El BCE recorta los tipos de inter¨¦s 0,25 puntos ante el alivio de la inflaci¨®n
El Eurobanco lanza un nuevo bal¨®n de ox¨ªgeno a la econom¨ªa y coloca el tipo de facilidad de dep¨®sito en el 3,5%, pero rebaja ligeramente las previsiones de crecimiento para los pr¨®ximos tres a?os
La desescalada de los tipos de inter¨¦s toma cuerpo. El Banco Central Europeo ha aprobado este jueves por unanimidad un nuevo recorte de 25 puntos b¨¢sicos en el precio del dinero, el segundo en lo que va de a?o, en un ejercicio de confianza en que la inflaci¨®n, ese largo dolor de cabeza que dura ya tres a?os, est¨¢ cada vez m¨¢s bajo control. ¡°[Ante] la din¨¢mica de la inflaci¨®n subyacente y la intensidad de la transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria, resulta apropiado ahora dar un paso m¨¢s en la moderaci¨®n del grado de restricci¨®n¡±, ha se?alado la presidenta de la entidad, Christine Lagarde. Con la decisi¨®n del BCE, la facilidad de dep¨®sito, el tipo de referencia, queda en el 3,5%. Mientras que el tipo de las operaciones principales de refinanciaci¨®n baja al 3,65% y el marginal de cr¨¦dito al 3,90% al ejecutarse un ajuste t¨¦cnico que reduce ambos indicadores en 35 puntos b¨¢sicos adicionales.
Es solo el principio: los mercados ya descontaban la decisi¨®n, por lo que tras hacerse p¨²blica las Bolsas y el euro apenas se inmutaron. Los inversores esperan, como m¨ªnimo, una bajada m¨¢s este 2024 y varias el curso que viene, aunque Lagarde eludi¨® dar pistas y se remiti¨®, como viene haciendo en sus ¨²ltimas comparecencias, al an¨¢lisis de los datos por venir y a un enfoque reuni¨®n a reuni¨®n. ¡°Qu¨¦ ser¨¢, ser¨¢¡±, brome¨® en espa?ol. De consumarse los recortes esperados, supondr¨ªa el regreso a tasas m¨¢s normales tras los bandazos de los ¨²ltimos tiempos, cuando se ha pasado, sin apenas transici¨®n, de los tipos negativos de la pandemia a un alza hist¨®rica para contener una inflaci¨®n desbocada por el rebote econ¨®mico que sigui¨® al virus.
Adem¨¢s de la decisi¨®n de pol¨ªtica monetaria, los expertos del BCE tambi¨¦n han actualizado sus previsiones de inflaci¨®n. Sin grandes cambios: prev¨¦n que la inflaci¨®n general se situar¨¢, de media, en el 2,5% este 2024, en el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026, exactamente igual que en las proyecciones de junio. ¡°Los datos de inflaci¨®n recientes han sido, en conjunto, acordes con lo esperado¡±, explic¨® Lagarde. S¨ª revisan ligeramente al alza (una d¨¦cima) la inflaci¨®n subyacente para 2024 y 2025, que ser¨¢ del 2,9% y el 2,3% respectivamente, algo que achacan al impacto de la inflaci¨®n de los servicios, ¡°m¨¢s alta de lo previsto¡± ¡ªfue del 4,2% en agosto, dos d¨¦cimas m¨¢s que en julio¡ª.
La vuelta a la normalidad tendr¨¢ dientes de sierra. Lagarde espera que la inflaci¨®n d¨¦ alegr¨ªas en septiembre, pero ¡°vuelva a aumentar en el tramo final de este a?o¡±, cuando la comparaci¨®n de los precios de la energ¨ªa con los del a?o pasado ya no ser¨¢ tan favorable. Sin embargo, el bache previsto no supone, a priori, una amenaza: ¡°la inflaci¨®n deber¨ªa disminuir hacia nuestro objetivo en la segunda mitad del pr¨®ximo a?o¡±, augur¨®.
En cuanto al crecimiento, las noticias no son tan favorables, y van ganando terreno en la lista de preocupaciones del BCE: sus analistas proyectan un avance del PIB del 0,8% en este 2024, que aumentar¨¢ progresivamente al 1,3% en 2025 y el 1,5% en 2026, una ligera revisi¨®n a la baja respecto a junio, de una d¨¦cima cada a?o, por una menor contribuci¨®n de la demanda interna. ¡°Las condiciones de financiaci¨®n siguen siendo restrictivas, y la actividad econ¨®mica es a¨²n contenida, como reflejo de la debilidad del consumo privado y de la inversi¨®n¡±, justific¨® Lagarde.
Entre los riesgos, cit¨® las disrupciones comerciales ¡ªsin mencionar los aranceles que quiere implantar Donald Trump si llega a la Casa Blanca¡ª, los posibles repuntes del precio de la energ¨ªa ante las tensiones geopol¨ªticas en Oriente Medio y la guerra en Ucrania, as¨ª como una eventual ca¨ªda de las exportaciones europeas. En el campo de los halagos, en cambio, no ahorr¨® piropos al plan Draghi para mejorar la econom¨ªa europea, que calific¨® de ¡°formidable¡±, y que cree recoge un diagn¨®stico ¡°severo pero justo¡±. Lagarde hizo un llamamiento al liderazgo de los pol¨ªticos europeos y de la Comisi¨®n para que lleven a cabo las reformas estructurales que pueden animar la productividad y otras propuestas del documento, como la uni¨®n de capitales, ¡°extremadamente ¨²tiles para Europa y para nosotros como banco central¡±.
La mayor¨ªa de analistas descuenta un nuevo recorte en la reuni¨®n del BCE del 12 de diciembre, pero hay m¨¢s dudas sobre lo que ocurrir¨¢ antes, en el encuentro de octubre, donde no se descarta una pausa, pero tampoco otro ligero descuento de un cuarto de punto. ¡°Pensamos que las especulaciones del mercado en torno a otro recorte el mes pr¨®ximo son optimistas¡±, defienden desde BlackRock, que solo ve factible ese escenario si la econom¨ªa se deteriora con fuerza.
Lagarde insisti¨® en que no hay una senda de recortes predeterminada, tampoco en su volumen, y que antes de pronunciarse analizar¨¢n una amplia bater¨ªa de datos, no solo la evoluci¨®n de la inflaci¨®n, pero hay pocas estad¨ªsticas hasta octubre, lo que podr¨ªa animarles a aguardar a diciembre. Aunque el BCE siempre ha reafirmado su independencia, pueden entrar en juego variables externas, como la magnitud del primer recorte de tipos desde 2020 por parte de su hom¨®logo estadounidense, Jerome Powell, en la reuni¨®n de la Fed del 18 de septiembre. ¡°Un recorte mayor de lo esperado de la Reserva Federal puede aumentar la presi¨®n para que el BCE haga m¨¢s de lo que se descuenta actualmente¡±, sostiene Nadia Gharbi, economista para Europa en Pictet.
Si el descenso de los tipos en junio tuvo un cierto aroma a cambio de ciclo, por ser el primero en cinco a?os, este de septiembre es el de la continuidad, el de afianzar un nuevo rumbo que se antoja ya inamovible a medio plazo, certificando el final de la receta del dolor de Fr¨¢ncfort: diez subidas ininterrumpidas de tipos para combatir una inflaci¨®n que lleg¨® a superar el 10% en octubre de 2022, su m¨¢ximo hist¨®rico.
En ese momento de m¨¢xima tensi¨®n, los responsables del Eurobanco seguramente habr¨ªan firmado estar donde est¨¢n hoy: la inflaci¨®n ha retrocedido hasta niveles muy cercanos a su objetivo del 2%, al moderarse al 2,2% en agosto ¡ªcuatro d¨¦cimas menos que en julio, y tres d¨¦cimas por debajo de la de Estados Unidos¡ª, empujada sobre todo por las ca¨ªdas de los precios del gas y el petr¨®leo. Y aunque el crecimiento da se?ales de fatiga, los tipos altos, que han restringido el acceso a financiaci¨®n y encarecido la factura de hogares y empresas endeudadas, lo cual tiende a enfriar el consumo, no han generado una recesi¨®n de amplio alcance, como se tem¨ªa, ni han provocado turbulencias en los mercados, con algunas de las principales Bolsas europeas cerca de m¨¢ximos y el euro ganando terreno frente al d¨®lar en el ¨²ltimo a?o, lo que abarata las importaciones.
Espa?a, en el grupo de cabeza
La evoluci¨®n dentro de los pa¨ªses del euro, sin embargo, es muy desigual, como subray¨® Lagarde, que situ¨® a Espa?a y los Pa¨ªses Bajos en el grupo de cabeza del crecimiento, y a Alemania, lastrada por los malos datos de su sector industrial, en el de cola. No fue la ¨²nica referencia a Espa?a. Preguntada por Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, nuevo gobernador del Banco de Espa?a, que asist¨ªa a su primera reuni¨®n del Consejo de Gobierno, dijo que le hab¨ªan dado la bienvenida y efectu¨® ¡°aportaciones muy ¨²tiles¡±.
Lagarde destac¨® el buen comportamiento del mercado laboral, que ha sujetado el crecimiento en tasas positivas, aunque an¨¦micas: la tasa de paro, del 6,4% es la m¨¢s baja desde que existe el euro. Y por ahora lo ha hecho de una manera limpia, sin inc¨®modos efectos colaterales: las subidas salariales han dado se?ales de ralentizaci¨®n en el segundo trimestre, espantando el fantasma de la peligrosa espiral precios-sueldos, tantas veces evocada por Lagarde. ¡°La inflaci¨®n interna sigue siendo alta, ya que los salarios contin¨²an subiendo a un ritmo elevado. Sin embargo, las presiones sobre los costes laborales se est¨¢n moderando, y los beneficios est¨¢n amortiguando parcialmente el impacto de las subidas salariales sobre la inflaci¨®n¡±, destac¨® la francesa.
En este largo periodo de tipos altos, la presidenta del BCE se ha ganado por el camino un enemigo: los hipotecados a tipo variable. Solo hace falta buscar juntos los nombres Lagarde e hipoteca en alguna red social para comprobar que la subida de las cuotas propiciada por la dura pol¨ªtica de tipos del BCE ha sido un golpe financiero para muchos. Pero la relaci¨®n con sus detractores parece en v¨ªas de mejorar: el eur¨ªbor ya est¨¢ por debajo del 3%, su nivel m¨¢s bajo en casi dos a?os, y el papel de agraviado salta a los ahorradores de perfil conservador, que han visto como la rentabilidad que reciben por comprar letras del Tesoro no deja de caer conforme crecen las expectativas de bajadas de tipos. Tambi¨¦n dejan atr¨¢s sus mejores tiempos los bancos: el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, cree que su rentabilidad ya ha alcanzado un tope, al acabar el ciclo de subidas de tipos que les nutren de ingresos hipotecarios extra.
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