Estados Unidos propone al juez medidas radicales para romper el monopolio de Google
El Departamento de Justicia solicita que se obligue a la empresa a vender Chrome, a aislar Android, a romper los acuerdos con Apple y a convertirse en una especie de buscador mayorista
La cruzada contra las pr¨¢cticas monopol¨ªsticas ilegales de las grandes tecnol¨®gicas vivi¨® este mi¨¦rcoles un hito destacado en los tribunales estadounidenses. Los fiscales del Departamento de Justicia y de los Estados que demandaron a Google y lograron que un juez declarase que hab¨ªa abusado de su posici¨®n dominante en el mercado de las b¨²squedas por internet solicitan una amplia bater¨ªa de remedios que supondr¨ªa un terremoto para la compa?¨ªa que dirige Sundar Pichai. La resoluci¨®n propuesta obligar¨ªa a Google a vender su navegador Chrome, a aislar su sistema operativo Android, a convertirse en licenciatario de sus b¨²squedas para rivales y a eliminar acuerdos preferenciales como los que tiene con Apple. La compa?¨ªa, adem¨¢s, quedar¨ªa sometida a una estricta supervisi¨®n durante una d¨¦cada.
En conjunto, las decenas de medidas propuestas en el caso Estados Unidos contra Google supondr¨ªan la intervenci¨®n m¨¢s dr¨¢stica en una compa?¨ªa tecnol¨®gica desde que otro juzgado orden¨® en 2000 la partici¨®n de Microsoft, en una resoluci¨®n que luego fue anulada por tribunales superiores. No se espera que el juez Amit Mehta dicte una resoluci¨®n hasta agosto del a?o pr¨®ximo que, en todo caso, ser¨ªa recurrible.
El Departamento de Justicia ya hab¨ªa anticipado en octubre que se planteaba medidas dr¨¢sticas, entre ellas la partici¨®n de la compa?¨ªa. El aspecto m¨¢s destacado de la resoluci¨®n propuesta es la venta de Chrome: ¡°Google debe desinvertir r¨¢pida y completamente en Chrome, a un comprador aprobado por los demandantes a su entera discreci¨®n, sujeto a los t¨¦rminos que el tribunal y los demandantes aprueben. Google no podr¨¢ lanzar ning¨²n otro navegador de Google durante la vigencia de la presente sentencia definitiva sin la aprobaci¨®n del tribunal¡±, dice la medida propuesta.
El objetivo proclamado es liberar a los mercados en situaci¨®n de monopolio de las pr¨¢cticas excluyentes de Google y abrirlos a la competencia. Los fiscales sostienen que la venta de Chrome es necesaria para ¡°detener permanentemente el control de Google sobre este punto de acceso de b¨²squeda cr¨ªtico y permitir a los motores de b¨²squeda rivales la capacidad de acceder al navegador que para muchos usuarios es una puerta de entrada a Internet¡±.
Con esos argumentos, adem¨¢s de exigir a Google que se desprenda de su navegador Chrome, la resoluci¨®n tambi¨¦n prohibir¨ªa a la empresa que proporcione a sus productos de b¨²squeda acceso preferente a productos o servicios relacionados que posea o controle, como Android. Con respecto a este sistema operativo para m¨®viles, las opciones ser¨ªan dos: venderlo o aislarlo del buscador.
As¨ª, Google no deber¨ªa proporcionarse a s¨ª mismo un acceso preferente a Android o a aplicaciones o datos propiedad de Google en comparaci¨®n con el que proporciona a todos los dem¨¢s buscadores y productos de IA. Tampoco deber¨ªa utilizar su propiedad y control de Android, o de cualquier otro producto o servicio de Google, para utilizarlo como ventaja en favor de su buscador. De hecho, la resoluci¨®n impondr¨ªa un examen al cabo de cinco a?os y si no ha aumentado la competencia en las b¨²squedas, se podr¨ªa obligar a Google a vender tambi¨¦n Android.
Ruptura con Apple
La resoluci¨®n propuesta, que el juez puede adoptar en todo o en parte o rechazar, tiene un apartado especial dedicado a Apple: ¡°Google no debe ofrecer ni proporcionar nada de valor a Apple, ni ofrecer condiciones comerciales, que de alg¨²n modo desincentiven econ¨®micamente a Apple para competir o entrar en los mercados de motores de b¨²squeda generales o de anuncios de texto para b¨²squedas¡±.
Ese es uno de los aspectos clave que se discutieron en el juicio: los acuerdos por los que Google paga miles de millones de d¨®lares para ser el buscador por defecto de los iPhone, iPad y Mac al emplear su navegador Safari. En la pr¨¢ctica, Apple renunciaba a desarrollar su buscador, pero se lleva un buen pellizco, del orden de los 20.000 millones de d¨®lares anuales, por el tr¨¢fico que dirige a Google. De aprobarse esta parte de la resoluci¨®n, lo que parece muy probable, el principal perjudicado a corto plazo ser¨ªa Apple m¨¢s que Google.
En general, aunque haya una cl¨¢usula espec¨ªfica sobre Apple, tambi¨¦n se proscriben otros acuerdos por los que Google es el buscador por defecto en otros dispositivos. El cat¨¢logo de medidas es muy amplio. Los fiscales quieren que se proh¨ªba a Google suscribir ning¨²n contrato o acuerdo para asegurarse licencias de datos de ning¨²n editor, sitio web o creador de contenidos, que otorgue al buscador la exclusividad o que restrinja la capacidad del editor para llegar a acuerdos con otro desarrollador de motores de b¨²squeda o de productos de inteligencia artificial.
La compa?¨ªa tampoco podr¨ªa condicionar el acceso a Play Store o a cualquier otro producto de Google a un acuerdo de distribuci¨®n del buscador. Google tampoco deber¨ªa agrupar, vincular o condicionar de cualquier otro modo el buscador con ning¨²n otro producto de Google. La resoluci¨®n tambi¨¦n prohibir¨ªa acuerdos de compartici¨®n de ingresos por consultas de Google, clics en anuncios y similares.
Cesi¨®n masiva de datos y b¨²squedas
La propuesta del Departamento de Justicia tambi¨¦n implicar¨ªa que Google tuviese que ceder sus datos de forma masiva y a un coste marginal, para as¨ª eliminar barreras de entrada a competidores. Adem¨¢s, se prohibir¨ªa a Google utilizar y conservar para s¨ª misma aquellos datos que no pueda proporcionar a los competidores cualificados por motivos de privacidad o seguridad.
No solo eso: Google tambi¨¦n tendr¨ªa que convertirse en proveedor de b¨²squedas para terceros, es decir, sindicar y licenciar su contenido, de modo que otros buscadores puedan utilizarse con la misma calidad y fiabilidad de Google. Se convertir¨ªa en una especie de mayorista de las b¨²squedas. Cualquier competidor cualificado podr¨ªa tener una licencia por 10 a?os para usar su motor de b¨²squeda como sustrato, del mismo modo, salvando las distancias, que los operadores virtuales de telefon¨ªa usan las redes de las compa?¨ªas que han invertido en ellas. Tambi¨¦n deber¨ªa acceder a acuerdos de sindicaci¨®n de los anuncios de texto de las b¨²squedas, aunque en este caso por un a?o.
Adem¨¢s, se obligar¨ªa a Google a un ejercicio de transparencia, de mostrar las tripas de su negocio publicitario. Para cada anuncio de texto de b¨²squeda publicado o en el que se haya hecho clic, Google debe poner a disposici¨®n de los anunciantes, a nivel de anuncio individual para el periodo de 18 meses anterior, datos que muestren la consulta, la palabra clave desencadenante, el coste por clic (CPC), el posicionamiento, el valor de vida ¨²til y cualquier otra m¨¦trica necesaria para que el anunciante eval¨²e el rendimiento de su anuncio.
Desinversiones y adquisiciones
Por si eso fuera poco, la pol¨ªtica de participaciones y de adquisiciones de la compa?¨ªa quedar¨¢ tambi¨¦n condicionada. Si se aprobase la resoluci¨®n, Google tendr¨ªa un mes para identificar qu¨¦ participaciones tiene en potenciales competidores, incluidas empresas de inteligencia artificial que podr¨ªan competir en el mercado de las b¨²squedas. ¡°En un plazo de seis meses, Google deber¨¢ desprenderse de cualquier participaci¨®n de este tipo y abstenerse inmediatamente de tomar cualquier medida que pudiera desalentar o desincentivar a dicha empresa a desarrollar productos o servicios que compitan con los motores de b¨²squeda o los Anuncios de Texto en B¨²squedas de Google, los interrumpan o los desintermedien¡±, dice el texto.
En sentido contrario, Google no podr¨¢, salvo consentimiento previo por escrito de los demandantes, adquirir ninguna participaci¨®n en ninguna empresa o llegar a acuerdos de asociaci¨®n o colaboraci¨®n, incluido cualquier acuerdo de marketing o ventas, con ninguna empresa que compita con Google en las b¨²squedas.
Las medidas impuestas tendr¨ªan una duraci¨®n de 10 a?os, aunque si los competidores conquistan una cuota de mercado en las b¨²squedas superior al 50% y la empresa lleva cinco a?os obedeciendo las condiciones, podr¨ªa pedir que se d¨¦ por cumplida la sentencia.
Google tendr¨¢ la oportunidad de presentar en diciembre sus propias alegaciones sobre los remedios a adoptar. El Departamento de Justicia puede complementar su posici¨®n en marzo. Luego, habr¨¢ una vista oral de dos semanas en abril. La demanda contra Google fue presentada por el Departamento de Justicia durante el primer mandato de Donald Trump. Fue llevada a juicio durante la presidencia de Biden y llegar¨¢ a su conclusi¨®n de nuevo con Trump en el poder.
La compa?¨ªa ha expresado su disgusto con las medidas solicitadas a trav¨¦s de un comunicado: ¡°La exagerada propuesta del Departamento de Justicia va mucho m¨¢s all¨¢ de la decisi¨®n del Tribunal. Romper¨ªa una serie de productos de Google ¨Dincluso m¨¢s all¨¢ de las b¨²squedas¨D que la gente ama y encuentra ¨²tiles en su vida cotidiana¡±, escribi¨® Kent Walker, director jur¨ªdico de la compa?¨ªa.
Seg¨²n Walker, la propuesta del Departamento de Justicia ¡°pondr¨ªa en peligro la seguridad y privacidad de millones de estadounidenses, y socavar¨ªa la calidad de los productos que la gente adora, al forzar la venta de Chrome y potencialmente de Android¡±. Indica que exigir¨ªa la divulgaci¨®n a empresas extranjeras y nacionales desconocidas no solo de las innovaciones y resultados de Google, sino, tambi¨¦n de las consultas de b¨²squeda personales de los estadounidenses.
Google asegura que, de aprobarse la resoluci¨®n propuesta, tendr¨ªa que enfriar su inversi¨®n en inteligencia artificial. Tambi¨¦n dice que la decisi¨®n perjudicar¨ªa a servicios innovadores, como Firefox de Mozilla, cuyo negocio depende de cobrar a Google por el posicionamiento en las b¨²squedas. Tambi¨¦n indica que no ella se limitar¨ªa deliberadamente la capacidad de los usuarios para acceder a la B¨²squeda de Google y se impondr¨ªa ¡°la microgesti¨®n gubernamental¡± de las b¨²squedas de Google y otras tecnolog¨ªas mediante el nombramiento de un comit¨¦ t¨¦cnico con un enorme poder.
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