±; un posible repunte de las tensiones comerciales si regresan los aranceles (sin citar a Donald Trump), o eventuales encarecimientos de la energ¨ªa si empeora la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo. En paralelo al descenso de la inflaci¨®n, el crecimiento de la zona euro da s¨ªntomas preocupantes: fue de solo tres d¨¦cimas en el primer trimestre y dos en el segundo, sin que se atisben grandes mejoras pr¨®ximamente. Ambas noticias juntas permiten al BCE pensar que existe margen para seguir retirando los sacos de arena monetarios que frenan la actividad sin que ello implique sobrecalentar los precios.
Incluso el empleo, uno de los factores clave de la resistencia de la econom¨ªa, est¨¢ empezando a mostrar algunas grietas, con una ca¨ªda en septiembre de la tasa de vacantes, que mide la proporci¨®n de empleos disponibles respecto al total. La situaci¨®n est¨¢ todav¨ªa lejos de ser alarmante ¡ªel desempleo sigue en m¨ªnimos hist¨®ricos del 6,4%¡ª, pero los analistas creen que no se deben ignorar se?ales como esa. O como la que transmiten los ¨ªndices de actividad en el sector servicios y manufacturero, a los que Lagarde se refiri¨® asegurando que van en la misma direcci¨®n: a peor.
El eje franco-alem¨¢n, otrora motor europeo, est¨¢ en el punto de mira tras el fin del empuj¨®n ol¨ªmpico para Par¨ªs y la amenaza de recesi¨®n inminente para Berl¨ªn. Lagarde, sin embargo, fue tajante: ¡°No vemos una recesi¨®n en la zona euro¡±, insisti¨®. ¡°Que el mayor miembro [Alemania] est¨¦ afrontando circunstancias dif¨ªciles, no implica que toda la zona euro est¨¦ igualmente afectada¡±, record¨®. Hasta la pr¨®xima reuni¨®n de diciembre no publicar¨¢n previsiones econ¨®micas actualizadas.
A devolver el optimismo no ayuda la cronificaci¨®n de las crisis b¨¦licas en Ucrania y Oriente Pr¨®ximo. Las listas de riesgos potenciales pecan a veces de catastrofismo, pero otras aciertan de pleno. En septiembre, el BCE mencion¨® entre las amenazas los posibles repuntes del precio de la energ¨ªa ante las tensiones geopol¨ªticas. Y en octubre esos temores se hicieron realidad con los misiles iran¨ªes sobrevolando Israel y el barril de crudo encareci¨¦ndose frente a un hipot¨¦tico escenario de guerra abierta que afectara a los yacimientos petrol¨ªferos controlados por Teher¨¢n.
La tormenta, con evidentes implicaciones inflacionistas, fue en todo caso ef¨ªmera. Parece haber amainado al difuminarse la hip¨®tesis de un ataque israel¨ª que llene de columnas de humo negro los campos de crudo iran¨ªes. Y la tempestad ha quedado en chaparr¨®n al no tener la duraci¨®n ni la fuerza como para provocar un cambio de ciclo en el precio del barril de petr¨®leo y arruinar los planes del BCE de rebajar tipos, aunque nadie descarta que los nubarrones regresen.
Tampoco Lagarde. Su mensaje en la cena organizada este mi¨¦rcoles noche en Liubliana por el banco central esloveno, anfitri¨®n de la reuni¨®n del BCE, que una vez al a?o toma algo el aire y sale de su sede habitual en Fr¨¢ncfort, fue una exposici¨®n de c¨®mo el mundo est¨¢ yendo a peor en cuestiones fundamentales. ¡°El orden global que conoc¨ªamos se est¨¢ desvaneciendo. El comercio abierto est¨¢ siendo reemplazado por un comercio fragmentado, las reglas multilaterales por una competencia subvencionada por el Estado, y la geopol¨ªtica estable por los conflictos¡±, advirti¨®.
Esas variables, como otros problemas estructurales que van desde la ca¨ªda de las exportaciones alemanas, la debilidad industrial, los altos precios de la energ¨ªa, o la dura competencia china en sectores como el veh¨ªculo el¨¦ctrico, quedan fuera del radio de influencia del BCE. Su capacidad de mover los mercados, abaratar y encarecer las hipotecas, o subir y bajar la rentabilidad del ahorro le ha otorgado un cierto aura todopoderosa de la que algunos de sus responsables tratan de zafarse ocasionalmente. ¡°La pol¨ªtica monetaria no es la panacea¡±, record¨® este mes la alemana Isabel Schnabel, miembro del comit¨¦ ejecutivo del banco.
En la parte que s¨ª controla, el BCE es el que est¨¢ siguiendo una estrategia m¨¢s clara de entre los grandes bancos centrales. Desde el inicio de la relajaci¨®n de los tipos en verano, los tres recortes de 25 puntos b¨¢sicos en cuatro reuniones contrastan con un ¨²nico descenso de esa cuant¨ªa por parte del Banco de Inglaterra en tres reuniones ¡ªtras el buen dato de inflaci¨®n de septiembre, ahora en el 1,7%, el mercado da por hecho que el segundo llegar¨¢ en noviembre¡ª, y uno tambi¨¦n de la Reserva Federal estadounidense en tres encuentros, aunque m¨¢s agresivo, de 50 puntos b¨¢sicos.
Ese historial exhibe tambi¨¦n la victoria del sector menos ortodoxo ¡ªconocidos como palomas¡ª, frente a los halcones, que apenas han presentado oposici¨®n, tal vez porque entre los mayores beneficiados de las bajadas de tipos est¨¢ ahora la renqueante Alemania. Preguntada sobre si se discuti¨® un recorte de tipos a¨²n mayor, de 50 puntos b¨¢sicos, al estilo de sus colegas de la Reserva Federal, Lagarde enton¨® una negativa sin paliativos. ¡°Lo que hab¨ªa sobre la mesa y fue debatido y propuesto por [Philip] Lane, fue un recorte de 25 puntos b¨¢sicos, fin de la historia. Fue una decisi¨®n un¨¢nime recortar tipos por 25 puntos b¨¢sicos. Tal vez fue la gran atm¨®sfera eslovena la que propici¨® ese consenso¡±, dijo lanzando un gui?o al pa¨ªs que les brind¨® hospedaje.
Seguramente para dar a entender que no ha perdido el contacto con lo que sucede a pie de calle, Lagarde relat¨® que poco despu¨¦s de llegar a Liubliana, donde va ocasionalmente, se dio un paseo por su mercado para ver de primera mano los precios de los alimentos, que todav¨ªa suben en la zona euro a un ritmo superior al deseado, del 2,4%. ¡°A¨²n no estamos donde queremos¡±, reconoci¨®.
La ¨²ltima cita del a?o para el BCE ser¨¢ el 12 de diciembre. Si se cumplen sus previsiones, los datos que la precedan no ser¨¢n los mejores. ¡°Se espera que la inflaci¨®n aumente en los siguientes meses, y que posteriormente descienda hasta el objetivo durante el pr¨®ximo a?o¡±, explic¨® el banco. Aun as¨ª, dada la presunta temporalidad del alza de precios, la mayor¨ªa de analistas cree que la racha de bajadas de tipos continuar¨¢. No solo hasta ah¨ª, sino por mucho tiempo: en Bank of America auguran recortes de 25 puntos b¨¢sicos en cada reuni¨®n hasta que el tipo de inter¨¦s regrese al 2% en junio de 2025.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.