Hacienda advierte del ¡°desastre¡± que supondr¨ªa retrasar la aplicaci¨®n del impuesto m¨ªnimo a las multinacionales

Este mi¨¦rcoles por la tarde se cerrar¨¢ el plazo para incluir enmiendas en el proyecto de ley que establece una imposici¨®n m¨ªnima del 15% a las multinacionales. La medida, que lleva meses de retraso, supone trasponer en el ordenamiento espa?ol la directiva europea del pilar dos ¡ªenmarcada en el programa de erosi¨®n de bases imponibles y traslado de beneficios de la OCDE¡ª, algo que tendr¨ªa que haber sucedido antes de que terminara el a?o 2023 y que ya le ha supuesto al Ejecutivo una denuncia por parte de Bruselas. Una de las causas de esta dilaci¨®n es que el Ministerio de Hacienda ha utilizado el tr¨¢mite para incluir los mimbres de la peque?a reforma fiscal que hasta este martes por la noche segu¨ªa negoci¨¢ndose con los socios de la investidura, aunque todav¨ªa sin visos de prosperar. Pese a las dificultades de estas conversaciones y a que los impuestos a banca y energ¨¦ticas siguen en el aire, el Gobierno se ha visto obligado a cerrar el plazo de enmiendas y agotar esta v¨ªa. ?La raz¨®n? El calendario aprieta y es ¡°imprescindible¡± trasponer la directiva antes de que termine 2024, seg¨²n fuentes del ministerio. De lo contrario, ser¨ªa un ¡°desastre total¡± tanto para las multinacionales espa?olas como para el fisco.

El impuesto m¨ªnimo del 15% afecta a los grandes grupos dentro de la Uni¨®n Europea que tengan una cifra de ingresos consolidados igual o superior a los 750 millones de euros. Actuar¨¢ sobre un resultado contable ajustado ¡ªes decir, una magnitud m¨¢s parecida a los beneficios¡ª y no sobre la base imponible, y tendr¨¢ como primera referencia los ingresos obtenidos por las multinacionales en el ejercicio fiscal de 2024. Por eso era imprescindible tenerlo aprobado antes del 31 de diciembre de 2023. Casi un a?o despu¨¦s, Espa?a sigue sin hacer los deberes y el tiempo apremia: si la directiva no se traspone en lo que queda de ejercicio ¡ªlo que ya de por s¨ª incurrir¨ªa en la retroactividad impropia¡ª, los ingresos que en teor¨ªa corresponder¨ªan a Hacienda se ir¨¢n a otras jurisdicciones.

El esquema del impuesto m¨ªnimo es muy complejo, pero lo principal es que est¨¢ dise?ado para garantizar que una multinacional abona a las arcas p¨²blicas al menos el l¨ªmite establecido, explica Javier Gonz¨¢lez Carcedo, socio de Fiscalidad Internacional en PwC Tax & Legal. Para ello, los pa¨ªses podr¨¢n actuar cuando una de sus empresas se sit¨²e en un territorio de fiscalidad algo m¨¢s laxa y soporte una carga tributaria menor. Por ejemplo: si una compa?¨ªa con sede en Espa?a opera en una regi¨®n donde la tributaci¨®n del impuesto sobre sociedades es del 10%, Hacienda tendr¨¢ derecho a exigir que le abone la diferencia, en este caso de cinco puntos porcentuales, hasta que llegue al 15%. Lo mismo suceder¨ªa a la inversa. Por eso, en caso de no aprobarse a tiempo, el perjuicio para Espa?a ser¨ªa doble.

La inmensa mayor¨ªa de los socios comunitarios ya han implementado los cambios necesarios para operar con las nuevas reglas en 2025 y gravar los ingresos del a?o ahora en curso. Solo faltan Espa?a, Portugal, Chipre y Polonia, quienes fueron llevados hace menos de un mes por parte de la Comisi¨®n a los tribunales de la Uni¨®n Europea por no haber hecho los deberes. Por eso, a?ade Pelayo Oraa Gil, socio en el ¨¢rea de servicios de impuestos corporativos en KPMG, no hay duda de si las empresas van a pagar o no. ¡°La ¨²nica incertidumbre que tenemos es d¨®nde lo har¨¢n y si Espa?a perder¨¢ la recaudaci¨®n que a priori le toca¡±, explica.

Una vez que el plazo de las enmiendas termine, el proyecto ir¨¢ a ponencia, a comisi¨®n, al pleno del Congreso, al Senado y, de nuevo, a la C¨¢mara Baja. El camino se antoja complicado cuando hay varios festivos por delante. En Hacienda son conscientes de que han apurado los plazos y preocupa la ¡°p¨¦rdida reputacional¡± si no se llega a tiempo, reconocen las mismas fuentes. Para los expertos consultados el gran problema es la inseguridad, ya que si la norma no recibe luz verde dentro del plazo previsto, los formalismos del impuesto cambiar¨¢n, as¨ª como el interlocutor (la jurisdicci¨®n) y los c¨¢lculos de la cuota entre una y otra filial. Sin olvidar, apunta Gonz¨¢lez Carcedo, el ¡°enorme coste¡± que han tenido que soportar las multinacionales para poder adaptar sus sistemas internos al gravamen.

Reforma fiscal

Uno de los grandes problemas del embrollo es que la tramitaci¨®n de la directiva se ha visto comprometida por una negociaci¨®n paralela para hacer permanentes los impuestos a banca y energ¨¦ticas e impulsar otros cambios fiscales. El Gobierno est¨¢ conversando a varias bandas con sus socios de la izquierda y con el PNV y Junts, los m¨¢s reticentes. Aunque el plazo se cierra este mi¨¦rcoles por la tarde, varias fuentes conocedoras ve¨ªan todav¨ªa este martes muy dif¨ªcil que los nuevos grav¨¢menes obtengan luz verde. Y daban por hecho que no se incluir¨ªan enmiendas a la trasposici¨®n. Si esto sucede, la directiva del 15% seguir¨¢ su cauce y el resto de medidas fiscales se intentar¨¢n aprobar por otras v¨ªas.

El gran punto de la discordia entre el Gobierno, por un lado, y el PNV y Junts, por otro, es la conversi¨®n a permanentes de los dos impuestos sectoriales a la banca y las compa?¨ªas energ¨¦ticas. Aunque en un principio se hab¨ªa hablado de suavizarlos, los nacionalistas vascos y catalanes siguen apretando para que se descarten. En su lugar, deslizaron otras fuentes, el Gobierno tendr¨ªa que impulsar otras medidas para poder cumplir con los objetivos fiscales. Sobre la mesa est¨¢ un aumento de los impuestos a la electricidad y los hidrocarburos. Si bien, precisan desde Hacienda, no hay nada decidido.